Visiones del arte rupestre
de América Latina en el siglo XXI

27 expertos de 13 paises comparten experiencias y opiniones sobre su investigación, gestión y conservación frente a los retos del presente.

 

Introducción

El arte rupestre es una manifestación cultural común a toda la humanidad. Alrededor del mundo y en diversas épocas, desde hace al menos 40.000 años, los diferentes grupos humanos con muy diversos bagajes culturales, propósitos, técnicas y formas de expresión, plasmaron pinturas y grabados sobre cientos de miles de soportes pétreos enclavados en entornos naturales.

En gran parte de América Latina se realizó arte rupestre, presumiblemente desde los inicios de su poblamiento hace alrededor de 30 o 20 mil años hasta tiempo después de la invasión europea. Por lo tanto se puede considerar como una tradición común de los pueblos indígenas, largamente extendida en el espacio y el tiempo, que vino a interrumpirse principalmente con el influjo de la cultura europea. El aspecto material de dichas antiguas expresiones del pensamiento y el lenguaje indoamericano han pervivido hasta el presente gracias a una suerte de factores –intrínsecos y extrínsecos– que propiciaron su equilibrio con el medio ambiente y por ende su conservación.

Desde hace 100 o 200 años, en las distintas naciones latinoamericanas, se empezó a reconocer el arte rupestre como evidencia del pasado. A través de su estudio se está haciendo posible vislumbrar la riqueza y complejidad de las obras y del pensamiento indígena prehispánico, el cual pretendió ser silenciado, desplazado, despreciado u olvidado durante siglos. Sin embargo, desde que como sociedad comenzamos a tomar conciencia de la necesidad e importancia de reivindicar o reconstruir ese pasado, también advertimos la urgencia de conservar y proteger aquellos vestigios de las cada vez más aceleradas dinámicas del denominado “desarrollo”. En la actualidad estamos siendo testigos de la alteración y destrucción sistemática de muchos sitios con arte rupestre, pero el daño no solo implica a las pinturas y grabados sino en general a los entornos naturales que durante siglos o quizás milenios hicieron posible su conservación.

En este contexto, RUPESTREWEB convocó mediante un cuestionario de 5 preguntas a experimentados investigadores/ras de todo el continente para conocer sus experiencias y opiniones en torno a la investigación, manejo, rol social y problemáticas de los sitios con arte rupestre, con el fin de brindar al público lector un panorama general que permita identificar tendencias y posibles soluciones que aporten al diseño e implementación de acciones, estrategias o políticas para una positiva gestión de este patrimonio cultural, acorde con las actuales dinámicas y contextos sociales, culturales y económicos de nuestro continente y como respuesta urgente a la necesidades que se requieren suplir para hacer frente a la inminente alteración o destrucción de estos relictos naturales y culturales patrimonio de la humanidad.

Los participantes

Durante los meses de julio y agosto de 2013 se convocó a 34 investigadores/as de 14 paises de la región teniendo en cuenta su reconocida trayectoria y/o su proximidad a Rupestreweb y su Grupo de Discusión on line. Finalmente respondieron a la convocatoria 27 investigadores de 13 paises:

Argentina:  

Danae Fiore danae_fiore@yahoo.es

Ana María Rocchietti anau2002@yahoo.com.ar

Brasil:

André Prous aprous80@gmail.com

Edithe Pereira edithepereira@museu-goeldi.br

Maria Coimbra de Oliveira museuregional@ig.com.br

Bolivia

Sonia Victoria Avilés Loayza sonia_aviles@hotmail.com

Chile:

Patricio Bustamante Díaz bys.con@gmail.com

Colombia:

Alvaro Botiva Contreras botivacontrerasalvaro@gmail.com

Pedro María Arguello García pedroarguello76@gmail.com

Diego Martínez Celis ciudadanomartinez@yahoo.com

Cuba:

Racso Fernández Ortega racsof@sangeronimo.ohc.cu

Ecuador:

Diego González Ojeda disagofecit@gmail.com

Guatemala:

Lucrecia de Batres luckybatres@gmail.com

Mexico:

William Breen Murray: wbmurray1@yahoo.com

Josuhé Lozada Toledo jlozada@ecosur.edu.mx

Rufino Rodriguez rufino.rupestre@gmail.com

Panamá:

Luz Graciela Joly Adames jolyadames@gmail.com

Alvaro Martín Brizuela Casimir albrizuelac@hotmail.com

Perú:

Cristóbal Campana Delgado cmcampanad@hotmail.com

Arturo Ruiz Estrada aruizestrada@yahoo.com

Ulises Gamonal gamonaljaen@hotmail.com

República Dominicana:

Jose Gabriel Atiles Bidó gabrielatiles912@gmail.com

Domingo Abreu Collado abreudomingo@gmail.com

Venezuela:

Kay Scaramelli katasca@gmail.com

Ruby De Valencia anarvenezuela@gmail.com

Camilo Morón camilomoron@gmail.com

Leonardo Páez leopaezorama@gmail.com


El cuestionario

Consta de 5 preguntas abiertas sin límite de extensión en las respuestas. Están enfocadas en conocer el perfil profesional del entrevistado y sus motivaciones o interés en el arte rupestre, las tendencias en la investigación en su país, la identificación del rol social de los sitios, sus problemáticas y las propuestas de solución a las mismas. Si bien, reconocemos que se trata de una muestra parcial y aleatoria, el resultado ha sido un documento rico, denso y variado cuyo análisis o discusión, consideramos –por el momento– dejar a discreción de los lectores*.

* Si le interesa hacernos conocer sus impresiones sobre lo aquí expresado puede enviarnos un mensaje al correo: rupestreweb@gruposyahoo.com

 

1. ¿Cuál es su perfil profesional y
por qué se ha interesado en el arte rupestre?

Danae Fiore (Argentina): Soy arqueóloga, hice mi licenciatura y profesorado en la UBA (Argentina) y maestría y doctorado en UCL (Gran Bretaña). Me desempeño como investigadora de CONICET y docente en la UBA. Me he interesado en el arte rupestre desde que era estudiante, especialmente por el hecho de que siempre me ha interesado la capacidad humana para producir imágenes, y, dentro de ello el arte rupestre es una de las formas más conspicuas de producción de imágenes por parte de los cazadores-recolectores, que son el tipo de sociedad a cuyo estudio me he abocado desde la licenciatura en adelante. Asimismo, desde mi punto de vista el arte rupestre incluye una enorme cantidad de variables en su producción y uso, que nos permiten vías de ingreso analítico a distintos elementos de las prácticas humanas (lo visual, lo perceptual, lo cognitivo, lo social, lo tecnológico, lo económico, lo espacial y paisajístico, lo estilístico, lo diacrónico, etc.). En tal sentido, el analisis del arte rupestre es para mi uno de los mas grandes desafios para una/un arqueóloga/arqueólogo porque su creación implica generalmente un rango de variabilidad muchísimo mas amplio que cualquier otra forma de cultura material, pero, a su vez, nos da la vía de entrada a los múltiples aspectos arriba mencionados, relativos a su producción y uso, y por lo tanto, nos aporta, dentro de un enfoque contextual y regional, con datos invaluables para comprender las dinámicas socioeconómicas y culturales del pasado.

Ana María Rocchietti (Argentina): Soy Licenciada en Antropología y Licenciada en Ciencias de la Educación, Especialista en Antropología Social y Doctora en Arqueología, estoy haciendo un posdoctorado también en Arqueología. Soy docente universitaria. Me interesa el arte por su maravillosa exposición del imaginario profundo de las sociedades originarias de América.

Andre Prous (Brasil): Soy arqueólogo en la Universidad Federal de Minas Gerais (Belo Horizonte, Brasil) y responsable por la Misión Arqueológica Francesa en este Estado. Estudié en 1969/1970 con A. Leroi Gourhan y A. Laming-Emperaire en Paris. Fui al Brasil (en 1971) con la Misión Francesa de Lagoa Santa dirigida por A. Laming-Emperaire, cuyo objectivo era estudiar la antiguidad de la ocupación humana en esta región. Como encontramos pinturas y grabados enterrados durante las excavaciones, lo que permitía obtener dataciones mínimas,  A. Laming-Emperaire se interesó  en estudiar el rico arte rupestre de la región y me encargó de dirigir un subproyecto de prospección y calco de los grafismos. Despues de su muerte, trabajé en varios abrigos del Brasil central, y en varios de ellos conseguí dataciones mínimas, otras máximas y, algunas veces dataciones precisas. En algunos sitios había un registro muy evidente de sucesión estilística y temática. De esta manara, yo que no me interesaba especialmente en arte rupestre, sentí la necesidad de aprovechar tan ricos registros y tentar hacer correlaciones con lo que encontraba en las excavaciones.

Edithe Pereira (Brasil): Trabajo con el arte rupestre de la Amazonía Brasileña, particularmente, en el estado del Pará. Mi interés por el arte rupestre ha venido durante el curso de maestría (mestrado) que hice en la Universidad Federal de Pernambuco (Brasil). Fue en ese curso que tube por primera vez clases sobre arte rupestre y empecé interesarme por el tema y a procurar sítios con arte rupestre en la Amazonía que es la región donde vivo. El interés vino también porque el arte rupestre era un vestigio arqueológico poco conocido y considerado en las investigaciones arqueológicas de la región amazónica de Brasil.

Maria Coimbra de Oliveira (Brasil): Mestre em História (com área de concentração em arqueologia), especialista em arqueologia amazônica e trabalhando com arqueologia há 15 anos.  Meu interesse é devido à minha própria formação ter sido sempre voltada para a arqueologia, pelo amor que tenho pelo trabaho com arqueologia e também por habitar uma região rica em vestígios arqueológicos de todos os tipos.

Sonia Victoria Avilés Loayza (Bolivia): Dra. en Arqueología e Historia. Investigadora de la Universidad de Bologna-Italia para el Proyecto de Conservación de la Roca Esculpida de Samaipata en Bolivia. Presidenta e investigadora de la empresa de arqueología Bononia Archeologia S.R.L. Para una arqueóloga es imposible ignorar el arte rupestre ya que hace parte del contexto histórico-antropológico. A lo largo de mi carrera profesional me ha tocado excavar en sitios arqueológicos insertados en ambientes rupestres, tal es el caso del complejo "El Fuerte de Samaipata" ubicado en Santa Cruz-Bolivia, donde una gigantesca roca esculpida en alto y bajo relieve es el monumento sagrado y central del complejo. Asimismo, realizando mi pasión que es la Arqueología de Caminos, he encontrado muchos sitios de arte rupestre que cumplían la función de señalizar los recorridos de los viajeros y caravaneros de llamas, así como hoy en día lo hacen las diferentes señales de tránsito que nos ayudan a llegar a destino.

Patricio Bustamante (Chile): Soy fotógrafo profesional, con un diplomado en Gestión y conservación del Patrimonio, de la Universidad Católica de Chile. Mi juventud estuvo ligada al diseño, la plástica, pintura, escultura y la fotografía. En ese contexto me interesó el denominado “Arte Rupestre” como un posible origen de la expresión plástica del ser humano, pero también como fuente de expresión de lenguajes y códigos visuales, que aún no eran identificados por los arqueólogos. Para mi eso era evidente pues en ningún libro de arqueología de la época encontré ninguna descripción del significado o posible significado de las figuras contenidas en petroglifos, geoglifos o piedras de tacitas. Así hace casi tres décadas busqué un sitio que no estuviera estudiado por arqueólogos e inicié mi propia investigación, sin tener una idea clara de que métodos podía usar. Diseñé mis propias fichas, llevé instrumentos como brújulas, clinómetros, teodolito y otros, con el objeto de registrar todas las variables posibles. Durante una década registré todas las piedras con arte rupestre en un área de 30 km2, en el curso inferior del río Illapel, IV Región, en la localidad de Cuz Cuz. Al realizar el registro detallado fueron apareciendo antecedentes que permitían relacionar parte de las obras rupestres encontradas con observación astronómica, con orientaciones orográficas y otros. Parte de los resultados los publicamos en Rupestreweb (ver fuente 1 y fuente 2). El estudio se amplió a otros sitios arqueológicos de Chile (Pucará de Chena, Rapa Nui, Tulor y otros) y del extranjero (Sitios de la cuenca de Ciudad de México, China y otros). El registro detallado de las obras rupestres y del entorno me llevó finalmente a encontrar relaciones intrínsecas de las obras rupestres con su Entorno, lo cual se tradujo en la elaboración de una herramienta metodológica que hemos denominado “Arqueología del Entorno” (ver fuente 3). Actualmente sigo las investigaciones en diversos sitios arqueológicos, pero el trabajo de análisis está orientado a resolver problemas relacionados con el origen de las manifestaciones humanas relativas al animismo, religión, arte, astronomía y otros: (ver fuente 4). Rupestreweb ha sido una excelente medio para comunicar los hallazgos, pero también para establecer contacto y cooperación con muchos colegas investigadores. He publicado en muchos otros medios especializados, y participado en diversos congresos de arqueología y Arqueoastronomía, pero aquí pongo las referencias de Rupestreweb por ser las más accesibles.

Álvaro Botiva (Colombia): Antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia con especialización en Gestión Cultural de la Universidad del Rosario. Desde 1979 me vinculé a proyectos de infraestructura que producían un gran impacto ambiental. En 1981 trabajé como profesor de la Universidad de Los Andes y desde este mismo año hasta el 2009 fui investigador del Instituto Colombiano de Antropología e Historia ICANH, fundamentalmente atendiendo las alteraciones o afectaciones al patrimonio arqueológico en grandes proyectos y en prospecciones y rescates arqueológicos por varios municipios y regiones del país. En 1991 elaboré la “Propuesta para una Legislación de Protección del Patrimonio Arqueológico Nacional”, documento presentado a la Asamblea Nacional Constituyente sobre el derecho de todo colombiano a la cultura y al patrimonio cultural, del cual se extrajeron literalmente los artículos 70, 71 y 72 de la actual Constitución Política Colombiana. De los 37 años dedicados a la arqueología, advertí por todo el país el deterioro, descuido y negligencia sobre del arte rupestre y su preservación, así como el desconocimiento de lo que esta manifestación representa, razón por la cual los últimos 10 años me dediqué a investigar esta expresión cultural, con el principal objetivo de hacer un inventario e iniciar un registro en Cundinamarca, por constituirse en patrimonio cultural de la Nación, con el fin de definir políticas para su preservación, y conservación.

Pedro María Arguello García (Colombia): Soy Licenciado en Ciencias Sociales de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia y Candidato doctoral en Antropología de la Universidad de Pittsburgh. Actualmente me desempeño como docente en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Me interese por el arte rupestre mientras estudiaba mi Licenciatura. Fue a propósito de un curso donde se nos pedía documentar un sitio con arte rupestre. Recuerdo mucho que lo que más me impresionó, aparte del objeto mismo, es que no se sabía casi nada de él. Esto supuso una serie de inquietudes respecto al pasado indígena, inquietudes que aun hoy siguen presentes. Tales cuestionamientos implicaron un cambio en mis intereses profesionales. Fue por eso que decidí estudiar Antropología y especializarme en el área de la Arqueología. Con el paso de los años he reafirmado mi idea de que un abordaje arqueológico del arte rupestre es no solo útil sino necesario y esa ha sido la plataforma desde la cual he diseñado mi investigación.

Diego Martínez Celis (Colombia): Mgter. en Patrimonio Cultural y Territorio (Universidad Javeriana) y Diseñador Gráfico (Universidad Nacional) con 20 años de experiencia en investigación y divulgación de arte rupestre colombiano y latinoamericano. Desde que realicé mi tesis de pregrado advertí la necesidad de aportar al conocimiento público de estas manifestaciones desde la perspectiva de la comunicación gráfica, mediante la implementación de métodos de documentación y el diseño  de formatos de registro hasta la edición de publicaciones impresas y electrónicas (como Rupestreweb). En los últimos años he abordado el tema desde su condición como referente patrimonial de territorios cuyas comunidades reclaman participación en la construcción de su significación (valoración) y en su manejo como recurso cultural susceptible de ser aprovechado –de manera sostenible– como motor para un desarrollo local, social y económico. Si bien, los sitios con arte rupestre son vestigios que permiten reconocer el pasado, solo pueden cobrar sentido en la actualidad en la medida en que signifiquen algo,  sean de utilidad y en últimas jueguen un rol positivo para el grueso de la sociedad, no simplemente para los cerrados círculos académicos o científicos.

Racso Fernández Ortega (Cuba): Soy graduado de Ingeniería Industrial en 1983 en la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas pero desde muy joven en el bachillerato, me había vinculado a la Arqueología desde un Círculo de Interés que teníamos en la escuela y la Sociedad Espeleológica de Cuba (SEC), a la que me incorporé desde muy temprano. Después de graduado mantuve la membresía en la SEC y los cursos de postgrado y adiestramiento en el Departamento de Arqueología de la Academia de Ciencias de Cuba, me permitieron participar en expediciones y excavaciones con esa prestigiosa institución y con el Museo Antropológico Montané de la Universidad de La Habana. Finalmente en el año 1996 comienzo a trabajar profesionalmente la arqueología en el Centro de Patrimonio de La Habana , actividad en la que me mantengo hasta la fecha. Me relacioné con el dibujo rupestre en la juventud a través de la espeleología y porque tuve la oportunidad que me obsequiaran el clásico del Dr. Antonio Núñez Jiménez “Cuba. Dibujos Rupestres”, el que motivó mucho mi interés inicial. La comprensión de la necesidad de conservar un patrimonio tan vulnerable y frágil, así como la posibilidad de estudiar una de las manifestaciones culturales más significativas de los pueblos primigenios, intentando entender los procesos sociales que les dieron significado, se convirtió más tarde en la temática más importante de mi vida académica.

Diego González Ojeda (Ecuador): Soy artista plástico. Me interesan las rocas grabadas porque veo en ellas la marca de un cerebro que imagina. Me pregunto qué veía, cómo veía su mundo. Al mismo tiempo, me veo ante las rocas y se que estoy en este espacio y en este tiempo. No me reconozco, puesto que soy otro, pero no me dejo de conectar con ese cerebro. Un petroglifo funciona cuando se hace conexión entre el tiempo pasado que guarda el vestigio y el futuro del que somos capaces ante él.

Lucrecia de Batres (Guatemala): Arqueóloga. Mi interés básicamente nació, al ver que el arte rupestre, es una evidencia y manifestación cultural ancestral, que prácticamente no se estudia en Guatemala, debido a la monumentalidad de los vestigios de la cultura maya, que predomina en el quehacer arqueológico del país. Por otra parte, áreas de Guatemala, que carecen de esta monumentalidad e imponencia de la cultura maya, aportan evidencia rupestre en cierta abundancia. Se debe proteger y estudiar, antes de que desaparezca, ante la falta de interés del las Autoridades arqueológicas y culturales.

William Breen Murray (México): M.A. (1973), Ph.D. (1981) en Antropología, McGill University, Montréal, Quebec, Canada; Profesor Titular y Jefe de Departamento de Ciencias Sociales, Universidad de Monterrey (México) (1976-2006) ahora jubilado. Al principio, me interesó en el arte rupestre regional como un recurso docente y en el proceso, encontré un campo abierto a la investigación sin explorar en el noreste mexicano. Para mi, el reto del arte rupestre es la interpretación que requiere un enfoque interdisciplinario que va más allá de la evidencia física.

Josuhé Lozada Toledo (México): Soy Licenciado en Arqueología por parte de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) de la Ciudad de México, y desde entonces me he interesado por cuestiones teóricas y prácticas asociadas al estudio de lo rupestre. Mi iniciación en el tema se da hace varios años con las clases del Dr. Ramón Viñas en la ENAH, quien despertó en algunos colegas el interés por retomar el estudio de un tópico que hasta la fecha no ha sido valorado en México en su totalidad. Ello se debe a cuatro factores principalmente: 1) A nivel arqueológico: La pintura rupestre ha sido un material arqueológico relegado en la gran mayoría de las investigaciones arqueológicas en nuestro país (quienes se han enfocado con mayor proporción a la cerámica, lítica, arquitectura, etc.). 2) A nivel político: El patrimonio cultural de nuestro país se ha incorporado a una tendencia hacia los mercados del turismo, donde los sitios rupestres no compiten ante la monumentalidad que demarcan otros sitios arqueológicos del Altiplano Central mexicano y de la llamada Área Maya que generan una derrama económica significativa a la federación y a las comunidades. 3) A nivel metodológico: Los reportes en torno a este material han sido de tipo nota informativa, descriptivos, aburridos, aislados y “descontextualizados”. 4) A nivel teórico: El arqueólogo ha errado en encasillar a los sitios en la moda académica en boga, llámese Chamanismo, Arqueoastronomía, entre otros, lo que ha desprestigiado en muchas ocasiones la seriedad de las interpretaciones o explicaciones del fenómeno rupestre. Ante este panorama, en el año 2010 presenté el exámen de grado con la tesis titulada “Espacio social y gráfica rupestre en la Sima del Copal, Ocozocoautla, Chiapas”, donde manifesté dicha problemática y propuse una forma de aproximación al análisis de las pinturas rupestres desde la Arqueología Social como posición teórica y la Arqueología del Paisaje como temática de investigación. Posteriomente en los último años, me he enfocado en la valoración del sistema de saberes tradicionales que los grupos étnicos aún conservan sobre el arte rupestre presente en sus localidades. De ello versa mi tesis de Maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural, titulada “Usos del agua entre los lacandones de Metzabok, Ocosingo, Chiapas. Un análisis de Ecología Histórica”. Dicha disertación fue presentada este año, en la cual se registra a través de múltiples entrevistas focalizadas principalmente a los ancianos mayas lacandones, la forma con que ellos explican el mundo a través de los grafismo rupestres presentes en el área.

Rufino Rodriguez (México): Estudié Ingeniería Industrial en el Instituto Tecnológico de Saltillo; laboré en la industria metalmecánica, así como en la industria editorial;  y desde hace 30 años soy investigador independiente del Arte Rupestre del estado de Coahuila, México.

Luz Graciela Joly Adames (Panamá): Tengo una formación académica de licenciatura, maestría y doctorado en antropología sociocultural al estilo holístico estadounidense que incluye la arqueología como parte de la antropología sociocultural.   Soy profesora titular de antropología tiempo completo, 50% de antigüedad, en el Departamento de Historia, Facultad de Humanidades, Universidad Autónoma de Chiriquí, República de Panamá. Me he interesado en el arte rupestre porque en el occidente del istmo de Panamá, en la provincia de Chiriquí y la Comarca Ngäbe Buglé, República de Panamá, es donde más sitios se han reportado con petroglifos.   La misma gente en Chiriquí y los indígenas en la Comarca Ngäbe Buglé, se ha interesado por conocer estos sitios.  Por ende, he procurado promover este conocimiento en la mejor forma científica como sea posible, entre estudiantes en los cursos de antropología que oriento en la licenciatura en geografía e historia en la Universidad Autónoma de Chiriquí, y a niveles de maestrías en educación superior, extensión y desarrollo rural, turismo y sociolingüística en inglés.  El arte rupestre en Panamá es principalmente en la forma de petroglifos; no se han reportado pictografías en cuevas como vimos en la gira en que participamos el último día del III Simposium Internacional de Arte Rupestre, en la Habana Cuba, en Noviembre de 2012; pero habría que investigar esto más en el caribe panameño, ya que estas pictografías en cuevas aparentemente son un fenómeno de la región del Caribe.

Alvaro Martín Brizuela Casimir (Panamá): Antropólogo con especialidad en Arqueología.  Me ha interesado esta temática porque es un recurso cultural poco atendido en Panamá.

Cristóbal Campana Delgado (Perú): Profesor Universitario. Magíster en Educación Superior, Magíster en Defensa del Medio Ambiente, Doctorado en Educación Iberoamericana. Cátedras: Historia del Arte Andino, Historia Económica , Tecnología Andina , Filosofía de la Historia , Iconografía del Pensamiento Andino. (Nivel de Maestría).

Arturo Ruiz Estrada (Perú): Estudié arqueología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Me interesé  en el arte rupestre porque observé que en el Perú se ha venido dando poca importancia a este tema, pese a que poseemos numerosos sitios tanto en la costa, la sierra y la selva cuyo estudio puede y debe aportar al mejor conocimiento de nuestras sociedades prehispánicas. El interés arqueológico ha estado dirigido hacia los monumentos arquitectónicos que en el caso del Perú son abundantes, relegando en cierta manera el estudio del arte rupestre.

Ulises Gamonal (Perú): investigador del Arte Rupestre en el Alto Marañón más de cuarenta años, conocí muy niño las informaciones del Arte Rupestre en el sector Llipa-Sócota Cutervo (Cajamarca), gracias a las investigaciones en la década de 1950 por el notable biólogo Salomón Vílchez Murga, “Padre de los Parques Nacionales del Perú”; cuando inicié los estudios de educación secundaria, tenía informaciones que en el Perú solamente existía Arte Rupestre en Toquepala y Lauricocha, me pregunté ¿Y las pinturas de mi tierra, qué eran?. Faltaba investigación. Por motivos familiares y de trabajo me radiqué en la tierra de Jaén (Cajamarca), empecé a obtener valiosas informaciones por parte de los docentes rurales, estudiantes y comuneros que en las riberas de los ríos: Chinchipe, Utcubamba, Tabaconas, Chamaya, Huancabamba, Chunchuca y Marañón que confluían en el Pongo de Rentema (la unión de todos estos ríos corta la cordillera central de los andes del norte peruano  doce kilómetros), lugares donde abundaban millares de pictografías y grabados rupestres, a partir de esa fecha me enamoré del ignorado y maravilloso arte rupestre alto amazónico, prometí hasta que Dios lo permita trabajar incansablemente visitando y registrando cada uno de los asentamientos para brindar la información  pertinente en el Museo “Hermógenes Mejía Solf” de Jaén a los especialistas e interesados sin mezquindad alguna. La magnitud y abundancia de las pictografías rupestres en el Alto Marañón,es fabulosa. solamente en el asentamiento Faical-provincia San Ignacio (margen derecha del río Chinchipe), el arqueólogo Segundo Leoncio Ramos Ávalos demostró que existían en los farallones más de 1614 pictografías. Se han registrado más de 50 asentamientos rupestres en la cuenca de los ríos mencionados, muchos de ellos poseen millares de micro pictografías, algo que convierte al Alto Marañón en uno de los lugares más ricos de Arte Rupestre peruano.

Jose Gabriel Atiles Bidó (República Dominicana): Artista plástico, con estudios de museografia y arqueología. C omo parte de mis investigaciones comenze a investigar el arte rupestre para desarrollarlo en mi quehacer visual, lo que me llevo a practicar espeleologia y de alli a entrenarme en arqueología, la dirección del departamento de arte rupestre Dominicano, me llevo a dedicar mas tiempo a la arqueología, la problemática de asociar el arte rupestre a los grupos arqueológico, la falta de un ordenamiento en los registros y la carencia de un censo nacional me mantienen aun pendiente de estos asuntos, mi interés actual la defensa del amenazado patrimonio rupestre dominicano y la urgente determinación de formar relevo generacional. 

Domingo Abreu Collado (República Dominicana): Soy Arqueólogo de Salvamento, Espeleólogo, Periodista y Ambientalista. La Rupestrología (o estudio del arte rupestre aborigen) reporta a la Arqueología aspectos intangibles pero muy sólidos en la interpretación mística de los restos materiales que ésta localiza y organiza. En nuestra práctica se presentan más posibilidades de entendimiento de una cultura desaparecida a través de la conexión plástico-interpretativa que a través de los restos materiales. Con el arte rupestre se conoce más y mejor la relación entre los seres humanos y su entorno vivo, porque todo lo pintado o esculpido está vivo, en movimiento, ofreciendo lecturas una y otra vez, sin pausas y sin tiempo. En el estudio de las culturas antiguas hay un ser vivo pintado o grabado en la pared o sobre una roca con una expresión gestual diferente según se mueve la luz, y hay un ser muerto yaciendo bajo tierra que no tiene más que una expresión: la que presenta al ser desenterrado, ninguna otra y nunca más otra.

Kay Scaramelli (Venezuela): Luego de realizar estudios de pre-grado en la University of the Pacific (Stockton, California, EEUU), en Estudios Inter-Americanos, con especialización en Antropología y Arte, me mudé a Venezuela en 1972. Fui aceptada en el primer cohorte de estudios de Maestría en Antropología en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, donde tuve como maestros a José M. Cruxent, Alberta Zucchi, Erika Wagner, Nelly Arvelo-Jiménez, entre otros. Mi interés en la cultura material y la historia de las poblaciones autóctonas de América me llevó a interesarme por la arqueología e hice un análisis estilístico de dos colecciones cerámicas del occidente de Venezuela para mi tesis de Maestría. Implementé para el análisis una comparación computarizada, que en ese momento requirió el uso de tarjetas perforadas y unas computadoras que ocupaban todo un salón! Investigué sobre los problemas de clasificación en la arqueología, quedando convencida que la mayoría de las clasificaciones estilísticas sufren de graves problemas, entre ellos la falta de replicabilidad, la falta de explicitación de criterios, y la falta de claridad en cuanto a la finalidad de las clasificaciones. Esto vale tanto para las clasificaciones cerámicas como para las que se implementan en estudios del arte rupestre. Al graduarme, trabajé en el IVIC como Profesional Asociada a la Investigación, bajo la supervisión de Alberta Zucchi, quien dirigía un proyecto arqueológico en el Orinoco Medio. En 1985 comencé a dar clase en la Escuela de Antropología de la Universidad Central de Venezuela, donde concursé para la cátedra de Teoría y Métodos de la Arqueología. En la UCV tuve la oportunidad de dirigir, con el Prof. Miguel Angel Perera, un proyecto de Etnohistoria y Arqueología de la Región de Impacto de la Empresa BauxiVEN (actual BauxiLUM) en el Orinoco Medio. Tanto el Prof. Perera, como otro participante, Franz Scaramelli, tenían interés en el arte rupestre de la región, y con ellos visité por primera vez los magníficos sitios con petroglifos y pinturas rupestres. Desde ese momento hemos dedicado parte de nuestras investigaciones de campo a la exploración y registro de estas manifestaciones. Me llamó la atención la íntima relación entre contextos de habitación con sitios con arte rupestre y comenzamos a documentar aspectos contextuales de las manifestaciones rupestres, tales como ubicación con respecto a sitios de habitación,  tamaño, capacidad, visibilidad, orientación, asociación con otros tipos de resto arqueológico, incluyendo el uso de los mismos espacios como espacios funerarios. A la vez tomamos en cuenta aspectos estilísticos para intentar definir cronologías relativas y posibles asociaciones con otros materiales, tales como la cerámica. En vista de que el área de estudio está poblado todavía por poblaciones indígenas, indagamos también sobre el significado del arte rupestre actualmente, y cómo figura en la mitiología y cosmovisión de los habitantes originarios de la zona.

Ruby De Valencia (Venezuela): En mi formación como Arquitecto Paisajista con especializaciones en Tecnologías Apropiadas y Apropiables, siempre tuve mucho interés en el diseño precolombino en general, lo que me llevó a un primer acercamiento al Arte Rupestre (AR) a través de las imágenes maravillosas plasmadas en las piedras. A partir de ahí, me involucré de manera sistemática en el estudio, registro, inventario y demás temas relacionados con el Patrimonio rupestre venezolano.

Camilo Morón (Venezuela): Licenciado en Historia; Licenciado en Letras, mención Historia del Arte; Licenciado en Educación, mención Historia;  Magister Scientae en Etnología; Magister Scientiae en Museología; Doctorando en Antropología. El Arte Rupestre es una encrucijada en la que convergen los orígenes del Arte, la Ciencia, la Filosofía y la Religión, entonces indivisas, expresión simbólica y material del “pensamiento mítico”, para definirlo con una feliz expresión de Claude Lévi-Strauss, en oposición al “pensamiento domesticado”, propio del pensamiento occidental posterior a la Ilustración europea. El Arte Rupestre, en tanto que expresión nodular de un pensamiento y una sensibilidad, exige para su cabal valoración y comprensión de una visión tanto científica como estética.

Leonardo Páez (Venezuela): Soy Licenciado en Educación mención Desarrollo Cultural. Actualmente realizo estudios de postgrado en Etnología mención etnohistoria en la Universidad de Los Andes y un diplomado en Investigación y Conservación Preventiva del Arte Rupestre en la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda.

 

2. ¿Desde qué disciplinas y aspectos considera que se está abordando el arte rupestre en su país?
¿Percibe alguna tendencia en particular?

Danae Fiore (Argentina): Mi país tiene una larga y sólida tradición en la investigación del arte rupestre, que se originó incipientemente desde fines del siglo XIX, lo cual es sumamente temprano incluso en un contexto académico internacional. La principal disciplina que se aboca al estudio del arte rupestre en mi país es la arqueología, y dentro de ello, inicialmente y a lo largo del siglo XX el abordaje fue de índole descriptiva, interpretativa (mediante analogías etnográficas o elucubraciones individuales de los autores) y normativa-estilística. Desde aproximadamente 1990 en adelante se fueron abriendo otras vías de análisis alternativas y complementarias a la normativa, incluyendo la relativa al paisaje, a los usos de sitios e imágenes, a los aspectos tecnológicos (incluyendo análisis arqueométricos) y a los aspectos simbólicos e interpretativos, corriente que ha ido creciendo a lo largo de estas décadas. De menor desarrollo, pero también contribuyendo con el desarrollo de aproximaciones académicas al arte rupestre, han sido los estudios relacionados con el cladismo (desde un punto de vista ecológico-evolutivo) y también con los estudios económicos (relativos a la inversión laboral implicada en la producción del arte) y los estudios distribucionales (vinculados al análisis de patrones de extensión y combinación de motivos rupestres en amplias escalas espaciales). Es muy destacable que la gran mayoría los autores de las distintas perspectivas teorico-metodológicas en Argentina, muestran un claro ejercicio de claridad metodológica al proponer explicitas variables y criterios mediante los cuales realizar sus investigaciones y evaluar sus resultados. He publicado algunas reseñas al respecto de esto, que puedo facilitarles si les interesan.

Ana María Rocchietti (Argentina): En la Argentina, estimo, que existen tres marcos teóricos fundamentales: el histórico –cultural (la búsqueda de las configuraciones históricas que produjeron el arte a través del estudio de los paneles, sus motivos y cronologías) al cual se agrega la determinación de los compuestos minerales o las técnicas de ejecución; el que da mucha importancia a los factores de comunicación social (siendo el arte una especie de señal que transmitió algún tipo de mensaje o marca territorial) y al ambiente (como proceso de presión selectiva a lo largo de sus transformaciones en el tiempo) y, finalmente, el que enfatiza la dimensión patrimonial de los sitios y su problemática de preservación, inventario y uso social. Existen trabajos de tipo menos encuadrables en escuelas teóricas dedicados a la semiótica del arte rupestre, a su reproducción digital más perfeccionada, a su representación georreferenciada y a  sistematización epistémica de los aportes en este campo. En general predomina –y los estudios de distinta fuente conceptual lo testimonian- una aproximación positivista.

Andre Prous (Brasil): En los años de 1970 y 1980, los principales grupos de estudio (en los estados de Piaui, con N. Guidon) y Minas Gerais (con mi equipo) trabajamos mucho en definir estilos y tradiciones. En Minas, aprovechamos los registros de excavaciones, superposiciones y otros elementos, para estudiar de forma sistemática la crono-estilística de varias regiones. Después se multiplicaron los estudios regionales, pero en general sin la preocupación de separar los momentos gráficos. Unos investigadores de Rio de Janeiro hicieron algunos estudios arqueoastronómicos y tentativas de interpretación a partir de comparación con mitos y ritos observados etnográficamente. Numerosos en los años de 1980 y 90, los estudios de arte rupestre se tornaron mas raros en los últimos años, cuando casi toda la arqueología brasileña pasó a ser preventiva, trabajándose en las partes bajas de los valles más que en zonas serranas donde están los aleros.

Edithe Pereira (Brasil): Hay varios investigadores en Brasil que se dedican al estudio del arte rupestre y lo hacen de distintas formas. Sin embargo, se nota cada vez más la preocupación en la busqueda del contexto arqueológico del arte rupestre. Particularmente, además del contexto, me parece necesário una documentación lo más precisa posible del arte rupestre pues ella es la base para su análisis. En ese sentido el calco digital me parece un camino interesante por ser más preciso y menos intrusivo.

Maria Coimbra de Oliveira (Brasil): Há alguns cursos de graduação em arqueologia oferecidos por algumas faculdades públicas e privadas no Brasil. Porém, há muitos profissionais da História se especializando em graus de especialista, Mestrado e Doutorado em arqueologia ou em cursos com áreas de concentração em arqueologia. A maioria dos arqueólogos mais conceituados do Brasil são de formação historiadores, que depois se especializaram, em diversos níveis, em arqueologia.

Sonia Victoria Avilés Loayza (Bolivia): Lastimosamente en Bolivia, el arte rupestre, así como la arqueología son muy poco valorados. Pienso que ésta es una realidad que se extiende al resto del mundo, principalmente en Latinoamerica dónde otros aspectos de la sociedad como la salud y la alimentación son una prioridad para las políticas gubernamentales. Afortunadamente, la formación de arqueólogos profesionales de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz, desde los años 80 está dando sus frutos. Veo profesionales jovenes interesados en el arte rupestre, y aunque hay limitaciones de todo tipo, estoy segura que lograremos educar a la población en este campo, principalmente en cuanto a medidas de conservación. Por lo tanto, hablar de una tendencia es inútil, ya que estamos en una fase de desconocimiento del mapa arqueológico del país. Se especula que hay 30.000 sitios arqueológicos en Bolivia, no obstante, no contamos con su ubicación, catalogación, documentación, vigilancia, difusión, etc. Una "tendencia" negativa diría yo ha sido la de amedrentar con ataques personales a quienes quieren publicar sobre el arte rupestre, por parte de supuestos "dueños" de la disciplina, algo totalmente absurdo, alegando que publicar sobre arte rupestre conlleva a la destrucción física del mismo. Por supuesto, que si un sitio es desconocido, aislado y sin vigilancia alguna, hay que mantenerlo así. Yo misma he callado por más de una década sobre la existencia de un asentamiento pre-inca cubierto por las selvas de los Yungas-La Paz, hasta que hace un año fue presentado como un gran descubrimiento por una arqueóloga extranjera a través de los periódicos y la televisión sin considerar que el asentamiento podría ser destruido por buscadores de tesoros. A mi modo de ver no se puede presentar a la opinion pública un sitio en estas condiciones. Empero, se puede publicar sobre sitios de arte rupestre u otros, ya despejados, conocidos por los comunarios y orientados no a verse como grandes descubrimientos de ciudades míticas que incitan a los saqueadores, sino como sitios históricos de valor únicamente cultural y que deben ser difundidos para ser cuidados.

Patricio Bustamante (Chile): Existen diversas tendencias que se aplican en el estudio de los sitios con arte rupestre en Chile, desde la aplicación de técnicas tradicionales propias de la década de los setenta, hasta la aplicación de modernas tecnologías con escaneo láser por ejemplo. También son destacables los estudios relacionados con la Arqueología del Paisaje, que permite una mirada más integradora del arte rupestre con el medio en que está inserto. También están los estudios que se realizan desde la perspectiva de la Arqueoastronomía y desde la arqueología del Entorno. Hasta 2004 había una clara tendencia al estudio de los Sitios con Arte Rupestre (SAR), desde una perspectiva científica, pero a partir del estudio realizado en la localidad de El Mauro, la arqueología y los estudios de SAR y otros, se ha orientado claramente a proveer servicios a grandes empresas para los estudios de Impacto Ambiental. Incluso hay universidades en Chile que orientan la carrera de arqueología hacia el desarrollo de capacidades para la realización de estudios de impacto ambiental. Esta tendencia ha significado una perdida sistemática de patrimonio arqueológico, pues en muchos casos se privilegia los intereses de la empresa contratante (minera, eléctrica, constructora u otra) antes que la preservación del patrimonio arqueológico, incluso violando la legislación vigente como en el caso de lo ocurrido en El Mauro, caso que hemos denunciado profusamente por este y otros medios (ver: fuente 1 y fuente 2) . En defensa de este patrimonio hemos recurrido a diversas autoridades nacionales y a la justicia, con el objeto de buscar una sanción para la empresa responsable de estas enormes pérdidas patrimoniales, ya irreversibles, pero principalmente para evitar que este tipo de hechos se sigan repitiendo. Lamentablemente en esto la Sociedad Chilena de Arqueología (sociedad privada) nunca se ha hecho parte de estas denuncias, al contrario sus miembros han tenido participación activa en casos como El Mauro. El Colegio de Arqueólogos, organismo gremial creado hace un par de años, ha estado tomando un rol activo en la defensa del patrimonio, sobre todo en el caso del Rally Dakar que pasa por territorio chileno, siempre con un saldo de graves pérdidas para el patrimonio (ver: fuente 3, fuente 4, fuente 5 y fuente 6 ).

Álvaro Botiva (Colombia): Se ha abordado desde diferentes disciplinas menos desde la arqueología. Los arqueólogos que han reseñado sitios con arte rupestre lo hacen más como un vestigio arqueológico que encuentran a su paso sin darle importancia, no lo contextualizan con las demás evidencias que conforman el registro arqueológico que interpretan. Hoy día hay una tendencia marcada más en su estudio como expresión artística que como evidencia arqueológica de grupos prehispánicos, y cuando se hace referencia a estos se suele plantear como simple evidencia aislada. Ni la arqueología ni los arqueólogos se han preocupado de manera significativa por su estudio. Por el contrario algunas personas o grupos de diversas disciplinas (p.ej. la filosofía) han abordado su estudio, pero en algunos casos no con un ánimo de aportar positivamente a su conocimiento público sino por que han visto este como un campo abierto a las especulaciones y, quizas lo más preocupante, como si se tratara de un patrimonio sin “dolientes”, por tal razón lo han alterado al aplicar métodos de documentación invasivos, al hacer réplicas junto a sitios auténticos, etc. y lo han abordado más como una oportunidad de negocio aprovechando los escasos dineros públicos destinados a su inventario pero sin arrojar resultados concretos ni saldos sociales entre las comunidades custodias de este patrimonio. Valga expresar que lo paradójico es que mientras se hace hincapié en la defensa del patrimonio arqueológico, se sigue dejando de lado el arte rupestre. Ninguna institución cultural se había preocupado de su estudio, protección, conservación o recuperación hasta los primeros años del siglo XXI cuando a partir del año 2000 el ICANH y el Instituto de Cultura de la Gobernación de Cundinamarca, encargan al suscrito una investigación para el inventario y registro del Arte Rupestre de Cundinamarca, cuyos resultados se pueden sintetizar en el registro de 172 sitios. Seis publicaciones dos plegables, dos cartillas, un libro y un CD ROM) con un tiraje de 20.000 ejemplares distribuidos gratuitamente por 60 municipios de Cundinamarca y 13 capitales de departamentos, entre los asistentes a 113 talleres sobre “Arte Rupestre. Patrimonio Cultural de la Nación”.

Pedro María Arguello García (Colombia): Podría hacer una larga lista de perspectivas disciplinares desde las cuales se está abordando el tema en Colombia. Las cito en el orden en que vienen a mi cabeza, más no por ello de importancia: Antropología, Arqueología, Lingüística, Arqueoastronomía, Filosofía, Restauración, Patrimonio. A esta lista debería agregarse todo un entramado de ideas que propone la gente. Y por gente me refiero a los grupos o personas que, inquietos por su patrimonio circundante, construyen significados sobre los sitios con arte rupestre. Estos significados no están sistemáticamente organizados en algo que pueda denominarse “disciplina” pero no por ello son menos importantes. ¿Se percibe alguna tendencia en particular? Dado que el número de investigadores involucrados es muy pequeño, es difícil pensar en algo siquiera parecido a una tendencia.

Diego Martínez Celis (Colombia): El desarrollo de la investigación del arte rupestre en Colombia ha sido muy dispar. Si bien existe una tradición de investigación desde el siglo XIX, el tema ha sido abordado por pocos autores, la mayoría de las veces como cruzadas personales e independientes que no responden a proyectos académicos o de investigación formales, planeados y continuos. A pesar de reconocerse normativamente como “Patrimonio Arqueológico” desde mediados del siglo XX, el arte rupestre no ha sido mayoritariamente un objeto de estudio de la arqueología, sino más bien de múltiples disciplinas (antropología, etnografía, lingüística, estética, historia del arte, artes plásticas, diseño, matemáticas e incluso la filosofía). Por tal razón en Colombia se trata de un objeto de abordaje ínter y multidisciplinar. En la actualidad esta tendencia se mantiene, aunque se nota un incremento de su abordaje como objeto arqueológico –a pesar de que el tema no es impartido en programas académicos formales–, pero no tanto por un interés  meramente científico sino por que ha entrado en la agenda de la llamada Arqueología de Rescate que obliga a las empresas que llevan a cabo proyectos de infraestructura, explotación de recursos o urbanización a desarrollar Programas de Arqueología Preventiva. Sumado a esto la entrada en rigor de la Ley de Cultura 1185 de 2008 ha facilitado la destinación de recursos económicos para proyectos relacionados con la gestión de los sitios como Patrimonio Cultural (inventarios, divulgación  o Planes de Manejo) en los ámbitos departamental y municipal. De esta manera se advierte una tendencia  mayor hacia la realización de inventarios de sitios o zonas pero que no necesariamente responden a preguntas o planteamientos de investigación. Las investigaciones arqueológicas académicas  de carácter  regional sistemático siguen sin incorporar estos vestigios a sus modelos de interpretación del poblamiento y los procesos sociales  prehispánicos. A grandes rasgos se podría afirmar que el arte rupestre en Colombia, a pesar de ser considerado como “Patrimonio Arqueológico” en el contexto de la historia de la  investigación en Colombia no ha cumplido un verdadero rol como objeto arqueológico y su significación cultural se basa más en su carácter como manifestación que refiere a un pasado  –poco contextualizado–  que en el presente suscita múltiples interpretaciones y valoraciones que trascienden el abordaje arqueológico formal.

Racso Fernández Ortega (Cuba): En el país históricamente los estudios del dibujo rupestre se ejecutaron marcados por los enfoques descriptivos que lo consideran como obras de arte que responden a cuestionamientos estéticos, los que aun continúan realizándose. En la actualidad se puede apreciar un giro relacionado con una mirada arqueo-antropológica en que se le observa como fenómeno cultural de significado ideológico y por tanto parte integrante del registro arqueológico. Con este nuevo enfoque se emplean las fuentes escritas de las crónicas, los aportes de la arqueología y la etnología comparada, la lingüística, la semiótica y la arqueología del paisaje. También en el último período hemos logrado introducir tres nuevas líneas de trabajo: Los estudios de evaluación y diagnóstico de los impactos medioambientales que permiten conocer el estado de conservación de las manifestaciones y las estaciones rupestres del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, con lo cual introducir su monitoreo sistemático y que las acciones que se deriven puedan ser incluidas en los correspondientes Planes de Manejo, aunque no solo se trabaja en las zonas antes mencionadas sino que paulatinamente se recorre todo el territorio nacional. El segundo objetivo emprendido esta relacionado con la Educación Patrimonial Comunitaria vinculada con el dibujo rupestre en escuelas de los niveles de enseñanza primaria y secundaria en los municipios Habana Vieja donde está enclavado el Centro Histórico de La Habana y en el municipio de Güines en la provincia de Mayabeque, colindante con la capital. Recientemente se realizó la primera graduación del Colegio Universitario de San Gerónimo de La Habana de la especialidad de Arqueología, en la que se defendió el tema Propuesta de herramientas metodológicas para la integración del componente arqueológico en el manejo de las áreas protegidas de Cuba. Lo interesante del diseño es que el autor propone una metodología para la selección de los objetos de conservación arqueológicos y formula el establecimiento de ámbitos de protección para estos recursos, tomando como referente la experiencia  práctica que se tiene del estudio de las estaciones rupestres del Parque Nacional Viñales en la provincia de Pinar del Río; además de crear una base de datos con 27 campos de información, y una ficha de registro que facilita la operación. La tercera línea está relacionada con los estudios de pigmentos y de las tecnologías de fabricación de los colorantes para la ejecución del dibujo rupestre, que se desarrolla en colaboración entre el grupo Cubano de Investigaciones de Arte Rupestre, el Instituto Cubano de Antropología, la Universidad de Educación a Distancia y el Museo Nacional de Ciencias Naturales ambos de Madrid, España, investigación con resultados muy interesantes y prometedores hasta la fecha, que permitirán nuevos acercamientos y visiones  a los procesos sociales que ocurrieron en el Caribe prehispánico.

Diego González Ojeda (Ecuador): En Ecuador la producción de investigación en torno a este tema es escasa, aunque en los últimos años se comienzan a ver más estudios por parte de especialistas en arqueología. Podría hablar de una tendencia arqueológica junto a otra estética. Por mi parte me ubico en ésta última, aunque he debido introducirme a la antropología y arqueología para comprender mejor la situación.

Lucrecia de Batres (Guatemala): Es únicamente, desde la arqueología. No hay involucrada ninguna otra disciplina, lo que enriquecería grandemente la investigación. Se han hecho algunos intentos por relacionar aspectos antropológicos (mitos, creencias, saberes que aun perviven) con el arte rupestre y encontrar alguna explicación a las manifestaciones, así como conocer la antigüedad de las mismas creencias y mitos.

William Breen Murray (México): Según la Constitución Mexicana, los sitios rupestres son provincia exclusiva de los arqueólogos profesionales, pero su estudio involucra todas las areas de la Antropología, particularmente el arte mesoamericano, la etnografía y la etnohistoria de los grupos amerindios actuales. Después de muchas décadas de descuido, hay una creciente visibilidad del arte rupestre entre los arqueólogos y una incorporación de los estudios rupestres en el quehacer cotidiano, especialmente en los estados del Norte donde los sitios son más numerosos. Como resultado, el registro y la documentación de sitios ha avanzado mucho.  Aunque todavía falta, esta ampliación de la base de datos es una tendencia que continua y en algunos estados, probablemente se acerca al 100% de cobertura.

Josuhé Lozada Toledo (México): Creo que desde la joven historia de los estudios del arte rupestre en México, las investigaciones han sido en su mayoría ligadas a la “historia cultural”, es decir, han sido trabajos sumamente descriptivos de corte positivista, donde en algunas ocasiones han retomado escuelas de pensamiento como el difusionismo y el estructuralismo, por lo menos en una primera etapa de los estudios rupestres, por cierto, centrados en el norte de México. En los últimos años, las disciplinas con las que se aborda la problemática rupestre han sido diversas y muchas de ellas, han incorporado enfoques desde la historia del arte, la estética y la etnografía. No obstante, el enfoque chamánico planteado por Lewis-Williams y Jean Clottes (2001), ha permeado en muchos estudios del arte rupestre en México, que han caído en reduccionismos y hoy han sido fuertemente criticados por no considerar el contexto socio-cultural de los productores de dicho arte rupestre. Hoy día los trabajos sobre representaciones rupestres se han extendido hacia el centro y sur de México, lo que a su vez ha representado la incorporación de otras disciplinas como la arqueología del paisaje (Broda 1991), la semiótica (Domínguez y Rosales 2011) e incluso la epigrafía (Sheseña 2006) para el Área Maya.

Rufino Rodriguez (México): Aunque poco estudiado, el Arte Rupestre en México ha estado tomando auge, siendo los años noventas del siglo pasado cuando esta manifestación artística se ha incrementado en el estudio de la materia con la publicación de artículos y libros por muy diversos autores de diferentes nacionalidades, siendo las disciplinas con mayor incidencia la arqueoastronomía, la historia, la entomología, zoología, etc. No percibo ninguna tendencia en particular.   

Luz Graciela Joly Adames (Panamá): En la República de Panamá, particularmente en la provincia de Chiriquí,  el arte rupestre   ha sido abordado, tanto por investigadores nacionales como internacionales,  desde las disciplinas de:   antropología incluyendo la arqueología, arqueoastronomía, comunicación social, derecho, educación, economía, educación y extensión rural,  recursos naturales, geología,  geografía, geología,  historia, recursos naturales, sociolingüística y turismo.  Se percibe la tendencia hacia el turismo rural, para que comunidades rurales y las y los dueños de fincas agropecuarias, donde se encuentran ubicados muchos de los petroglifos, se beneficien de ingresos adicionales a través del turismo rural, con visitas de turistas nacionales e internacionales a estos sitios de arte rupestre.

Alvaro Martín Brizuela Casimir (Panamá): En realidad, son más las difusiones que hacen personas no especialistas en arqueología, sobre todo por internet. Abordando inclusive cuestiones místicas o planteamientos un tanto descabellados. Desde mi perspectiva, en Panamá hacen falta más estudios del arte rupestre desde la perspectiva arqueológica, histórica e inclusive artística, ya que hay escasos estudios al respecto lo que nos imposibilita abordar estos recursos en una, digamos, tendencia seria desde el punto de vista científico a nivel nacional e inclusive continental.

Cristóbal Campana Delgado (Perú): La gran mayoría de personas estudiosas que abordan el tema lo hace por “amor al arte”, al arte rupestre desde luego y, dentro de estas personas provienen de diferentes disciplinas como profesores de arte, artistas, geógrafos, biólogos, botánicos, historiadores y visitantes con buena voluntad. En los últimos tiempos, los arqueólogos han iniciado una campaña, también con buena voluntad, para que su estudio sólo deba ser asumido por ellos, por tener un título universitario afín, aunque en su preparación académica no hayan recibido una preparación específica  o  que exista una cátedra referente. Es de reconocer que algunos especialistas en Biología han hecho aprontes referentes a especies, familias de animales y plantas de esos ambientes que hayan sido expresados en las grabaciones o en las pinturas rupestres.

Arturo Ruiz Estrada (Perú): Se viene abordando desde la arqueología y la historia del arte. Existen ahora arqueólogos y también historiadores del arte que han comenzado a contribuir a su estudio a raíz de la iniciativa de Rainer Hostnig quien realizó un primer simposio de arte rupestre en la ciudad del cusco el año 2004 . Una tendencia inicial es hacia la presentación, descripción y algo de interpretación de las expresiones rupestres, pero de casos concretos referidos a un solo sitio y carecemos de estudios de áreas para comprender con mayor amplitud el tipo de tradiciones y estilos.

Ulises Gamonal (Perú): Pese a los limitados estudios arqueológicos existentes en la región alto amazónica por lo distante de la capital y el  nulo apoyo económico del Estado  a través del Ministerio de Cultura, arqueólogos y antropólogos con sus propio peculio, efectúan importantes estudios, destacando: Enrique Bautista Quijano de Colombia-Universidad Central, en la confluencia de los ríos Silaco y Marañón y Chinchipe, asentamientos de Pión y Faical; Quirino Olivera Núñez (peruano) en los asentamientos de Jamalca, Yamón, Lonya Grande (Utcubamba, cuenca del Utcubamba y Marañón), Faical (San Ignacio); Federico Kauffmann Doig (peruano) estudios en Yamón (Utcubamba); Alberto Bueno Mendoza y Segundo Leoncio Ramos Avalos (peruanos) en la Cuenca del Chinchipe, Arturo Ruiz Estrada (Cuenca del Utcubamba), Klaus Kochsmieder  (Cuenca del Utcubamba), Jaime Miasta (peruano) en la cuenca del Chinchipe, lo restante con modestia los he venido estudiando y divulgando gradualmente de acuerdo a mis posibilidades económicas. Los estudios enunciados se están abordando desde el punto de vista arqueológico y antropológico fundamentalmente; los asentamientos de Arte Rupestre en esta región carecen de fechado e investigación  en detalle, esto es  la misma realidad en todo el país. En lo referente a tendencias, visto los avances científicos de los últimos años, se trata de dar una hermenéutica hipotética a estas expresiones, faltando el contexto geográfico, ambiental, histórico y ucrológico más profundo, ejemplo: analizar las pictografías, grabados y “Pocitos” partiendo de la cosmovisión de la comunidad local, la utilización más comprometida de la Semiótica, interrelación de pueblos ancestrales, falta dar la interpretación al contexto donde se  ejecutó este maravilloso campo de la creatividad en la vida del poblador de la región. Existe una ausencia total de una Política de Estado para el inventario real, el estudio y la conservación del Arte Rupestre;  los grandes alteraciones climáticas y el nulo interés del estado la preservación del Arte Rupestre,  las exploraciones y explotaciones mineras depredan inmisericordes al Arte Rupestre, las municipalidades sin ninguna supervisión del Ministerio de Cultura construyen trochas y carreteras por todo lugar causando graves daños en los sitios donde existen expresiones rupestres, hace coro la futura construcción de  mega represas hidráulicas en el Alto Marañón que inundarán centenares de kilómetros de los valles de los valles del Marañón, donde abundan  pictografías y grabados. En la acelerada agonía del Arte Rupestre también contribuyen los malos turistas y profesores que conducen estudiantes a los asentamientos rupestres  que los destruyen con el manoseo,  tizado sin control ni orientación alguna.

Jose Gabriel Atiles Bidó (República Dominicana): la república dominicana tuvo su mejor momento en los años setenta hasta los ochenta luego comenzó a declinar por la falta de oportunidades laborales la falta de apoyo institucional, básicamente en la actualidad los estudios rupestres son realizados por aficionados o artistas plásticos interesados en usar la iconografia,  uno que otro arqueólogo nacional o internacionales realizan esporadicamente exploraciones de carácter personal, desvinculadas  de las instituciones y de un plan de estudios con mirar a entender el fenomeno, exploraciones que si bien son importantes aisladas y sin publicar  no contribuyen a fortalecer la ciencia ni los escasos estudios nacionales. la arqueologia aun mas alicaida solo asocia el arte rupestre para ilustrar algún libro o para y las publicaciones son para que la gente tenga un libro bonito que hojear en días de lluvia. 

Domingo Abreu Collado (República Dominicana): Desde la disciplina arqueológica y desde el aspecto muestrario turístico. Es decir, por un lado, las instancias oficiales enarbolan las funciones para las que fueron creadas, pero no realizan labores sostenidas de investigación con el propósito de localizar, proteger y estudiar el arte rupestre aborigen. Desde la oficialidad el hallazgo nuevo es motivo de noticia y nada más. Por otro lado, se da importancia a algunos sitios rupestres en función de su inclusión en la oferta turística o ecoturística, una forma de sumar valor a determinados complejos turísticos. Igualmente se releva el interés de estaciones rupestres para lugares propuestos a ser desarrollados como destinos de visitación manejados por comunidades rurales. En todo caso, son alternativas que de una forma u otra ayudan a conservar los sitios rupestres, aunque solo sea mientras se espera la llegada de un supuesto desarrollo económico que no se decide a abandonar el horizonte y acercarse.

Kay Scaramelli (Venezuela): Ha habido un resurgimiento del interés en el arte rupestre en Venezuela en las últimas décadas, tanto de parte de investigadores formados como antropólogos o arqueólogos, como por parte de pobladores locales quienes ven en el arte rupestre un patrimonio cultural y artístico de la nación que merece difusión y protección. No obstante, son relativamente pocos los profesionales que se dedican a su estudio sistemático.  De Valencia y Sujo publicaron un compendio de sitios con arte rupestre en 1987 y fundaron el Archivo Nacional de Arte Rupestre, donde están almacenados documentos referentes a sitios rupestres en todo el territorio nacional. En la Universidad Central de Venezuela se ofrece un seminario sobre el estudio de las manifestaciones rupestres y varios estudiantes han realizado sus Trabajos Finales de Grado sobre el tema. También en la Universidad de los Andes, y más recientemente, en la Universidad Experimental Francisco Miranda, se forman personas en el estudio de las manifestaciones rupestres.  Se destacan algunas tendencias según la región de estudio. En las zonas norte y occidente del país, donde hay más impacto urbanístico, los estudios del arte rupestre tienden a ser descriptivos, con el objetivo de registrar sitios, documentar las figuras, y, en algunos casos, crear museos comunitarios o centros de documentación locales, para fomentar la divulgación de las manifestaciones y garantizar de alguna manera su conservación. Leonardo Paez ha sido muy activo en la zona de Valencia, donde él y varios colegas han intentado crear conciencia sobre la importancia del arte rupestre y la necesidad de registrarlo y conservar los sitios donde se consigue. Alexi Rojas ha jugado un papel similar en la zona de Vargas. También se ha aumentado el interés en documentar las prácticas y creencias asociadas a los sitios con arte rupestre entre los pobladores locales, aun cuando se reconoce que no sean los autores o descendientes directos de los autores de las figuras. Esta tendencia ha figurado en varios trabajos producidos dentro del marco de la maestría de la Universidad de los Andes y en otros centros de la zona Andina (Ver, p. ej. los escritos de Anderson Jaimes). En la costa, las propuestas sobre la arqueología espacial desarrolladas por Felipe Criado Boado han influido en las interpretaciones del arte rupestre y su contexto (ver tesis de Said Puentes y Marisela Pazos, y Francisco Catalano de la UCV). En cambio, en las zonas indígenas, particularmente en el sur del país, ha habido interés en rescatar las referencias al arte rupestre entre los grupos autóctonas, con la idea que éstas podrían ofrecer luces sobre el significado original y su función entre las sociedades que las producían o reutilizaban. En Amazonas, John Greer elaboró una de las pocas secuencias estilísticas/cronológicas para las pinturas rupestres en el país. Pedro Rivas, por su parte, enfocó sobre las posibles rutas de expansión de portadores de ciertos estilos de arte rupestre, desde el Orinoco hacia las costas y las Antillas.

Ruby de Valencia (Venezuela): Durante decenios en Venezuela los estudios de AR, han sido marginados de la corriente principal de la Arqueología; de hecho ambos estudios se han desarrollado en el país sin mucha interrelación entre ellos. Entre 1980 y 1990, los estudios de AR experimentaron un verdadero “boom” desde el punto de vista técnico y metodológico, al mismo tiempo comenzaron a integrarse a la Arqueología. Sin embargo a pesar de importantes logros y avances el estudio del AR está aún en desarrollo, y su integración a la Arqueología deja mucho que desear. La exploración para la ubicación de los diversos sitios rupestres, se ha llevado a cabo durante años, con equipos humanos de trabajo, siempre inconstantes y con toda clase de restricciones en las dotaciones de campo. Luego de décadas de negligencia, la investigación de las Manifestaciones Rupestres (MR) en Venezuela experimenta un nuevo renacimiento entre 2005 y 2009, con investigaciones de campo, la inclusión de algunos tópicos relacionados con el AR en la Escuela de Antropología de la Universidad Central de Venezuela (UCV). El ANAR –Archivo Nacional de Arte Rupestre- desde su creación en 1985 -Jeannine Sujo (+) y Ruby De Valencia- mantiene una permanente relación con la comunidad a través de conferencias audiovisuales dictadas a colegios, universidades y otras entidades que lo soliciten. Su participación en el medio académico es constante. Viene desarrollando, en el marco de su Programa de Educación ANAR, desde el año 2005, en convenio con la Escuela de Antropología y la Escuela Educación de la UCV el tema de las MR Venezolanas , de forma inter y transdisciplinaria, con el objeto de promover su conocimiento, difusión y preservación en las diversas áreas de aprendizaje, de manera que se involucre en el pensum oficial de los Subsistemas de Primaria y Secundaria; destacando que la educación, capacitación y toma de conciencia, es un proceso permanente, progresivo y coherente, dirigido a la formación de valores, conocimientos y conductas, cónsonas con la Preservación del Patrimonio Cultural, la Conservación Ambiental y el Desarrollo Sostenible. Desde finales de 2011 ANAR en alianza con Ingeniería de Computación , Departamento de Computación y T.I de la Universidad Simón Bolívar (USB), con la finalidad de incentivar el conocimiento y preservación de este Patrimonio Cultural Arqueológico, promueve por medio de las nuevas TIC, el intercambio de información y la transferencia de conocimientos, fomentando la necesidad de contribuir al desarrollo de estrategias de conservación y preservación de los sitios rupestres que se encuentran en emergencia, y promover Sistemas Integrados de Información sobre el Patrimonio Rupestre, para sensibilizar la conciencia pública, sobre la necesidad de proteger este Patrimonio Cultural de carácter universal. Usando y adaptando tecnologías desarrolla aplicaciones apropiadas, para que la información y el conocimiento sobre las Manifestaciones Rupestres Venezolanas fluyan y realmente lleguen a las grandes mayorías en el país, como aporte y estrategia de preservación del Patrimonio Rupestre venezolano de una manera interactiva, atractiva y entretenida, de manera que sirvan para su preservación, además de orientación y base a futuras investigaciones. Las actividades y proyectos del ANAR, se enmarcan en el área de la CONSERVACIÓN PREVENTIVA, impulsando la protección de este Patrimonio Cultural a través de su conocimiento y difusión. En este marco desarrolla el proyecto SISTEMA ANAR (en curso) (1).

Camilo Morón (Venezuela): En Venezuela tenemos una larga tradición de estudios dedicados al Arte Rupestre. Los primeros investigadores se remontan a los Cronistas, quienes consignaron mitos y ritos asociados a los Sitios con Arte Rupestre (SAR). Los viajeros de la Ilustración –Humboldt, entre muchos otros– recogieron in situ mitos e informes de pictografías y petroglifos. Corresponde a Arístides Rojas ser el primer autor nacional de un estudio detallado sobre el Arte Rupestre a finales del s. XIX.  Positivistas, como Lisandro Alvarado y Pedro Manuel Arcaya, les dedicaron páginas y obras más extensas. La obra de Jeannine Sujo Volsky es abosultamente referencial en esta relación histórica. Actualmente, hay dos líneas fundamentales: la gestión comunitaria del legado arqueológico, a través de la creación de museos comunitarios de sitio y la musealización comunitaria de sitios arqueológicos; prácticas sociales que no deben confundirse. La otra tendencia es una interpretación del Arte Rupestre desde la Etnología; ella implica la compresión del Arte Rupestre desde la Mitología, la Arqueastronomía y la relación del Arte Rupestre con la cerámica arqueológica. Esta línea de investigación procura situar el Arte Rupestre en la matriz del pensamiento mítico que lo produjo; los principales exponentes son: Jacqueline Clarac de Briceño, Rafael Delgado, Omar Ydler. Tres de nuestras publicaciones: Piedras Vivas en Falcón (2008), El Estremecimiento del Velo (2008) y Jardines de Piedras (2011) se sitúan en esta línea de investigación. Nuestra Tesis de Maestría versó sobre la musealización comunitaria de la estación de petroglifos El Mestizo, Estado Falcón, Nor-Occidente de Venezuela.

Leonardo Páez (Venezuela): El arte rupestre en mi país no está inserto dentro de una investigación amplia que pretenda evocar aspectos de nuestro pasado antiguo. Es un tema relegado a iniciativas particulares, parcas y dispersas en el país, sin que se nutran unas a otras. El inciso a esta realidad se observa en la iniciativa, en los últimos años, de crear un grupo estable de investigación, de carácter nacional. Sin embargo, los resultados no son los más satisfactorios, en tanto que no se ha avanzado en la consolidación de estrategias que conduzcan a la colocación del estudio del arte rupestre como herramienta para la comprensión de nuestras raíces socio-históricas-culturales. En fin, no se han podido romper las barreras geográficas y cada investigador anda en su “parcela”, de manera aislada. Asimismo se han promovido desde la academia algunos eventos que han ayudado a la divulgación de los estudios y al intercambio entre los investigadores. La tendencia es mínima hacia la sensibilización y valoración, frente al avasallante crecimiento de los factores de riesgo de destrucción, la desidia y el desdén.

 

3. ¿Qué rol considera que está cumpliendo
el arte rupestre en las dinámicas socioculturales en su país?

Danae Fiore (Argentina): por ahora considero que el arte rupestre no está jugando un rol explícito en las dinámicas socioculturales del país, a excepción de programas de protección de zonas y sitios con arte rupestre de alto valor como patrimonio cultural arqueológico y/o que se encuentran emplazados en circuitos turísticos (ya sea parques nacionales o campos privados explotados turísticamente). En estos casos el desarrollo de planes de manejo ha ido creciendo en las ultimas décadas.

Ana María Rocchietti (Argentina): Estimo que permanece –básicamente- en el dominio de los expertos y todavía no logra un lugar académico en el curriculum de las carreras de grado (cátedras, seminarios) y de posgrado (especializaciones).

Andre Prous (Brasil): El conocimiento del público en general es aún limitado. Pero la creación de 3 parques ricos en arte rupestre (siendo el más famoso, de la Serra da Capivara), programas de televisión (en los años de 1990) y la publicación reciente de varios libros bien ilustrados empiezan a cambiar esta situación. Programas de educación ambiental en las regiones donde hay proyectos impactantes llevan el conocimiento del arte rupestre a grupos populares del campesinado. En el parque de la Serra da Capivara, la economía de la pequeña ciudad de São Raimundo Nonato fue transformada por la proximidad del parque; jóvenes trabajan en las investigaciones y como guías, hay mucha artesanía inspirada en las pinturas rupestres; se construyó una pista para aviones.

Edithe Pereira (Brasil): Los sítios com arte rupestres son considerados como de alta visibilidad y eso les convierte en un importante atractivo turístico que empieza a ser considerado en el país. En algunas regiones de Brasil hay sítios con arte rupestre que reciben visita pública organizada y que generan recursos complementarios para las comunidades que viven en el entorno de los sítios. Sin embargo, hay muchos otros sítios que son visitados pero sin organización y eso genera problemas diversos siendo el mayor de todos la destrucción del arte rupestre. Iniciativas importantes como el Parque Nacional Serra da Capivara (Piauí) deben servir de ejemplo para otras partes del país.

Maria Coimbra de Oliveira (Brasil): Hoje em dia está muito em voga a questão social e econômica voltada pra arqueologia, principalmente para os sítios de arte rupestre. O turismo cultural vem sendo visto em meu país como uma alternativa de desenvolvimento local, principalmente por que a maioria dos sítios com arte rupestre se encontram instalados em comunidades de difícil acesso e carentes. No entanto, as autoridades pertinentes ao assunto tem tomado o cuidado de iniciar junto com processos assim, trabalhos de educação para a preservação do patrimônio. Em Rondônia, no sudoeste amazônico, estado vizinho da Bolívia, há uma experiência singular: uma comunidade, com o auxílio de museu municipal de arqueologia, está desenvolvendo atividades de gerenciamento de um sítio arqueológico com arte rupestre. O que tem trazido geração de renda local, ainda pouca, mas crescente.

Sonia Victoria Avilés Loayza (Bolivia): Lastimosamente, por el momento el rol es mínimo. Ya expliqué en la anterior respuesta, que se ha difundido muy poco el valor histórico y la importancia sociocultural no sólo del arte rupestre sino de la arqueología en general. Salvo cuando el flujo turístico es importante y repercute en la economia local, como  es el caso de la Roca Esculpida de Samaipata a la que me referí en la primera respuesta, que además ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad UNESCO. Estos elementos turismo-economía y el reconocimiento internacional han sensibilizado a la opinión pública y a las autoridades, quienes hoy en día prestan mayor atención a uno de los monumentos más representativos del arte rupestre de nuestra América.

Patricio Bustamante (Chile): En Chile se vive una aplicación desenfrenada y desenfadada del modelo de economía neoliberal. Esto ha implicado que todo el quehacer económico, científico e intelectual esté orientado desde el gobierno a favorecer el desarrollo del libre mercado. Esto implica que aspectos como la cultura y sobre todo la cultura ancestral en muchos casos son vistos como un estorbo, un “obstáculo para el desarrollo”, así por ejemplo no existe respeto por el convenio 169 de la OIT, ratificado por Chile (ver fuente 1),  que obliga al estado y a las empresas a realizar consultas vinculantes a los pueblos originarios cada vez que se realice un proyecto que los afecte en su territorio. El caso más notable es la persecución al pueblo mapuche, cuyas protestas son silenciadas aplicando la ley anti terrorista. La situación del pueblo Mapuche ha sido objeto de diversos informes de Derechos humanos (ver: fuente 2) . El caso del arte rupestre es especialmente relevante por cuanto muchas veces los Sitios con Arte Rupestre (SAR) están localizados en el mismo emplazamiento donde se construirá un complejo minero, una hidroeléctrica u otro, lo cual trae como consecuencia que las obras rupestres, sean descontextualizadas y en el mejor de los casos terminan en un parque rupestre, o abandonadas y aún peor, “desaparecidas” como hemos denunciado en el caso de El Mauro. En el mejor de los casos terminan en el interior de un museo, fuera de todo contexto, por lo cual si bien se conserva el objeto, se pierde su significado (normalmente desconocido) y su relación con el entorno.

Álvaro Botiva (Colombia): A raíz del desconocimiento de esta manifestación cultural que contaba con muy pocos investigadores dedicados al tema –fundamentalmente dedicados a su registro como objeto estético– se inició desde el año 2000 el programa de divulgación de arte rupestre a través de la publicaciones mencionadas y los talleres, actividad cultural que activa el conocimiento del arte rupestre por todo el país, especialmente a través de las casas de cultura municipales y a partir del cual se han generado diversas dinámicas de investigación (especialmente de documentación) y de apropiación social a través del turismo.

Pedro María Arguello García (Colombia): El arte rupestre continúa siendo un objeto casi invisible, por lo que la conclusión sería que no cumple ningún rol en las dinámicas socioculturales del país. No obstante he podido observar como en los últimos años diferentes grupos han comenzado a apropiarse del tema y a usarlo como herramienta reivindicativa. Esta tendencia hace parte de un fenómeno aun más general en el cual el pasado, y con él algunos bienes tangibles, se convierten en instrumento político.

Diego Martínez Celis (Colombia): Como manifestación del pasado indígena, el arte rupestre en Colombia siempre han jugado un rol en el imaginario de muchas comunidades. El impacto de la colonización europea permeó y tergiversó pero no anuló la potencia simbólica de estos sitios. Si bien, se perdió su significación original, estas manifestaciones siempre han connotado significados a colonizadores,  indígenas reducidos, cronistas, representantes del clero, viajeros científicos, campesinos, o académicos de diversa índole. En la actualidad su reconocimiento como Patrimonio Cultural lo ha dimensionado como un recurso cultural al que muchas comunidades o sectores de la sociedad quieren acceder o disfrutar. Si bien se ha naturalizado desde la Ley que se trata de un Patrimonio Arqueológico,  la valoración actual de los sitos es mucho más compleja: están siendo reclamados como referentes simbólicos –incluso como “lugares sagrados”– por parte de comunidades indígenas o en vías de reetnización (p.ej. “neomuiscas”) que aspiran a su apropiación como reivindicación y legitimación de territorios que consideran ancestrales;  son espacios idóneos para la práctica de turismos alternativos (cultural, de aventura, ecológico o étnico); espacios para la interpretación del pasado o el paisaje (Parques Arqueológicos) e incluso, y de manera relevante aunque como casos aislados, se están constituyendo en espacios de resistencia ante el avance de dinámicas del desarrollo (obras civiles, explotación minera, ampliación de frentes urbanos, etc.) que algunas comunidades (p.ej en Soacha o en el valle de Sogamoso)  reclaman  para su protección y manejo amparándose en la condición del arte rupestre como bien público del patrimonio cultural. Desde esta perspectiva se esta haciendo evidente que estos sitios trascienden su naturaleza “arqueológica”, como simples objetos de estudio académico valorado mayoritariamente por ciertas elites,  para instalarse en una dimensión mucho mas amplia en la esfera de lo social, cultural y económico, matizada por la necesidad de las comunidades de usufructuar estos espacios en reclamo de derechos vulnerados o como oportunidad para involucrarse y no “sucumbir” ante el avance de dinámicas depredadoras del desarrollo (p.ej. mediante su declaratoria como Áreas Protegidas o su aprovechamiento como espacios para el turismo).

Racso Fernández Ortega (Cuba): Debemos reconocer que aun cuando en algunos círculos académicos, estudiantiles y del público en general se ha logrado incentivar la preocupación y el interés por el dibujo rupestre en todo su espectro, este segmento sigue siendo bastante reducido, pero ha sido capaz de promover numerosas iniciativas en pos de que las dinámicas socioculturales creadas no queden reducidas a su seno. Al mismo tiempo consideramos que las acciones desarrolladas por este sector representan el inicio de un importante movimiento singular, que va creando los cimientos necesarios para que el dibujo rupestre tenga un mayor protagonismo en las dinámicas socioculturales vinculadas al reforzamiento de la identidad cultural, el sentido de pertenencia hacia el patrimonio cultural y natural local, el interés por el estudio de las historias regionales vinculados a las pueblos originarios y sus formas de vida y cultura, y el fomento de un turismo sustentable que garantice el desarrollo socioeconómico bajo el precepto de lograr la armonía entre el ambiente de las estaciones rupestres y sus alrededores, y las modificaciones propuestas para su puesta en valor de uso; además del control permanente y sistemático de su estado de conservación y protección.

Diego González Ojeda (Ecuador): Aunque no puedo hablar por el país, la gráfica prehispánica todavía es vista como parte del folklor. Fuera de los escasos círculos especializados todavía no se cuenta con mayor difusión de los estudios científicos. Sí está teniendo cabida el aspecto visual en la producción artesanal (ejemplo, la Fundación Sinchi-Sacha en Quito y lo que se ha producido desde la Universidad Técnica Particular de Loja, en la que trabajo).

Lucrecia de Batres (Guatemala): Ninguno. El arte rupestre, va y viene de vez en cuándo en el quehacer arqueológico, lamentablemente. Tampoco existe algún interés por incluirlo en listas del patrimonio y no hay proyectos con recursos suficientes que permitan abordarlo. Los esfuerzos que se han hecho por estudiarlo, son limitados, aislados o proceden de la Autoridad, ante una denuncia. La Autoridad, tampoco presta atención a las denuncias ni por preservarlo. Así, que en la misma medida, el arte rupestre se ve afectado. Alguna atención se le presta al arte rupestre que procede de la región maya central (Petén).

William Breen Murray (México): Es visto como un elemento del patrimonio nacional, pero salvo en contados casos, su estudio científico permanece casi oculto al público en general. Sus imágenes ambiguas despiertan toda clase de asociaciones con la cultura moderna que aparecen en la prensa y los medios masivos. En general, su presencia no es vinculada a las culturas o los usos y costumbres de los grupos  indígenas actuales.

Josuhé Lozada Toledo (México): En algunos sitios como Áreas Naturales Protegidas o lugares con alto potencial turístico, debido a la belleza de sus paisajes, el arte rupestre funciona como un agregado para la atracción de turistas. Por tanto, las comunidades han incorporado un discurso y han revitalizado el simbolismo de muchos paneles rupestres que sirven para explicar la cosmovisión de los grupos étnicos a los turistas, quienes inciden en el desarrollo económico de las etnolocalidades. En ese sentido, el arte rupestre funciona como un medio que permite generar riqueza para algunos habitantes del mundo rural mexicano, y en otros casos, debido a la constante presencia de turistas y al nulo control o protección del patrimonio cultural, dichos sitios son sede constante de actos vandálicos, que van desde pintas, incisiones sobre la roca hasta su destrucción o saqueo.

Rufino Rodríguez (México): Muy poco, ya que inclusive el tema es mínimamente abordado en los libros de texto, algunas televisoras eventualmente en los estados del norte de mi país pasan reportajes que son elaborados por entusiastas como yo de este arte y que tienen la oportunidad de poder colaborar en su difusión.

Luz Graciela Joly Adames (Panamá): Como mencioné anteriormente en la respuesta a la pregunta No. 2, considero que el arte rupestre está jugando principalmente el rol de atracción turística en las dinámicas socioculturales en Panamá, particularmente en la provincia de Chiriquí, donde desde el 2003 se creó el Parque Arqueológico y Museo de Nancito, en el corregimiento de Nancito, distrito de Remedios, provincia de Chiriquí.  Este es un sitio con más de veinte petroglifos in situ, incluyendo cópulas o tazones.  El Instituto Nacional de Cultura  (INAC), de Panamá,  compró a tres  cercos para ganado, donde estaban ubicados estos petroglifos en Nancito, para crear el Parque Arqueológico y Museo de Nancito.  En el 2013, el INAC contrató al Arquitecto Héctor Palacios, especialista en arquitectura de restauración patrimonial, para que rediseñara el museo en Nancito.  En abril y mayo de 2013, turistas residentes estadounidenses en Boquete, Chiriquí, solicitaron a mi persona que les sirviera de guía, en inglés,  al Parque Arqueológico y Museo de Nancito, después que en febrero de 2013 me solicitaron que les diera una charla ilustrada, in inglés,  sobre petroglifos en Chiriquí.   Tanto en la charla como en las giras, muchos de estos turistas residentes en Boquete, Chiriquí, compraron el libro Conoce el Arte Rupestre en Panamá: Algunos Petroglifos en Chiriquí—Libro para leer, colorear, jugar y aprender (2007), del cual fui la compiladora de varios artículos de diferentes profesionales.  También en el 2013, Antonio Singh, un promotor cultural en Chiriquí, puso a la venta en tiendas para turistas en Boquete, Chiriquí, sweaters/sudaderas/camisetas,  en diferentes colores, con el diseño de un petroglifo, y la leyenda “Petroglifo en Chiriquí, Panamá”. Además, en el 2013, la Representante Elis Ríos, del corregimiento de Caldera, distrito de Boquete, y la Junta Comunal de Caldera, decidieron invertir los fondos que les asignaba a este corregimiento la Hidroeléctrica González Revilla por la represa e hidroeléctrica que construyeron en este corregimiento, para hacer una cerca de piedras, tradición del área, alrededor de la Piedra Pintada de Caldera,  una puerta de madera y un rótulo tallado en madera, con el título Parque Piedra Pintada de Caldera.   El dueño del potrero para ganado bovino donde está ubicado este petroglifo, y quien reside en la comunidad de Caldera, dio su anuencia para que se hiciera la cerca de piedra y la puerta de madera para delimitar el área del petroglifo. En mayo de 2013, visitaron el Parque Piedra Pintada de Caldera,  la Mágister Maureen Sánchez, Antropóloga de la Universidad de Costa Rica, en San José Costa Rica, visitó con trece estudiantes de la UCR, y Patricia Rojas, Antropóloga del Recinto de Golfito de la UCR.  En esta gira académica de la UCR, también visitaron la finca Sitio Barriles, de la familia Landau Haux, en Volcán, Chiriquí.   Desde la década de 1990, la familia Landau  Haux ha creado en su finca en Barriles, Volcán,  un parque temático que incluye petroglifos que esta familia ha reubicado de otros sitios de su finca.  El equipo arqueológico alemán-suizo Piedras Vivas, coordinado por Martín Künne e Ines Beilke-Voigt, dirigieron la excavación, en el 2001, en  el  Jardín Temático Sitio Barriles de don José Luis Landau y doña Edna Haux de Landau, como parte del primer curso de arqueología y arte rupestre, organizado por mi persona en la Extensión de Tierras Altas de la Universidad Autónoma de Chiriquí. En relación a este curso,  Martin Künne e Ines Beilke-Voigt publicaron en el 2009 el artículo “Mito y realidad: una excavación arqueológica en el sitio Barriles, Panamá y sus consecuencias sociales.“ en la revista Vínculos (Volumen 32, Números 1-2, pp. 107-132, San José: Museo Nacional de Costa Rica).   En el 2008, la Vicerrectoría de Investigación y Posgrado de la Universidad Autónoma de Chiriquí, colocó en la página web  www.unachi.ac.pa el artículo “Fechas por Radiocarbono de la Excavación Arqueológica en el Sitio Barriles Bajo (BU-24-I), Chiriquí, Panamá” , de Inés Beilke-Voigt, Luz Graciela Joly y Martín Künne. En el 2012,  la Profesora Asistente Eyka Atencio, del Departamento de Historia, Universidad Autónoma de Chiriquí, recibió un subsidio de la Vicerrectoría de Investigación y Posgrado, para investigar, llevar estudiantes ngäbe en la UNACHI, a Llano Ñopo, en la Comarca Ngäbe Bugle y realizar una labor social  de educación no-formal con madres y padres de familia en la escuela y colegio en Llano Ñopo.  El arqueólogo costarricense Denis Naranjo Masis,  colabora  con la  Prof. Atencio  en esta labor y ha realizado prospecciones arqueológicas en la cercanía del petroglifo en Llano Ñopo, en base a la hipótesis de la arqueóloga panameña Julia Mayo, quien infirió que los petroglifos cercanos a el Parque Arqueológico de El Caño, provincia de Coclé, señalaban el sitio de un enterramiento importante.  Julia decidió realizar una excavación arqueológica  en El Caño, provincia de Coclé, con el patrocinio de la National Geographic, el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, y la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología de Panamá—Ver edición de enero de 2013 de la revista de la National Geographic. En cierta manera, la creencia popular se asemeja a la  hipótesis de la arqueóloga Julia Mayo, con la diferencia que los “tesoros” no están debajo de los petroglifos, pero tal vez sí en sus cercanías.   Turistas residentes en Boquete, Chiriquí,  han sugerido que se debe realizar una excavación arqueológica en el Parque Arqueológico de Nancito, Remedios, Chiriquí.

Alvaro Martín Brizuela Casimir (Panamá): En los casos donde juegan alguno, percibo dos vertientes: a) Recursos culturales de aprovechamiento en incipientes proyectos turísticos en los que inclusive se han replicado diseños en algunos objetos artesanales. b) Como elementos de valor cultural que se reconocen y utilizan al momento en que colectivos o vecinos del lugar se contraponen a determinados proyectos de "desarrollo" -por ejemplo hidroeléctricas-. Caso que ha ocurrido esporádicamente no solo con el arte rupestre sino con otros recursos precolombinos.

Cristóbal Campana Delgado (Perú): Prácticamente, ningún rol. Esto se debe a que no existe una política educativa que incentive el conocimiento de esta expresión cultural en la niñez, y en otros niveles educativos, más que nada por su desconocimiento. Existen algunas acciones cuando se trata de edificios precolombinos. Los sitios con Arte Rupestre son muchos y muy desconocidos. Salvo las oportunidades que da Rupestreweb no existen otras entidades que sin costos económicos, publiquen los “descubridores” y esto que podría ser simplicidades, como no se hacen públicos los hallazgos, todos creen ser, cuando encuentran algún sitio. Creemos que las comunidades que viven en zonas cercanas podrían asumir su cuidado y defensa, crear una actitud cívica para que los niños y jóvenes obtengan créditos educacionales por esta función, pero previa prelación como parte de una política educacional.

Arturo Ruiz Estrada (Perú): Algunos pueblos están reconociendo su valor como uno de los aspectos de la producción cultural prehispánica que ayuda a entender los logros culturales y tecnológicos de nuestros ancestros.

Ulises Gamonal (Perú): Como se ha señalado anteriormente el Arte Rupestre en el Perú por las alteraciones climáticas y ambientales y la falta de una política del Estado en el registro, estudio y conservación está en agonía, por ello necesita un SOS, veamos la destrucción de los petroglifos de Toro Muerto por solo mencionar en la región Arequipa. El Arte Rupestre en determinada época de su existencia cumplió gran papel en los sabios.

José Gabriel Atiles Bidó (República Dominicana): Fijate las contradicciones de la vida, mientras los estudios son cada vez más deprimidos, la iconografia invade las artesanías, los hoteles de cuatro o cinco estrellas la usan en toda sus decoraciones, marcas publicitarias camisetas y logos pululan, en las artes plásticas hay un fenómeno de manera que son un producto exitoso, y las cuevas con arte rupestre son explotadas a más no poder.

Domingo Abreu Collado (República Dominicana): Ninguno o muy pobre. En términos generales, y con pocas excepciones, las tendencias desarrollistas actuales impulsan entre la gente actitudes de desprecio hacia lo pasado y sobrevaloración de las posibilidades de “desarrollo”, incluso en las tendencias artísticas.Ocasionalmente algún artista plástico propone algo relacionado con el arte rupestre, pero solo como tendencia pasajera, sin una vinculación sostenida a determinado sitio rupestre o a determinado estilo rupestre.Nuestras dinámicas socioculturales son víctimas en estos momentos de manipulaciones provenientes de propuestas neodesarrollistas que desvinculan a la gente de su medio y de su pasado, aparte de la ruptura que significó para nuestra gente la desaparición de las culturas que crearon las muestras rupestres que en número de  varios miles se encuentran diseminadas en toda la Isla de Santo Domingo.

Kay Scaramelli (Venezuela): Lamentablemente, en este momento, el arte rupestre es poco conocido y su estudio es poco desarrollado en la mayor parte del país. En algunas comunidades existe interés en fomentar su estudio y sacar provecho de su presencia a fin de crear fuentes de trabajo asociado al turismo, pero han habido pocos pasos positivos en esta dirección. El ANAR, y más recientemente, la creación del SEMARVE (Sociedad para el Estudio de las Manifestaciones Rupestres en Venezuela) han servido como base para fomentar la concientización e investigación del arte rupestre, al igual que el censo que realizó el Instituto de Patrimonio Cultural que incluyó en sus registros diferentes sitios con arte rupestre. 

Ruby de Valencia (Venezuela): Es importante explorar los múltiples papeles que puede jugar el AR, como parte integral de la Arqueología, en la conformación de la identidad sociocultural regional y nacional. Entre 2004 y 2007 el IPC –Instituto de Patrimonio Cultural-, órgano rector de carácter nacional en materia de patrimonio cultural, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, realiza el “1er Censo del Patrimonio Cultural Venezolano”, con el objetivo de garantizar la permanencia de una gestión diseñada desde el interior mismo de las comunidades y basada en un reconocimiento general de nuestros valores y bienes culturales, materiales e inmateriales de una Venezuela multiétnica y pluricultural. Este censo constituyó una primera aproximación desde la perspectiva de las comunidades y una ocasión especial que permitió participar a los ciudadanos en la identificación de sus manifestaciones culturales, en la creencia de que solo el conocimiento de nuestros valores nos permitirá protegerlos y disfrutarlos. Las primeras fichas utilizadas para el registro del Patrimonio Cultural en 2004, lo clasificaron en 5 categorías: Patrimonio arquitectónico, natural, mueble, arqueológico y vivo, subdivididas además en otras categorías, resultó inadecuada, por lo complicada que era y poco didáctica, pues estaba basada en fichas de inventario diseñadas para ser llenadas por técnicos en el área de Patrimonio asumiendo solo sitios con Pinturas Rupestres y / o sitios con Petroglifos, y las comunidades por desconocimiento, en muchos casos no asumían como patrimonio los sitios rupestres cercanos. En 2005 después de la 1ª fase de registro y detectando esa situación, se hacen cambios a la ficha que incluyeron 5 nuevas categorías sin subdivisiones: •Los Objetos, •Las manifestaciones colectivas, •La creación individual, •Lo Construido y •La Tradición Oral. A pesar que para su implantación se dictaron talleres de inducción en varias regiones y a todas las Unidades Técnicas Operativas, así como a los coordinadores regionales y estadales, el tema de las Manifestaciones Rupestres (MR) , prácticamente fue poco registrado y en muchos municipios a pesar de estar inventariado por ANAR y otros investigadores, brilló por su ausencia. Hemos detectado a raíz del mencionado Censo, diversas irregularidades en torno al Patrimonio Rupestre de los Municipios, basados principalmente en: •Desconocimiento del valor e importancia de este patrimonio cultural arqueológico, •Falta de sentido de pertenencia por parte de la población ante estos bienes patrimoniales. •Discontinuidad de actividades (cuando las hay) y/o labores como visitas guiadas a las zonas con sitios rupestres, •Falta de lineamientos estratégicos por parte de las autoridades, Instituciones y organizaciones comunitarias. Es importante el creciente interés en el AR y el reconocimiento del rol de las comunidades locales, tanto para la detección de los sitios rupestres, como para su protección, aunque es de suma importancia la capacitación teórico-práctica respecto al tema, de las comunidades cercanas a los mismos.

Camilo Morón (Venezuela): Sin dudas, es un rol marginal e insignificante. Pero aquí debemos hacer algunas precisiones. Hemos de distinguir entre la memoria colectiva y las políticas del Estado venezolano. La memoria colectiva aún conserva referentes culturales al Arte Rupestre y las Piedras Míticas: tradiciones, ritos, toponimia, leyendas. Para poner estos referentes en evidencia se requiere de una “arqueología de la oralidad”. En cuanto a la política cultural del Estado venezolano en materia del patrimonio arqueológico, es pobre e invertebrada; incluso el marco jurídico puede ser descrito como difuso y contradictorio.  Un marco legal que va desde la Constitución, las Leyes y las Providencias Administrativas que se acata pero no se cumple. A esto debemos sumar las taras del centralismo, el burocratismo y el academicismo que gravitan sobre la gestión del patrimonio arqueológico en los entes “incompetentes” del Estado. Paralelamente a esta “realidad” debemos oponer la “potencialidad” del Arte Rupestre como fuente de riqueza espiritual y material en la medida de su gestión socialmente solidaria y ambientalmente sustentable. Pero ello requiere un cambio radical de perspectiva y acciones, cambio que no vendrá del Estado y su funcionariado.

Leonardo Páez (Venezuela): Es muy poco lo que el arte rupestre aporta. Es un tema arcano, conocido sólo en el mundo antropológico y en parte por el artístico-cultural del país. En las políticas socio-económicas y culturales del gobierno nacional, regional o local, el arte rupestre simplemente “no existe”. En las áreas de mayor crecimiento demográfico, está condenado a desaparecer. Son rocas inermes que en nada contribuyen al desarrollo endógeno comunitario; no hay iniciativas de cambio a esta realidad.

4. ¿Qué problemática están presentando los sitios
con arte rupestre en su país?

Danae Fiore (Argentina): Según la información que manejo, creo que existen dos problemáticas principales. La primera es la relativa a que aún falta realizar más planes de manejo de sitios así como programas de divulgación de información para simultáneamente proteger a los sitios pero también dar al público información actualizada que les permita conocer sobre la existencia de estos sitios y valorar sus imágenes, su contexto arqueológico y paisajístico y sus implicaciones para el conocimiento sobre los productores de éstas - los pueblos originarios del actual territorio argentino. La segunda problemática es que actualmente existe un gran debate generado desde algunas asociaciones de pueblos originarios acerca del rol que cumplen los arqueólogos en la construcción del conocimiento sobre el pasado y en el acceso y protección del patrimonio arqueológico. En muchos casos se está observando que existen visiones muy prejuiciosas, desde mi punto de vista, sobre las dinámicas de trabajo de los arqueólogos, lo cual impide o retrasa no solo los trabajos de campo sino también lamentablemente no ayuda a la protección de los sitios ni a la socialización de la información sobre este patrimonio cultural arqueológico, que, es de valor nacional y debería ser protegido para y por todos, consensuando siempre los objetivos y las vías para lograrlos. 

Ana María Rocchietti (Argentina): La problemática fundamental es su preservación, documentación precisa e inventario.

Andre Prous (Brasil): Las modificaciones ambientales (p. ej. la retirada de árboles en la entrada de los aleros) y las  visitas no controladas de turistas son un peligro para la preservación de los sitios con grafismos rupestres. La construcción de represas hidroeléctricas  provoca la inundación de rocas grabadas en la parte baja de los valles (situación frecuente en la Amazonía).

Edithe Pereira (Brasil): La destrucción y el vandalismo en los sítios con arte rupestre son los problemas más graves. La destrucción tiene niveles distintos que van desde el indivíduo que por desconcimento o por puro vandalismo hace daño al património arqueológico; y hay la destrucción de grandes dimensiones propiciadas por los grandes emprendimentos, particularmente las hidrelétricas. En Amazonía la mayor parte de los grabados rupestres está en los ríos (en sus orillas, en islas o en cascadas) y con la construcción de las hidroeléctricas suelen quedarse sumergidos. La documentación de esos sítios y sus grabados debería ser intensa, minuciosa, detallada, sin embargo, el tiempo del emprendedor nunca es el mismo que debería ser para salvar dignamente el patrimonio arqueológico. Las pérdidas son enormes.

Maria Coimbra de Oliveira (Brasil): A conservação tem sido um dos problemas mais atuais  e difíceis de se resolver. Problemas de ordens antrópicas e naturais. Antrópicas: muitos sítios estão em área de pastagens, ficando acessível ao pisoteio do gado e também às suas defecções. Naturais: proliferação de fungos e musgos vem danificando painéis gráficos em rochas principalmente de arenito, que se desagregam com mais facilidade.

Sonia Victoria Avilés Loayza (Bolivia): El principal problema es la falta de difusión del arte rupestre en la sociedad. Es necesario dar a conocer a través de publicaciones la existencia de los diversos sitios de arte rupestre que Bolivia tiene, de manera que la gente conozca y comprenda el porqué es necesario preservarlos.Tenemos que preparar el terreno de la cultura a través de la documentación y divulgación de datos científicos en pro de una pedagogía cultural específica. Tarea que no es fácil en Bolivia, Rupestreweb sabe con cuanta dificultad me encontré por difundir estos conocimientos, con el único interés de que el público conozca, valore y cuide estas joyas del pasado.

Patricio Bustamante (Chile): Los sitios arqueológicos y los Sitios con Arte Rupestre (SAR) son vistos por parte de las autoridades y emprendedores privados como medios para desarrollar “rutas turísticas” que signifiquen fuentes de ingreso para empresas e individuos que en la mayoría de los casos no tienen una preparación adecuada. En esto participa activamente el Sevicio Nacional de Turismo SERNATUR (ver fuente 1), que abre rutas, con variadas ofertas, sin una preparación adecuada y sin aportar recursos y especialistas que aseguren la preservación del patrimonio en el largo plazo, lo cual pone una sombra de duda sobre el futuro de estos sitios, que muchas veces son protegidos solo por los lugareños, sin apoyo de especialistas. Muchas veces las rutas y los sitios son abiertos con gran propaganda, pero luego no existe la preocupación de hacerles un seguimiento adecuado, con lo cual languidecen por un tiempo y luego quedan en el olvido expuestos al vandalismo y al pillaje. En el caso particular del Valle del Encanto hemos tenido que hacer presentaciones durante años ante la Contraloría General de la República  (ver fuente 2), denunciando los intentos de la Familia Luksic (la mayor de Chile, propietaria entre otros del tranque El Mauro) por apropiarse de este sitio colindante a Viña Tabalí de su propiedad, con el objeto de convertirlo en uno de sus emprendimientos turísticos (ver fuente 3). Conocido el historial de daño patrimonial de estos propietarios de Minera Los Pelambres, solo se puede augurar el más negro futuro para el Valle del Encanto si el Estado Chileno les  permite intervenirlo. A cargo de este proyecto pretendían poner a un Historiador, que firma como arqueólogo que fue sancionado por la Contraloría General de la República por su actuación ilegal en el caso El Mauro. Este es solo uno de los dramáticos ejemplos en que el patrimonio se ve amenazado por un uso mercantilista.

 

Álvaro Botiva (Colombia): Los sitios con arte rupestre se están destruyendo principalmente por dos razones: vandalismo, dado el desconocimiento que aún se tiene del tema, porque no existe la memoria cultural sobre esta manifestación y termina invisibilizada; y segundo por el auge del desarrollo (urbanismo, explotación de recursos mineros, obras de infraestructura, etc.). Pero valga el cuestionamiento a las entidades del Estado que conocen en teoría la legislación pero no la aplican. El arte rupestre, que sobra decirlo se encuentra en su sitio original, sigue sin ser de interés, la mejor prueba de ello es responder ¿qué entidad del Estado lleva un registro de estas manifestaciones, un inventario que sirva como mínimo para saber dónde, cuántos Sitios con Arte Rupestre (SAR) existen, en qué estado se encuentran y cuál es la política concreta frente a su estudio, protección, preservación,  conservación y divulgación?. Sea oportuno traer a colación el caso del Parque Arqueológico de Facatativá cuyos terrenos se expropiaron por la década del 40 del siglo XX para la creación del parque ante la alteración de las paredes con pinturas al extraer postes para cercas. En alrededor de 60 murales se plasmaron en caprichosas formaciones rocosas muchas pinturas que se pueden observar, aun hoy día. En la década de los 60 Colcultura, que lo veía como una carga, lo da en comodato a la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca -CAR, entidad que es directamente responsable de la alteración y destrucción del 80% de las pinturas indígenas, al permitir hacer asados bajo las piedras. Un parque para la recreación pasiva se convirtió en canchas de fútbol, en lugar para hacer “piquetes” o “paseo de olla”, en donde además la contaminación por la entrada de cientos de vehículos semanales era impresionante. Imposible dejar de mencionar que el desconocimiento y abandono de este legado cultural ha llevado a su lamentable estado de deterioro. Pero como aún es posible su rescate, mediante su divulgación, se espera sensibilizar a la población para qué tome conciencia de su valor y genere acciones frente a la necesidad de preservarlo. Durante un largo periodo gestioné ante la CAR la restauración de las pinturas y la restitución del estado del parque con el argumento de ser un patrimonio arqueológico y por lo cual el juzgado de Facatativá falló en contra del Ministerio de Cultura y de la CAR, por lo que tenían y tienen la obligación de atender la sentencia de la acción popular interpuesta ante el deterioro del parque. El suscrito como funcionario del ICANH, encargado ad honoren, solicitó a la CAR su devolución en el estado que se le entregó, lo cual de hecho era imposible. Me opuse a que se le entregara a la administración pública del municipio. Así en diciembre del año 2007, junto con el antropólogo Pedro Arguello, realizamos el “Registro del estado actual de las pinturas rupestres del parque arqueológico de Facatativa Cundinamarca Colombia”, documento con el cual tristemente el parque –que para el Ministerio de Cultura seguía siendo una carga– se lo entrega en el año 2009 a la administración municipal, (año en el cual el suscrito sale pensionado). En 2008, en compañía de Diego Martínez, inauguramos en la Casa de la Cultura de Facatativá y luego en predios del parque la exposición “Parque Arqueológico de Facatativá, Patrimonio Cultural, memoria e identidad”, como un intento de iniciar una verdadera valoración pública de este patrimono arqueológico a través de su interpretación y divulgación. Pero estas acciones requieren de planeación a largo plazo y por eso planteamos en 2011 el Programa de Interpretación Integral, que desafortunadamente no ha tenido continuidad con la actual administración municipal (evidencia del problema y riesgo de delegar el manejo del Parque a administaciones políticas que cambian cada 4 años). Ante estas situaciones hoy uno ve con asombro la aparición de quienes jamás se interesaron en el parque ni en el arte rupestre, que participan para la restauración y la documentación como una oportunidad de negocio aprovechando tanto los recursos que destinó la CAR como los del IVA, repitiendo acciones ya realizadas como la documentación (tantas veces realizada) o las desastrosas intervenciones en conservación. Se ha perdido la memoria de los desmanes producidos cuando mediante el concurso de profesionales se aplico Paraloid a varios murales o cuando se intentó eliminar los grafittis de la piedra 16 del parque alterando mucho más el mural con pintura rupestre. Y se podrían aludir muchos casos más, la situación del Parque de Chivonegro en Bojacá que corre con peor suerte, nada diferente a las Rocas de Suesca donde los escaladores tienen sus rutas y dejan sus graffitis... Pero ¿qué ha hecho el Estado ante esta problemática? realmente poco o nada.

 

Pedro María Arguello García (Colombia): a) Vandalismo (consiente e inconsciente) por parte de las personas que habitan en cercanía de los sitios. b) Destrucción ocasionada por la ampliación de la frontera urbana y de la infraestructura. c) Amenaza creciente por mal manejo de los sitios. Por ejemplo el turismo.

 

Diego Martínez Celis (Colombia): Más allá de las evidentes alteraciones de índole natural (que no deberían verse como afectaciones sino como eventos inherentes a la calidad de los sitios como evidencia arqueológica), sin duda aquellas de origen antrópico (graffiti, explotación  o  extracción minera, desplazamiento y descontextualización con el entorno, etc.),  son las que en mayor medida están poniendo en riesgo la preservación material y la significación cultural de los sitios. Las causas de este tipo de afectaciones son múltiples pero en su mayoría se deben a la ampliación de las fronteras urbanas y rurales que están propiciando cambios significativos en los usos de suelo en lugares que se habían preservado inalterados por siglos. A pesar de que en Colombia existe un régimen legal que protege al patrimonio arqueológico en general, su aplicación para la protección específica de los sitios con arte rupestre aún carece de instrumentalización y aplicación.  Si bien, el Estado, desde el mandato Constitucional, tiene gran responsabilidad en la protección del arte rupestre, en la práctica y en mayor medida le corresponde es a las comunidades la valoración y por ende la protección de los sitios  rupestres que se hallan en sus territorios; esto implica un replanteamiento en el paradigma de que estos sitios son exclusivamente un “Patrimonio Arqueológico”, puesto que este abordaje limita la participación de comunidades que tienen otro tipo de valoración sobre estos (lugar sagrado, relicto de conservación ambiental, espacio para la práctica del turismo, etc.) y que están exigiendo una mayor participación en su gestión y usufructo como recurso y patrimonio cultural de carácter público.

 

Racso Fernández Ortega (Cuba): En Cuba se conocen aproximadamente unas 275 estaciones rupestres de las cuales tan solo el 25% se encuentra protegido por declaratorias de monumentos, y el 45%, incluyendo a la generalidad de las anteriores, permanecen incluidas en algunas de las nomenclaturas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Al mismo tiempo existe un cuerpo de leyes en función de proteger el patrimonio cultural y natural que no resulta suficientemente aplicado por todos los implicados, lo que provoca su incumplimiento y violación de manera recurrente, sin que hasta la fecha se hubiere sancionado a alguno de los infractores, pues el código penal no prevé estas infracciones y sus correspondientes condenas. Por otra parte, desafortunadamente al gran público no siempre llega o va dirigida la divulgación y la difusión de los resultados de las investigaciones que se realizan, lo que representa una seria deficiencia de nuestra labor como investigadores y máximos responsables de la protección del dibujo rupestre; en este sentido no hemos logrado sensibilizarlo adecuadamente, por lo que en la actualidad la afectación antrópica, junto con los efectos del cambio climático, aceleran el deterioro de esta manifestación patrimonial en un número importante de estaciones.    

Diego González Ojeda (Ecuador): Principalmente las amenazas a su conservación, no sólo de las rocas sino de los entornos (en los que, por otro lado, cobran sentido, tanto para el estudio de su pasado, como para asegurar su permanencia en el futuro). Se hizo un inventario de bienes patrimoniales en 2007-2008, pero no se ha conseguido evitar que las rocas se deterioren. En algunos casos la ignorancia institucionalizada ha podido más y se ha obrado sin conocimiento de causa sobre sitios que han sido irreversiblemente dañados (ejemplo, sitio Quillusara, en Loja). Por otro lado, la falta de estudio y difusión de las investigaciones todavía lleva a tópicos míticos, atribuciones culturales inconsistentes, etc. De eso somos corresponsables los propios investigadores.

Lucrecia de Batres (Guatemala): Vandalismo especialmente, ante el descuido por parte de las Autoridades, que a la vez, es causa de la corrupción de los gobiernos.

Breen Murray (México): 1) Hay una presión creciente sobre todos los sitios por el desarrollo económico y turístico. La presión de la urbanización masiva, particularmente en el Valle de México, y la mayor accesibilidad a través de vehículos todo terreno, expone los sitios a riesgos cada vez mayores de deterioro físico y modificación permanente de su contexto. 2) Todavía falta una base institucional universitaria (sea púbica o privada) que consolida los esfuersos de investigación y protección y entrenamiento y gestación de proyectos. 3) Falta una mayor participación del publico y las autoridades locales en la preservación y protección de los sitios. 4) La falta de una base integral abierto y accessible de datos a nivel nacional impide la investigación comparativa.

Josuhé Lozada Toledo (México): De mano con la anterior respuesta, la visita de turistas a sitios con arte rupestre ha generado una mejora económica en las comunidades actuales, a la vez que ha incidido en la perturbación e integridad de los sitios rupestres. Otra problemática que muestra una amenaza potencial en nuestro país, debido al desarrollo del turismo de aventura o prácticas deportivas asociadas con la escalada en roca, es que ha traído como consecuencia la visita de muchos escaladores quienes se han internado a las montañas, cuevas, simas o paredones rocosos a lo largo de los cañones, y en muchas ocasiones han perforado las paredes naturales para la colocación de bolts (anclajes), cercanos o encima de los conjuntos de pinturas rupestres, lo cual les facilita el tránsito a través de las zonas cercanas a los motivos rupestres. De la mano, se ha registrado saqueo de materiales arqueológicos que yacían en grutas, cuevas o al fondo de las mismas dolinas.

Rufino Rodríguez (México): Básicamente el abandono por las autoridades en sus tres ámbitos de gobierno, no hay suficiente personal para cuidar estas zonas arqueológicas donde están representadas las manifestaciones culturales del Arte Rupestre; el vandalismo, el robo y la destrucción de material histórico, así como también el saqueo de obras para su venta furtiva. Las dependencias turísticas ya mencionan recorridos por sitios de interés paleontológico y ahora arqueológicos.

Luz Graciela Joly Adames (Panamá): El graffiti es un problema en la Piedra Pintada de Caldera, porque,aunque se ha cercado recientemente el sitio, no está vigilado como lo está el Parque Arqueológico de Nancito, donde el INAC ha nombrado a una cuidador-aseador. En todos los sitios existe el deterior ambiental climático, por lluvias y cambios de temperatura. En la provincia de Chiriquí se han dado muchas concesiones para la construcción de hidroeléctricas.  Se rumora que en muchos de estos ríos se han destruido sitios de arte rupestre sin haberse documentado.  Se rumora  que personal de  la Dirección de Patrimonio Histórico del Instituto Nacional de Cultura fotografió un gran petroglifo con un grabado en forma de mariposa en el rio Chiriquí Viejo, en una hidroeléctrica financiada por el magnate mexicano Carlos Slim,  pero oficialmente no se ha reportado esto.  Otra problemática es  la creencia popular que debajo de los petroglifos hay tesoros enterrados. Esta creencia también está plasmada en una leyenda sobre la Piedra Pintada de Caldera,  publicada por la escritora chiricana Beatriz Miranda de Cabal en su libro Un Pueblo Visto a través de su Lenguaje (1974).  En el lado oeste de la Piedra Pintada de Caldera, alguien excavó un hueco, presuntamente para corroborar la leyenda. En junio de  2013,  un estudiante de la licenciatura en geografía e historia de la UNACHI,  nos avisó que un dueño de finca en San Carlos, distrito de David, había contratado una retroexcavadora para sacar un petroglifo de su finca y ver qué había debajo del petroglifo.  Cecilio Enoy González Tejeira, dibujante arqueológico quien tomó el curso de arqueología y arte rupestre en el 2001 con Piedras Vivas, y mi persona,  acompañamos al estudiante a ver el sitio.  Nos informaron que el petroglifo había sido tirado al río Soles, y que no encontraron lo que pensaban que había debajo de la piedra.  Tendremos que esperar el verano del 2014, cuando bajen las aguas del rio, para verificar esto.  La piedra que nos señalaron en el río, sin embargo,  no tiene grabados  en la parte que está visible cerca a la superficie del agua del río.  Nos dijeron que los grabados están en el otro lado de la piedra, es decir, boca abajo, sobre el lecho del río.  Se necesitaría fuerza mecánica para poder voltear la piedra y verificar si tiene o no grabados en el otro lado.   Según Cecilio E. González T., residente en Guacá, la historia oral sobre la toponimia del río Soles, que divide los corregimientos de  San Carlos y Guacá,  relata que se le dio ese nombre al rio por piedras en sus orillas que tenían grabados de “soles”. 

Alvaro Martín Brizuela Casimir (Panamá): En muchos casos el vandalismo. Se sabe de casos donde las piedras fueron movidas de su sitio original por algunos coleccionistas; aunque hay otros donde se asume que hay tesoros enterrados bajo ellas; o simplemente la falta de interés o conciencia de otros que las mueven de su sitio original o las destruyen.

Cristóbal Campana Delgado (Perú): Los mayores problemas provienen desde estas vertientes: A: No existen políticas educativas ni en el Gobierno Central ni en los gobiernos regionales tendientes a encaminar su conocimiento, defensa y mantenimiento.  B: No existe en nuestro país una cátedra con sus asignaturas correspondientes que puedan asumir la enseñanza y valoración del arte rupestre, para que desde la niñez –por ahí comenzar- tengan una preparación apropiada. C: Los lugares de los que se tiene conocimiento, generalmente están alejados de los centros poblados y los profesores que podrían ayudar con su concurso, carecen de tiempos u horarios apropiados para visitar e incentivar las atenciones apropiadas.

Arturo Ruiz Estrada (Perú): Existen procesos de destrucción de importantes centros rupestres como Toro Muerto, uno de los sitios más extensos con petroglifos del mundo localizado cerca de la ciudad de Arequipa. Otros sitios están en peligro de desaparecer como el caso de Macusani-Corani  a causa de denuncios mineros para la explotación de uranio.

Ulises Gamonal (Perú): Se carece de un inventario oficial del Arte Rupestre a nivel nacional, fechado y estudios detenidos. Todos los asentamientos de Arte Rupestre en el Alto Marañón, se encuentran expuestos a la intemperie sin protección alguna: rayos solares, vientos, lluvias y otros fenómenos atmosféricos, alteraciones geológicas  ocasionan la fragilidad de las rocas donde se encuentran las pictografías y grabados, se desmoronan en grandes bloques causando la destrucción total. Un caso patético son las pictografías de Faical, 15 años atrás la Municipalidad de San Ignacio sin estudios de estudios de impacto ambiental se puso en valor el lugar, actualmente la acelerada calinización,  las rocas con pictografías, están cubriéndose  con  una capa lechosa, desapareciendo  o borrándose totalmente  las pictografías, de igual forma los rayos solares ultravioleta,  cumplen  una acelerada acción destructora.

José Gabriel Atiles Bidó (República Dominicana): mucha gente que en el pasado trabajo concientemente el tema, de repente se enfrento con la situacion economica y vendio sus principios, convirtieron el objeto de estudio en la fuente de negocios convirtiendo estaciones rupestres en sus nichos de negocios amparados en propuestas de turismo cultural o turismo de aventura, ni uno ni otro ganaron dineros de politicos corruptos modificando las cuevas y ahora quieren pasarla vendiendo el producto de tal accion  pero para ello requieren que loscientificos validen tales despropositos.

Domingo Abreu Collado (República Dominicana): Imagino que las mismas que en toda América Latina: la presencia de compañías transnacionales, principalmente mineras, que en contubernio con mineras locales, funcionarios gubernamentales y pseudo especialistas les abren espacios sugiriendo posibilidades de coexistencia entre la conservación y la destrucción, principalmente sugiriendo la alternativa de destruir un poco para salvar otro poco. Tenemos ejemplos en la República Dominicana de funcionarios y esos pseudo especialistas que han aceptado la posibilidad de que empresas mineras como la Barrick Gold y la Goldcorp se instalen en zonas con importantes complejos de cuevas y numeroso arte rupestre con el alegato de que la empresa les “ayude” a conservar una parte de las cuevas a cambio de destruir las otras, como ha ocurrido con cuevas de la provincia Sánchez Ramírez.

Kay Scaramelli (Venezuela): A pesar de contar con leyes de protección del patrimonio cultural e histórico, no hay políticas de protección ni de conservación de los sitios con arte rupestre más conocidos del país, y ha habido vandalismo, remoción de piezas, remarcado de motivos, y otras actividades que han puesto en peligro la preservación de este patrimonio. El crecimiento urbanístico, la construcción de carreteras y la actividad agrícola en los valles centrales del norte del país ha afectado a los sitios con arte rupestre más accesibles. El deslave del año 1999 tapó a varios sitios conocidos en la costa de Vargas. El sitio de Vigirima, Edo. Carabobo, donde existe uno de los pocos centros de divulgación dedicados al arte rupestre en el país, ha sufrido por múltiples causas: vandalismo, incendios, poco cuidado de las caminerías, extracción de piezas, etc., aunado a la inseguridad del sitio. En el sur del país, la expansión urbana está atentando contra la preservación de sitios, tal como se puede observar en Caicara del Orinoco, Cedeño, y en los alrededores de Ciudad Bolívar. En zonas indígenas, ha habido conflicto entre intereses de promotores de turismo y las comunidades que utilizan sitios con arte rupestre como cementerios o que los consideran como sitios sagrados.

Ruby de Valencia (Venezuela): El estado de preservación de los sitios rupestres en Venezuela, varía considerablemente, dependiendo de su ubicación, exposición a los elementos naturales, accesibilidad, turismo y lógicamente el uso del suelo. En algunos casos de sitios rupestres con petroglifos como los del Guri, que han sido removidos para salvarlos , fueron muy bien documentados a la época; otros han sido reubicados en Museos o algunas plazas públicas (los estados Miranda, Vargas, Bolívar, Aragua…etc). Sigue ocurriendo el daño irreversible a muchos sitios rupestres, ocasionado por visitantes inescrupulosos e ignorantes , a través de graffittis, removiendo pedazos de piedras con petroglifos o pinturas, re-excavando….( estados Mérida, Carabobo, Bolívar, Amazonas…) Los abrigos y cuevas con MR en el Orinoco, se han vuelto muy populares como sitios turísticos, teniendo como resultado la remoción ilegal de entierros, ofrendas mortuorias y otros objetos votivos que se encuentran en estos sitios. Cuando los motivos de AR están localizados en territorios indígenas, particularmente aquellos que están en abrigos o cuevas sagradas usadas como cementerios, están relativamente bien preservados, en comparación con las MR localizadas en áreas fuera del control de las comunidades indígenas. La deforestación ha expuesto a algunos petroglifos del estado Barinas, a los negativos efectos de los elementos naturales. En los sitios a las orillas del río Orinoco las periódicas inundaciones han erosionado muchas de sus figuras. El AR, que aparece en cuevas, está mejor preservado, que el que se encuentra en abrigos rocosos, expuestos a las fogatas realizadas por los visitantes a las mismas, que ennegrecen las imágenes. Las pinturas que se encuentran en sitios abiertos, están sujetas al deterioro por erosión. A pesar de algunos esfuerzos de las autoridades locales y nacionales para proclamar como “áreas protegidas” los sitios con AR, o incluirlas en el “1er Censo del Patrimonio Cultural Venezolano”, no existe una política coherente del manejo de los sitios rupestres. A pesar que existe una legislación muy clara en referencia a la Defensa y Protección del Patrimonio Cultural de la Nación: •La Ley Penal del Ambiente, en su artículo 60º señala sanciones a las personas naturales o jurídicas que ocasionen…“Daños a monumentos y yacimientos. Los que degraden, destruyan o se apropien de monumentos naturales, históricos, petroglifos, glifos, pictografías, yacimientos arqueológicos, paleontológicos o cometan estas acciones en contra del patrimonio arquitectónico o espeleológico….”; •La Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural, señala… “ Se prohibe en absoluto la destrucción de montículos, calzadas o construcciones de la época aborigen y la de los petroglifos que se hallen en cualquier parte del territorio nacional”. Todo lo anterior es respaldado por la •Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Que en su artículo 99º, alude a “...la protección y preservación, enriquecimiento, conservación y restauración del patrimonio cultural, tangible e intangible, y la memoria histórica de la Nación...”, y a la posibilidad de establecer “....penas y sanciones para los daños causados a estos bienes” En la práctica hay una profunda falta de respeto y desinterés en la protección de estas manifestaciones. Son notorios y lamentables los actos de destrucción que ocurren en los sitios rupestres que se encuentran a las orillas de los ríos, también por algunos profesionales e investigadores aficionados que incluyen el tizado, pintado, frotado y aplicación de diversas sustancias en los surcos de los petroglifos. Incluso en los sitios donde hay “Centros de interpretación “ y guías, hay un inadecuado control sobre el acceso a los sitios rupestres. La inseguridad es otra de las plagas que azota a los visitantes e investigadores en los sitios, donde el hurto, robo y atraco son comunes en muchos de los sitios rupestres. El Complejo Piedra Pintada en Vigirima (estado Carabobo) es un lamentable ejemplo de este problema. A pesar que en 1999 fue designada como “Bien de Interés Cultural”, hace falta un plan coordinado con las autoridades locales para el manejo y preservación del sitio, que evite el daño y remoción de petroglifos, las excesivas visitas que aumentan la erosión y cambio de sitios de las rocas, prácticas inapropiadas de registro por parte de los visitantes y recurrentes accidentes vandálicos. Una situación similar existe en Caicara del Orinoco (estado Bolívar), donde la creciente expansión urbana, pone en peligro la preservación de estas manifestaciones. En la zona, las autoridades locales y los miembros de la comunidad, están interesados en el desarrollo del AR como atracción turística, en un conflicto de intereses con las poblaciones que viven cercanas a los sitios rupestres. Es determinante la falta adecuada de Programas de Educación, concernientes a la importancia de las MR. Son importantes los efectos de la degradación en los sitios rupestres. A pesar de las obligaciones del estado en la protección y conservación del Patrimonio Rupestre, una de las principales amenazas de los sitios rupestres en Venezuela, está ligada a la apatía de las instituciones gubernamentales encargadas de la protección de los sitios arqueológicos, que tiene como resultado de este aparente desinterés, porque esta carencia ayuda a la continuación del daño de muchas áreas con sitios rupestres. Es necesario imprimir una mayor urgencia en la necesidad de movilizar el apoyo económico en los proyectos de preservación de los sitios rupestres. En la actualidad el crecimiento del turismo de aventura en zonas de sitios rupestres, que deberían estar bajo protección; además de planes de macro desarrollo que han causado y causan la desaparición de importantes zonas rupestres, nos obligan a gritar que ¡el PATRIMONIO RUPESTRE VENEZOLANO se encuentra en EMERGENCIA!

Camilo Morón (Venezuela): La mala gestión gubernamental de los sitios arqueológicos, verbigracia: Parque Arqueológico de Vigirima, estado Carabobo; Parque Arqueológico y Paleontológico de Taima-Taima, estado Falcón. La negligencia de los entes responsables del registro y salvaguarda del Patrimonio Cultural de la Nación. Las malas prácticas en los sitios con Arte Rupestre: graffiteado, huaquerismo, vandalismo. En fin, las actividades antrópicas que la literatura sobre el tema ha calificado como “predatorias”, un elemento adicional son las visitas a estas estaciones por grupos sin ninguna formación previa, quienes con sus malas prácticas inciden negativamente en la conservación del legado originario.

Leonardo Páez (Venezuela): El uso de sus espacios como sitios de habitación, las visitas sin control, el vandalismo, los incendios forestales, la desvaloración, la desidia gubernamental, el desconocimiento, el uso de técnicas de registro inapropiadas, se encuentra entre los principales problemas que enfrenta el arte rupestre. En definitiva, los factores antrópicos son los principales causantes de destrucción del arte rupestre en Venezuela.

 

5. ¿Qué tipo de acciones considera que deberían llevarse a cabo o
priorizarse para dar solución a dicha problemática? 

Danae Fiore (Argentina): Se requiere, en mi opinión, una combinación entre:  a) mayor divulgación de los contenidos ya conocidos sobre arte rupestre de Argentina al público en general y a las comunidades locales (con y sin descendientes de pueblos originarios) en particular; b) mayor concientización sobre los contenidos de la ley de proteccion del patrimonio arqueológico y paleontológico, que incluye los derechos y deberes de los arqueólogos acerca del patrimonio, incluyendo al arte rupestre; c) desarrollo de un constante diálogo con las comunidades y organizaciones de descendientes de pueblos originarios para consensuar objetivos y procedimientos de protección de los sitios y las imágenes, así como de investigación de los mismos de formas tales que sean compatibles con los valores de la comunidad, o, habiendo inicialmente algún potencial conflicto de valores, propiciar el diálogo para intentar re-definir estos valores desde todos los agentes involucrados en el tema (comunidades, arqueólogos, funcionarios políticos, etc); d) una explícita interiorización yformación sobre estas problemáticas por parte de los agentes estatales (nacionales, provinciales, municipales) sobre la existencia de este patrimonio rupestre, qué necesitan los arqueólogos/as para realizar su trabajo de protección e investigación y qué necesitan las comunidades locales para permitir su estudio y protección y qué necesita el público en general para acceder a su conocimiento y valoración. En esta tarea los arqueólogos deberíamos estar implicados de forma explícita e intensiva ya que manejamos información que sería de gran utilidad para trasladársela a los agentes estatales y ponerlos en conocimiento de los peligros que corre el patrimonio arqueológico rupestre si no es correctamente protegido y de los beneficios que podrían obtenerse -no solo académicos sino sociales- al realizar una labor conjunta de protección, investigación, y divulgación, entre todos los agentes interesados en el tema. e) aumentar la divulgación sobre estos temas en la producción de contenidos en libros de texto escolares y en talleres para educadores, quienes son potenciales ejes centrales en la construcción de nuevos y actualizados conocimientos sobre este tema.

Ana María Rocchietti (Argentina): Ya se están llevando a cabo acciones locales y nacionales. Sin embargo, todavía se trata de acciones que dependen de la inspiración y la voluntad fragmentarias. Sería muy importante llevar a cabo la actualización de su inventario, ya realizado en la década de los 90 por Susana Renard de Coquet (PROINDARA), es decir, un Registro Nacional de Arte Rupestre.

Andre Prous (Brasil): gestión adecuada del patrimonio natural y cultural. Prospecciones y levantamientos sistemáticos en regiones aún desconocidas arqueológicamente.

Edithe Pereira (Brasil): Para la destrucción en pequeña escala (me refiero a los daños causados por individuos) la educación patrimonial es el camino. Para la destrucción en grande escala hay leyes pero es necesario que sean cumplidas con rigor y bajo rígido control de la institución gestora del patrimonio arqueológico de Brasil. El país debe y necesita desarollarse sin embargo no puede borrar su pasado, su historia.  

Maria Coimbra de Oliveira (Brasil): Intensificar e ampliar as atividades de educação patrimonial em escala local e regional para minimizar as atividades antrópicas prejudiciais aos painéis de arte rupestre, buscando sensibilizar a população para a preservação e conservação desses locais, a partir de ações voltadas para este fim junto com as autoridades competentes. É necessário também maior fiscalização do Instituto do Patrimônio Histórico e Artístico brasileiro em áreas de risco, pois em algumas regiões do Brasil o vandalismo é grande. Torna-se necessário estudos e investigações que levem ao emprego do melhor método para combater e minimizar as interferências naturais que vem danificando os painéis gráficos.

Sonia Victoria Avilés Loayza (Bolivia): Como estudiosos, no estamos limitados sólo y simplemente a continuar con nuestro trabajo, que es investigar, documentar y publicar, sino que debemos, estamos obligados moralmente a concienciar no sólo al público sino a las autoridades de nuestros países para invertir en proyectos de conservación del patrimonio. Aprovecho esta oportunidad, para comunicarles que después de muchos años de trabajo he conseguido fondos para un proyecto de conservación dedicado a La Roca Esculpida de Samaipata y estoy segura que las autoridades bolivianas lo apoyarán.

Patricio Bustamante (Chile): Estamos atravesando por una noche negra para el patrimonio producto de una visión del desarrollo basada en la depredación del medio ambiente, el patrimonio y la falta de respeto por la salud y las vidas de las personas, pero esperamos poder cambiar esta tendencia en el futuro, un índice que permite abrigar esperanzas son los fallos de las cortes Chilenas, que crecientemente han estado haciendo la labor que no han hecho los profesionales ni las autoridades a cargo de estos temas, resulta emblemático el caso de Pascua Lama, una mina de oro, propiedad de Barrik Gold que ha afectado gravemente a las comunidades locales y al medio ambiente (ver fuente 1). También se abren esperanzas de una mayor fiscalización por diversos proyectos que han sido detenidos por la vía judicial (ver fuente 2), esto cuestiona el modelo de “desarrollo” basado en la depredación ambiental y patrimonial, que Chile ha tenido hasta ahora (ver fuente 3). Casos como el de El Mauro están teniendo resonancia a nivel internacional, lo que cambia el escenario para empresas multinacionales que antes destruían el patrimonio natural y ambiental impunemente (ver fuente 4). El Mauro es sin duda la mayor pérdida de patrimonio arqueológico de la historia reciente de Chile como lo calificó la Sociedad Arqueológica de Chile en 2006. Afortunadamente aún hay muchos arqueólogos e investigadores serios en Chile, que tienen una preocupación por el destino del patrimonio. Creo que hay una gran esperanza en la actuación futura que pueda caberle al Colegio de Arqueólogos, en defensa del patrimonio y en un regreso de la especialidad hacia rutas de investigación científica y de protección efectiva del patrimonio, exigiendo que se respete la normativa vigente y colaborando con el fortalecimiento futuro de la legislación. Así hace casi treinta años comencé mi camino en las sendas de la investigación en Arte Rupestre, pensando en comprender el significado de estas obras que nos legaron nuestros ancestros de diversas culturas. Con el correr del tiempo me he visto implicado en la defensa de este patrimonio que no le pertenece a Chile sino a la humanidad toda. Esto ha significado un alto costo personal y profesional, pero desde mi punto de vista, resulta ineludible la responsabilidad que tenemos de proteger el patrimonio para el disfrute y conocimiento de las futuras generaciones. Mientras terminaba de escribir estas reflexiones, me llegó una gran noticia, a pesar del enorme poder del dinero y de las influencias políticas del grupo Luksic, hoy el diario El Mercurio de Santiago trae la siguiente nota: Autoridad formula cargos contra minera del grupo Luksic (ver fuente 5). Después de 9 años de denuncias, al fin la justicia comienza a reaccionar, esperamos que debido a la gravedad de la pérdida patrimonial, el tranque sea cerrado pues la minera violó la resolución de calificación ambiental 038 de 2004, que le exigía construir un parque rupestre antes que las piezas arqueológicas fueran retiradas desde El Mauro. Se removieron 148 sitios arqueológicos y a la fecha no se ha construido el parque rupestre, nunca se entregó informe final y solo entregaron documentación parcial de 40 sitios.

 

Álvaro Botiva (Colombia): Que el Estado asuma su rol de cumplimiento de la legislación, de la norma constitucional, pero en la práctica, no con el simple carácter burocrático al enviar cartas a los alcaldes que nunca responden; de otorgar permisos y licencias para intervenciones que no supervisan como debe ser; sino en la realidad que asuma el inventario, estudios, conservación, y divulgación de dicho patrimonio. Entre lo tendencial, lo ideal y lo posible, el estudio, defensa y conservación del patrimonio arqueológico como hoy está, simplemente es seguir con una tendencia que no ha sido la más correcta. La gente, la comunidad o el público en general, no puede valorar lo que no conoce, lo que no comprende, lo que no le han enseñado a defender. Sería  ideal pero más eficaz a largo plazo, menos administración centralizada a cambio de que el ICANH proponga al Ministerio de Educación una cátedra sobre historia prehispánica, un programa que enseñe la historia precolombina acaecida en nuestro territorio, que genere las directrices para el conocimiento de nuestro pasado para toda la población colombiana. Creemos que esa si sería una manera posible de hacer la arqueología realmente pública, cuyos resultados se verán cuando la comunidad haga una apropiación social del patrimonio arqueológico. 

 

Pedro María Arguello García (Colombia): Mi apuesta personal se basa en la premisa según la cual no se puede proteger lo que no se conoce. Por ende mis esfuerzos han estado mayormente enfocados en la investigación. Dar “contenido” al arte rupestre es una forma de preservación. Por supuesto que los resultados de esas investigaciones deben salir del círculo de los “expertos” (del cual no me considero parte) y llegar a un segmento importante de la población. Pero debemos ser claros y serios en qué tipo de información vamos a transmitir. Cuando he tenido la oportunidad de hablar con las comunidades locales sobre el tema me he tenido que centrar más en lo que no sabemos (o no podemos decir sobre el arte rupestre) que en lo que realmente conocemos sobre él. Este problema no me atañe solo a mí sino que es evidente en los materiales didácticos que sobre el tema se han producido en el país. Queremos pues visibilizar un objeto del cual no sabemos casi nada y centramos entonces nuestras esperanzas en que para el resto de la gente debería ser importante porque lo hicieron los indígenas antes de la invasión española. La otra opción es dejar que cada quien diga lo que quiera, lo cual de plano me parece una falta de respeto con quienes elaboraron el arte rupestre.

 

Diego Martínez Celis (Colombia): Considero que los aspectos fundamentales a tener en cuenta en la preservación de los sitios con arte rupestre son su materialidad y su significación cultural. Ambos se deben abordar articulados desde conceptos y herramientas de gestión que permitan integrarlos desde las perspectiva de su manejo y protección como lugares constitutivos y expresiones del Patrimonio Cultural. En esta dirección he propuesto desde mi reciente tesis de maestría una serie de lineamientos para la gestión patrimonial del arte rupestre (que ya estan siendo reconocidos por el Ministerio de Cultura y el ICANH) comprendido en sus dimensiones espacial (territorio), temporal (memoria) y social (comunidad) bajo el concepto de Sitio con Arte Rupestre (SAR). Esto obedece a la necesidad de ampliar el objeto de la gestión (y por ende de protección) reconociendo e integrando los entornos naturales, culturales y sociales en los que yacen los sitios. Lo anterior desde la perspectiva de la conservación preventiva y en el marco de la Política Pública en patrimonio cultural en Colombia cuyo principal objetivo es su Apropiación Social. La solución a la problemática del arte rupestre no se puede reducir a acciones policivas ni  paternalistas  por parte del Estado; tampoco a intervenciones de tipo curativo (restauración), ni a la bien intencionada pero poco efectiva “sensibilización” que suele impartírsele a las comunidades desde valoraciones ajenas a sus propias maneras de  interpretar estos eventos (como por ejemplo a través del discurso  del “Patrimonio Arqueológico”, muchas veces más impositivo que incluyente). El denominado “vandalismo” sobre el arte rupestre no es en sí mismo una afectación ni una afrenta contra el ”Patrimonio Arqueológico de la Nación” sino un síntoma de la pérdida de conexión de las sociedad actual con objetos y espacios que pueden evidenciar y representar su pasado. La protección y preservación a futuro de los SAR sólo es posible mediante su gestión integral con el entorno,  la armonización con las dinámicas sociales, culturales y económicas que confluyen en ellos y la participación activa de las comunidades relacionadas. Esto implica abordar los sitios en su dimensión territorial como Áreas Protegidas que deben ser gestionadas a partir del ordenamiento territorial (POTs) y mediante la formulación de Planes de Manejo que impliquen su reconocimiento, caracterización, diagnóstico y la propuesta de estrategias, (programas y proyectos) que abarquen y articulen principalmente acciones de los ámbitos de la investigación, conservación, divulgación, administración y protección normativa, tendientes a  la puesta en valor y  en últimas al  aprovechamiento sostenible de los sitios por parte de las comunidades como espacios que brinden posibilidades para su desarrollo social, cultural y económico.  

 

Racso Fernández Ortega (Cuba): Hace varios años que venimos analizando esta situación y emprendiendo acciones encaminadas a su solución, pero son males que no se pueden resolver del día a la noche, sino que con la constante labor de educación patrimonial y divulgación dirigida al gran público se va creando el sentido de pertenencia, la conciencia hacia la preservación del bien cultural, y la responsabilidad social de cada ciudadano para su protección y conservación. En este sentido se encaminan las labores que se están desarrollando vinculadas a la educación patrimonial primaria, secundaria y universitaria, que incluye la publicación de libros dirigidos al público más joven y el interés porque en la prensa radial, televisiva y plana la divulgación popular aparezca con artículos vinculados a la temática en general y con la necesidad de su conservación en particular. Ejemplo de ello es la aparición en el 2007 del libro para leer y colorear ¿Quiénes hicieron los dibujos en las cuevas?, que incluía un glosario para explicar algunos de los términos utilizados y en el 2010 que vio la luz el plegable Arte rupestre cubano. Por otra parte se actualiza frecuentemente con la Comisión Nacional de Monumentos el censo de las estaciones rupestres, en aras de que se mantengan informados periódicamente los Centros Provinciales de Patrimonio, sus Delegaciones de Monumentos y las Direcciones Provinciales de Planificación Física que son los encargados del otorgamiento de los espacios para las nuevas inversiones, etc. Estamos conscientes de que por muchas acciones que organicemos y en general se realicen, siempre habrá un sector del público que quedará ajeno, ya sea por sus propios intereses o porque simplemente no conocieron del acontecimiento. Es por ello que nunca estaremos conformes con lo realizado y esperamos que la clave del éxito esté en el hecho de trabajar permanente y sistemáticamente con todos los actores sociales sin distinción de ningún tipo.

Diego González Ojeda (Ecuador): Por un lado, creo que hace falta que más arqueólogos se especialicen en este campo. Por otro lado es necesario que el Estado se interese en la gestión de su protección y estudio; algo se ha hecho últimamente, pero uno siempre ve que no es suficiente. Además, si las intervenciones y estudios no involucran a las comunidades en donde están emplazados estos bienes, la cosa no funciona. Aquellos que pueden ser sus mejores guardianes no están suficientemente atendidos y no le hallan sentido a cuidar algo con lo que no tienen una relación afectiva o de pertenencia.

Lucrecia de Batres (Guatemala): Las autoridades, deberían tener más personal y personal capacitado en el estudio del arte rupestre. Deberían crear unidades o secciones, dentro de las instancias destinadas a la protección del patrimonio, que a la vez, destinen los esfuerzos a verificar el estado de los sitios rupestres. Por lo menos procurar la protección de los lugares aledaños donde se encuentran y atender a las denuncias.

Breen Murray (México):  1) Destinar más fondos públicos. especialmente en las oficinas regionales del I.N.A.H en los estados del Norte, para ampliar y accelerar la documentación e investigación arqueológica de los sitios. 2) Encontrar mecanismos para ampliar la participación del sector privado en el financiamiento de la investigación y preservación de los sitios. 3) Implementar  programas de rescate arqueológico antes de cualquier proyecto de desarrollo. 4) Desarrollar una base computarizada de datos a nivel nacionalque facilita la investigacón comparativa.

Josuhé Lozada Toledo (México): En principio debería generarse un proyecto enfocado principalmente al diagnóstico o al actual estado de conservación de los sitios rupestres de nuestro país. Para ello, habría que hacer un atlas arqueológico de los sitios con presencia de arte rupestre por cada municipio que compone los diferentes estados de la república mexicana. Ello se podría hacer implementando Sistemas de Información Geográfica (SIG), que irían de la mano con bases de datos confiables, que contengan no sólo el registro de los elementos rupestres, sino su estado de conservación. Posteriormente a través de juntas interinstitucionales que involucren la participación no sólo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), instancia rectora de la investigación arqueológica en México, sino de otros organismos de gobierno como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), así como la participación de otros especialistas provenientes de diversas universidades, instituciones de gobierno y organizaciones no gubernamentales, se pondría de manifiesto la importancia de regular el flujo de turistas a zonas con arte rupestre que no son monitoreadas por ninguna institución o comunidad, lo cual debilita la integridad del patrimonio cultural de la federación. Finalmente a través de pláticas con las comunidades, se podría generar un diálogo horizontal, donde los propios habitantes puedan ser participes de la protección de su patrimonio cultural, a la vez que les permita generar economía con la visita regulada y controlada de turistas a los sitios con presencia de representaciones rupestres. Ante las nuevas dinámicas del sistema-mundo actual, la existencia y la integridad del patrimonio rupestre en México dependerán de la responsabilidad social de los científicos, los grupos originarios, de la ciudadanía en general y de los tomadores de decisiones, por procurar la conservación de los sitios con presencia de arte rupestre en nuestro país.

Rufino Rodríguez (México): De parte de las autoridades empezar una campaña de concientización en la población para aprender a cuidar lo que tenemos; inyectar dinero para pagar plazas a personas que cuiden estos lugares, la implementación de mecanismos para decretar muchas de las zonas con representaciones artísticas como “zonas arqueológicas protegidas” o “zonas con interés histórico”; y de igual forma manejar responsablemente estos sitios protegiéndolos con una Ley respectiva que abarque específicamente las calidades históricas, culturales, administrativas de cada uno de los lugares con petroglifos, pinturas y geoglifos.

Luz Graciela Joly Adames (Panamá): Es necesario la educación formal y no-formal continua, entre las/os dueñas/os de fincas con petroglifos,  con docentes y estudiantes en escuelas cercanas a estos sitios, particularmente para desmentir que hay tesoros debajo de los petroglifos, aunque tal vez si puedan haberlos en sus cercanías, pero que las excavaciones deben ser realizadas por profesionales idóneos y no por “guaqueros” u operadores de retroexcavadoras. Guías de turismo, incluyendo a taxistas, necesitan mayor información documentada en folletos en relación a los sitios de arte rupestre. Solicitarle al INAC y a la Secretaria Nacional de Ciencia y Tecnología, realizar investigaciones arqueológicas, debidamente financiadas por las hidroeléctricas,  en áreas cercanas a los sitios de arte rupestre, y que los hallazgos sean expuestos en museos locales en las comunidades cercanas, tal como lo hizo la empresa American Energy Systems—Panamá (AES Panamá), que financió la excavación realizada por el arqueólogo mexicano-panameño Álvaro Brizuela,  en Cerro Barrigón, donde hay un sitio de arte rupestre y una necrópolis, que inicialmente se pensó inundar, pero después se inundó otra área.   Esta empresa después financió la construcción del Museo Municipal de Gualaca, para ubicar allí los hallazgos de la excavación arqueológica, y esta empresa continua aportando para el mantenimiento de este museo municipal.  Este Museo Municipal de Gualaca fue visitado por la Antropóloga Maureen Sánchez y sus estudiantes de la Universidad de Costa Rica, el 9 de mayo de 2013. En reuniones del Departamento de Historia de la UNACHI,  se ha dialogado sobre la creación de una carrera en arqueología,  al estilo europeo, sin formar parte de la antropología sociocultural, con lo cual yo no estoy de acuerdo porque pienso que la carrera debe ser en antropología y darle la oportunidad a egresados de la Maestría en Antropología de la Universidad de Panamá, para que enseñen en esta carrera.    Se ha mencionado que una posible fuente de empleo para estos arqueólogos sería participar en las evaluaciones de impacto ambiental y sociocultural en sitios de construcción de hidroeléctricas,  Varios de los profesores de historia, sin embargo,  piensan que la arqueología se puede enseñar simplemente con clases ilustradas, sin realizar excavaciones.  En el 2012,  la Prof. Asistente Eyka Atencio invitó  a un arqueólogo del Museo Nacional de Costa Rica para que diera un seminario de dos días,  sobre la arqueología de la Gran Chiriquí, con charlas ilustradas, sin una práctica de campo, que quedó pendiente para cuando este arqueólogo pudiera regresar en un futuro, con más tiempo. La Prof. Eyka Atencio, durante el III Simposium Internacional de Arte Rupestre en Cuba, también le propuso al Instituto Cubano de Antropología, un convenio con la UNACHI,  para que arqueólogos cubanos vinieran a la UNACHI a dar cursos de arqueología.   El Rector saliente de la UNACHI, quien pasará su mando a la nueva Rectora el 12 de agosto de 2013, le informó a la Prof. Atencio que el convenio está siendo estudiado por el Asesor Legal de la UNACHI, quien posiblemente será reemplazado por otra persona que nombre la nueva Rectora.  Uno de los síndicos de la Fundación UNACHI, ha manifestado que la arqueóloga Julia Mayo, en visita este año a Chiriquí, indicó que ella desea formar una fundación para el financiamiento de excavaciones arqueológicas en Panamá, pero esto todavía no se ha materializado.

Alvaro Martín Brizuela Casimir (Panamá): En Panamá todos los petroglifos están protegidos por Ley (los conocidos y los desconocidos); su destrucción por ser Monumentos y Patrimonio Cultural de la Nación implica penas de cárcel y multas; sin embargo nadie denuncia formal y oportunamente la afectación, por lo que las instancias gubernamentales no pueden hacer valer la norma ni aplicar las sanciones correspondientes. Es necesaria una labor encaminada a hacer conciencia en todos los estamentos sociales acerca de la protección y conservación todos los recursos culturales de nuestro pasado, no solo del arte rupestre.

Cristóbal Campana Delgado (Perú): Primero, que los ministerios correspondientes hagan respetar las leyes tendientes a la defensa del Patrimonio Cultural. Segundo, que el Gobierno Central y sus ministerios de la Producción, en su afán de “producir más”, no den “permisos” que puedan destruir las manifestaciones del Patrimonio Cultural, y dentro de esto, El Arte Rupestre. Tercero, Que los gobierno regionales y locales (municipios) creen mecanismos de conocimiento y ayuda a estas manifestaciones rupestres, en la medida de que son casi desconocidos y mantengan estas política. Cuarto: Establecer un Programa Nacional para hacer un catastro de las manifestaciones rupestres, porque, éstas, no son como las otras manifestaciones del Patrimonio Cultural que están asociadas a poblaciones y son conocidas. El patrimonio rupestre es un virtual desconocido, de allí los graves daños que tiene que soportar como los que se denuncian  cuando pintan graffiti sobre ellos. Y, Quinto, Ordenarlo todo dentro de una Política Nacional referente y en especial al Arte Rupestre. Aquí, en mi país, se pretende decir que todo eso está legislado, pero no hay concordancia con otros ministerios cuyas decisiones siempre someten a la destrucción del arte rupestre porque es desconocido, alejado y “de menor importancia”. El infrascrito ha tenido que ver con la legislación referente, cuando era parlamentario, pero el personal de los segundos niveles de los otros ministerios hacían “oídos sordos” a lo legislado. Sólo como un criterio referente: el Programa de Qapac Ñan , se está cumpliendo, pues hay varios arqueólogos para su catastro y otros profesionales para la gestión y manejo de su propio presupuesto. Así debía hacerse con el Arte Rupestre.

Arturo Ruiz Estrada (Perú): Hacer que se cumplan las leyes peruanas que contemplan la protección del patrimonio arqueológico. Por lo común, los gobiernos de turno no han encarado con eficacia la salvaguarda de los monumentos arqueológicos en general. Los sistemas de gobierno en que vivimos son la causa del desinterés por el patrimonio rupestre.

Ulises Gamonal (Perú): -Realizar el inventario diagnóstico urgente del Arte Rupestre en el Perú y cada una  de las regiones, su declaratoria en emergencia con un presupuesto adecuado. -Comprometer a la UNESCO y Organizaciones no Gubernamentales del mundo el apoyo al salvamento del Arte Rupestre en el Perú, debido a su descuido y abandono total por parte del estado. -Se integre en los diez ciclos  de la carrera profesional de Arqueología contenidos diversos de Arte Rupestre. -Las Universidades de América creen maestrías y doctorados en Arte Rupestre. -Se integre en los cursos de educación primaria, secundaria y superior no universitaria en la transversalidad curricular cursos de orientación y conservación de Arte Rupestre. -Se organicen a las comunidades rurales y en las ciudades Asociaciones de Amigos de Salvamento del Arte Rupestre y las Naciones Unidas a través de la UNESCO auspicie estímulos y pasantías en los pueblos o localidad que han implementado con mayor creatividad la conservación y cuidado del Arte Rupestre. -Se eleve las campañas educativas con difusión de paneles educativos de sensibilización y educación en los lugares públicos, asimismo la utilización de los medios de comunicación masiva para su difusión. Establecer el Día Mundial del Arte Rupestre. Implementar en los museos una sección informativa y de orientación del Arte Rupestre. Organizar congresos regionales, nacionales e internacionales anualmente para elevar el aprecio, valoración y conservación del Arte Rupestre como notable testimonio de la pictografía y grabado rupestre en la evolución cultural del hombre.

José Gabriel Atiles Bidó (República Dominicana): lo primero es la condena publica e institucional de los grupos y asociaciones. no podemos santificar estas acciones con el grave e irremediable peligro de que otros amparados en una probable impunidad destruyan otros sitios rupestres.

Domingo Abreu Collado (República Dominicana):La primera acción implicaría una labor muy profunda en el sistema de educación formal y no formal de la República Dominicana para dar a conocer la importancia de las manifestaciones rupestres para nuestros estudios arqueológicos locales y regionales, es decir, de la República Dominicana y de la región del Caribe, pero también para el crecimiento personal y colectivo en relación con los niveles de cultura general de la población joven. Una segunda acción sería la de vincular las cuevas y su arte rupestre con las alternativas de visitación turística en aquellas provincias consideradas como polos turísticos y que pueden convertir las cuevas en centro de atención, recurso económico, alternativa de crecimiento sociocultural, posibilidad de crecimiento de la calidad de vida y destino nacional para visitación y laboratorio vivo del estudiantado local y extranjero. Ya varias universidades y escuelas de los Estados Unidos, por ejemplo, están trayendo desde hace cinco años grupos de estudiantes a cuevas dominicanas como son Cueva de las Maravillas (en la provincia San Pedro de Macorís) y las Cuevas del Pomier (en la provincia San Cristóbal), puesto que su habilitación permite ahora su visitación sin riesgo para los visitantes, condición “sine qua non” para ser incluidas dentro de los destinos culturales de las compañías operadoras y las instituciones coordinadoras. La falta de garantías en cuanto a la seguridad de los visitantes impide su aprovechamiento como recurso cultural y económico. La idea con esto es aprovechar una de varias cuevas, digamos en cada provincia del País, para mostrarla como atractivo turístico, dejando así expuesto el hecho de que resulta más valioso y económico conservar que destruir, principalmente en un país como la República Dominicana, donde los proyectos de construcción y de minería amenazan constantemente la integridad de zonas de cuevas. En la provincia San Cristóbal, por ejemplo, el complejo de Cuevas del Pomier perdió seis cavidades con arte rupestre antes de que lográramos detener el avance minero y conseguir que se declararan estas cuevas como área protegida con la categoría de Reserva Antropológica y luego como Monumento Natural. Habilitar (aunque a medias) la Cueva No. Uno, una de las 55 cavidades de este complejo, sin perder ni una sola de sus pictografías y petroglifos, nos ha permitido demostrar que manejada esta cueva como recurso turístico ha ido reforzando la protección, convertido en destino cultural de miles de estudiantes cada año, y funcionado como alternativa económica para un importante número de pobladores de su entorno.

Kay Scaramelli (Venezuela): Ante todo, habría que educar, a través de la inclusión de temas de arte rupestre en los textos escolares, a fin de crear conciencia en la población acerca del pasado y la importancia de las manifestaciones rupestres. Sólo con la colaboración de los pobladores locales podrán llegar a funcionar políticas de protección, conservación y divulgación. Habría que fomentar, a su vez, más énfasis en el estudio sistemático del arte rupestre, ya sea en las universidades donde se imparta Antropología, Historia, o Historia del Arte, como en otros centros de investigación. A su vez, habría que fortalezer las organizaciones que se dedican al estudio y divulgación del conocimiento sobre estos sitios e incorporar a personas interesadas en sus actividades. La construcción de centros informativos, museos comunitarios, caminerías informativas, u otro tipo de recurso informativo en los sitios de visita más frecuentes podría ayudar a informar al público visitante en cuanto a diferentes aspectos de las manifestaciones, su edad, su función y las pautas que deben observar en una visita. La formación de "curadores" o "guías" locales podría, a su vez, ayudar en la protección de los sitios.  Cada región del país presenta problemáticas particulares que habría que tomar en cuenta antes de crear políticas adecuadas.

Ruby de Valencia (Venezuela): Entre otras: •Promover convenios entre las universidades nacionales y Centros de capacitaciónartesanal, para vincular la investigación científica y tecnológica, en la práctica en el campo, a fin de intercambiar conocimientos y saberes a partir de los aportes propios de cada nivel. •Investigaciones y propuestas sobre los temas relacionados con la protección y conservación del AR nacional, su relación con el turismo cultural y la interpretación patrimonial de las MR. •Es importante diseñar estrategias y mecanismos que permitan involucrar al quehacer arqueológico a entusiastas y aficionados al AR, dispuestos a ayudar, aprender y sentir orgullo por el pasado que en muchos casos es la fuente que motiva su interés. •Diseño y puesta en marcha con las instituciones educativas, cercanas a los sitios rupestres, de jornadas de información y sensibilización, como estrategia para garantizar un aprendizaje significativo de manera de fortalecer el sentido de pertenencia con los sitios rupestres. •Explorar los múltiples papeles que puede jugar el AR como parte integral de la arqueología en la conformación de la identidad sociocultural regional y nacional. •Si aceptamos que el AR tiene una “información” encapsulada, es lógico pensar que su uso estuviera relacionado directamente con esa información, y que esta estaba íntimamente relacionada con el Paisaje Cultural, del cual el AR forma parte integral. Por lo que es necesario se realicen estudios sistemáticos sobre cualquier tipo de relación significativa, que pueda existir entre el AR y la cultura de las sociedades indígenas que habitan o habitaban nuestro territorio nacional. •La educación y la capacitación son esenciales para los planes de turismo en los sitios rupestres, informando al público y a las comunidades sobre algunas claves para el manejo de este recurso patrimonial que es un legado frágil e inestimable.

Camilo Morón (Venezuela): La solución pasa por la formación en el registro y gestión del Arte Rupestre, tanto a nivel de los emprendedores turísticos, de los artistas y artesanos, de los científicos sociales. La piedra angular de cualquier solución es la gestión comunitaria de los sitios arqueológicos. Los marcos legales, las técnicas de campo y laboratorio, el empleo de tecnología de última generación en el registro, documentación y análisis del Arte Rupestre, serán insuficientes sino existe un compromisos activo de las comunidades próximas al arte rupestre –urbanas, periurbanas y rurales– en la gestión y conservación del Arte Rupestre, en armonía con el paisaje humano y natural, una propuesta que hemos dado llamar: Arqueoecología. Y que puede ser sintetizada así: yacimiento sano en paisaje sano.

Leonardo Páez (Venezuela): Es necesario, en primer lugar, la creación de vínculos afectivos y relaciones de pertenencia entre la comunidad y su patrimonio. Esto puede concretarse a través del diseño de planes de carácter educativo en todos los niveles del sistema, formal y no formal, incorporando los elementos culturales de las comunidades en función de destacar las expresiones culturales del entorno geográfico en la matriz curricular de los centros educativos cercanos. En segundo lugar, urge la necesidad de registrar y documentar el arte rupestre, de manera fiable y certera. La mayoría de la bibliografía actual da cuenta de las inconsistencias en el registro, lo que imposibilita a las comunidades el conocimiento de su existencia y la historia que representan, además de su trascendencia como elemento identitario de la nación. El registro fidedigno del arte rupestre es el punto de partida para comprender las amenazas a que se ven expuestos y diseñar modelos de protección y/o conservación.  En tercer lugar, la creación de políticas de desarrollo sostenible y sustentable comunitario a través del impulso de un turismo cultural y educativo en las comunidades donde se alojan los sitios rupestres. Citando mis palabras, “una correcta aplicación de la actividad turística que desarrolle y fomente el oficio artesanal, y el empleo de políticas de defensa del patrimonio arqueológico, permitirá el éxito de la conservación y protección del entorno natural, así como el fortalecimiento de las expresiones culturales de nuestra comunidad” (2008). Lo anterior remite a la creación de museos arqueológicos comunitarios, regentados por la misma comunidad, sobre la base de la conservación, la valoración y la pertinencia social de la puesta en valor y uso de los bienes patrimoniales. 

Notas

1) El sistema ANAR, busca gestionar el conocimiento del ANAR, alrededor de las Manifestaciones Rupestres venezolanas, y desarrollar aplicaciones que le permitan la automatización y sistematización de su información, en un proceso sistemático de encontrar, seleccionar, organizar, disponer, presentar y compartir la información, con el fin de obtener una mayor comprensión del entorno rupestre en cada localidad y los procesos que lo generaron, además de conformar un Patrimonio Digital sobre las Manifestaciones Rupestres venezolanas, que pueda ser consultado en línea, combinando las nuevas y viejas TIC. El SISTEMA ANAR, consta de 3 partes: (i) Software Interactivo sobre las Manifestaciones Rupestres en Venezuela; (ii) Base de Datos Geoespacial sobre las Manifestaciones Rupestres; y (iii) Manifestaciones Rupestres venezolanas en Realidad Aumentada. Cada uno de los proyectos del SISTEMA ANAR, hacen parte de una estrategia pedagógica, de divulgación de este Patrimonio Cultural arqueológico, para fomentar la toma de conciencia, valoración y la apropiación de estos vestigios por parte de los estudiantes, docentes, comunidades y público en general. Son aplicaciones innovadoras para la transmisión de sus contenidos, y su eventual incidencia en la protección del Patrimonio Rupestre venezolano. No descartamos la trascendencia de estos vehículos de comunicación, como herramientas de formación tanto para los estudiantes como a los docentes del sistema de educación formal, y del público en general, ya que en el ámbito educativo formal y no formal, tienen un gran potencial, a través de los diversos dispositivos existentes, especialmente por la motivación que pueden generar en los estudiantes, permitiéndole a cada participante manipular fácilmente la aplicación y acceder a los contenidos sobre las Manifestaciones Rupestres venezolanas, solamente con una computadora, el objeto virtual 3D, la marca impresa y una cámara web. El SISTEMA ANAR y el desarrollo de sus tres aplicaciones, entre ellas la de Realidad Aumentada, permite aportar y aplicar las nuevas TIC, fomentando el conocimiento de las MR venezolanas, a través de un recorrido temático, como vehículo para la protección de los sitios rupestres y de este Patrimonio Cultural arqueológico. Al aplicar diversas estrategias pedagógicas, de divulgación, para enseñar y aprender con el Patrimonio Rupestre venezolano, el ANAR ayuda a implementar un proceso de conocimiento y preservación de las Manifestaciones Rupestres venezolanas, que involucra a la comunidad educativa y público en general de forma lúdica.
* En 2004 se crea SEMARVE ( Sociedad para el Estudio de las Manifestaciones Rupestres en Venezuela) que intenta interactuar entre los profesionales y los investigadores aficionados en algunas zonas del país .
* A fin de octubre 2012 comienza en Coro, estado Falcón, el Diplomado en Investigación y Conservación Preventiva del Arte Rupestre (en curso), acreditado por la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (UNEFM), con avales del Decanato del Área Ciencias de la Educación y el Decanato del Área de Acción Social.

 

¿Preguntas, comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com

Cómo citar este artículo:

RUPESTREWEB. Visiones del arte rupestre de América Latina en el siglo XXI. 27 expertos de 13 paises comparten experiencias y opiniones sobre su investigación, gestión y conservación frente a los retos del presente.
En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/cuestionariorupestre.html

2013

 


 

 

 

 

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