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1. ¿Cuál es su perfil profesional y Danae Fiore (Argentina): Soy arqueóloga, hice mi licenciatura y profesorado en la UBA (Argentina) y
maestría y doctorado en UCL (Gran Bretaña). Me desempeño como investigadora de
CONICET y docente en la UBA. Me he interesado en el arte rupestre desde que era
estudiante, especialmente por el hecho de que siempre me ha interesado la
capacidad humana para producir imágenes, y, dentro de ello el arte rupestre es
una de las formas más conspicuas de producción de imágenes por parte de los
cazadores-recolectores, que son el tipo de sociedad a cuyo estudio me he
abocado desde la licenciatura en adelante. Asimismo, desde mi punto de vista el
arte rupestre incluye una enorme cantidad de variables en su producción y uso,
que nos permiten vías de ingreso analítico a distintos elementos de las
prácticas humanas (lo visual, lo perceptual, lo cognitivo, lo social, lo
tecnológico, lo económico, lo espacial y paisajístico, lo estilístico, lo
diacrónico, etc.). En tal sentido, el analisis del arte rupestre es para mi uno
de los mas grandes desafios para una/un arqueóloga/arqueólogo porque su
creación implica generalmente un rango de variabilidad muchísimo mas amplio que
cualquier otra forma de cultura material, pero, a su vez, nos da la vía de
entrada a los múltiples aspectos arriba mencionados, relativos a su producción
y uso, y por lo tanto, nos aporta, dentro de un enfoque contextual y regional, con
datos invaluables para comprender las dinámicas socioeconómicas y culturales
del pasado.
Ana María Rocchietti (Argentina): Soy Licenciada en Antropología y Licenciada en Ciencias de la Educación,
Especialista en Antropología Social y Doctora en Arqueología, estoy haciendo un
posdoctorado también en Arqueología. Soy docente universitaria. Me interesa el arte por su maravillosa
exposición del imaginario profundo de las sociedades originarias de América.
Andre Prous (Brasil): Soy arqueólogo en la Universidad Federal de Minas Gerais (Belo Horizonte,
Brasil) y responsable por la Misión Arqueológica Francesa en este Estado.
Edithe Pereira (Brasil): Trabajo con el arte rupestre de la Amazonía Brasileña, particularmente, en
el estado del Pará. Mi interés por el arte rupestre ha venido durante el curso
de maestría (mestrado) que hice en la Universidad Federal de Pernambuco
(Brasil). Fue en ese curso que tube por primera vez clases sobre arte rupestre y
empecé interesarme por el tema y a procurar sítios con arte rupestre en
la Amazonía que es la región donde vivo. El interés vino también porque el arte
rupestre era un vestigio arqueológico poco conocido y considerado en las
investigaciones arqueológicas de la región amazónica de Brasil.
Maria Coimbra de Oliveira (Brasil): Mestre em História (com área de concentração em arqueologia), especialista
em arqueologia amazônica e trabalhando com arqueologia há 15 anos. Meu
interesse é devido à minha própria formação ter sido sempre voltada para a
arqueologia, pelo amor que tenho pelo trabaho com arqueologia e também por
habitar uma região rica em vestígios arqueológicos de todos os tipos.
Sonia Victoria Avilés Loayza (Bolivia): Dra. en Arqueología e Historia. Investigadora de la Universidad de
Bologna-Italia para el Proyecto de Conservación de la Roca Esculpida de
Samaipata en Bolivia. Presidenta e investigadora de la empresa de arqueología Bononia Archeologia S.R.L. Para una arqueóloga es imposible ignorar el arte rupestre ya que hace
parte del contexto histórico-antropológico.
Patricio Bustamante (Chile): Soy fotógrafo profesional, con un diplomado en Gestión y conservación del
Patrimonio, de la Universidad Católica de Chile.
Álvaro Botiva (Colombia): Antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia con
especialización en Gestión Cultural de la Universidad del Rosario. Desde 1979 me vinculé a
proyectos de infraestructura que producían un gran impacto ambiental. En
1981 trabajé como profesor de la Universidad de Los Andes y desde este mismo
año hasta el 2009 fui investigador del Instituto Colombiano de Antropología e
Historia ICANH, fundamentalmente atendiendo las alteraciones o afectaciones al
patrimonio arqueológico en grandes proyectos y en prospecciones y rescates arqueológicos por
varios municipios y regiones del país. En 1991 elaboré la “Propuesta para una Legislación de
Protección del Patrimonio Arqueológico Nacional”, documento presentado a la
Asamblea Nacional Constituyente sobre el derecho de todo colombiano a la
cultura y al patrimonio cultural, del cual se extrajeron literalmente los
artículos 70, 71 y 72 de la actual Constitución Política Colombiana. De los 37 años dedicados a la arqueología,
advertí por todo el país el deterioro, descuido y negligencia sobre del arte
rupestre y su preservación, así como el desconocimiento de lo que esta
manifestación representa, razón por la cual los últimos 10 años me dediqué a
investigar esta expresión cultural, con el principal objetivo de hacer un
inventario e iniciar un registro en Cundinamarca, por constituirse en patrimonio cultural
de la Nación, con el fin de definir políticas para su preservación, y
conservación.
Pedro María Arguello García (Colombia): Soy Licenciado en Ciencias Sociales de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia y Candidato doctoral en Antropología de la Universidad de Pittsburgh. Actualmente me desempeño como docente en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Me interese por el arte rupestre mientras estudiaba mi Licenciatura. Fue a propósito de un curso donde se nos pedía documentar un sitio con arte rupestre. Recuerdo mucho que lo que más me impresionó, aparte del objeto mismo, es que no se sabía casi nada de él. Esto supuso una serie de inquietudes respecto al pasado indígena, inquietudes que aun hoy siguen presentes. Tales cuestionamientos implicaron un cambio en mis intereses profesionales. Fue por eso que decidí estudiar Antropología y especializarme en el área de la Arqueología. Con el paso de los años he reafirmado mi idea de que un abordaje arqueológico del arte rupestre es no solo útil sino necesario y esa ha sido la plataforma desde la cual he diseñado mi investigación. Diego Martínez Celis (Colombia): Mgter. en Patrimonio Cultural y Territorio (Universidad Javeriana) y
Diseñador Gráfico (Universidad Nacional) con 20 años de experiencia en
investigación y divulgación de arte rupestre colombiano y latinoamericano.
Desde que realicé mi tesis de pregrado advertí la necesidad de aportar al
conocimiento público de estas manifestaciones desde la perspectiva de la
comunicación gráfica, mediante la implementación de métodos de documentación
y el diseño de formatos de registro hasta la
edición de publicaciones impresas y electrónicas (como Rupestreweb). En
los últimos años he abordado el tema desde su condición como referente
patrimonial de territorios cuyas comunidades reclaman participación en la
construcción de su significación (valoración) y en su manejo como recurso
cultural susceptible de ser aprovechado –de manera sostenible– como
motor para un desarrollo local, social y económico. Si bien, los sitios con
arte rupestre son vestigios que permiten reconocer el pasado, solo pueden
cobrar sentido en la actualidad en la medida en que signifiquen algo, sean de utilidad y en últimas jueguen un
rol positivo para el grueso de la sociedad, no simplemente para los cerrados
círculos académicos o científicos.
Racso Fernández Ortega (Cuba): Soy graduado de Ingeniería Industrial en 1983 en la extinta Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas pero desde muy joven en el bachillerato, me
había vinculado a la Arqueología desde un Círculo de Interés que teníamos en la
escuela y la Sociedad Espeleológica de Cuba (SEC), a la que me incorporé desde
muy temprano. Después de graduado mantuve la membresía en la SEC y los cursos
de postgrado y adiestramiento en el Departamento de Arqueología de la Academia
de Ciencias de Cuba, me permitieron participar en expediciones y excavaciones
con esa prestigiosa institución y con el Museo Antropológico Montané de la
Universidad de La Habana. Finalmente en el año 1996 comienzo a trabajar
profesionalmente la arqueología en el Centro de Patrimonio de La Habana , actividad
en la que me mantengo hasta la fecha. Me relacioné con el dibujo rupestre en la
juventud a través de la espeleología y porque tuve la oportunidad que me
obsequiaran el clásico del Dr. Antonio Núñez Jiménez “Cuba. Dibujos Rupestres”,
el que motivó mucho mi interés inicial. La comprensión de la necesidad de
conservar un patrimonio tan vulnerable y frágil, así como la posibilidad de
estudiar una de las manifestaciones culturales más significativas de los
pueblos primigenios, intentando entender los procesos sociales que les dieron
significado, se convirtió más tarde en la temática más importante de mi vida
académica.
Diego González Ojeda (Ecuador): Soy artista plástico. Me interesan las rocas grabadas porque veo en ellas la
marca de un cerebro que imagina. Me pregunto qué veía, cómo veía su mundo. Al
mismo tiempo, me veo ante las rocas y se que estoy en este espacio y en este
tiempo. No me reconozco, puesto que soy otro, pero no me dejo de conectar con
ese cerebro. Un petroglifo funciona cuando se hace conexión entre el tiempo
pasado que guarda el vestigio y el futuro del que somos capaces ante él.
Lucrecia de Batres (Guatemala): Arqueóloga. Mi interés básicamente nació, al ver que el arte rupestre, es
una evidencia y manifestación cultural ancestral, que prácticamente no se
estudia en Guatemala, debido a la monumentalidad de los vestigios de la cultura
maya, que predomina en el quehacer arqueológico del país. Por otra parte, áreas
de Guatemala, que carecen de esta monumentalidad e imponencia de la cultura
maya, aportan evidencia rupestre en cierta abundancia. Se debe proteger y
estudiar, antes de que desaparezca, ante la falta de interés del las
Autoridades arqueológicas y culturales.
William Breen Murray (México): M.A. (1973), Ph.D. (1981) en Antropología, McGill University, Montréal, Quebec, Canada; Profesor Titular y Jefe de Departamento de Ciencias Sociales, Universidad de Monterrey (México) (1976-2006) ahora jubilado. Al principio, me interesó en el arte rupestre regional como un recurso docente y en el proceso, encontré un campo abierto a la investigación sin explorar en el noreste mexicano. Para mi, el reto del arte rupestre es la interpretación que requiere un enfoque interdisciplinario que va más allá de la evidencia física. Josuhé Lozada Toledo (México): Soy Licenciado en Arqueología por parte de la Escuela Nacional de
Antropología e Historia (ENAH) de la Ciudad de México, y desde entonces me he
interesado por cuestiones teóricas y prácticas asociadas al estudio de lo
rupestre. Mi iniciación en el tema se da hace varios años con las clases del
Dr. Ramón Viñas en la ENAH, quien despertó en algunos colegas el interés por
retomar el estudio de un tópico que hasta la fecha no ha sido valorado en
México en su totalidad. Ello se debe a cuatro factores principalmente:
Rufino
Rodriguez (México): Estudié Ingeniería Industrial en el Instituto Tecnológico de
Saltillo; laboré en la industria metalmecánica, así como en la industria
editorial; y desde hace 30 años soy investigador independiente del Arte
Rupestre del estado de Coahuila, México.
Luz
Graciela Joly Adames (Panamá): Tengo una formación académica de
licenciatura, maestría y doctorado en antropología sociocultural al estilo
holístico estadounidense que incluye la arqueología como parte de la
antropología sociocultural. Soy profesora titular de antropología tiempo completo, 50% de
antigüedad, en el Departamento de Historia, Facultad de Humanidades,
Universidad Autónoma de Chiriquí, República de Panamá. Me he interesado en el
arte rupestre porque en el occidente del istmo de Panamá, en la provincia de
Chiriquí y la Comarca Ngäbe Buglé, República de Panamá, es donde más sitios se
han reportado con petroglifos. La misma gente en Chiriquí y los indígenas en la Comarca Ngäbe Buglé, se
ha interesado por conocer estos sitios. Por ende, he procurado promover este conocimiento en la mejor forma
científica como sea posible, entre estudiantes en los cursos de antropología
que oriento en la licenciatura en geografía e historia en la Universidad
Autónoma de Chiriquí, y a niveles de maestrías en educación superior, extensión
y desarrollo rural, turismo y sociolingüística en inglés. El arte rupestre en Panamá es
principalmente en la forma de petroglifos; no se han reportado pictografías en
cuevas como vimos en la gira en que participamos el último día del III
Simposium Internacional de Arte Rupestre, en la Habana Cuba, en Noviembre de
2012; pero habría que investigar esto más en el caribe panameño, ya que estas
pictografías en cuevas aparentemente son un fenómeno de la región del Caribe.
Alvaro Martín Brizuela Casimir (Panamá): Antropólogo con especialidad en Arqueología. Me ha interesado esta
temática porque es un recurso cultural poco atendido en Panamá.
Cristóbal Campana Delgado (Perú): Profesor Universitario.
Arturo Ruiz Estrada (Perú): Estudié arqueología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Me interesé en el arte rupestre porque observé que en el Perú se ha venido dando poca importancia a este tema, pese a que poseemos numerosos sitios tanto en la costa, la sierra y la selva cuyo estudio puede y debe aportar al mejor conocimiento de nuestras sociedades prehispánicas. El interés arqueológico ha estado dirigido hacia los monumentos arquitectónicos que en el caso del Perú son abundantes, relegando en cierta manera el estudio del arte rupestre. Ulises Gamonal (Perú): investigador del Arte Rupestre en el Alto Marañón más de cuarenta años, conocí muy niño las informaciones del Arte Rupestre en el sector Llipa-Sócota Cutervo (Cajamarca), gracias a las investigaciones en la década de 1950 por el notable biólogo Salomón Vílchez Murga, “Padre de los Parques Nacionales del Perú”; cuando inicié los estudios de educación secundaria, tenía informaciones que en el Perú solamente existía Arte Rupestre en Toquepala y Lauricocha, me pregunté ¿Y las pinturas de mi tierra, qué eran?. Faltaba investigación. Por motivos familiares y de trabajo me radiqué en la tierra de Jaén (Cajamarca), empecé a obtener valiosas informaciones por parte de los docentes rurales, estudiantes y comuneros que en las riberas de los ríos: Chinchipe, Utcubamba, Tabaconas, Chamaya, Huancabamba, Chunchuca y Marañón que confluían en el Pongo de Rentema (la unión de todos estos ríos corta la cordillera central de los andes del norte peruano doce kilómetros), lugares donde abundaban millares de pictografías y grabados rupestres, a partir de esa fecha me enamoré del ignorado y maravilloso arte rupestre alto amazónico, prometí hasta que Dios lo permita trabajar incansablemente visitando y registrando cada uno de los asentamientos para brindar la información pertinente en el Museo “Hermógenes Mejía Solf” de Jaén a los especialistas e interesados sin mezquindad alguna. La magnitud y abundancia de las pictografías rupestres en el Alto Marañón,es fabulosa. solamente en el asentamiento Faical-provincia San Ignacio (margen derecha del río Chinchipe), el arqueólogo Segundo Leoncio Ramos Ávalos demostró que existían en los farallones más de 1614 pictografías. Se han registrado más de 50 asentamientos rupestres en la cuenca de los ríos mencionados, muchos de ellos poseen millares de micro pictografías, algo que convierte al Alto Marañón en uno de los lugares más ricos de Arte Rupestre peruano. Jose Gabriel Atiles Bidó (República Dominicana): Artista plástico, con estudios de museografia y arqueología. C omo parte de mis investigaciones comenze a investigar el arte rupestre para desarrollarlo en mi quehacer visual, lo que me llevo a practicar espeleologia y de alli a entrenarme en arqueología, la dirección del departamento de arte rupestre Dominicano, me llevo a dedicar mas tiempo a la arqueología, la problemática de asociar el arte rupestre a los grupos arqueológico, la falta de un ordenamiento en los registros y la carencia de un censo nacional me mantienen aun pendiente de estos asuntos, mi interés actual la defensa del amenazado patrimonio rupestre dominicano y la urgente determinación de formar relevo generacional. Domingo Abreu Collado (República Dominicana): Soy Arqueólogo de Salvamento, Espeleólogo, Periodista y Ambientalista.
Kay Scaramelli (Venezuela): Luego de realizar estudios de pre-grado en la University of the Pacific (Stockton, California, EEUU), en Estudios Inter-Americanos, con especialización en Antropología y Arte, me mudé a Venezuela en 1972. Fui aceptada en el primer cohorte de estudios de Maestría en Antropología en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, donde tuve como maestros a José M. Cruxent, Alberta Zucchi, Erika Wagner, Nelly Arvelo-Jiménez, entre otros. Mi interés en la cultura material y la historia de las poblaciones autóctonas de América me llevó a interesarme por la arqueología e hice un análisis estilístico de dos colecciones cerámicas del occidente de Venezuela para mi tesis de Maestría. Implementé para el análisis una comparación computarizada, que en ese momento requirió el uso de tarjetas perforadas y unas computadoras que ocupaban todo un salón! Investigué sobre los problemas de clasificación en la arqueología, quedando convencida que la mayoría de las clasificaciones estilísticas sufren de graves problemas, entre ellos la falta de replicabilidad, la falta de explicitación de criterios, y la falta de claridad en cuanto a la finalidad de las clasificaciones. Esto vale tanto para las clasificaciones cerámicas como para las que se implementan en estudios del arte rupestre. Al graduarme, trabajé en el IVIC como Profesional Asociada a la Investigación, bajo la supervisión de Alberta Zucchi, quien dirigía un proyecto arqueológico en el Orinoco Medio. En 1985 comencé a dar clase en la Escuela de Antropología de la Universidad Central de Venezuela, donde concursé para la cátedra de Teoría y Métodos de la Arqueología. En la UCV tuve la oportunidad de dirigir, con el Prof. Miguel Angel Perera, un proyecto de Etnohistoria y Arqueología de la Región de Impacto de la Empresa BauxiVEN (actual BauxiLUM) en el Orinoco Medio. Tanto el Prof. Perera, como otro participante, Franz Scaramelli, tenían interés en el arte rupestre de la región, y con ellos visité por primera vez los magníficos sitios con petroglifos y pinturas rupestres. Desde ese momento hemos dedicado parte de nuestras investigaciones de campo a la exploración y registro de estas manifestaciones. Me llamó la atención la íntima relación entre contextos de habitación con sitios con arte rupestre y comenzamos a documentar aspectos contextuales de las manifestaciones rupestres, tales como ubicación con respecto a sitios de habitación, tamaño, capacidad, visibilidad, orientación, asociación con otros tipos de resto arqueológico, incluyendo el uso de los mismos espacios como espacios funerarios. A la vez tomamos en cuenta aspectos estilísticos para intentar definir cronologías relativas y posibles asociaciones con otros materiales, tales como la cerámica. En vista de que el área de estudio está poblado todavía por poblaciones indígenas, indagamos también sobre el significado del arte rupestre actualmente, y cómo figura en la mitiología y cosmovisión de los habitantes originarios de la zona. Ruby De Valencia (Venezuela): En mi formación como Arquitecto Paisajista con especializaciones en Tecnologías Apropiadas y Apropiables, siempre tuve mucho interés en el diseño precolombino en general, lo que me llevó a un primer acercamiento al Arte Rupestre (AR) a través de las imágenes maravillosas plasmadas en las piedras. A partir de ahí, me involucré de manera sistemática en el estudio, registro, inventario y demás temas relacionados con el Patrimonio rupestre venezolano. Camilo Morón (Venezuela): Licenciado en Historia; Licenciado en Letras, mención Historia del Arte; Licenciado en Educación, mención Historia; Magister Scientae en Etnología; Magister Scientiae en Museología; Doctorando en Antropología. El Arte Rupestre es una encrucijada en la que convergen los orígenes del Arte, la Ciencia, la Filosofía y la Religión, entonces indivisas, expresión simbólica y material del “pensamiento mítico”, para definirlo con una feliz expresión de Claude Lévi-Strauss, en oposición al “pensamiento domesticado”, propio del pensamiento occidental posterior a la Ilustración europea. El Arte Rupestre, en tanto que expresión nodular de un pensamiento y una sensibilidad, exige para su cabal valoración y comprensión de una visión tanto científica como estética. Leonardo Páez (Venezuela): Soy Licenciado en Educación mención Desarrollo Cultural. Actualmente realizo estudios de postgrado en Etnología mención etnohistoria en la Universidad de Los Andes y un diplomado en Investigación y Conservación Preventiva del Arte Rupestre en la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda.
Danae Fiore (Argentina): Mi país tiene una larga y sólida tradición en la investigación
del arte rupestre, que se originó incipientemente desde fines del siglo XIX, lo
cual es sumamente temprano incluso en un contexto académico internacional. La
principal disciplina que se aboca al estudio del arte rupestre en mi país es la
arqueología, y dentro de ello, inicialmente y a lo largo del siglo XX el
abordaje fue de índole descriptiva, interpretativa (mediante analogías
etnográficas o elucubraciones individuales de los autores) y
normativa-estilística. Desde aproximadamente 1990 en adelante se fueron
abriendo otras vías de análisis alternativas y complementarias a la normativa,
incluyendo la relativa al paisaje, a los usos de sitios e imágenes, a los
aspectos tecnológicos (incluyendo análisis arqueométricos) y a los aspectos
simbólicos e interpretativos, corriente que ha ido creciendo a lo largo de
estas décadas. De menor desarrollo, pero también contribuyendo con el
desarrollo de aproximaciones académicas al arte rupestre, han sido los estudios
relacionados con el cladismo (desde un punto de vista ecológico-evolutivo) y
también con los estudios económicos (relativos a la inversión laboral implicada
en la producción del arte) y los estudios distribucionales (vinculados al
análisis de patrones de extensión y combinación de motivos rupestres en amplias
escalas espaciales). Es muy destacable que la gran mayoría los autores de las
distintas perspectivas teorico-metodológicas en Argentina, muestran un claro
ejercicio de claridad metodológica al proponer explicitas variables y criterios
mediante los cuales realizar sus investigaciones y evaluar sus resultados. He
publicado algunas reseñas al respecto de esto, que puedo facilitarles si les
interesan.
Ana María Rocchietti (Argentina): En la Argentina, estimo, que existen tres marcos teóricos fundamentales: el
histórico –cultural (la búsqueda de las configuraciones históricas que
produjeron el arte a través del estudio de los paneles, sus motivos y
cronologías) al cual se agrega la determinación de los compuestos minerales o
las técnicas de ejecución; el que da mucha importancia a los factores de
comunicación social (siendo el arte una especie de señal que transmitió algún
tipo de mensaje o marca territorial) y al ambiente (como proceso de presión
selectiva a lo largo de sus transformaciones en el tiempo) y, finalmente, el
que enfatiza la dimensión patrimonial de los sitios y su problemática de
preservación, inventario y uso social. Existen trabajos de tipo menos
encuadrables en escuelas teóricas dedicados a la semiótica del arte rupestre, a
su reproducción digital más perfeccionada, a su representación georreferenciada
y a sistematización epistémica de
los aportes en este campo. En general predomina –y los estudios de
distinta fuente conceptual lo testimonian- una aproximación positivista.
Andre Prous (Brasil): En los años de 1970 y 1980, los principales grupos de estudio (en los
estados de Piaui, con N. Guidon) y Minas Gerais (con mi equipo) trabajamos
mucho en definir estilos y tradiciones. En Minas, aprovechamos los registros de
excavaciones, superposiciones y otros elementos, para estudiar de forma
sistemática la crono-estilística de varias regiones. Después se multiplicaron
los estudios regionales, pero en general sin la preocupación de separar los
momentos gráficos. Unos investigadores de Rio de Janeiro hicieron algunos estudios
arqueoastronómicos y tentativas de interpretación a partir de comparación con
mitos y ritos observados etnográficamente. Numerosos en los años de 1980 y 90,
los estudios de arte rupestre se tornaron mas raros en los últimos años, cuando
casi toda la arqueología brasileña pasó a ser preventiva, trabajándose en las
partes bajas de los valles más que en zonas serranas donde están los aleros.
Edithe Pereira (Brasil): Hay varios investigadores en Brasil que se dedican al estudio del arte
rupestre y lo hacen de distintas formas. Sin embargo, se nota cada vez más la
preocupación en la busqueda del contexto arqueológico del arte rupestre.
Particularmente, además del contexto, me parece necesário una documentación lo
más precisa posible del arte rupestre pues ella es la base para su análisis. En
ese sentido el calco digital me parece un camino interesante por ser más
preciso y menos intrusivo.
Maria Coimbra de Oliveira (Brasil): Há alguns cursos de graduação em arqueologia oferecidos por algumas
faculdades públicas e privadas no Brasil. Porém, há muitos profissionais da
História se especializando em graus de especialista, Mestrado e Doutorado em
arqueologia ou em cursos com áreas de concentração em arqueologia. A maioria
dos arqueólogos mais conceituados do Brasil são de formação historiadores, que
depois se especializaram, em diversos níveis, em arqueologia.
Sonia Victoria Avilés Loayza (Bolivia): Lastimosamente en Bolivia, el arte rupestre, así como la arqueología son muy poco valorados. Pienso que ésta es una realidad que se extiende al resto del mundo, principalmente en Latinoamerica dónde otros aspectos de la sociedad como la salud y la alimentación son una prioridad para las políticas gubernamentales. Afortunadamente, la formación de arqueólogos profesionales de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz, desde los años 80 está dando sus frutos. Veo profesionales jovenes interesados en el arte rupestre, y aunque hay limitaciones de todo tipo, estoy segura que lograremos educar a la población en este campo, principalmente en cuanto a medidas de conservación. Por lo tanto, hablar de una tendencia es inútil, ya que estamos en una fase de desconocimiento del mapa arqueológico del país. Se especula que hay 30.000 sitios arqueológicos en Bolivia, no obstante, no contamos con su ubicación, catalogación, documentación, vigilancia, difusión, etc. Una "tendencia" negativa diría yo ha sido la de amedrentar con ataques personales a quienes quieren publicar sobre el arte rupestre, por parte de supuestos "dueños" de la disciplina, algo totalmente absurdo, alegando que publicar sobre arte rupestre conlleva a la destrucción física del mismo. Por supuesto, que si un sitio es desconocido, aislado y sin vigilancia alguna, hay que mantenerlo así. Yo misma he callado por más de una década sobre la existencia de un asentamiento pre-inca cubierto por las selvas de los Yungas-La Paz, hasta que hace un año fue presentado como un gran descubrimiento por una arqueóloga extranjera a través de los periódicos y la televisión sin considerar que el asentamiento podría ser destruido por buscadores de tesoros. A mi modo de ver no se puede presentar a la opinion pública un sitio en estas condiciones. Empero, se puede publicar sobre sitios de arte rupestre u otros, ya despejados, conocidos por los comunarios y orientados no a verse como grandes descubrimientos de ciudades míticas que incitan a los saqueadores, sino como sitios históricos de valor únicamente cultural y que deben ser difundidos para ser cuidados. Patricio Bustamante (Chile): Existen diversas tendencias que se aplican en el estudio de los sitios con arte
rupestre en Chile, desde la aplicación de técnicas tradicionales propias de la
década de los setenta, hasta la aplicación de modernas tecnologías con escaneo
láser por ejemplo. También son destacables los estudios relacionados con la
Arqueología del Paisaje, que permite una mirada más integradora del arte
rupestre con el medio en que está inserto. También están los estudios que se
realizan desde la perspectiva de la Arqueoastronomía y desde la arqueología del
Entorno.
Pedro María Arguello García (Colombia): Podría hacer una larga lista de perspectivas disciplinares desde las cuales se está abordando el tema en Colombia. Las cito en el orden en que vienen a mi cabeza, más no por ello de importancia: Antropología, Arqueología, Lingüística, Arqueoastronomía, Filosofía, Restauración, Patrimonio. A esta lista debería agregarse todo un entramado de ideas que propone la gente. Y por gente me refiero a los grupos o personas que, inquietos por su patrimonio circundante, construyen significados sobre los sitios con arte rupestre. Estos significados no están sistemáticamente organizados en algo que pueda denominarse “disciplina” pero no por ello son menos importantes. ¿Se percibe alguna tendencia en particular? Dado que el número de investigadores involucrados es muy pequeño, es difícil pensar en algo siquiera parecido a una tendencia.
Racso Fernández Ortega (Cuba): En el país históricamente los estudios del dibujo rupestre se ejecutaron
marcados por los enfoques descriptivos que lo consideran como obras de arte que
responden a cuestionamientos estéticos, los que aun continúan realizándose. En
la actualidad se puede apreciar un giro relacionado con una mirada
arqueo-antropológica en que se le observa como fenómeno cultural de significado
ideológico y por tanto parte integrante del registro arqueológico. Con este
nuevo enfoque se emplean las fuentes escritas de las crónicas, los aportes de
la arqueología y la etnología comparada, la lingüística, la semiótica y la
arqueología del paisaje. También en el último período hemos logrado introducir
tres nuevas líneas de trabajo: Los estudios de evaluación y diagnóstico de los
impactos medioambientales que permiten conocer el estado de conservación de las
manifestaciones y las estaciones rupestres del Sistema Nacional de Áreas
Protegidas, con lo cual introducir su monitoreo sistemático y que las acciones
que se deriven puedan ser incluidas en los correspondientes Planes de Manejo,
aunque no solo se trabaja en las zonas antes mencionadas sino que
paulatinamente se recorre todo el territorio nacional. El segundo objetivo
emprendido esta relacionado con la Educación Patrimonial Comunitaria vinculada
con el dibujo rupestre en escuelas de los niveles de enseñanza primaria y
secundaria en los municipios Habana Vieja donde está enclavado el Centro
Histórico de La Habana y en el municipio de Güines en la provincia de
Mayabeque, colindante con la capital. Recientemente se realizó la primera
graduación del Colegio Universitario de San Gerónimo de La Habana de la
especialidad de Arqueología, en la que se defendió el tema Propuesta de herramientas metodológicas para la integración
del componente arqueológico en el manejo de las áreas protegidas de Cuba. Lo
interesante del diseño es que el autor propone una metodología para la
selección de los objetos de conservación arqueológicos y formula el
establecimiento de ámbitos de protección para estos recursos, tomando como
referente la experiencia práctica que se tiene del estudio de las
estaciones rupestres del Parque Nacional Viñales en la provincia de Pinar del
Río; además de crear una base de datos con 27 campos de información, y una
ficha de registro que facilita la operación. La tercera línea está relacionada
con los estudios de pigmentos y de las tecnologías de fabricación de los
colorantes para la ejecución del dibujo rupestre, que se desarrolla en
colaboración entre el grupo Cubano de Investigaciones de Arte Rupestre, el
Instituto Cubano de Antropología, la Universidad de Educación a Distancia y el
Museo Nacional de Ciencias Naturales ambos de Madrid, España,
investigación con resultados muy interesantes y prometedores hasta la fecha,
que permitirán nuevos acercamientos y visiones a los procesos sociales
que ocurrieron en el Caribe prehispánico.
Diego González Ojeda (Ecuador): En Ecuador la producción de investigación en torno a este tema es escasa,
aunque en los últimos años se comienzan a ver más estudios por parte de
especialistas en arqueología. Podría hablar de una tendencia arqueológica junto
a otra estética. Por mi parte me ubico en ésta última, aunque he debido
introducirme a la antropología y arqueología para comprender mejor la
situación.
Lucrecia de Batres (Guatemala): Es únicamente, desde la arqueología. No hay involucrada ninguna otra
disciplina, lo que enriquecería grandemente la investigación. Se han hecho
algunos intentos por relacionar aspectos antropológicos (mitos, creencias,
saberes que aun perviven) con el arte rupestre y encontrar alguna explicación a
las manifestaciones, así como conocer la antigüedad de las mismas creencias y
mitos.
William Breen Murray (México): Según la Constitución Mexicana,
los sitios rupestres son provincia exclusiva de los arqueólogos profesionales,
pero su estudio involucra todas las areas de la Antropología, particularmente
el arte mesoamericano, la etnografía y la etnohistoria de los grupos amerindios
actuales. Después de muchas décadas de descuido, hay una creciente visibilidad
del arte rupestre entre los arqueólogos y una incorporación de los estudios
rupestres en el quehacer cotidiano, especialmente en los estados del Norte
donde los sitios son más numerosos. Como resultado, el registro y la documentación
de sitios ha avanzado mucho. Aunque todavía falta, esta ampliación de la base de datos es
una tendencia que continua y en algunos estados, probablemente se acerca al
100% de cobertura.
Josuhé Lozada Toledo (México): Creo que desde la joven historia de los estudios del arte rupestre en
México, las investigaciones han sido en su mayoría ligadas a la “historia
cultural”, es decir, han sido trabajos sumamente descriptivos de corte
positivista, donde en algunas ocasiones han retomado escuelas de pensamiento
como el difusionismo y el estructuralismo, por lo menos en una primera etapa de
los estudios rupestres, por cierto, centrados en el norte de México. En los
últimos años, las disciplinas con las que se aborda la problemática rupestre
han sido diversas y muchas de ellas, han incorporado enfoques desde la historia
del arte, la estética y la etnografía. No obstante, el enfoque chamánico
planteado por Lewis-Williams y Jean Clottes (2001), ha permeado en muchos
estudios del arte rupestre en México, que han caído en reduccionismos y hoy han
sido fuertemente criticados por no considerar el contexto socio-cultural de los
productores de dicho arte rupestre. Hoy día los trabajos sobre representaciones
rupestres se han extendido hacia el centro y sur de México, lo que a su vez ha
representado la incorporación de otras disciplinas como la arqueología del paisaje
(Broda 1991), la semiótica (Domínguez y Rosales 2011) e incluso la epigrafía (Sheseña
2006) para el Área Maya.
Rufino
Rodriguez (México): Aunque poco estudiado, el Arte Rupestre en México ha estado tomando
auge, siendo los años noventas del siglo pasado cuando esta manifestación
artística se ha incrementado en el estudio de la materia con la publicación de
artículos y libros por muy diversos autores de diferentes nacionalidades,
siendo las disciplinas con mayor incidencia la arqueoastronomía, la historia,
la entomología, zoología, etc.
Luz
Graciela Joly Adames (Panamá): En la República de Panamá, particularmente
en la provincia de Chiriquí, el
arte rupestre ha sido
abordado, tanto por investigadores nacionales como internacionales, desde las disciplinas de: antropología incluyendo la arqueología, arqueoastronomía,
comunicación social, derecho, educación, economía, educación y extensión rural, recursos naturales, geología, geografía, geología, historia, recursos naturales, sociolingüística
y turismo. Se percibe la tendencia
hacia el turismo rural, para que comunidades rurales y las y los dueños de
fincas agropecuarias, donde se encuentran ubicados muchos de los petroglifos,
se beneficien de ingresos adicionales a través del turismo rural, con visitas
de turistas nacionales e internacionales a estos sitios de arte rupestre.
Alvaro Martín Brizuela Casimir (Panamá): En realidad, son más las difusiones que hacen personas no especialistas en arqueología, sobre todo por internet. Abordando inclusive cuestiones místicas o planteamientos un tanto descabellados. Desde mi perspectiva, en Panamá hacen falta más estudios del arte rupestre desde la perspectiva arqueológica, histórica e inclusive artística, ya que hay escasos estudios al respecto lo que nos imposibilita abordar estos recursos en una, digamos, tendencia seria desde el punto de vista científico a nivel nacional e inclusive continental. Cristóbal Campana Delgado (Perú): La gran mayoría de personas estudiosas que abordan el tema lo hace por “amor al arte”, al arte rupestre desde luego y, dentro de estas personas provienen de diferentes disciplinas como profesores de arte, artistas, geógrafos, biólogos, botánicos, historiadores y visitantes con buena voluntad. En los últimos tiempos, los arqueólogos han iniciado una campaña, también con buena voluntad, para que su estudio sólo deba ser asumido por ellos, por tener un título universitario afín, aunque en su preparación académica no hayan recibido una preparación específica o que exista una cátedra referente. Es de reconocer que algunos especialistas en Biología han hecho aprontes referentes a especies, familias de animales y plantas de esos ambientes que hayan sido expresados en las grabaciones o en las pinturas rupestres. Arturo Ruiz Estrada (Perú): Se viene abordando desde la arqueología y la historia del arte. Existen ahora arqueólogos y también historiadores del arte que han comenzado a contribuir a su estudio a raíz de la iniciativa de Rainer Hostnig quien realizó un primer simposio de arte rupestre en la ciudad del cusco el año 2004 . Una tendencia inicial es hacia la presentación, descripción y algo de interpretación de las expresiones rupestres, pero de casos concretos referidos a un solo sitio y carecemos de estudios de áreas para comprender con mayor amplitud el tipo de tradiciones y estilos. Ulises Gamonal (Perú): Pese a los limitados estudios arqueológicos existentes en la región alto amazónica por lo distante de la capital y el nulo apoyo económico del Estado a través del Ministerio de Cultura, arqueólogos y antropólogos con sus propio peculio, efectúan importantes estudios, destacando: Enrique Bautista Quijano de Colombia-Universidad Central, en la confluencia de los ríos Silaco y Marañón y Chinchipe, asentamientos de Pión y Faical; Quirino Olivera Núñez (peruano) en los asentamientos de Jamalca, Yamón, Lonya Grande (Utcubamba, cuenca del Utcubamba y Marañón), Faical (San Ignacio); Federico Kauffmann Doig (peruano) estudios en Yamón (Utcubamba); Alberto Bueno Mendoza y Segundo Leoncio Ramos Avalos (peruanos) en la Cuenca del Chinchipe, Arturo Ruiz Estrada (Cuenca del Utcubamba), Klaus Kochsmieder (Cuenca del Utcubamba), Jaime Miasta (peruano) en la cuenca del Chinchipe, lo restante con modestia los he venido estudiando y divulgando gradualmente de acuerdo a mis posibilidades económicas. Los estudios enunciados se están abordando desde el punto de vista arqueológico y antropológico fundamentalmente; los asentamientos de Arte Rupestre en esta región carecen de fechado e investigación en detalle, esto es la misma realidad en todo el país. En lo referente a tendencias, visto los avances científicos de los últimos años, se trata de dar una hermenéutica hipotética a estas expresiones, faltando el contexto geográfico, ambiental, histórico y ucrológico más profundo, ejemplo: analizar las pictografías, grabados y “Pocitos” partiendo de la cosmovisión de la comunidad local, la utilización más comprometida de la Semiótica, interrelación de pueblos ancestrales, falta dar la interpretación al contexto donde se ejecutó este maravilloso campo de la creatividad en la vida del poblador de la región. Existe una ausencia total de una Política de Estado para el inventario real, el estudio y la conservación del Arte Rupestre; los grandes alteraciones climáticas y el nulo interés del estado la preservación del Arte Rupestre, las exploraciones y explotaciones mineras depredan inmisericordes al Arte Rupestre, las municipalidades sin ninguna supervisión del Ministerio de Cultura construyen trochas y carreteras por todo lugar causando graves daños en los sitios donde existen expresiones rupestres, hace coro la futura construcción de mega represas hidráulicas en el Alto Marañón que inundarán centenares de kilómetros de los valles de los valles del Marañón, donde abundan pictografías y grabados. En la acelerada agonía del Arte Rupestre también contribuyen los malos turistas y profesores que conducen estudiantes a los asentamientos rupestres que los destruyen con el manoseo, tizado sin control ni orientación alguna. Jose Gabriel Atiles Bidó (República Dominicana): la república dominicana tuvo su mejor momento en los años setenta hasta los ochenta luego comenzó a declinar por la falta de oportunidades laborales la falta de apoyo institucional, básicamente en la actualidad los estudios rupestres son realizados por aficionados o artistas plásticos interesados en usar la iconografia, uno que otro arqueólogo nacional o internacionales realizan esporadicamente exploraciones de carácter personal, desvinculadas de las instituciones y de un plan de estudios con mirar a entender el fenomeno, exploraciones que si bien son importantes aisladas y sin publicar no contribuyen a fortalecer la ciencia ni los escasos estudios nacionales. la arqueologia aun mas alicaida solo asocia el arte rupestre para ilustrar algún libro o para y las publicaciones son para que la gente tenga un libro bonito que hojear en días de lluvia. Domingo Abreu Collado (República Dominicana): Desde la disciplina arqueológica y desde el aspecto muestrario turístico. Es decir, por un lado, las instancias oficiales enarbolan las funciones para las que fueron creadas, pero no realizan labores sostenidas de investigación con el propósito de localizar, proteger y estudiar el arte rupestre aborigen. Desde la oficialidad el hallazgo nuevo es motivo de noticia y nada más. Por otro lado, se da importancia a algunos sitios rupestres en función de su inclusión en la oferta turística o ecoturística, una forma de sumar valor a determinados complejos turísticos. Igualmente se releva el interés de estaciones rupestres para lugares propuestos a ser desarrollados como destinos de visitación manejados por comunidades rurales. En todo caso, son alternativas que de una forma u otra ayudan a conservar los sitios rupestres, aunque solo sea mientras se espera la llegada de un supuesto desarrollo económico que no se decide a abandonar el horizonte y acercarse. Kay Scaramelli (Venezuela): Ha habido un resurgimiento del interés en el arte rupestre en Venezuela en
las últimas décadas, tanto de parte de investigadores formados como
antropólogos o arqueólogos, como por parte de pobladores locales quienes ven en
el arte rupestre un patrimonio cultural y artístico de la nación que merece
difusión y protección. No obstante, son relativamente pocos los profesionales
que se dedican a su estudio sistemático. De Valencia y Sujo publicaron un
compendio de sitios con arte rupestre en 1987 y fundaron el Archivo Nacional de
Arte Rupestre, donde están almacenados documentos referentes a sitios rupestres
en todo el territorio nacional. En la Universidad Central de Venezuela se
ofrece un seminario sobre el estudio de las manifestaciones rupestres y varios
estudiantes han realizado sus Trabajos Finales de Grado sobre el tema. También
en la Universidad de los Andes, y más recientemente, en la Universidad
Experimental Francisco Miranda, se forman personas en el estudio de las
manifestaciones rupestres. Se destacan algunas tendencias según la región
de estudio. En las zonas norte y occidente del país, donde hay más impacto
urbanístico, los estudios del arte rupestre tienden a ser descriptivos, con el
objetivo de registrar sitios, documentar las figuras, y, en algunos casos,
crear museos comunitarios o centros de documentación locales, para fomentar la
divulgación de las manifestaciones y garantizar de alguna manera su
conservación. Leonardo Paez ha sido muy activo en la zona de Valencia, donde él
y varios colegas han intentado crear conciencia sobre la importancia del arte
rupestre y la necesidad de registrarlo y conservar los sitios donde se
consigue. Alexi Rojas ha jugado un papel similar en la zona de Vargas. También
se ha aumentado el interés en documentar las prácticas y creencias asociadas a
los sitios con arte rupestre entre los pobladores locales, aun cuando se
reconoce que no sean los autores o descendientes directos de los autores de las
figuras. Esta tendencia ha figurado en varios trabajos producidos dentro del marco
de la maestría de la Universidad de los Andes y en otros centros de la zona
Andina (Ver, p. ej. los escritos de Anderson Jaimes). En la costa, las
propuestas sobre la arqueología espacial desarrolladas por Felipe Criado Boado
han influido en las interpretaciones del arte rupestre y su contexto (ver tesis
de Said Puentes y Marisela Pazos, y Francisco Catalano de la UCV). En cambio,
en las zonas indígenas, particularmente en el sur del país, ha habido interés
en rescatar las referencias al arte rupestre entre los grupos autóctonas, con
la idea que éstas podrían ofrecer luces sobre el significado original y su
función entre las sociedades que las producían o reutilizaban. En
Amazonas, John Greer elaboró una de las pocas secuencias estilísticas/cronológicas
para las pinturas rupestres en el país. Pedro Rivas, por su parte, enfocó sobre
las posibles rutas de expansión de portadores de ciertos estilos de arte
rupestre, desde el Orinoco hacia las costas y las Antillas.
Ruby de Valencia (Venezuela): Durante decenios en Venezuela los estudios de AR, han sido marginados de la corriente principal de la Arqueología; de hecho ambos estudios se han desarrollado en el país sin mucha interrelación entre ellos. Entre 1980 y 1990, los estudios de AR experimentaron un verdadero “boom” desde el punto de vista técnico y metodológico, al mismo tiempo comenzaron a integrarse a la Arqueología. Sin embargo a pesar de importantes logros y avances el estudio del AR está aún en desarrollo, y su integración a la Arqueología deja mucho que desear. La exploración para la ubicación de los diversos sitios rupestres, se ha llevado a cabo durante años, con equipos humanos de trabajo, siempre inconstantes y con toda clase de restricciones en las dotaciones de campo. Luego de décadas de negligencia, la investigación de las Manifestaciones Rupestres (MR) en Venezuela experimenta un nuevo renacimiento entre 2005 y 2009, con investigaciones de campo, la inclusión de algunos tópicos relacionados con el AR en la Escuela de Antropología de la Universidad Central de Venezuela (UCV). El ANAR –Archivo Nacional de Arte Rupestre- desde su creación en 1985 -Jeannine Sujo (+) y Ruby De Valencia- mantiene una permanente relación con la comunidad a través de conferencias audiovisuales dictadas a colegios, universidades y otras entidades que lo soliciten. Su participación en el medio académico es constante. Viene desarrollando, en el marco de su Programa de Educación ANAR, desde el año 2005, en convenio con la Escuela de Antropología y la Escuela Educación de la UCV el tema de las MR Venezolanas , de forma inter y transdisciplinaria, con el objeto de promover su conocimiento, difusión y preservación en las diversas áreas de aprendizaje, de manera que se involucre en el pensum oficial de los Subsistemas de Primaria y Secundaria; destacando que la educación, capacitación y toma de conciencia, es un proceso permanente, progresivo y coherente, dirigido a la formación de valores, conocimientos y conductas, cónsonas con la Preservación del Patrimonio Cultural, la Conservación Ambiental y el Desarrollo Sostenible. Desde finales de 2011 ANAR en alianza con Ingeniería de Computación , Departamento de Computación y T.I de la Universidad Simón Bolívar (USB), con la finalidad de incentivar el conocimiento y preservación de este Patrimonio Cultural Arqueológico, promueve por medio de las nuevas TIC, el intercambio de información y la transferencia de conocimientos, fomentando la necesidad de contribuir al desarrollo de estrategias de conservación y preservación de los sitios rupestres que se encuentran en emergencia, y promover Sistemas Integrados de Información sobre el Patrimonio Rupestre, para sensibilizar la conciencia pública, sobre la necesidad de proteger este Patrimonio Cultural de carácter universal. Usando y adaptando tecnologías desarrolla aplicaciones apropiadas, para que la información y el conocimiento sobre las Manifestaciones Rupestres Venezolanas fluyan y realmente lleguen a las grandes mayorías en el país, como aporte y estrategia de preservación del Patrimonio Rupestre venezolano de una manera interactiva, atractiva y entretenida, de manera que sirvan para su preservación, además de orientación y base a futuras investigaciones. Las actividades y proyectos del ANAR, se enmarcan en el área de la CONSERVACIÓN PREVENTIVA, impulsando la protección de este Patrimonio Cultural a través de su conocimiento y difusión. En este marco desarrolla el proyecto SISTEMA ANAR (en curso) (1).
Camilo Morón (Venezuela): En Venezuela tenemos una larga tradición de estudios dedicados al Arte Rupestre. Los primeros investigadores se remontan a los Cronistas, quienes consignaron mitos y ritos asociados a los Sitios con Arte Rupestre (SAR). Los viajeros de la Ilustración –Humboldt, entre muchos otros– recogieron in situ mitos e informes de pictografías y petroglifos. Corresponde a Arístides Rojas ser el primer autor nacional de un estudio detallado sobre el Arte Rupestre a finales del s. XIX. Positivistas, como Lisandro Alvarado y Pedro Manuel Arcaya, les dedicaron páginas y obras más extensas. La obra de Jeannine Sujo Volsky es abosultamente referencial en esta relación histórica. Actualmente, hay dos líneas fundamentales: la gestión comunitaria del legado arqueológico, a través de la creación de museos comunitarios de sitio y la musealización comunitaria de sitios arqueológicos; prácticas sociales que no deben confundirse. La otra tendencia es una interpretación del Arte Rupestre desde la Etnología; ella implica la compresión del Arte Rupestre desde la Mitología, la Arqueastronomía y la relación del Arte Rupestre con la cerámica arqueológica. Esta línea de investigación procura situar el Arte Rupestre en la matriz del pensamiento mítico que lo produjo; los principales exponentes son: Jacqueline Clarac de Briceño, Rafael Delgado, Omar Ydler. Tres de nuestras publicaciones: Piedras Vivas en Falcón (2008), El Estremecimiento del Velo (2008) y Jardines de Piedras (2011) se sitúan en esta línea de investigación. Nuestra Tesis de Maestría versó sobre la musealización comunitaria de la estación de petroglifos El Mestizo, Estado Falcón, Nor-Occidente de Venezuela. Leonardo Páez (Venezuela): El arte rupestre en mi país no está inserto dentro de una investigación amplia que pretenda evocar aspectos de nuestro pasado antiguo. Es un tema relegado a iniciativas particulares, parcas y dispersas en el país, sin que se nutran unas a otras. El inciso a esta realidad se observa en la iniciativa, en los últimos años, de crear un grupo estable de investigación, de carácter nacional. Sin embargo, los resultados no son los más satisfactorios, en tanto que no se ha avanzado en la consolidación de estrategias que conduzcan a la colocación del estudio del arte rupestre como herramienta para la comprensión de nuestras raíces socio-históricas-culturales. En fin, no se han podido romper las barreras geográficas y cada investigador anda en su “parcela”, de manera aislada. Asimismo se han promovido desde la academia algunos eventos que han ayudado a la divulgación de los estudios y al intercambio entre los investigadores. La tendencia es mínima hacia la sensibilización y valoración, frente al avasallante crecimiento de los factores de riesgo de destrucción, la desidia y el desdén.
3. ¿Qué rol considera que está cumpliendo Danae Fiore (Argentina): por ahora considero que el arte rupestre no está jugando un rol explícito en
las dinámicas socioculturales del país, a excepción de programas de protección
de zonas y sitios con arte rupestre de alto valor como patrimonio cultural
arqueológico y/o que se encuentran emplazados en circuitos turísticos (ya sea
parques nacionales o campos privados explotados turísticamente). En estos casos
el desarrollo de planes de manejo ha ido creciendo en las ultimas décadas.
Ana María Rocchietti (Argentina): Estimo que permanece –básicamente- en el dominio de los expertos y
todavía no logra un lugar académico en el curriculum de las carreras de grado
(cátedras, seminarios) y de posgrado (especializaciones).
Andre Prous (Brasil): El conocimiento del público en general es aún limitado. Pero la creación de
3 parques ricos en arte rupestre (siendo el más famoso, de la Serra da
Capivara), programas de televisión (en los años de 1990) y la publicación
reciente de varios libros bien ilustrados empiezan a cambiar esta situación.
Programas de educación ambiental en las regiones donde hay proyectos
impactantes llevan el conocimiento del arte rupestre a grupos populares del
campesinado.
Edithe Pereira (Brasil): Los sítios com arte rupestres son considerados como de alta visibilidad y
eso les convierte en un importante atractivo turístico que empieza a ser
considerado en el país. En algunas regiones de Brasil hay sítios con arte
rupestre que reciben visita pública organizada y que generan recursos
complementarios para las comunidades que viven en el entorno de los sítios. Sin
embargo, hay muchos otros sítios que son visitados pero sin organización y eso
genera problemas diversos siendo el mayor de todos la destrucción del arte
rupestre. Iniciativas importantes como el Parque Nacional Serra da Capivara
(Piauí) deben servir de ejemplo para otras partes del país.
Maria Coimbra de Oliveira (Brasil): Hoje em dia está muito em voga a questão social e econômica voltada pra arqueologia, principalmente para os sítios de arte rupestre. O turismo cultural vem sendo visto em meu país como uma alternativa de desenvolvimento local, principalmente por que a maioria dos sítios com arte rupestre se encontram instalados em comunidades de difícil acesso e carentes. No entanto, as autoridades pertinentes ao assunto tem tomado o cuidado de iniciar junto com processos assim, trabalhos de educação para a preservação do patrimônio. Em Rondônia, no sudoeste amazônico, estado vizinho da Bolívia, há uma experiência singular: uma comunidade, com o auxílio de museu municipal de arqueologia, está desenvolvendo atividades de gerenciamento de um sítio arqueológico com arte rupestre. O que tem trazido geração de renda local, ainda pouca, mas crescente. Sonia Victoria Avilés Loayza (Bolivia): Lastimosamente, por el momento el rol es mínimo. Ya expliqué en la anterior respuesta, que se ha difundido muy poco el valor histórico y la importancia sociocultural no sólo del arte rupestre sino de la arqueología en general. Salvo cuando el flujo turístico es importante y repercute en la economia local, como es el caso de la Roca Esculpida de Samaipata a la que me referí en la primera respuesta, que además ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad UNESCO. Estos elementos turismo-economía y el reconocimiento internacional han sensibilizado a la opinión pública y a las autoridades, quienes hoy en día prestan mayor atención a uno de los monumentos más representativos del arte rupestre de nuestra América. Patricio Bustamante (Chile): En Chile
se vive una aplicación desenfrenada y desenfadada del modelo de economía
neoliberal. Esto ha implicado que todo el quehacer económico, científico e
intelectual esté orientado desde el gobierno a favorecer el desarrollo del
libre mercado.
Álvaro Botiva (Colombia): A raíz del desconocimiento de esta manifestación cultural que contaba con muy pocos investigadores dedicados al tema –fundamentalmente dedicados a su registro como objeto estético– se inició desde el año 2000 el programa de divulgación de arte rupestre a través de la publicaciones mencionadas y los talleres, actividad cultural que activa el conocimiento del arte rupestre por todo el país, especialmente a través de las casas de cultura municipales y a partir del cual se han generado diversas dinámicas de investigación (especialmente de documentación) y de apropiación social a través del turismo. Pedro María Arguello García (Colombia): El arte rupestre continúa siendo un objeto casi invisible, por lo que la conclusión sería que no cumple ningún rol en las dinámicas socioculturales del país. No obstante he podido observar como en los últimos años diferentes grupos han comenzado a apropiarse del tema y a usarlo como herramienta reivindicativa. Esta tendencia hace parte de un fenómeno aun más general en el cual el pasado, y con él algunos bienes tangibles, se convierten en instrumento político. Diego Martínez Celis (Colombia): Como manifestación del pasado indígena, el arte rupestre en Colombia siempre han jugado un rol en el imaginario de muchas comunidades. El impacto de la colonización europea permeó y tergiversó pero no anuló la potencia simbólica de estos sitios. Si bien, se perdió su significación original, estas manifestaciones siempre han connotado significados a colonizadores, indígenas reducidos, cronistas, representantes del clero, viajeros científicos, campesinos, o académicos de diversa índole. En la actualidad su reconocimiento como Patrimonio Cultural lo ha dimensionado como un recurso cultural al que muchas comunidades o sectores de la sociedad quieren acceder o disfrutar. Si bien se ha naturalizado desde la Ley que se trata de un Patrimonio Arqueológico, la valoración actual de los sitos es mucho más compleja: están siendo reclamados como referentes simbólicos –incluso como “lugares sagrados”– por parte de comunidades indígenas o en vías de reetnización (p.ej. “neomuiscas”) que aspiran a su apropiación como reivindicación y legitimación de territorios que consideran ancestrales; son espacios idóneos para la práctica de turismos alternativos (cultural, de aventura, ecológico o étnico); espacios para la interpretación del pasado o el paisaje (Parques Arqueológicos) e incluso, y de manera relevante aunque como casos aislados, se están constituyendo en espacios de resistencia ante el avance de dinámicas del desarrollo (obras civiles, explotación minera, ampliación de frentes urbanos, etc.) que algunas comunidades (p.ej en Soacha o en el valle de Sogamoso) reclaman para su protección y manejo amparándose en la condición del arte rupestre como bien público del patrimonio cultural. Desde esta perspectiva se esta haciendo evidente que estos sitios trascienden su naturaleza “arqueológica”, como simples objetos de estudio académico valorado mayoritariamente por ciertas elites, para instalarse en una dimensión mucho mas amplia en la esfera de lo social, cultural y económico, matizada por la necesidad de las comunidades de usufructuar estos espacios en reclamo de derechos vulnerados o como oportunidad para involucrarse y no “sucumbir” ante el avance de dinámicas depredadoras del desarrollo (p.ej. mediante su declaratoria como Áreas Protegidas o su aprovechamiento como espacios para el turismo). Racso Fernández Ortega (Cuba): Debemos reconocer que aun cuando en algunos círculos académicos, estudiantiles y del público en general se ha logrado incentivar la preocupación y el interés por el dibujo rupestre en todo su espectro, este segmento sigue siendo bastante reducido, pero ha sido capaz de promover numerosas iniciativas en pos de que las dinámicas socioculturales creadas no queden reducidas a su seno. Al mismo tiempo consideramos que las acciones desarrolladas por este sector representan el inicio de un importante movimiento singular, que va creando los cimientos necesarios para que el dibujo rupestre tenga un mayor protagonismo en las dinámicas socioculturales vinculadas al reforzamiento de la identidad cultural, el sentido de pertenencia hacia el patrimonio cultural y natural local, el interés por el estudio de las historias regionales vinculados a las pueblos originarios y sus formas de vida y cultura, y el fomento de un turismo sustentable que garantice el desarrollo socioeconómico bajo el precepto de lograr la armonía entre el ambiente de las estaciones rupestres y sus alrededores, y las modificaciones propuestas para su puesta en valor de uso; además del control permanente y sistemático de su estado de conservación y protección. Diego González Ojeda (Ecuador): Aunque no puedo hablar por el país, la gráfica prehispánica todavía es vista
como parte del folklor. Fuera de los escasos círculos especializados todavía no
se cuenta con mayor difusión de los estudios científicos. Sí está teniendo
cabida el aspecto visual en la producción artesanal (ejemplo, la Fundación
Sinchi-Sacha en Quito y lo que se ha producido desde la Universidad Técnica
Particular de Loja, en la que trabajo).
Lucrecia de Batres (Guatemala): Ninguno. El arte rupestre, va y viene de vez en cuándo en el quehacer
arqueológico, lamentablemente. Tampoco existe algún interés por incluirlo en
listas del patrimonio y no hay proyectos con recursos suficientes que permitan
abordarlo. Los esfuerzos que se han hecho por estudiarlo, son limitados,
aislados o proceden de la Autoridad, ante una denuncia. La Autoridad, tampoco
presta atención a las denuncias ni por preservarlo. Así, que en la misma
medida, el arte rupestre se ve afectado. Alguna atención se le presta al arte
rupestre que procede de la región maya central (Petén).
William Breen Murray (México): Es visto como un elemento del
patrimonio nacional, pero salvo en contados casos, su estudio científico permanece
casi oculto al público en general. Sus imágenes ambiguas despiertan toda clase
de asociaciones con la cultura moderna que aparecen en la prensa y los medios
masivos. En general, su presencia no es vinculada a las culturas o los usos y
costumbres de los grupos indígenas
actuales.
Josuhé Lozada Toledo (México): En algunos sitios como Áreas Naturales Protegidas o lugares con alto potencial turístico, debido a la belleza de sus paisajes, el arte rupestre funciona como un agregado para la atracción de turistas. Por tanto, las comunidades han incorporado un discurso y han revitalizado el simbolismo de muchos paneles rupestres que sirven para explicar la cosmovisión de los grupos étnicos a los turistas, quienes inciden en el desarrollo económico de las etnolocalidades. En ese sentido, el arte rupestre funciona como un medio que permite generar riqueza para algunos habitantes del mundo rural mexicano, y en otros casos, debido a la constante presencia de turistas y al nulo control o protección del patrimonio cultural, dichos sitios son sede constante de actos vandálicos, que van desde pintas, incisiones sobre la roca hasta su destrucción o saqueo. Rufino
Rodríguez (México): Muy poco, ya que inclusive el tema es mínimamente abordado en los
libros de texto, algunas televisoras eventualmente en los estados del norte de
mi país pasan reportajes que son elaborados por entusiastas como yo de este
arte y que tienen la oportunidad de poder colaborar en su difusión.
Luz
Graciela Joly Adames (Panamá): Como mencioné anteriormente en la respuesta
a la pregunta No. 2, considero que el arte rupestre está jugando principalmente
el rol de atracción turística en las dinámicas socioculturales en Panamá,
particularmente en la provincia de Chiriquí, donde desde el 2003 se creó el
Parque Arqueológico y Museo de Nancito, en el corregimiento de Nancito,
distrito de Remedios, provincia de Chiriquí. Este es un sitio con más de veinte petroglifos in situ, incluyendo cópulas o
tazones. El Instituto Nacional de
Cultura (INAC), de Panamá, compró a tres cercos para ganado, donde estaban
ubicados estos petroglifos en Nancito, para crear el Parque Arqueológico y
Museo de Nancito. En el 2013, el
INAC contrató al Arquitecto Héctor Palacios, especialista en arquitectura de restauración
patrimonial, para que rediseñara el museo en Nancito.
Alvaro Martín Brizuela Casimir (Panamá): En los casos donde juegan alguno, percibo dos vertientes: a) Recursos culturales de aprovechamiento en incipientes proyectos turísticos en los que inclusive se han replicado diseños en algunos objetos artesanales. b) Como elementos de valor cultural que se reconocen y utilizan al momento en que colectivos o vecinos del lugar se contraponen a determinados proyectos de "desarrollo" -por ejemplo hidroeléctricas-. Caso que ha ocurrido esporádicamente no solo con el arte rupestre sino con otros recursos precolombinos. Arturo Ruiz Estrada (Perú): Algunos pueblos están reconociendo su valor como uno de los aspectos de la producción cultural prehispánica que ayuda a entender los logros culturales y tecnológicos de nuestros ancestros. Ulises Gamonal (Perú): Como se ha señalado anteriormente el Arte Rupestre en el Perú por las alteraciones climáticas y ambientales y la falta de una política del Estado en el registro, estudio y conservación está en agonía, por ello necesita un SOS, veamos la destrucción de los petroglifos de Toro Muerto por solo mencionar en la región Arequipa. El Arte Rupestre en determinada época de su existencia cumplió gran papel en los sabios. José Gabriel Atiles Bidó (República Dominicana): Fijate las contradicciones de la vida, mientras los estudios son cada vez más deprimidos, la iconografia invade las artesanías, los hoteles de cuatro o cinco estrellas la usan en toda sus decoraciones, marcas publicitarias camisetas y logos pululan, en las artes plásticas hay un fenómeno de manera que son un producto exitoso, y las cuevas con arte rupestre son explotadas a más no poder. Domingo Abreu Collado (República Dominicana): Ninguno o muy pobre. En términos generales, y con pocas excepciones, las tendencias desarrollistas actuales impulsan entre la gente actitudes de desprecio hacia lo pasado y sobrevaloración de las posibilidades de “desarrollo”, incluso en las tendencias artísticas.Ocasionalmente algún artista plástico propone algo relacionado con el arte rupestre, pero solo como tendencia pasajera, sin una vinculación sostenida a determinado sitio rupestre o a determinado estilo rupestre.Nuestras dinámicas socioculturales son víctimas en estos momentos de manipulaciones provenientes de propuestas neodesarrollistas que desvinculan a la gente de su medio y de su pasado, aparte de la ruptura que significó para nuestra gente la desaparición de las culturas que crearon las muestras rupestres que en número de varios miles se encuentran diseminadas en toda la Isla de Santo Domingo. Kay Scaramelli (Venezuela): Lamentablemente, en este momento, el arte rupestre es poco conocido y su estudio es poco desarrollado en la mayor parte del país. En algunas comunidades existe interés en fomentar su estudio y sacar provecho de su presencia a fin de crear fuentes de trabajo asociado al turismo, pero han habido pocos pasos positivos en esta dirección. El ANAR, y más recientemente, la creación del SEMARVE (Sociedad para el Estudio de las Manifestaciones Rupestres en Venezuela) han servido como base para fomentar la concientización e investigación del arte rupestre, al igual que el censo que realizó el Instituto de Patrimonio Cultural que incluyó en sus registros diferentes sitios con arte rupestre. Ruby de Valencia (Venezuela): Es importante explorar los múltiples papeles que puede jugar el AR, como parte integral de la Arqueología, en la conformación de la identidad sociocultural regional y nacional. Entre 2004 y 2007 el IPC –Instituto de Patrimonio Cultural-, órgano rector de carácter nacional en materia de patrimonio cultural, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, realiza el “1er Censo del Patrimonio Cultural Venezolano”, con el objetivo de garantizar la permanencia de una gestión diseñada desde el interior mismo de las comunidades y basada en un reconocimiento general de nuestros valores y bienes culturales, materiales e inmateriales de una Venezuela multiétnica y pluricultural. Este censo constituyó una primera aproximación desde la perspectiva de las comunidades y una ocasión especial que permitió participar a los ciudadanos en la identificación de sus manifestaciones culturales, en la creencia de que solo el conocimiento de nuestros valores nos permitirá protegerlos y disfrutarlos. Las primeras fichas utilizadas para el registro del Patrimonio Cultural en 2004, lo clasificaron en 5 categorías: Patrimonio arquitectónico, natural, mueble, arqueológico y vivo, subdivididas además en otras categorías, resultó inadecuada, por lo complicada que era y poco didáctica, pues estaba basada en fichas de inventario diseñadas para ser llenadas por técnicos en el área de Patrimonio asumiendo solo sitios con Pinturas Rupestres y / o sitios con Petroglifos, y las comunidades por desconocimiento, en muchos casos no asumían como patrimonio los sitios rupestres cercanos. En 2005 después de la 1ª fase de registro y detectando esa situación, se hacen cambios a la ficha que incluyeron 5 nuevas categorías sin subdivisiones: •Los Objetos, •Las manifestaciones colectivas, •La creación individual, •Lo Construido y •La Tradición Oral. A pesar que para su implantación se dictaron talleres de inducción en varias regiones y a todas las Unidades Técnicas Operativas, así como a los coordinadores regionales y estadales, el tema de las Manifestaciones Rupestres (MR) , prácticamente fue poco registrado y en muchos municipios a pesar de estar inventariado por ANAR y otros investigadores, brilló por su ausencia. Hemos detectado a raíz del mencionado Censo, diversas irregularidades en torno al Patrimonio Rupestre de los Municipios, basados principalmente en: •Desconocimiento del valor e importancia de este patrimonio cultural arqueológico, •Falta de sentido de pertenencia por parte de la población ante estos bienes patrimoniales. •Discontinuidad de actividades (cuando las hay) y/o labores como visitas guiadas a las zonas con sitios rupestres, •Falta de lineamientos estratégicos por parte de las autoridades, Instituciones y organizaciones comunitarias. Es importante el creciente interés en el AR y el reconocimiento del rol de las comunidades locales, tanto para la detección de los sitios rupestres, como para su protección, aunque es de suma importancia la capacitación teórico-práctica respecto al tema, de las comunidades cercanas a los mismos. Camilo Morón (Venezuela): Sin dudas, es un rol marginal e insignificante. Pero aquí debemos hacer algunas precisiones. Hemos de distinguir entre la memoria colectiva y las políticas del Estado venezolano. La memoria colectiva aún conserva referentes culturales al Arte Rupestre y las Piedras Míticas: tradiciones, ritos, toponimia, leyendas. Para poner estos referentes en evidencia se requiere de una “arqueología de la oralidad”. En cuanto a la política cultural del Estado venezolano en materia del patrimonio arqueológico, es pobre e invertebrada; incluso el marco jurídico puede ser descrito como difuso y contradictorio. Un marco legal que va desde la Constitución, las Leyes y las Providencias Administrativas que se acata pero no se cumple. A esto debemos sumar las taras del centralismo, el burocratismo y el academicismo que gravitan sobre la gestión del patrimonio arqueológico en los entes “incompetentes” del Estado. Paralelamente a esta “realidad” debemos oponer la “potencialidad” del Arte Rupestre como fuente de riqueza espiritual y material en la medida de su gestión socialmente solidaria y ambientalmente sustentable. Pero ello requiere un cambio radical de perspectiva y acciones, cambio que no vendrá del Estado y su funcionariado. Leonardo Páez (Venezuela): Es muy poco lo que el arte rupestre aporta. Es un tema arcano, conocido sólo en el mundo antropológico y en parte por el artístico-cultural del país. En las políticas socio-económicas y culturales del gobierno nacional, regional o local, el arte rupestre simplemente “no existe”. En las áreas de mayor crecimiento demográfico, está condenado a desaparecer. Son rocas inermes que en nada contribuyen al desarrollo endógeno comunitario; no hay iniciativas de cambio a esta realidad. 4. ¿Qué problemática están
presentando los sitios Danae Fiore (Argentina): Según la información que manejo, creo que existen dos problemáticas
principales. La primera es la relativa a que aún falta realizar más planes de
manejo de sitios así como programas de divulgación de información para
simultáneamente proteger a los sitios pero también dar al público información
actualizada que les permita conocer sobre la existencia de estos sitios y
valorar sus imágenes, su contexto arqueológico y paisajístico y sus
implicaciones para el conocimiento sobre los productores de éstas - los pueblos
originarios del actual territorio argentino. La segunda problemática es que
actualmente existe un gran debate generado desde algunas asociaciones de pueblos
originarios acerca del rol que cumplen los arqueólogos en la construcción del
conocimiento sobre el pasado y en el acceso y protección del patrimonio
arqueológico. En muchos casos se está observando que existen visiones muy
prejuiciosas, desde mi punto de vista, sobre las dinámicas de trabajo de los
arqueólogos, lo cual impide o retrasa no solo los trabajos de campo sino
también lamentablemente no ayuda a la protección de los sitios ni a la
socialización de la información sobre este patrimonio cultural arqueológico,
que, es de valor nacional y debería ser protegido para y por todos,
consensuando siempre los objetivos y las vías para lograrlos.
Ana María Rocchietti (Argentina): La problemática fundamental es su preservación, documentación precisa e
inventario.
Andre Prous (Brasil): Las modificaciones ambientales (p. ej. la retirada de árboles en la entrada de
los aleros) y las visitas no
controladas de turistas son un peligro para la preservación de los sitios con
grafismos rupestres. La construcción de represas hidroeléctricas provoca la inundación de rocas grabadas
en la parte baja de los valles (situación frecuente en la Amazonía).
Edithe Pereira (Brasil): La destrucción y el vandalismo en los sítios con arte rupestre son los problemas más graves. La destrucción tiene niveles distintos que van desde el indivíduo que por desconcimento o por puro vandalismo hace daño al património arqueológico; y hay la destrucción de grandes dimensiones propiciadas por los grandes emprendimentos, particularmente las hidrelétricas. En Amazonía la mayor parte de los grabados rupestres está en los ríos (en sus orillas, en islas o en cascadas) y con la construcción de las hidroeléctricas suelen quedarse sumergidos. La documentación de esos sítios y sus grabados debería ser intensa, minuciosa, detallada, sin embargo, el tiempo del emprendedor nunca es el mismo que debería ser para salvar dignamente el patrimonio arqueológico. Las pérdidas son enormes. Maria Coimbra de Oliveira (Brasil): A conservação tem sido um dos problemas mais atuais e difíceis de se resolver. Problemas de ordens antrópicas e naturais. Antrópicas: muitos sítios estão em área de pastagens, ficando acessível ao pisoteio do gado e também às suas defecções. Naturais: proliferação de fungos e musgos vem danificando painéis gráficos em rochas principalmente de arenito, que se desagregam com mais facilidade. Sonia Victoria Avilés Loayza (Bolivia): El principal problema es la falta de difusión del arte rupestre en la sociedad. Es necesario dar a conocer a través de publicaciones la existencia de los diversos sitios de arte rupestre que Bolivia tiene, de manera que la gente conozca y comprenda el porqué es necesario preservarlos.Tenemos que preparar el terreno de la cultura a través de la documentación y divulgación de datos científicos en pro de una pedagogía cultural específica. Tarea que no es fácil en Bolivia, Rupestreweb sabe con cuanta dificultad me encontré por difundir estos conocimientos, con el único interés de que el público conozca, valore y cuide estas joyas del pasado. Patricio Bustamante (Chile): Los sitios arqueológicos y los Sitios con Arte Rupestre (SAR) son vistos por parte de las autoridades y
emprendedores privados como medios para desarrollar “rutas turísticas” que
signifiquen fuentes de ingreso para empresas e individuos que en la mayoría de
los casos no tienen una preparación adecuada. En esto participa activamente el
Sevicio Nacional de Turismo SERNATUR (ver fuente 1),
que abre rutas, con variadas ofertas, sin una preparación adecuada y sin
aportar recursos y especialistas que aseguren la preservación del patrimonio en
el largo plazo, lo cual pone una sombra de duda sobre el futuro de estos
sitios, que muchas veces son protegidos solo por los lugareños, sin apoyo de
especialistas.
Álvaro Botiva (Colombia): Los sitios con arte rupestre se están destruyendo principalmente por dos razones: vandalismo, dado el desconocimiento que aún se tiene del tema, porque no existe la memoria cultural sobre esta manifestación y termina invisibilizada; y segundo por el auge del desarrollo (urbanismo, explotación de recursos mineros, obras de infraestructura, etc.). Pero valga el cuestionamiento a las entidades del Estado que conocen en teoría la legislación pero no la aplican. El arte rupestre, que sobra decirlo se encuentra en su sitio original, sigue sin ser de interés, la mejor prueba de ello es responder ¿qué entidad del Estado lleva un registro de estas manifestaciones, un inventario que sirva como mínimo para saber dónde, cuántos Sitios con Arte Rupestre (SAR) existen, en qué estado se encuentran y cuál es la política concreta frente a su estudio, protección, preservación, conservación y divulgación?. Sea oportuno traer a colación el caso del Parque Arqueológico de Facatativá cuyos terrenos se expropiaron por la década del 40 del siglo XX para la creación del parque ante la alteración de las paredes con pinturas al extraer postes para cercas. En alrededor de 60 murales se plasmaron en caprichosas formaciones rocosas muchas pinturas que se pueden observar, aun hoy día. En la década de los 60 Colcultura, que lo veía como una carga, lo da en comodato a la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca -CAR, entidad que es directamente responsable de la alteración y destrucción del 80% de las pinturas indígenas, al permitir hacer asados bajo las piedras. Un parque para la recreación pasiva se convirtió en canchas de fútbol, en lugar para hacer “piquetes” o “paseo de olla”, en donde además la contaminación por la entrada de cientos de vehículos semanales era impresionante. Imposible dejar de mencionar que el desconocimiento y abandono de este legado cultural ha llevado a su lamentable estado de deterioro. Pero como aún es posible su rescate, mediante su divulgación, se espera sensibilizar a la población para qué tome conciencia de su valor y genere acciones frente a la necesidad de preservarlo. Durante un largo periodo gestioné ante la CAR la restauración de las pinturas y la restitución del estado del parque con el argumento de ser un patrimonio arqueológico y por lo cual el juzgado de Facatativá falló en contra del Ministerio de Cultura y de la CAR, por lo que tenían y tienen la obligación de atender la sentencia de la acción popular interpuesta ante el deterioro del parque. El suscrito como funcionario del ICANH, encargado ad honoren, solicitó a la CAR su devolución en el estado que se le entregó, lo cual de hecho era imposible. Me opuse a que se le entregara a la administración pública del municipio. Así en diciembre del año 2007, junto con el antropólogo Pedro Arguello, realizamos el “Registro del estado actual de las pinturas rupestres del parque arqueológico de Facatativa Cundinamarca Colombia”, documento con el cual tristemente el parque –que para el Ministerio de Cultura seguía siendo una carga– se lo entrega en el año 2009 a la administración municipal, (año en el cual el suscrito sale pensionado). En 2008, en compañía de Diego Martínez, inauguramos en la Casa de la Cultura de Facatativá y luego en predios del parque la exposición “Parque Arqueológico de Facatativá, Patrimonio Cultural, memoria e identidad”, como un intento de iniciar una verdadera valoración pública de este patrimono arqueológico a través de su interpretación y divulgación. Pero estas acciones requieren de planeación a largo plazo y por eso planteamos en 2011 el Programa de Interpretación Integral, que desafortunadamente no ha tenido continuidad con la actual administración municipal (evidencia del problema y riesgo de delegar el manejo del Parque a administaciones políticas que cambian cada 4 años). Ante estas situaciones hoy uno ve con asombro la aparición de quienes jamás se interesaron en el parque ni en el arte rupestre, que participan para la restauración y la documentación como una oportunidad de negocio aprovechando tanto los recursos que destinó la CAR como los del IVA, repitiendo acciones ya realizadas como la documentación (tantas veces realizada) o las desastrosas intervenciones en conservación. Se ha perdido la memoria de los desmanes producidos cuando mediante el concurso de profesionales se aplico Paraloid a varios murales o cuando se intentó eliminar los grafittis de la piedra 16 del parque alterando mucho más el mural con pintura rupestre. Y se podrían aludir muchos casos más, la situación del Parque de Chivonegro en Bojacá que corre con peor suerte, nada diferente a las Rocas de Suesca donde los escaladores tienen sus rutas y dejan sus graffitis... Pero ¿qué ha hecho el Estado ante esta problemática? realmente poco o nada.
Pedro María Arguello García (Colombia): a) Vandalismo (consiente e inconsciente) por parte de las personas que habitan en cercanía de los sitios. b) Destrucción ocasionada por la ampliación de la frontera urbana y de la infraestructura. c) Amenaza creciente por mal manejo de los sitios. Por ejemplo el turismo.
Diego Martínez Celis (Colombia): Más allá de las evidentes alteraciones de índole natural (que no deberían verse como afectaciones sino como eventos inherentes a la calidad de los sitios como evidencia arqueológica), sin duda aquellas de origen antrópico (graffiti, explotación o extracción minera, desplazamiento y descontextualización con el entorno, etc.), son las que en mayor medida están poniendo en riesgo la preservación material y la significación cultural de los sitios. Las causas de este tipo de afectaciones son múltiples pero en su mayoría se deben a la ampliación de las fronteras urbanas y rurales que están propiciando cambios significativos en los usos de suelo en lugares que se habían preservado inalterados por siglos. A pesar de que en Colombia existe un régimen legal que protege al patrimonio arqueológico en general, su aplicación para la protección específica de los sitios con arte rupestre aún carece de instrumentalización y aplicación. Si bien, el Estado, desde el mandato Constitucional, tiene gran responsabilidad en la protección del arte rupestre, en la práctica y en mayor medida le corresponde es a las comunidades la valoración y por ende la protección de los sitios rupestres que se hallan en sus territorios; esto implica un replanteamiento en el paradigma de que estos sitios son exclusivamente un “Patrimonio Arqueológico”, puesto que este abordaje limita la participación de comunidades que tienen otro tipo de valoración sobre estos (lugar sagrado, relicto de conservación ambiental, espacio para la práctica del turismo, etc.) y que están exigiendo una mayor participación en su gestión y usufructo como recurso y patrimonio cultural de carácter público.
Racso Fernández Ortega (Cuba): En Cuba se conocen aproximadamente unas 275 estaciones rupestres de las
cuales tan solo el 25% se encuentra protegido por declaratorias de monumentos,
y el 45%, incluyendo a la generalidad de las anteriores, permanecen incluidas
en algunas de las nomenclaturas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Al
mismo tiempo existe un cuerpo de leyes en función de proteger el patrimonio
cultural y natural que no resulta suficientemente aplicado por todos los
implicados, lo que provoca su incumplimiento y violación de manera recurrente,
sin que hasta la fecha se hubiere sancionado a alguno de los infractores, pues
el código penal no prevé estas infracciones y sus correspondientes condenas.
Por otra parte, desafortunadamente al gran público no siempre llega o va
dirigida la divulgación y la difusión de los resultados de las investigaciones
que se realizan, lo que representa una seria deficiencia de nuestra labor como
investigadores y máximos responsables de la protección del dibujo rupestre; en
este sentido no hemos logrado sensibilizarlo adecuadamente, por lo que en la
actualidad la afectación antrópica, junto con los efectos del cambio climático,
aceleran el deterioro de esta manifestación patrimonial en un número importante
de estaciones.
Diego González Ojeda (Ecuador): Principalmente las amenazas a su conservación, no sólo de las rocas sino de
los entornos (en los que, por otro lado, cobran sentido, tanto para el estudio
de su pasado, como para asegurar su permanencia en el futuro). Se hizo un
inventario de bienes patrimoniales en 2007-2008, pero no se ha conseguido
evitar que las rocas se deterioren. En algunos casos la ignorancia
institucionalizada ha podido más y se ha obrado sin conocimiento de causa sobre
sitios que han sido irreversiblemente dañados (ejemplo, sitio Quillusara, en
Loja). Por otro lado, la falta de estudio y difusión de las investigaciones
todavía lleva a tópicos míticos, atribuciones culturales inconsistentes, etc.
De eso somos corresponsables los propios investigadores.
Lucrecia de Batres (Guatemala): Vandalismo especialmente, ante el descuido por parte de las Autoridades, que
a la vez, es causa de la corrupción de los gobiernos.
Breen Murray (México): 1) Hay una presión creciente sobre todos los sitios por el desarrollo económico
y turístico. La presión de la urbanización masiva, particularmente en el Valle
de México, y la mayor accesibilidad a través de vehículos todo terreno, expone
los sitios a riesgos cada vez mayores de deterioro físico y modificación
permanente de su contexto.
Josuhé Lozada Toledo (México): De mano con la anterior respuesta, la visita de turistas a sitios con
arte rupestre ha generado una mejora económica en las comunidades actuales, a
la vez que ha incidido en la perturbación e integridad de los sitios rupestres.
Rufino
Rodríguez (México): Básicamente el abandono por las autoridades en sus tres ámbitos de
gobierno, no hay suficiente personal para cuidar estas zonas arqueológicas
donde están representadas las manifestaciones culturales del Arte Rupestre; el
vandalismo, el robo y la destrucción de material histórico, así como también el
saqueo de obras para su venta furtiva. Las dependencias turísticas ya mencionan
recorridos por sitios de interés paleontológico y ahora arqueológicos.
Luz
Graciela Joly Adames (Panamá): El graffiti es un problema en la Piedra Pintada de Caldera, porque,aunque se ha cercado recientemente el
sitio, no está vigilado como lo está el Parque Arqueológico de Nancito, donde
el INAC ha nombrado a una cuidador-aseador.
Alvaro Martín Brizuela Casimir (Panamá): En muchos casos el vandalismo. Se sabe de casos donde las piedras fueron movidas de su sitio original por algunos coleccionistas; aunque hay otros donde se asume que hay tesoros enterrados bajo ellas; o simplemente la falta de interés o conciencia de otros que las mueven de su sitio original o las destruyen.
Ulises Gamonal (Perú): Se carece de un inventario oficial del Arte Rupestre a nivel nacional,
fechado y estudios detenidos.
José Gabriel Atiles Bidó (República Dominicana): mucha gente que en el pasado trabajo concientemente el tema, de repente se enfrento con la situacion economica y vendio sus principios, convirtieron el objeto de estudio en la fuente de negocios convirtiendo estaciones rupestres en sus nichos de negocios amparados en propuestas de turismo cultural o turismo de aventura, ni uno ni otro ganaron dineros de politicos corruptos modificando las cuevas y ahora quieren pasarla vendiendo el producto de tal accion pero para ello requieren que loscientificos validen tales despropositos. Domingo Abreu Collado (República Dominicana): Imagino que las mismas que en toda América Latina: la presencia de compañías transnacionales, principalmente mineras, que en contubernio con mineras locales, funcionarios gubernamentales y pseudo especialistas les abren espacios sugiriendo posibilidades de coexistencia entre la conservación y la destrucción, principalmente sugiriendo la alternativa de destruir un poco para salvar otro poco. Tenemos ejemplos en la República Dominicana de funcionarios y esos pseudo especialistas que han aceptado la posibilidad de que empresas mineras como la Barrick Gold y la Goldcorp se instalen en zonas con importantes complejos de cuevas y numeroso arte rupestre con el alegato de que la empresa les “ayude” a conservar una parte de las cuevas a cambio de destruir las otras, como ha ocurrido con cuevas de la provincia Sánchez Ramírez. Kay Scaramelli (Venezuela): A pesar de contar con leyes de protección del patrimonio cultural e histórico, no hay políticas de protección ni de conservación de los sitios con arte rupestre más conocidos del país, y ha habido vandalismo, remoción de piezas, remarcado de motivos, y otras actividades que han puesto en peligro la preservación de este patrimonio. El crecimiento urbanístico, la construcción de carreteras y la actividad agrícola en los valles centrales del norte del país ha afectado a los sitios con arte rupestre más accesibles. El deslave del año 1999 tapó a varios sitios conocidos en la costa de Vargas. El sitio de Vigirima, Edo. Carabobo, donde existe uno de los pocos centros de divulgación dedicados al arte rupestre en el país, ha sufrido por múltiples causas: vandalismo, incendios, poco cuidado de las caminerías, extracción de piezas, etc., aunado a la inseguridad del sitio. En el sur del país, la expansión urbana está atentando contra la preservación de sitios, tal como se puede observar en Caicara del Orinoco, Cedeño, y en los alrededores de Ciudad Bolívar. En zonas indígenas, ha habido conflicto entre intereses de promotores de turismo y las comunidades que utilizan sitios con arte rupestre como cementerios o que los consideran como sitios sagrados. Ruby de Valencia (Venezuela): El estado de preservación de los sitios rupestres en Venezuela, varía considerablemente, dependiendo de su ubicación, exposición a los elementos naturales, accesibilidad, turismo y lógicamente el uso del suelo. En algunos casos de sitios rupestres con petroglifos como los del Guri, que han sido removidos para salvarlos , fueron muy bien documentados a la época; otros han sido reubicados en Museos o algunas plazas públicas (los estados Miranda, Vargas, Bolívar, Aragua…etc). Sigue ocurriendo el daño irreversible a muchos sitios rupestres, ocasionado por visitantes inescrupulosos e ignorantes , a través de graffittis, removiendo pedazos de piedras con petroglifos o pinturas, re-excavando….( estados Mérida, Carabobo, Bolívar, Amazonas…) Los abrigos y cuevas con MR en el Orinoco, se han vuelto muy populares como sitios turísticos, teniendo como resultado la remoción ilegal de entierros, ofrendas mortuorias y otros objetos votivos que se encuentran en estos sitios. Cuando los motivos de AR están localizados en territorios indígenas, particularmente aquellos que están en abrigos o cuevas sagradas usadas como cementerios, están relativamente bien preservados, en comparación con las MR localizadas en áreas fuera del control de las comunidades indígenas. La deforestación ha expuesto a algunos petroglifos del estado Barinas, a los negativos efectos de los elementos naturales. En los sitios a las orillas del río Orinoco las periódicas inundaciones han erosionado muchas de sus figuras. El AR, que aparece en cuevas, está mejor preservado, que el que se encuentra en abrigos rocosos, expuestos a las fogatas realizadas por los visitantes a las mismas, que ennegrecen las imágenes. Las pinturas que se encuentran en sitios abiertos, están sujetas al deterioro por erosión. A pesar de algunos esfuerzos de las autoridades locales y nacionales para proclamar como “áreas protegidas” los sitios con AR, o incluirlas en el “1er Censo del Patrimonio Cultural Venezolano”, no existe una política coherente del manejo de los sitios rupestres. A pesar que existe una legislación muy clara en referencia a la Defensa y Protección del Patrimonio Cultural de la Nación: •La Ley Penal del Ambiente, en su artículo 60º señala sanciones a las personas naturales o jurídicas que ocasionen…“Daños a monumentos y yacimientos. Los que degraden, destruyan o se apropien de monumentos naturales, históricos, petroglifos, glifos, pictografías, yacimientos arqueológicos, paleontológicos o cometan estas acciones en contra del patrimonio arquitectónico o espeleológico….”; •La Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural, señala… “ Se prohibe en absoluto la destrucción de montículos, calzadas o construcciones de la época aborigen y la de los petroglifos que se hallen en cualquier parte del territorio nacional”. Todo lo anterior es respaldado por la •Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Que en su artículo 99º, alude a “...la protección y preservación, enriquecimiento, conservación y restauración del patrimonio cultural, tangible e intangible, y la memoria histórica de la Nación...”, y a la posibilidad de establecer “....penas y sanciones para los daños causados a estos bienes” En la práctica hay una profunda falta de respeto y desinterés en la protección de estas manifestaciones. Son notorios y lamentables los actos de destrucción que ocurren en los sitios rupestres que se encuentran a las orillas de los ríos, también por algunos profesionales e investigadores aficionados que incluyen el tizado, pintado, frotado y aplicación de diversas sustancias en los surcos de los petroglifos. Incluso en los sitios donde hay “Centros de interpretación “ y guías, hay un inadecuado control sobre el acceso a los sitios rupestres. La inseguridad es otra de las plagas que azota a los visitantes e investigadores en los sitios, donde el hurto, robo y atraco son comunes en muchos de los sitios rupestres. El Complejo Piedra Pintada en Vigirima (estado Carabobo) es un lamentable ejemplo de este problema. A pesar que en 1999 fue designada como “Bien de Interés Cultural”, hace falta un plan coordinado con las autoridades locales para el manejo y preservación del sitio, que evite el daño y remoción de petroglifos, las excesivas visitas que aumentan la erosión y cambio de sitios de las rocas, prácticas inapropiadas de registro por parte de los visitantes y recurrentes accidentes vandálicos. Una situación similar existe en Caicara del Orinoco (estado Bolívar), donde la creciente expansión urbana, pone en peligro la preservación de estas manifestaciones. En la zona, las autoridades locales y los miembros de la comunidad, están interesados en el desarrollo del AR como atracción turística, en un conflicto de intereses con las poblaciones que viven cercanas a los sitios rupestres. Es determinante la falta adecuada de Programas de Educación, concernientes a la importancia de las MR. Son importantes los efectos de la degradación en los sitios rupestres. A pesar de las obligaciones del estado en la protección y conservación del Patrimonio Rupestre, una de las principales amenazas de los sitios rupestres en Venezuela, está ligada a la apatía de las instituciones gubernamentales encargadas de la protección de los sitios arqueológicos, que tiene como resultado de este aparente desinterés, porque esta carencia ayuda a la continuación del daño de muchas áreas con sitios rupestres. Es necesario imprimir una mayor urgencia en la necesidad de movilizar el apoyo económico en los proyectos de preservación de los sitios rupestres. En la actualidad el crecimiento del turismo de aventura en zonas de sitios rupestres, que deberían estar bajo protección; además de planes de macro desarrollo que han causado y causan la desaparición de importantes zonas rupestres, nos obligan a gritar que ¡el PATRIMONIO RUPESTRE VENEZOLANO se encuentra en EMERGENCIA! Camilo Morón (Venezuela): La mala gestión gubernamental de los sitios arqueológicos, verbigracia: Parque Arqueológico de Vigirima, estado Carabobo; Parque Arqueológico y Paleontológico de Taima-Taima, estado Falcón. La negligencia de los entes responsables del registro y salvaguarda del Patrimonio Cultural de la Nación. Las malas prácticas en los sitios con Arte Rupestre: graffiteado, huaquerismo, vandalismo. En fin, las actividades antrópicas que la literatura sobre el tema ha calificado como “predatorias”, un elemento adicional son las visitas a estas estaciones por grupos sin ninguna formación previa, quienes con sus malas prácticas inciden negativamente en la conservación del legado originario. Leonardo Páez (Venezuela): El uso de sus espacios como sitios de habitación, las visitas sin control, el vandalismo, los incendios forestales, la desvaloración, la desidia gubernamental, el desconocimiento, el uso de técnicas de registro inapropiadas, se encuentra entre los principales problemas que enfrenta el arte rupestre. En definitiva, los factores antrópicos son los principales causantes de destrucción del arte rupestre en Venezuela.
5. ¿Qué tipo de acciones considera que deberían llevarse a cabo
o Danae Fiore (Argentina): Se requiere, en mi opinión, una combinación entre: a) mayor divulgación de los contenidos ya conocidos sobre arte
rupestre de Argentina al público en general y a las comunidades locales (con y
sin descendientes de pueblos originarios) en particular; b) mayor concientización sobre los contenidos de la ley de proteccion
del patrimonio arqueológico y paleontológico, que incluye los derechos y
deberes de los arqueólogos acerca del patrimonio, incluyendo al arte rupestre; c) desarrollo de un constante diálogo con las comunidades y
organizaciones de descendientes de pueblos originarios para consensuar
objetivos y procedimientos de protección de los sitios y las imágenes, así como
de investigación de los mismos de formas tales que sean compatibles con los
valores de la comunidad, o, habiendo inicialmente algún potencial conflicto de
valores, propiciar el diálogo para intentar re-definir estos valores desde
todos los agentes involucrados en el tema (comunidades, arqueólogos,
funcionarios políticos, etc); d) una explícita interiorización yformación sobre estas problemáticas
por parte de los agentes estatales (nacionales, provinciales, municipales)
sobre la existencia de este patrimonio rupestre, qué necesitan los
arqueólogos/as para realizar su trabajo de protección e investigación y qué
necesitan las comunidades locales para permitir su estudio y protección y qué
necesita el público
en general para acceder a su conocimiento y valoración. En esta tarea los
arqueólogos deberíamos estar implicados de forma explícita e intensiva ya que
manejamos información que sería de gran utilidad para trasladársela a los
agentes estatales y ponerlos en conocimiento de los peligros que corre el
patrimonio arqueológico rupestre si no es correctamente protegido y de los
beneficios que podrían obtenerse -no solo académicos sino sociales- al realizar
una labor conjunta de protección, investigación, y divulgación, entre
todos los agentes interesados en el tema. e) aumentar la divulgación sobre estos temas en la producción de contenidos en libros
de texto escolares y en talleres para educadores, quienes son potenciales ejes
centrales en la construcción de nuevos y actualizados conocimientos sobre este
tema.
Ana María Rocchietti (Argentina): Ya se están llevando a cabo acciones locales y nacionales. Sin embargo, todavía se trata de acciones que dependen de la inspiración y la voluntad fragmentarias. Sería muy importante llevar a cabo la actualización de su inventario, ya realizado en la década de los 90 por Susana Renard de Coquet (PROINDARA), es decir, un Registro Nacional de Arte Rupestre. Andre Prous (Brasil): gestión adecuada del patrimonio natural y cultural.
Edithe Pereira (Brasil): Para la destrucción en pequeña escala (me refiero a los daños causados por individuos) la educación patrimonial es el camino. Para la destrucción en grande escala hay leyes pero es necesario que sean cumplidas con rigor y bajo rígido control de la institución gestora del patrimonio arqueológico de Brasil. El país debe y necesita desarollarse sin embargo no puede borrar su pasado, su historia. Maria Coimbra de Oliveira (Brasil): Intensificar e ampliar as atividades de educação patrimonial em escala local e regional para minimizar as atividades antrópicas prejudiciais aos painéis de arte rupestre, buscando sensibilizar a população para a preservação e conservação desses locais, a partir de ações voltadas para este fim junto com as autoridades competentes. É necessário também maior fiscalização do Instituto do Patrimônio Histórico e Artístico brasileiro em áreas de risco, pois em algumas regiões do Brasil o vandalismo é grande. Torna-se necessário estudos e investigações que levem ao emprego do melhor método para combater e minimizar as interferências naturais que vem danificando os painéis gráficos. Sonia Victoria Avilés Loayza (Bolivia): Como estudiosos, no estamos limitados sólo y simplemente a continuar con nuestro trabajo, que es investigar, documentar y publicar, sino que debemos, estamos obligados moralmente a concienciar no sólo al público sino a las autoridades de nuestros países para invertir en proyectos de conservación del patrimonio. Aprovecho esta oportunidad, para comunicarles que después de muchos años de trabajo he conseguido fondos para un proyecto de conservación dedicado a La Roca Esculpida de Samaipata y estoy segura que las autoridades bolivianas lo apoyarán. Patricio Bustamante (Chile): Estamos atravesando por una noche negra para el patrimonio producto de una
visión del desarrollo basada en la depredación del medio ambiente, el patrimonio
y la falta de respeto por la salud y las vidas de las personas, pero esperamos
poder cambiar esta tendencia en el futuro, un índice que permite abrigar
esperanzas son los fallos de las cortes Chilenas, que crecientemente han estado
haciendo la labor que no han hecho los profesionales ni las autoridades a cargo
de estos temas, resulta emblemático el caso de Pascua Lama, una mina de oro,
propiedad de Barrik Gold que ha afectado gravemente a las comunidades locales y
al medio ambiente (ver fuente 1).
Álvaro Botiva (Colombia): Que el Estado asuma su rol de cumplimiento de la legislación, de la norma constitucional, pero en la práctica, no con el simple carácter burocrático al enviar cartas a los alcaldes que nunca responden; de otorgar permisos y licencias para intervenciones que no supervisan como debe ser; sino en la realidad que asuma el inventario, estudios, conservación, y divulgación de dicho patrimonio. Entre lo tendencial, lo ideal y lo posible, el estudio, defensa y conservación del patrimonio arqueológico como hoy está, simplemente es seguir con una tendencia que no ha sido la más correcta. La gente, la comunidad o el público en general, no puede valorar lo que no conoce, lo que no comprende, lo que no le han enseñado a defender. Sería ideal pero más eficaz a largo plazo, menos administración centralizada a cambio de que el ICANH proponga al Ministerio de Educación una cátedra sobre historia prehispánica, un programa que enseñe la historia precolombina acaecida en nuestro territorio, que genere las directrices para el conocimiento de nuestro pasado para toda la población colombiana. Creemos que esa si sería una manera posible de hacer la arqueología realmente pública, cuyos resultados se verán cuando la comunidad haga una apropiación social del patrimonio arqueológico.
Pedro María Arguello García (Colombia): Mi apuesta personal se basa en la premisa según la cual no se puede proteger lo que no se conoce. Por ende mis esfuerzos han estado mayormente enfocados en la investigación. Dar “contenido” al arte rupestre es una forma de preservación. Por supuesto que los resultados de esas investigaciones deben salir del círculo de los “expertos” (del cual no me considero parte) y llegar a un segmento importante de la población. Pero debemos ser claros y serios en qué tipo de información vamos a transmitir. Cuando he tenido la oportunidad de hablar con las comunidades locales sobre el tema me he tenido que centrar más en lo que no sabemos (o no podemos decir sobre el arte rupestre) que en lo que realmente conocemos sobre él. Este problema no me atañe solo a mí sino que es evidente en los materiales didácticos que sobre el tema se han producido en el país. Queremos pues visibilizar un objeto del cual no sabemos casi nada y centramos entonces nuestras esperanzas en que para el resto de la gente debería ser importante porque lo hicieron los indígenas antes de la invasión española. La otra opción es dejar que cada quien diga lo que quiera, lo cual de plano me parece una falta de respeto con quienes elaboraron el arte rupestre.
Diego Martínez Celis (Colombia): Considero que los aspectos fundamentales a tener en cuenta en la preservación de los sitios con arte rupestre son su materialidad y su significación cultural. Ambos se deben abordar articulados desde conceptos y herramientas de gestión que permitan integrarlos desde las perspectiva de su manejo y protección como lugares constitutivos y expresiones del Patrimonio Cultural. En esta dirección he propuesto desde mi reciente tesis de maestría una serie de lineamientos para la gestión patrimonial del arte rupestre (que ya estan siendo reconocidos por el Ministerio de Cultura y el ICANH) comprendido en sus dimensiones espacial (territorio), temporal (memoria) y social (comunidad) bajo el concepto de Sitio con Arte Rupestre (SAR). Esto obedece a la necesidad de ampliar el objeto de la gestión (y por ende de protección) reconociendo e integrando los entornos naturales, culturales y sociales en los que yacen los sitios. Lo anterior desde la perspectiva de la conservación preventiva y en el marco de la Política Pública en patrimonio cultural en Colombia cuyo principal objetivo es su Apropiación Social. La solución a la problemática del arte rupestre no se puede reducir a acciones policivas ni paternalistas por parte del Estado; tampoco a intervenciones de tipo curativo (restauración), ni a la bien intencionada pero poco efectiva “sensibilización” que suele impartírsele a las comunidades desde valoraciones ajenas a sus propias maneras de interpretar estos eventos (como por ejemplo a través del discurso del “Patrimonio Arqueológico”, muchas veces más impositivo que incluyente). El denominado “vandalismo” sobre el arte rupestre no es en sí mismo una afectación ni una afrenta contra el ”Patrimonio Arqueológico de la Nación” sino un síntoma de la pérdida de conexión de las sociedad actual con objetos y espacios que pueden evidenciar y representar su pasado. La protección y preservación a futuro de los SAR sólo es posible mediante su gestión integral con el entorno, la armonización con las dinámicas sociales, culturales y económicas que confluyen en ellos y la participación activa de las comunidades relacionadas. Esto implica abordar los sitios en su dimensión territorial como Áreas Protegidas que deben ser gestionadas a partir del ordenamiento territorial (POTs) y mediante la formulación de Planes de Manejo que impliquen su reconocimiento, caracterización, diagnóstico y la propuesta de estrategias, (programas y proyectos) que abarquen y articulen principalmente acciones de los ámbitos de la investigación, conservación, divulgación, administración y protección normativa, tendientes a la puesta en valor y en últimas al aprovechamiento sostenible de los sitios por parte de las comunidades como espacios que brinden posibilidades para su desarrollo social, cultural y económico.
Racso Fernández Ortega (Cuba): Hace varios años que venimos analizando esta situación y emprendiendo acciones encaminadas a su solución, pero son males que no se pueden resolver del día a la noche, sino que con la constante labor de educación patrimonial y divulgación dirigida al gran público se va creando el sentido de pertenencia, la conciencia hacia la preservación del bien cultural, y la responsabilidad social de cada ciudadano para su protección y conservación. En este sentido se encaminan las labores que se están desarrollando vinculadas a la educación patrimonial primaria, secundaria y universitaria, que incluye la publicación de libros dirigidos al público más joven y el interés porque en la prensa radial, televisiva y plana la divulgación popular aparezca con artículos vinculados a la temática en general y con la necesidad de su conservación en particular. Ejemplo de ello es la aparición en el 2007 del libro para leer y colorear ¿Quiénes hicieron los dibujos en las cuevas?, que incluía un glosario para explicar algunos de los términos utilizados y en el 2010 que vio la luz el plegable Arte rupestre cubano. Por otra parte se actualiza frecuentemente con la Comisión Nacional de Monumentos el censo de las estaciones rupestres, en aras de que se mantengan informados periódicamente los Centros Provinciales de Patrimonio, sus Delegaciones de Monumentos y las Direcciones Provinciales de Planificación Física que son los encargados del otorgamiento de los espacios para las nuevas inversiones, etc. Estamos conscientes de que por muchas acciones que organicemos y en general se realicen, siempre habrá un sector del público que quedará ajeno, ya sea por sus propios intereses o porque simplemente no conocieron del acontecimiento. Es por ello que nunca estaremos conformes con lo realizado y esperamos que la clave del éxito esté en el hecho de trabajar permanente y sistemáticamente con todos los actores sociales sin distinción de ningún tipo.
Lucrecia de Batres (Guatemala): Las autoridades, deberían tener más personal y personal capacitado en el
estudio del arte rupestre. Deberían crear unidades o secciones, dentro de las
instancias destinadas a la protección del patrimonio, que a la vez, destinen
los esfuerzos a verificar el estado de los sitios rupestres. Por lo menos
procurar la protección de los lugares aledaños donde se encuentran y atender a
las denuncias.
Breen Murray (México): 1) Destinar más fondos públicos. especialmente en las oficinas regionales del I.N.A.H en los estados del Norte, para ampliar y accelerar la documentación e investigación arqueológica de los sitios. 2) Encontrar mecanismos para ampliar la participación del sector privado en el financiamiento de la investigación y preservación de los sitios. 3) Implementar programas de rescate arqueológico antes de cualquier proyecto de desarrollo. 4) Desarrollar una base computarizada de datos a nivel nacionalque facilita la investigacón comparativa. Josuhé Lozada Toledo (México): En principio debería generarse un proyecto enfocado principalmente al
diagnóstico o al actual estado de conservación de los sitios rupestres de
nuestro país. Para ello, habría que hacer un atlas arqueológico de los sitios
con presencia de arte rupestre por cada municipio que compone los diferentes
estados de la república mexicana. Ello se podría hacer implementando Sistemas
de Información Geográfica (SIG), que irían de la mano con bases de datos
confiables, que contengan no sólo el registro de los elementos rupestres, sino
su estado de conservación.
Rufino Rodríguez (México): De parte de las autoridades empezar una campaña de concientización en la población para aprender a cuidar lo que tenemos; inyectar dinero para pagar plazas a personas que cuiden estos lugares, la implementación de mecanismos para decretar muchas de las zonas con representaciones artísticas como “zonas arqueológicas protegidas” o “zonas con interés histórico”; y de igual forma manejar responsablemente estos sitios protegiéndolos con una Ley respectiva que abarque específicamente las calidades históricas, culturales, administrativas de cada uno de los lugares con petroglifos, pinturas y geoglifos. Luz
Graciela Joly Adames (Panamá): Es necesario la educación formal y no-formal
continua, entre las/os dueñas/os de fincas con petroglifos, con docentes y estudiantes en escuelas
cercanas a estos sitios, particularmente para desmentir que hay tesoros debajo
de los petroglifos, aunque tal vez si puedan haberlos en sus cercanías, pero
que las excavaciones deben ser realizadas por profesionales idóneos y no por
“guaqueros” u operadores de retroexcavadoras. Guías de turismo, incluyendo a taxistas, necesitan
mayor información documentada en folletos en relación a los sitios de arte
rupestre.
Alvaro Martín Brizuela Casimir (Panamá): En Panamá todos los petroglifos están protegidos por Ley (los conocidos y
los desconocidos); su destrucción por ser Monumentos y Patrimonio Cultural de
la Nación implica penas de cárcel y multas; sin embargo nadie denuncia formal y
oportunamente la afectación, por lo que las instancias gubernamentales no
pueden hacer valer la norma ni aplicar las sanciones correspondientes.
Cristóbal Campana Delgado (Perú): Primero, que los ministerios correspondientes hagan respetar las leyes tendientes a la defensa del Patrimonio Cultural. Segundo, que el Gobierno Central y sus ministerios de la Producción, en su afán de “producir más”, no den “permisos” que puedan destruir las manifestaciones del Patrimonio Cultural, y dentro de esto, El Arte Rupestre. Tercero, Que los gobierno regionales y locales (municipios) creen mecanismos de conocimiento y ayuda a estas manifestaciones rupestres, en la medida de que son casi desconocidos y mantengan estas política. Cuarto: Establecer un Programa Nacional para hacer un catastro de las manifestaciones rupestres, porque, éstas, no son como las otras manifestaciones del Patrimonio Cultural que están asociadas a poblaciones y son conocidas. El patrimonio rupestre es un virtual desconocido, de allí los graves daños que tiene que soportar como los que se denuncian cuando pintan graffiti sobre ellos. Y, Quinto, Ordenarlo todo dentro de una Política Nacional referente y en especial al Arte Rupestre. Aquí, en mi país, se pretende decir que todo eso está legislado, pero no hay concordancia con otros ministerios cuyas decisiones siempre someten a la destrucción del arte rupestre porque es desconocido, alejado y “de menor importancia”. El infrascrito ha tenido que ver con la legislación referente, cuando era parlamentario, pero el personal de los segundos niveles de los otros ministerios hacían “oídos sordos” a lo legislado. Sólo como un criterio referente: el Programa de Qapac Ñan , se está cumpliendo, pues hay varios arqueólogos para su catastro y otros profesionales para la gestión y manejo de su propio presupuesto. Así debía hacerse con el Arte Rupestre. Arturo Ruiz Estrada (Perú): Hacer que se cumplan las leyes peruanas que contemplan la protección del patrimonio arqueológico. Por lo común, los gobiernos de turno no han encarado con eficacia la salvaguarda de los monumentos arqueológicos en general. Los sistemas de gobierno en que vivimos son la causa del desinterés por el patrimonio rupestre. Ulises Gamonal (Perú): -Realizar el inventario diagnóstico urgente del Arte Rupestre en el Perú y cada una de las regiones, su declaratoria en emergencia con un presupuesto adecuado. -Comprometer a la UNESCO y Organizaciones no Gubernamentales del mundo el apoyo al salvamento del Arte Rupestre en el Perú, debido a su descuido y abandono total por parte del estado. -Se integre en los diez ciclos de la carrera profesional de Arqueología contenidos diversos de Arte Rupestre. -Las Universidades de América creen maestrías y doctorados en Arte Rupestre. -Se integre en los cursos de educación primaria, secundaria y superior no universitaria en la transversalidad curricular cursos de orientación y conservación de Arte Rupestre. -Se organicen a las comunidades rurales y en las ciudades Asociaciones de Amigos de Salvamento del Arte Rupestre y las Naciones Unidas a través de la UNESCO auspicie estímulos y pasantías en los pueblos o localidad que han implementado con mayor creatividad la conservación y cuidado del Arte Rupestre. -Se eleve las campañas educativas con difusión de paneles educativos de sensibilización y educación en los lugares públicos, asimismo la utilización de los medios de comunicación masiva para su difusión. Establecer el Día Mundial del Arte Rupestre. Implementar en los museos una sección informativa y de orientación del Arte Rupestre. Organizar congresos regionales, nacionales e internacionales anualmente para elevar el aprecio, valoración y conservación del Arte Rupestre como notable testimonio de la pictografía y grabado rupestre en la evolución cultural del hombre. José Gabriel Atiles Bidó (República Dominicana): lo primero es la condena publica e institucional de los grupos y asociaciones. no podemos santificar estas acciones con el grave e irremediable peligro de que otros amparados en una probable impunidad destruyan otros sitios rupestres. Domingo Abreu Collado (República Dominicana):La primera acción implicaría una labor muy profunda en el sistema de educación formal y no formal de la República Dominicana para dar a conocer la importancia de las manifestaciones rupestres para nuestros estudios arqueológicos locales y regionales, es decir, de la República Dominicana y de la región del Caribe, pero también para el crecimiento personal y colectivo en relación con los niveles de cultura general de la población joven. Una segunda acción sería la de vincular las cuevas y su arte rupestre con las alternativas de visitación turística en aquellas provincias consideradas como polos turísticos y que pueden convertir las cuevas en centro de atención, recurso económico, alternativa de crecimiento sociocultural, posibilidad de crecimiento de la calidad de vida y destino nacional para visitación y laboratorio vivo del estudiantado local y extranjero. Ya varias universidades y escuelas de los Estados Unidos, por ejemplo, están trayendo desde hace cinco años grupos de estudiantes a cuevas dominicanas como son Cueva de las Maravillas (en la provincia San Pedro de Macorís) y las Cuevas del Pomier (en la provincia San Cristóbal), puesto que su habilitación permite ahora su visitación sin riesgo para los visitantes, condición “sine qua non” para ser incluidas dentro de los destinos culturales de las compañías operadoras y las instituciones coordinadoras. La falta de garantías en cuanto a la seguridad de los visitantes impide su aprovechamiento como recurso cultural y económico. La idea con esto es aprovechar una de varias cuevas, digamos en cada provincia del País, para mostrarla como atractivo turístico, dejando así expuesto el hecho de que resulta más valioso y económico conservar que destruir, principalmente en un país como la República Dominicana, donde los proyectos de construcción y de minería amenazan constantemente la integridad de zonas de cuevas. En la provincia San Cristóbal, por ejemplo, el complejo de Cuevas del Pomier perdió seis cavidades con arte rupestre antes de que lográramos detener el avance minero y conseguir que se declararan estas cuevas como área protegida con la categoría de Reserva Antropológica y luego como Monumento Natural. Habilitar (aunque a medias) la Cueva No. Uno, una de las 55 cavidades de este complejo, sin perder ni una sola de sus pictografías y petroglifos, nos ha permitido demostrar que manejada esta cueva como recurso turístico ha ido reforzando la protección, convertido en destino cultural de miles de estudiantes cada año, y funcionado como alternativa económica para un importante número de pobladores de su entorno. Kay Scaramelli (Venezuela): Ante todo, habría que educar, a través de la inclusión de temas de arte rupestre en los textos escolares, a fin de crear conciencia en la población acerca del pasado y la importancia de las manifestaciones rupestres. Sólo con la colaboración de los pobladores locales podrán llegar a funcionar políticas de protección, conservación y divulgación. Habría que fomentar, a su vez, más énfasis en el estudio sistemático del arte rupestre, ya sea en las universidades donde se imparta Antropología, Historia, o Historia del Arte, como en otros centros de investigación. A su vez, habría que fortalezer las organizaciones que se dedican al estudio y divulgación del conocimiento sobre estos sitios e incorporar a personas interesadas en sus actividades. La construcción de centros informativos, museos comunitarios, caminerías informativas, u otro tipo de recurso informativo en los sitios de visita más frecuentes podría ayudar a informar al público visitante en cuanto a diferentes aspectos de las manifestaciones, su edad, su función y las pautas que deben observar en una visita. La formación de "curadores" o "guías" locales podría, a su vez, ayudar en la protección de los sitios. Cada región del país presenta problemáticas particulares que habría que tomar en cuenta antes de crear políticas adecuadas. Ruby de Valencia (Venezuela): Entre otras: •Promover convenios entre las universidades nacionales y Centros de capacitaciónartesanal, para vincular la investigación científica y tecnológica, en la práctica en el campo, a fin de intercambiar conocimientos y saberes a partir de los aportes propios de cada nivel. •Investigaciones y propuestas sobre los temas relacionados con la protección y conservación del AR nacional, su relación con el turismo cultural y la interpretación patrimonial de las MR. •Es importante diseñar estrategias y mecanismos que permitan involucrar al quehacer arqueológico a entusiastas y aficionados al AR, dispuestos a ayudar, aprender y sentir orgullo por el pasado que en muchos casos es la fuente que motiva su interés. •Diseño y puesta en marcha con las instituciones educativas, cercanas a los sitios rupestres, de jornadas de información y sensibilización, como estrategia para garantizar un aprendizaje significativo de manera de fortalecer el sentido de pertenencia con los sitios rupestres. •Explorar los múltiples papeles que puede jugar el AR como parte integral de la arqueología en la conformación de la identidad sociocultural regional y nacional. •Si aceptamos que el AR tiene una “información” encapsulada, es lógico pensar que su uso estuviera relacionado directamente con esa información, y que esta estaba íntimamente relacionada con el Paisaje Cultural, del cual el AR forma parte integral. Por lo que es necesario se realicen estudios sistemáticos sobre cualquier tipo de relación significativa, que pueda existir entre el AR y la cultura de las sociedades indígenas que habitan o habitaban nuestro territorio nacional. •La educación y la capacitación son esenciales para los planes de turismo en los sitios rupestres, informando al público y a las comunidades sobre algunas claves para el manejo de este recurso patrimonial que es un legado frágil e inestimable. Camilo Morón (Venezuela): La solución pasa por la formación en el registro y gestión del Arte Rupestre, tanto a nivel de los emprendedores turísticos, de los artistas y artesanos, de los científicos sociales. La piedra angular de cualquier solución es la gestión comunitaria de los sitios arqueológicos. Los marcos legales, las técnicas de campo y laboratorio, el empleo de tecnología de última generación en el registro, documentación y análisis del Arte Rupestre, serán insuficientes sino existe un compromisos activo de las comunidades próximas al arte rupestre –urbanas, periurbanas y rurales– en la gestión y conservación del Arte Rupestre, en armonía con el paisaje humano y natural, una propuesta que hemos dado llamar: Arqueoecología. Y que puede ser sintetizada así: yacimiento sano en paisaje sano. Leonardo Páez (Venezuela): Es necesario, en primer lugar, la creación de vínculos afectivos y relaciones de pertenencia entre la comunidad y su patrimonio. Esto puede concretarse a través del diseño de planes de carácter educativo en todos los niveles del sistema, formal y no formal, incorporando los elementos culturales de las comunidades en función de destacar las expresiones culturales del entorno geográfico en la matriz curricular de los centros educativos cercanos. En segundo lugar, urge la necesidad de registrar y documentar el arte rupestre, de manera fiable y certera. La mayoría de la bibliografía actual da cuenta de las inconsistencias en el registro, lo que imposibilita a las comunidades el conocimiento de su existencia y la historia que representan, además de su trascendencia como elemento identitario de la nación. El registro fidedigno del arte rupestre es el punto de partida para comprender las amenazas a que se ven expuestos y diseñar modelos de protección y/o conservación. En tercer lugar, la creación de políticas de desarrollo sostenible y sustentable comunitario a través del impulso de un turismo cultural y educativo en las comunidades donde se alojan los sitios rupestres. Citando mis palabras, “una correcta aplicación de la actividad turística que desarrolle y fomente el oficio artesanal, y el empleo de políticas de defensa del patrimonio arqueológico, permitirá el éxito de la conservación y protección del entorno natural, así como el fortalecimiento de las expresiones culturales de nuestra comunidad” (2008). Lo anterior remite a la creación de museos arqueológicos comunitarios, regentados por la misma comunidad, sobre la base de la conservación, la valoración y la pertinencia social de la puesta en valor y uso de los bienes patrimoniales. Notas 1) El sistema ANAR, busca gestionar el conocimiento del ANAR, alrededor de las Manifestaciones Rupestres venezolanas, y desarrollar aplicaciones que le permitan la automatización y sistematización de su información, en un proceso sistemático de encontrar, seleccionar, organizar, disponer, presentar y compartir la información, con el fin de obtener una mayor comprensión del entorno rupestre en cada localidad y los procesos que lo generaron, además de conformar un Patrimonio Digital sobre las Manifestaciones Rupestres venezolanas, que pueda ser consultado en línea, combinando las nuevas y viejas TIC. El SISTEMA ANAR, consta de 3 partes: (i) Software Interactivo sobre las Manifestaciones Rupestres en Venezuela; (ii) Base de Datos Geoespacial sobre las Manifestaciones Rupestres; y (iii) Manifestaciones Rupestres venezolanas en Realidad Aumentada. Cada uno de los proyectos del SISTEMA ANAR, hacen parte de una estrategia pedagógica, de divulgación de este Patrimonio Cultural arqueológico, para fomentar la toma de conciencia, valoración y la apropiación de estos vestigios por parte de los estudiantes, docentes, comunidades y público en general. Son aplicaciones innovadoras para la transmisión de sus contenidos, y su eventual incidencia en la protección del Patrimonio Rupestre venezolano. No descartamos la trascendencia de estos vehículos de comunicación, como herramientas de formación tanto para los estudiantes como a los docentes del sistema de educación formal, y del público en general, ya que en el ámbito educativo formal y no formal, tienen un gran potencial, a través de los diversos dispositivos existentes, especialmente por la motivación que pueden generar en los estudiantes, permitiéndole a cada participante manipular fácilmente la aplicación y acceder a los contenidos sobre las Manifestaciones Rupestres venezolanas, solamente con una computadora, el objeto virtual 3D, la marca impresa y una cámara web. El SISTEMA ANAR y el desarrollo de sus tres aplicaciones, entre ellas la de Realidad Aumentada, permite aportar y aplicar las nuevas TIC, fomentando el conocimiento de las MR venezolanas, a través de un recorrido temático, como vehículo para la protección de los sitios rupestres y de este Patrimonio Cultural arqueológico. Al aplicar diversas estrategias pedagógicas, de divulgación, para enseñar y aprender con el Patrimonio Rupestre venezolano, el ANAR ayuda a implementar un proceso de conocimiento y preservación de las Manifestaciones Rupestres venezolanas, que involucra a la comunidad educativa y público en general de forma lúdica.
¿Preguntas, comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com Cómo citar este artículo: RUPESTREWEB. Visiones del arte rupestre de América Latina en el siglo XXI. 27 expertos de 13 paises comparten experiencias y opiniones sobre su investigación, gestión y conservación frente a los retos del presente. 2013
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