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During much of prehistory, geographical isolation produced just such linguistic diversity. This raises the possibility that one function of rock art may have been precisely its ability to overcome these language barriers. Certainly, much rock art is stylistically and thematically unique and individual, but repetition clearly indicates that these motifs were not intended to express creative individuality or virtuosity. Many motifs are widespread and broadly similar over space and time, and some of them are practically ‘universal’, that is, they can be found at sites all over the world. Entre las más antiguas y difundidas aparecen los motivos geométricos abstractos (ilustr.2), tales como figuras lineales y circulares, triángulos, rombos, configuraciones de puntos y secuencias de rayas, entre otros. La explicación entóptica atribuye la universalidad de estos motivos en términos de constantes neuropsicológicos asociados con estados alterados de conciencia. En cambio, nuestra hipótesis plantea que algunos de ellos pueden ser productos de una tradición cultural aprendida con significados compartidos dentro de una amplia zona durante largo tiempo. Examinaremos el arte rupestre del corredor noreste de México como estudio de caso para determinar hacia dónde conduce este camino (ilustr.3) Among the earliest and most widespread of these universal motifs are (ilust.2) abstract geometrical figures, such as linear and circular shapes, triangles and rhomboids, dot configurations, and tally sequences. Entoptic explanations of these motifs attribute their universality to neuropsychological constants associated with altered states of consciousness. Our working hypothesis is that some of them could be products of a learned cultural tradition whose shared meanings were widely transmitted over a long time period. As a relevant test case, we look at the rock art in the Northeast Mexican corridor to see where this trail might lead. (illust.map3)
The Northeast Mexican corridor along the Sierra Madre Oriental is especially strategic because it lies astride the northern approach to Mesoamerica and the Central American isthmus connecting the two continents. It also contains a large sample of over 600 rock art sites - both painted and carved - in the three Mexican states along this route (Coahuila, Nuevo León and Tamaulipas). Although none of this rock art has been dated directly, earliest human occupation at sites where it is found goes back to at least 12,000 B.P. and is tied to a hunter-gatherer lifestyle which persisted in some form or other from earliest times up to Spanish contact. Más importante aún es el hecho de que los motivos predominantes del arte rupestre norestense son un conjunto muy variado de formas geométricas abstractas ‘universales’, alguna vez agrupadas por Robert Heizer dentro de lo que él llamó la Tradición Abstracta de la Gran Cuenca. Algunos son únicos y propios de un espacio y paisaje en particular (ilustr.4) y son comparables en estilo y complejidad con el arte abstracto moderno, mientras que otros motivos como el arco concéntrico (ilustr.5) parecen ser íconos estandarizados presentes en muchos lugares. Nos enfocamos en estos últimos. Most importantly, the predominant motifs in Northeast Mexican rock art – and especially the early ones - are a varied assortment of ‘universal’ abstract geometrical forms, once grouped by Robert Heizer as elements of what he called the Great Basin Abstract tradition. Some are unique to a particular space and landscape (illust.4) and fully comparable in style and complexity to modern abstract art, while others - like the concentric arc motif (illust.5) - appear to be standardized icons found at many sites. Our focus will be on this latter group.
Ante la falta de analogías etnográficas, el mensaje o significado de estas imágenes abstractas no es evidente. Algunos reciben etiquetas descriptivas convencionales en base de sus características gráficas, tales como el ‘arcoiris’ para este conjunto de líneas concéntricas curvas, o el ‘sol’ (ilustr. 6) que identifica círculos con rayas que se parecen a los rayos solares, o la ‘luna’ para identificar formas que trazan una medialuna. Estas etiquetas pueden o no ser acertadas dependiendo del caso, pero proporcionan una pista fundamental. Toda la geometría abstracta deriva en última instancia de las formas de objetos naturales, sean el círculo simple del sol o la luna llena, el complejo patrón de una colmena, o el perfil irregular de un horizonte a distancia. Aprovechando esta pista, podemos acercarnos desde otro ángulo al arte rupestre geométrico abstracto y el significado de sus expresiones gráficas. Lacking ethnographic analogies, the meaning or message of these abstract images is not immediately evident. Some are given conventional descriptive labels based on their graphic characteristics, such as “rainbow arcs” for these curvilinear concentric lines, or “sun symbol” (illustr.6) to identify circles with rays that look like sunbeams, or a “moon symbol” to identify crescent shapes. These labels may or may not be accurate in every case, but they do provide a fundamental clue. All abstract geometry derives ultimately from natural forms and objects, whether they are the simple circle of the sun or the full moon, the complex pattern of a honeycomb, or the irregular profile of a distant horizon. Using this clue, we can begin to view abstract geometrical rock art and the meaning of its graphic expressions from a different angle.
Una fuente natural de abstracción lo encontramos arriba en el cielo. De ello los primeros humanos hubieran derivado sus primeras nociones de las dimensiones del tiempo y el espacio. La distribución al azar de las estrellas requiere su agrupamiento en configuraciones definidas. Aún cuando no sabemos el contexto cultural, su presencia puede ser indicada en motivos de líneas interconectadas. En el sitio de Boca de Potrerillos (Ilustr.7), la rotación de las estrellas polares puede ser indicada por las líneas y círculos que emanan del círculo central de este petrograbado único. Esta interpretación es reforzada por la orientación de todo el sitio hacia las direcciones cardinales (ilustr.8) y la presencia de varios petrograbados de círculos con cruz (ilustr.9), cuyo significado como marcador de las direcciones cardinales es confirmado en la iconografía mesoamericana posterior y la etnoastronomía de los grupos amerindios. One natural source of abstraction lies above in the sky. From it early humans would have derived their first notions of the dimensions of time and space. The naturally random distribution of the stars requires their grouping in culturally defined configurations. Whether we know their cultural meaning or not, their presence may be indicated by linear petroglyphic motifs. At Boca de Potrerillos (illust.7), the rotation of the circumpolar stars may be indicated by the spokes of this unique line-and-circle configuration, an interpretation reinforced by the cardinal orientation of the entire site context (illust.8) and the presence of numerous cross-in-circle petroglyphs (illustr.9) at this site, whose cardinal directional meaning is further confirmed in later Mesoamerican iconography and North American ethnoastronomy.
Ya hemos mencionado el círculo como analogía solar y lunar. A veces esta asociación visual puede ser confirmada por la observación directa (ilustr.10) debido a su ubicación dentro del paisaje, como sucede en el caso del eje este-oeste del calendario anual de horizonte visto desde la zona del promontorio de Boca de Potrerillos. La transformación del círculo (ilustr. 11) en una secuencias de puntos que registra un conteo de días puede remontar al Arcaico Medio, representando tal vez una fase inicial de la numeración mesoamericana. En contraste, entre los cazadores/recolectores fue usado para anotar los ciclos sinódicos de la luna y (ilustr.12) el ciclo de siete meses (207 días) del período de gestación de la hembra venado cola blanca. We have already mentioned the circle as a commonplace analogue of the Sun and the Moon. This visual association can sometimes be confirmed by direct observation (ilustr.10) because of its placement within the landscape, as is the case with east-west axis of the horizon calendar at Boca de Potrerillos as seen from the promontory zone. The transformation of the circle into a system of dot counting of days (illustr.11) may well date to the Middle Archaic period and represent an early phase of Mesoamerican numeration. By contrast, among the hunter gatherers it was apparently used to record lunar synodic cycles and (illustr. 12) the seven month (207 day) gestation period of the female whitetail deer.
Lo que llamé originalmente la ‘Tradición Norestense de Conteo Petrograbado’ puede ser un desarrollo muy particular. Los puntos configurados y rayas secuenciadas son motivos comunes en todas las Américas y su antigüedad gráfica remonta al Paleolítico. No siempre manifiestan secuencias ordenadas o numeración, pero estos rasgos pueden ser inferidos inmediatamente por el contexto visual. Permiten el análisis numérico y la confirmación de una numeración intencional a través de los patrones de secuencias repetidas aún cuando no sabemos qué estaban contando, ni mucho menos por qué. What I originally called the Northeast Mexican petroglyphic counting tradition may be a unique development. Dots and tally marks are ubiquitous motifs throughout the Americas and go back in time to the Paleolithic. They do not always show ordered sequences or intentional numeration, but these features are immediately inferable from the visual context alone and permit numerical analysis and confirmation of numerical intent through repeated sequential patterns even when we do not know what or why something was being counted. El cielo no es la única fuente de abstracción. En el corredor norestense mexicano, tal vez el elemento más vital es el agua. Debido a que la región se localiza en el cinturón árido correspondiente a las latitudes de la Convergencia Intertropical del Hemisferio Norte, las fuentes permanentes de agua superficial son muy escasas. Todos los sitios rupestres son próximos a los ríos intermitentes del drenaje interserrano (ilustr.13), manantiales, o lagunas de poca profundidad en las cuencas interiores del Altiplano. Walter Taylor los identificó como ‘ataduras’ que vincularon cada grupo con una fuente de agua permanente aún en las temporadas más secas del año. Según Paul Bahn, esta asociación del arte rupestre con el agua parece ser un fenómeno global, tal vez un vínculo elemental que abrió el planeta a la colonización humana. El agua determina tanto la naturaleza de medio como la densidad de la población humana. Nor is the sky the only universal source of abstract imagery. In the Northeast Mexican corridor, perhaps the most vital natural element is water. Since the region lies within the latitudinal dry belt associated with the Northern Hemisphere Intertropical Convergence, permanent surface water sources are very limited. All major rock art sites are adjacent to now-intermittent streams in intermontane drainages (ilustr.13), natural springs, or shallow lagoons in the interior basins of the Altiplano. Walter Taylor called these locations ‘tethers’ which tied each group to a permanent water source available even during the driest season. This association of rock art with water also appears to be a widespread phenomenon around the world (Bahn), perhaps an elemental natural link which opened up the planet to human colonization. Water determined both environmental conditions and the density of human populations.
Esto plantea la pregunta: si el agua no tiene una forma fija e inherente, ¿cómo puede ser representado en la gráfica rupestre? Se requiere algún tipo de imagen abstracta definida exclusivamente por asociación cultural, una realidad percibida por medio de convenciones sobre su aspecto bajo diferentes condiciones. Por ejemplo, un diseñador gráfico moderno podría representar el agua como gotas cayendo de una llave (ilustr.14), pero los pueblos pretéritos tal vez lo hubieran observado como líneas rectas verticales cayendo sobre todo el paisaje. En Boca de Potrerillos, Jon Olson combinó estas dos imágenes para identificar algunos conjuntos de petrograbados como ‘rocas de lluvia’ (ilustr.15). Es cierto que el sitio se ubica a sotavento de las serranías hacia el oriente, pero es poco probable que la lluvia se visualiza como gotas y ya hemos visto que no todas las configuraciones de puntos se orientan verticalmente o son ordenados al azar. La explicación de Olson puede aplicarse en algunos ejemplos, pero no explica toda la evidencia. This poses the question: since water has no inherent shape or form, how might it be represented graphically in rock art? Some kind of abstract image defined exclusively by cultural association is required, a reality perceived by means of understood conventions about its aspect in different states. For example, a modern graphic designer might represent water as droplets from a faucet (illust.14), but earlier peoples are more likely to have seen it as rain falling in vertically straight lines. At Boca de Potrerillos, Nuevo León, Jon Olson combined these two images to identify certain petroglyph panels (Illust 15) as ‘rain rocks’. This site does indeed lie in the rain shadow of the sierras to the east, but we would rarely see falling rain visually as droplets and not all the dot configurations at this site are oriented vertically or in random order. Although Olson’s explanation seems plausible in some cases, it doesn’t fit all the evidence.
Aún así, una pintura abstracta compleja en Cerro de Chiquihuitillos (Nuevo León) (ilustr.16) utiliza una de estas convenciones gráficas. Las líneas verticales arqueadas representan la lluvia que cae del cielo desde una nube estilizada en forma de óvalo. Su uso icónico es reforzado en este caso por la repetición, igual que la analogía etnográfica y rituales de los amerindios del suroeste norteamericano que lo identifica como una variante local del “ojo de lluvia” de los indios Pueblo. Even so, a complex painted abstract image at Cerro de Chiquihuitillos (Nuevo León) (illustr 16) clearly uses one of these graphic conventions. Slightly curved vertical lines represent rain falling from stylized oval clouds above. Its iconic use as rain clouds is reinforced here by replication as well as ethnographic analogy with Amerindian iconography and rituals from the U.S. Southwest which supports its interpretation as a local variant of the Puebloan ‘rain eye’.
El agua superficial esta también presente en la forma de lagunas, ojos de agua, manantiales, y ríos, cada uno de los cuales sugiere una iconografía distinta. Las líneas serpentinas pueden representar la fluidez del agua de río, sobre todo si cabe con el paisaje natural aledaño (Ilustr. 17), como es el caso de Presa de La Mula (Nuevo León). El entorno de este sitio ha sido fuertemente modificado (ilustr. 18) en años recientes por la construcción de una represa que interrumpe el flujo desde la ciénaga natural, pero el lado izquierdo de este panel (ilustr. 19) parece representar el paisaje anterior que incorpora la imagen serpentina de riachuelo visto desde arriba por el cazador. Surface water is also present as lagoons or standing pools, or as flowing streams, each of which suggests a different iconography. Serpentine lines could represent the fluidity of a nearby stream course, especially if, as at Presa de La Mula, Nuevo León, (illustr. 17) it fits into the natural surroundings. The site’s landscape has been massively altered in recent years (ilustr.18) by an earth dam which blocks the natural outflow from the adjoining wetland, but one side of this panel (ilustr.19) appears to represent the hunter’s view of an earlier landscape which includes the serpentine image of a flowing stream as seen from above.
El agua también puede fluir directamente desde la manta acuífera en las paredes de arroyos (ilustr.20). En el sitio de La Muralla en la Sierra Madre del sur de Nuevo León, la pared colinda con un arroyo intermitente y el agua del subsuelo filtra cada vez que llueve, reviviendo el color rojo de los petrograbados pintados (ilustr.21) que son plasmados en la superficie rocosa. Un panel prominente tiene líneas onduladas que simulan la gotera de agua que desciende desde las fracturas y oquedades de la pared. En otra parte de la pared (ilustr.22), una línea serpentina horizontal es acompañado por dos círculos concéntricos muy prominentes. Sus detalles lo identifican como una serpiente de agua, un símbolo bien conocido en la iconografía mesoamericana que corresponde precisamente con el entorno aledaño. Flowing water can also emanate from the groundwater table on exposed cliffs or arroyo banks (illustr.20). At the La Muralla (The Wall) site in the Sierra Madre of southern Nuevo León, the wall abuts an intermittent stream and seeps groundwater after each rain, vividly coloring the petroglyphic motifs overpainted in red (illustr.21). One prominent panel has undulating lines which simulate water flow descending from porous cracks and holes in the rock wall. On another part of the wall nearby (illustr. 22), an elaborate horizontally oriented serpentine line is flanked by prominent concentric circles. Its details identify it as a water serpent, a well known symbol in Mesoamerican iconography which fits the immediate setting exactly.
El agua en reposo sugiere otra imagen, el reflejo de un mundo idéntico por debajo de su superficie cuya separación se revela solamente por el movimiento. Deja caer una piedra en el agua y se produce el patrón de círculos concéntricos. Los círculos concéntricos en el panel de La Muralla podrían ser marcadores de los charcos que quedaron después de las lluvias. En el sitio (ya desaparecido) de San Bernabé (Nuevo León), un petrograbado en forma de espiral (ilustr.23) colocada en medio de una cascada (seca ahora) representa un ícono intermedio que incorpora tanto el flujo como el agua en reposo. Aún en superficies verticales, como el caso del sitio de Chupaderos del Indio (ilustr.24), el círculo concéntrico puede representar el agua adyacente al panel. Aunque el agua de este manantial es entubado a una granja en el valle abajo actualmente, el petrograbado da testimonio de su contexto anterior. Standing water evinces a different image, the reflection in a still pool of an identical world below whose separateness is revealed only by movement of its surface. Drop a pebble in any still water and a concentric circular pattern is produced. Concentric circles on the La Muralla panel could be markers of standing pools which remained after the rains. A petroglyphic spiral (ilustr 23) carved deeply on a horizontal surface in the middle of a now-dry cascade at the former site of San Bernabé, Nuevo León represents an intermediate icon, incorporating both stillness and flow. Even on vertical surfaces (illustr.24), as at Chupaderos de los Indios (Nuevo León) concentric circles may represent water adjacent to the panel. Although the water from the now-dry spring is currently diverted down to a farm on the valley floor below, the petroglyphs offer testimony of an earlier context when this spring was active.
Evidentemente las figuras geométricas abstractas no son los únicos motivos rupestres ‘universales’. Vienen inmediatamente a la mente las huellas de mano y de pie y la figura humana esquematizada que tienen una antigüedad y difusión global semejante. Su representación de la presencia humana es muy clara aún cuando su significado o intención específica puede ser abordado solamente en algunos casos. De la misma manera, las representaciones de animales y artefactos son universales, aún cuando varían en sus detalles de acuerdo a la cultura y el medioambiente. Reconocemos estas representaciones por sus rasgos gráficos únicamente y hacemos ajustes para sus formas variables. Abstract geometrical figures are obviously not the only ‘universal’ rock art motifs. Handprints, footprints, and the ubiquitous schematic human figure come immediately to mind and have a similar world-wide distribution and antiquity. Their representation of human presence is clear even if their specific meaning and intent can only be approached in a few cases. Likewise the representations of animals and artifacts are universal, even when the specifics vary according to culture and environment. We recognize all these ‘representations’ from their graphic characteristics alone and readily make adjustments for their variability. De manera semejante, nuestra excursión en el arte rupestre norestense nos muestra que podemos abordar el significado de los motivos geométricos abstractos, haciendo uso oportuno y juicioso del entorno natural y las analogías etnográficas y arqueológicas. Primero, tenemos que conceder la capacidad para el pensamiento abstracto aún a nuestros ancestros más primitivos. Ellos descubrieron el espacio y el tiempo en su propio mundo y lo expresaron culturalmente en muchas manifestaciones que ahora llamamos ‘arte rupestre’. También descubrieron los elementos como el agua con sus propiedades muy particulares que obedecen la ley de la gravedad, mucho antes que fuera precisada en términos científicos. Una vez que estamos preparados para reconocer las formas abstractas en la naturaleza, podemos empezar a reconocer sus manifestaciones más tempranas y examinar las asociaciones en una escala verdaderamente global entre los grafismos rupestres y sus contextos. In a similar manner, our excursion in
northeast Mexican rock art has shown that the references implied in abstract
rock art imagery can be approached using a judicious combination of natural
phenomena and ethnographic/archaeological analogies. First, we must first be
prepared to grant the capacity for abstract thought to even our most remote
ancestors. They discovered space and time in their own world and expressed it
culturally in many of the manifestations that we call rock art. They also
discovered elements like water with particular properties which obeyed the law
of gravity long before it was formulated scientifically. Once we are prepared
to see nature’s abstractions, it is possible to recognize their earlier
manifestations and test on a truly global scale the associations between
grapheme and context they generate.
—¿Preguntas, comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com—
Cómo citar este artículo: Murray, William Breen. Pasos en el camino: Arte Rupestre en el corredor de la Sierra Madre Oriental (Noreste de México) /Stepping Stones: Rock Art in the Sierra Madre Oriental Corridor (Northeast Mexico). 2013 |