Venezuela


Estación Rupestre “Plan de Vegones” Municipio Ayacucho Estado Táchira

Anderson Jaimes andersonjaimes@gmail.com Miguel Ángel Salamanca & Freddy Suescún

 

Introducción

Dentro de los actuales límites imaginarios de ésta porción de territorio tachirense conocido como “Municipio Ayacucho” han sido numerosos los vestigios dejados como evidencia del paso y habitación de diversos pueblos aborígenes. Las huellas de sus antiguos lugares de vivienda, de sus caminos, sitios sagrados, herramientas y particularmente manifestaciones rupestres, constituyen parte de lo que hoy se reconoce como patrimonio cultural. De este tipo de manifestación, es decir de imágenes o rastros de actividad humana grabadas sobre la superficie de una roca, son los petroglifos los más comunes en la zona.

La evidencia documental, etnográfica ya arqueológica, señalan la existencia de muchos grupos que guerreaban y establecían alianzas entre sí para controlar determinados territorios. Esta región donde hoy se encuentra ubicado en San Juan de Colón, era de tierra de paso obligado y por ello convergencia de las poblaciones aborigen. Igual sucede con los accidentes geográficos que rodean la planicie inclinada de esta población actual, por donde se realizaba el traslado desde y para otros sitios de importancia poblacional dentro de la trashumancia propia del género humano. Uno de éstos senderos naturales lo constituye el abra de la quebrada la Sanjuana, que va a posibilitar la movilización desde las tierras bajas del sur del lago hacia una auténtica encrucijada de caminos.

Precisamente en un punto central de este sendero natural se comprobó las diversas informaciones relacionadas a presuntos asentamientos indígenas en ésta zona montañosa. Las investigaciones arqueológicas, hechas sobre la base del dato etnográfico, llevadas a cabo por la antropóloga Reina Durán (Directora del Museo del Táchira), conjuntamente con los investigadores que escriben esta nota, dieron como resultado el hallazgo de vestigios cerámicos de tipo utilitario en el sector denominado “Plan de los Indios”. A poca distancia de éste en un abrigo rocoso, se consiguieron igualmente restos cerámicos de muy fino acabado, con decoración de apliques, líneas y puntos incisos, lo que hace suponer que puede tratarse de instrumentos de uso ceremonial (Durán, Comunicación personal).

En estos momentos dicho material se encuentra en su fase de estudio y restauración en el laboratorio del Museo del Táchira en la ciudad de San Cristóbal. Otro elemento encontrado en el sector fue una especie de sistema de terrazas de varios tamaños, ubicadas en las laderas de las montañas que rodean el sector. En medio de esta actividad se consiguió ubicar también un interesante petroglifo que daría irroguen a una nueva estación rupestre en el Municipio Ayacucho: La Estación Rupestre “Plan de Vegones”.

El sitio arqueológico plan de Vegones

El sitio arqueológico Plan de Vegones se encuentra ubicado en jurisdicción de la Aldea Los Vegones, una de las 26 Aldeas pertenecientes al Municipio Ayacucho el cual está ubicado al Noreste del estado Táchira. Su capital es la ciudad de San Juan de Colón en dirección noreste del sitio a una distancia aproximada de 12 km.

La aldea Los Vegones delimita al norte con las Aldeas Paraguay y Las Pilas, por el este y el sur con el Municipio Michelena y por el oeste con la Aldea La Sanjuana. Se divide en varios sectores que se encuentra a medida que se asciende por la hoya de la quebrada La Sanjuana: La Vega, Brumales, Agua Clara, La Huérfana, Los Vegones parte baja, Plan de Vegones y Los Vegones parte alta. Posee una extensión territorial de 7,11 km2. (Alviárez, 2005: 180 s).

La tradición oral de los habitantes más “viejos” del sector, hacen referencia a la presencia indígena a lo largo de toda la zona de la Aldea, pero ubican especialmente al sector Plan de Vegones como el punto de referencia geográfico de muchas de esas historias narradas por sus padres y abuelos. Una de estas tradiciones orales es contada por el señor Teófilo Ramírez, habitante del sitio conocido como “Plan de los Indios”. Debido a este testimonio el museo del Táchira realizaría en los meses de Septiembre y Octubre del 2008 excavaciones arqueológicas en ese lugar:

Así lo que vivían eran indios, en una choza, en todo esto, de ahí pa bajo. Eso me lo decía el taita que no los conoció, pero mi nono sí, alma bendita… ellos venía de por hay donde llama Casa del Padre y se fueron metiendo y sacando a los indios y fundando y fundando fincas… por ahí hay también muchos plancitos (terrazas) donde vivían los indios, pero los corrieron y dejaron eso solo… (Ramírez, Informante).

Otra parte de su narración hace referencia a la violencia desatada en contra de los indígenas que habitaron en la zona, síntoma de la intolerancia y reflejo de una época extendida donde la superioridad tecnológica de estos colonizadores del siglo XIX fue muy superior a la resistencia indígena:

Este plancito es donde me decía nono que vivía una india, una india que vivía en la choza y que mataron. La agarraron para hacerla presa pero no se dejaba dominar y nunca pudieron por que estaba muy arrecha porque le había matado al marido. Entonces, pues la mataron, la mataron, le echaron unos perros y entonces la mataron… no ve que los indios también mataban gente y tenían muchas flechas, les caían a las casas y jodían a la gente, claro pa ellos no irse. Pero al fin se fueron metiendo, se fueron metiendo y los indios se fueron iyendo, iyendo. Ahora uno no escucha de indios en ninguna parte ¿verdá?. (Ramírez, Informante).

Estas narraciones parecen remontarse hacia alrededor del año 1860, fecha donde se encuentran los últimos registros escritos de la presencia de indígenas en el estado Táchira (Figueroa, 1961).

Pero fue el señor Antonio Colmenares, habitante del sector desde su nacimiento y de unos 65 años de edad, quien en medio de las actividades de las excavaciones informó de la existencia de un sitio donde había una “piedra del mapa”, que es una forma como localmente se identifican los petroglifos. La ubicación del petroglifo se realizó el 06 de septiembre. Las excavaciones se realizaron en una terraza asociada a la información del informante Teófilo Ramírez, de unos 70 años de edad, y en un abrigo rocoso cerca de la anterior arrojando los restos cerámicos arriba mencionados, es decir utilitarios en el primer sitio y de uso ceremonial en el segundo.

La estación rupestre plan de Vegones

Esta nueva estación se encuentra ubicada en el sector Plan de Vegones, aldea Los Vegones del Municipio ayacucho del estado Táchira, dentro de la micro cuenca de la quebrada la Sanjuana en su margen izquierdo y en las adyacencias del antiguo camino real que conduce hacia la aldea Laguna Real del Municipio Michelena. Este sector es llamado así por una laguna de considerables proporciones asociada también a los relatos y creencias de los habitantes de ambos municipios. Sus coordenadas son: 8º 0' 11.73” N. Longitud 72º 12' 11.55” O. Y su altitud es de 1.516 m.s.n.m.

El petroglifo formas parte de un complejo de 3 rocas que se agolparon de tal forma que se crea entre ellas un espacio interno de forma triangular. Por la inclinación de sus caras se convierte en un natural lugar de abrigo, capaz de proteger contra la lluvia, el viento y el frío. Dentro de dicho se encontraron también restos cerámicos superficiales.

Los motivos están ubicados en la cara vertical e interna de la piedra denominada “B”. Son de dimensiones pequeñas en relación al tamaño promedio de otras figuras pertenecientes a petroglifos del Municipio y del Estado. Resalta de sobremanera su manufactura que difiere de la forma tradicional en que se elaboraron otros petroglifos de la región. Tradicionalmente en estos se hace obstencible el uso de una piedra dura que haría de cincel y otro que cumpliría la función de martillo. Así se producirían puntos hendidos en la roca que, al ser repetido el proceso, iba horadando la superficie hasta quedar definido un surco lineal o planar que configura el diseño que se presupone, era bosquejado previamente para su elaboración.

En este caso los motivos representados no fueron realizados mediante convencionales surcos sino a través de líneas o trazos incisos sobre la roca. Esto hace concluir que en su manufactura se utilizó una lasca muy fina y cortante. Cualquier percusión aplicada sobre ella afectaría la herramienta y el diseño a elaborar. El resultado son rayas muy definidas con profundidades que van de 1 a 3mm y que le dan a la estación una particular sensación de esmero, cuidado y sutileza manifiesta. Es una combinación de fuerza con motricidad fina. Podría afirmarse, sin exagerar, que se trata de un singular trabajo de filigrana sobre el soporte pétreo. En el sector se ubicó piedra de tipo cuarzo, posible herramienta utilizada.

Esta hechura mediante el rayado del soporte rocoso, aparece regularmente registrado en las estaciones de las aldeas: Palmarito, La Pedregosa del Municipio Seboruco y El Rincón del Municipio Jáuregui estado Táchira. En estas regiones este modo de manufactura es una de las formas más regulares (Salamanca, Comunicación personal).

Para acceder al interior del resguardo hay que entrar prácticamente en posición horizontal, por una apertura que se hace entre las piedras “A” y “C”. Otra manera de ingresar es escalando cualquiera de las 3 piedras, lo que se puede hacer con cierta dificultad y peligro para el trepador. La dimensión de la piedra “A” es de 3,65 mtrs., de alto x 2,26 mtrs., de ancho y 5,14 mtrs., de profundidad. La piedra “B”, donde se encuentra los grabados tiene 1,60 mtrs., de alto x 3,63 mtrs., de ancho y 4.48 mtrs., de profundidad. Las figuras se encuentran en una superficie de 0.93 mtrs., de alto x 1,17 mtrs., de ancho. Por su parte la piedra “C” tiene las siguientes dimensiones: 2,05 mtrs., de alto x 1,97 mtrs., de ancho y 3,01 mtrs., de profundidad.

Desde esta estación rupestre se divisa hacia el norte una serranía donde se destaca la altura denominada “Pico de Vela”. Partiendo desde la estación en dirección este se puede acceder a los páramos de Angarabeca, Almorzadero y el Zumbador, cadena montañosa que hace de “divorsim acuarim” entre la Hoya del lago de Maracaibo mar caribe y la Hoya del río Orinoco océano atlántico. Hacia el oeste se desciende, siguiendo el curso de la Sanjuana, a la terraza inclinada donde se asienta hoy día San Juan de Colón y desde donde se abre el espacio hacia las fértiles tierras bajas del sur del lago y la cordillera oriental de Colombia, remontando los ríos Táchira, Zulia y Pamplonita. Al sur Laguna Real con su antiguo camino hacia Lobatera y la Villa de San Cristóbal, en paso hacia los Llanos de Barinas, los Llanos de Colombia, la selva de San Camilo y el alto Apure.

Descripción de los motivos

Sobresalen del conjunto las figuras con atributos antropomorfos, en las cuales se puede observar maquillajes y tocados en sus cabezas. Recuerdan las figuras de la piedra del mapa y Santa Marta I, estaciones rupestres ubicadas en la población de San Juan de Colón. Se contabiliza 8 figuras antropomorfas, personajes importantes adornados algunos con imágenes de poder y autoridad.

También puede observarse una figura que se encuentra en una posición que simula una caída, así como otra totalmente ladeada. Estas representaciones se pueden apreciar en la estación rupestre “La Botija” del municipio Seboruco estado Táchira, así como en las estaciones de la aldea La Arenosa del municipio Ayacucho donde se distinguen “caras” totalmente ladeadas.

Las figuras clepsidras también son comunes en otras estaciones rupestres de Ayacucho y Seboruco fundamentalmente en las de La Arenosa y Monte fresco así como en “la botija”. Es decir que hay muchas semejanzas con las figuras de diversos sitios apartados entre sí pero que parecen concluir en las imágenes de Plan de Vegones. Pero es precisamente el cuidado en la técnica y el acabado de las figuras, las que dan a esta estación rupestre una particularidad que la hace sobresalir de otros sitios.

Conclusión Los pueblos autóctonos que poblaron el territorio en el que hoy se conoce como Municipio Ayacucho antes de la llegada de los europeos, dejaron toda una serie de productos materiales esparcidos por muchos lugares. Son particularmente numerosos los petroglifos, piedras talladas, testigos silenciosos y narraciones mudas de la vida y presencia de esta “naciones”.

Todo esto es testimonio de una compleja forma de vida y de la riqueza de significativos conceptos que orientaban su existencia y que dieron como resultado creaciones tangibles e intangibles: instrumento, cerámicas, objetos líticos, estructuras, técnicas y más, que dan muestras de importantes desarrollos creativos. Mucho de esto se encuentra aún en el inconciente colectivo de las comunidades campesinas andinas que transcurren sus vidas en una región con mucha historia no escrita, y por ende de innegable potencial arqueológico.

 

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Cómo citar este artículo:

Jaimes R. Anderson. Estación Rupestre “Plan de Vegones”
Municipio Ayacucho Estado Táchira.
En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/vegones.html

2011


BIBLIOGRAFÍA

Alviárez, J. (2005). Municipio Ayacucho Perspectiva Geohistórica. B.I.C, San Cristóbal.

Figueroa, M. (1961). Por los archivos del Táchira. B.A.T. T., Caracas.

Jaimes, A. (2007). Crónica visual del Táchira, Municipio Ayacucho. fototeca del Táchira, San Cristóbal.

Reina D. (1998). Prehistoria del Táchira. Museo del Táchira, San Cristóbal.

Salamanca, M. (1990). Petroglifos del Estado Táchira, Municipios Lobatera, Michelena y Ayacucho. Tesis de Grado ULA Mérida.

Varios (2006 - 2008). Revista Sinopsis. Fundación Galería de Arte El Punto. San Juan de Colón.

Comunicaciones personales:

  • Durán, Reina.
  • Jaimes, Anderson.
  • Salamanca, Miguel Ángel.
  • Suescún, Freddy.

Entrevistas e informantes:

  • Colmenares, Antonio.
  • Gómez, Fernando.
  • Guerrero, Hortensia.
  • Ramírez, María Beatriz.
  • Ramírez, Palmenio.
  • Ramírez, Hernán.
  • Ramírez, Teófilo.