Propuesta para un análisis iconográfico de petroglifos:
La Piedra de Sasaima, Cundinamarca (Colombia).
Diego
Martínez Celis . ciudadanomartinez@yahoo.com
Generalidades
La Piedra de Sasaima se encuentra localizada en predios de la finca
Taray, vereda El mojón, municipio de Sasaima, Cundinamarca
(Colombia), en los 4 57'0.73" Norte 74 25" 5.50" Oeste. A 1.140
m.s.n.m (Botiva, 2000).
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Localización de
la Piedra de Sasaima. Fuente: www.google.com |
Vista aérea virtual
de la región de Sasaima, al fondo hacia el noroeste
se puede apreciar el valle del río Magdalena. Fuente:
www.google.com |
Reportada y transcrita por primera vez por Wenceslao Cabrera Ortiz
en 1942, y nombrada también como "El monolito Panche", esta
roca es uno de las más extensos páneles con petroglifos
hallados en Colombia. Se trata de un yacimiento rocoso superficial,
que emerge apenas unos pocos centímetros del suelo circundante,
y cuya pendiente de aprox. 10° de inclinación la conduce,
de este a oeste, hasta sumergirse en las aguas de la quebrada Talauta,
en su parte más baja.
Se destaca principalmente por poseer una gran profusión
de motivos. Cerca del 80% de sus 98 m2 de
superfície se encuentra grabado.Para ver una documentación
completa de este sitio consultar: http://rupestreweb.info/sasaima.html
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Vista general de la piedra
de Sasaima. En la parte inferior se puede apreciar el espejo
de agua de la quebrada Talauta, la cual cubre el sector más
bajo de la piedra. |
La Técnica
Los petroglifos de la piedra de Sasaima, tal como se observan en
la actualidad, se perciben como el resultado de una considerable
cantidad de tiempo y esfuerzo invertidos en su factura. No sabemos
con certeza si estos grabados se realizaron durante un lapso de
tiempo contínuo, o si su ejecución se prolongó,
durante meses o años, en temporadas intermitentes. Tampoco
conocemos la época en que se realizaron, ni quienes fueron
sus artífices.
Los grabados comparten características técnicas de
ejecución similares: la profundidad (2 a 4 mm) y el ancho
de los surcos es homogéneo; se puede observar un piqueteado
característico en el fondo de los surcos, lo que da una idea
de la agudeza del instrumento que fue percutido para horadar la
superfície rocosa. Hay pocas superposiciones, y no se reconocen
diferencias significativas en el color de la pátina que recubre
los diversos surcos grabados. Estas cualidades podrían sugerir
que se trató de una actividad contínua, donde cada
elemento se realizó con base en un ordenamiento conciente,
controlado por particulares parámetros cognitivos, culturales
y técnicos que pudieron mantenerse sin grandes alteraciones
durante la ejecución de la totalidad del petroglifo.
Además de surcos, también se pueden identificar áreas
profusamente punteadas, donde no se profundizó para obtener
una diferenciación con la superfície, sino que se
aprovechó el simple carácter de la textura resultante
como delimitador del área signada.
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Sector de la Piedra de
Sasaima. Pueden observarse las diversas interacciones entre
los surcos y algunas áreas punteadas. |
Hacia un análisis iconográfico
Según Cabrera Ortiz, en esta roca se pueden contar más
de 400 motivos individuales (Botiva 2000); sin embargo este dato
se relativiza si se tiene en cuenta que debido a la complejidad
e interconección de los trazos no es fácil diferenciar
motivos independientes. La definición de posibles elementos
individuales se hace necesaria si se pretende algún tipo
de análisis formal proyectado a establecer patrones iconográficos.
Iconografía
Desde una perspectiva general y según el DRAE (www.rae.es)
iconografía refiere a la descripción y al tratado
descriptivo o colección de imágenes.
En términos de Panofsky (1939) el método iconográfico,
entendido como el estudio sistemático de las imágenes,
tiene por objeto interpretar el contenido temático y el significado
de las obras de arte. Un primer nivel de interpretación,
la descripción pre-iconográfica, implica la
identificación de los motivos reconocidos a simple vista;
en el segundo nivel, iconográfico, se reconocen los
temas o conceptos expresados, las formas como imágenes; y
en el tercer y último nivel, el iconológico,
se encontraría el significado intrínseco de la obra,
su calidad como síntoma cultural de un momento histórico
determinado, representado en valores "simbólicos".
En arqueología, la iconografía hace referencia al
estudio de las representaciones artísticas y objetos que
usualmente tienen amplia significación religiosa o ceremonial,
como poseedores de cualidades simbólicas; este, por ejemplo,
es un importante recurso de la arqueología cognitiva (Bahn
& Renfrew, 2000).
En el arte rupestre, los análisis iconográficos apuntan
principalmente a la identificación de los objetos y escenas
representadas sobre las rocas. Este ejercicio ha sido ampliamente
debatido (Bednarick), toda vez que esta identificación suele
ser simplemente una interpretación condicionada por el sistema
de percepción y los patrones culturales propios del investigador
u observador contemporáneo, con lo cual se hace una traducción
que no necesariamente concuerda con los términos de sus artífices
originales.
La identificación de animales, vegetales, tipos de armas
y herramientas, figuras humanas, escenas de caza, rituales, etc.,
ha sido una de los principales herramientas para explicar y contextualizar
muchas de las manifestaciones rupestres alrededor del mundo. Esto
se ejemplifica en las muestras del arte parietal paleolítico
europeo donde, la identificación de fauna pleistocénica
extinta, puso en evidencia su gran antigüedad; o en el corpus
de arte rupestre de Valcamónica (Italia), donde se han reconocido
representaciones de una gran variedad de armas y herramientas propias
de un espectro temporal que se inicia en el Neolítico y continúa
incluso hasta los tiempos de la ocupación romana, y
que han sido hallados en contextos arqueológicos definidos.
En los casos anteriores ha sido posible la "lectura" directa de
los motivos debido a que están representados de una manera
"naturalista" es decir que proveen la información visual
necesaria para permitir una identificación con un objeto
reconocible (Rock art glossary). Sin embargo, la mayor parte de
los corpus de arte rupestre en todo el mundo resultan ser
del tipo "abstracto", es decir que no es posible su identificación
directa; esto ha generado una gran cantidad de términos que
pretenden definir su "parecido con" algún objeto reconocible:
antropomorfo, zoomorfo, fitomorfo, tectiforme, claviforme, astromorfo,
etc, etc.
En otros casos, cuando ni siquiera es posible especular una equivalencia,
simplemente se definen con sus componentes geométricos:
círculos concéntricos, rombos, zig-zags, meandros,
etc,etc. Este es el caso del arte rupestre del altiplano cundiboyacense
y de la vertiente occidental de la cordillera oriental en Cundinamarca
donde es común la recurrencia de espirales, puntos, líneas,
parejas de triángulos enfrentados por uno de sus vértices,
y muchos otros motivos que no tienen una aparente relación
con objetos reconocibles para el observador contemporáneo.
Iconografia de la Piedra de Sasaima
En el presente artículo se pretende realizar un ejercicio
de aproximación, desde un abordaje formal, a la descripción
y posible interpretación de algunos motivos signados en la
Piedra de Sasaima. La aplicación de un análisis iconográfico
surge de la necesidad de definir unidades formales de análisis
que puedan servir como herramienta en ejercicios comparativos de
diferentes yacimientos rupestres entre sí y de estos con
otras manifestaciones de la cultura material de los pueblos que
habitaron la región.
La clasificación de los motivos rupestres, y las estructuras
que los relacionan entre sí, podrían dar pautas para
definir ciertos patrones iconográficos que abrirían
la posibilidad de interpretarlos como "marcadores culturales" suceptibles
de constrastación arqueológica; es decir, arqueofactos
como herramientas para la contextualización arqueológica
de las manifestaciones rupestres de la región.
Con base en el levantamiento completo de la piedra (ver: http://rupestreweb.info/sasaima.html
) se presenta a continuación una clasificación de
los motivos rupestres de acuerdo con su apariencia formal, es decir,
tomando como referentes sus propiedades gráficas y compositivas
según algunas categorías geométricas propias
de nuestra cultura occidental contemporánea. Como en la actualidad
no es posible estabecer ningun nexo con los sistemas de percepción
y representación de los artífices originales de estas
manifestaciones, entendemos que este es un ejercicio puramente especulativo,
en el que se pretenden barajar algunas hipótesis para, de
alguna manera, intentar aplacar el agobiante silencio que representa
el enigma del lenguaje signado en los petroglifos; o quizás
para dar luces sobre posibles caminos de interpretación y
abordaje metodológico en el estudio de estas manifestaciones.
Queda pues a su consideración.
Unidades formales de análisis
Debido a la densidad y complejidad de las relaciones formales entre
los motivos presentes en la Piedra de Sasaima, se realizó
una clasificación aleatoria de varios motivos tipo
a manera de unidades formales de análisis. Con el fin de
visualizar mejor su ubicación espacial en el contexto general
de la piedra, estos se presentan, en la transcripción general,
resaltados en negro, en contraste con el resto de los motivos que
se muestran en gris.
1. Antropomorfos
Este motivo se caracteriza por presentar dos ejes horizontales
que son la base para representar las extremidades, y uno vertical
que sirve de soporte a la cabeza y remate a una suerte de cola de
un cuerpo humano o de algún otro ser indeterminado. Este
diseño se encuentra distribuido por toda la piedra y aparece
la mayoría de las veces relacionado o haciendo parte de otros
motivos. Existen variaciones formales que van desde el simple cruce
de los ejes con sus extremidades(1a), hasta la adición de
elementos mas complejos como espirales a manera de cola(1d) o de
apéndices en el tronco(1e); igualmente se puede a veces identificar
manos tridigitas y cabezas claramente diferenciadas(1b). Estas características
hacen evidente la orientación arriba-abajo de los motivos,
los cuales, en su totalidad dirigen su "cabeza" hacia la parte alta
de la roca, por lo que se podría deducir que existe una clara
intención compositiva, donde "abajo" sería el límite
inferior con el cauce de la quebrada Talauta.
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Fig.1.
Algunos motivos antropomorfos. |
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Fig.2.
Distribución general de motivos antropomorfos. |
2. Meandros - antropomorfos
En la parte media de la piedra aparecen una serie de motivos compuestos
que en primer lugar se identificaron como meandros, pero que al
realizar la documentación final, se pudo corroborar que se
disponían en pares paralelos unidos por una línea
vertical; esto permite interpretarlo como una figura antropomorfa
cuyas extremidades se prolongan a la manera de las sinuosidades
del cauce de un río. Para este caso se observa que estos
meandros se disponen paralelos a la corriente y el cauce de la quebrada
Talauta. Más adelante se aventura una posible interpretación
de este motivo que podríamos también denominar
"Hombre-río".
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Fig.3.
Algunos motivos meandros-antropomorfos. |
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Fig.4.
Distribución general de motivos meandros-antropomorfos. |
3. Relojes de arena - antropomorfos
Este es otro de los motivos mas recurrentes. Se trata de estructuras
compuestas básicamente por un par de triángulos opuestos
y unidos por uno de sus vértices. Presenta variaciones que
van desde la línea simple (5a) o doble (5b), pasando por
estructuras con relleno (5c, 5d) hasta composiciones en que es evidente
la representación de la figura humana (5e, 5f, 5i) y donde
el triángulo superior resulta ser la cabeza y el inferior
el cuerpo. Otras variaciones aparecen con irradiaciones (5d) y otras
inscritas dentro de un área cuadrangular (5e, 5f, 5g, 5h).
Una de las variaciones más llamativas de este motivo es una
pareja en la que uno, el mas pequeño, parece estar dentro
de lo que podría representar una urna funeraria (5i). Más
adelante se expondrá una propuesta de interpretación
de este motivo.
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Fig5.
Algunos motivos reloj de arena-antropomorfos. |
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Fig.6.
Distribución general de motivos reloj de arena-antropomorfos. |
4. Líneas, círculos y espirales
Estos motivos aparecen siempre interrelacionados. Las líneas
parecen algunas veces hilar otros motivos, o conectarlos entre sí;
en su mayoría se disponen verticalmente, y algunas horizontales
aparecen paralelas al cauce de la quebrada Talauta formando meandros.
Las espirales pueden estar aisladas; a veces se desenvuelven hasta
convertirse en una línea sinuosa (7a) o aparecen acompañando
un motivo antropomorfo a manera de cola (7c). Los círculos
aparecen a veces como cabezas de motivos antropomorfos (7e) con
ojos o haciendo parte de conjuntos interconectados por líneas
(7d).
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Fig7.
Algunos motivos de líneas, espirales y círculos. |
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Fig.8.
Distribución general de motivos lineares, espirales
y circulos. |
5.Areas punteadas, espirales cuadradas,"tabacos" y
otros
Estos motivos son menos recurrentes que los anteriores. Las áreas
punteadas (1d, 1e, 1f) hacen referencia a sectores que no han sido
horadados tan profundamente como los surcos de la mayoría
de los motivos, sino que aparecen apenas punteados muy superficialmente,
dejando ver claramente la huella del instrumento con que se realizaron
mediante percusión. Aparecen formando áreas cuadradas
o rectangulares (1d). A veces aparecen aisladas pero en dos ocasiones
aparecen haciendo conjunto con los motivos que denominados meandros-antropomorfos.
En otra ocasión aparece formando el cuerpo completo de una
figura antropomorfa (1f). Las espirales cuadradas aparecen en conjuntos
formando unidades diferenciadas(1g, 1h); un motivo hace parte del
cuerpo de un antropomorfo(1i). Otro conjunto presenta una variación
de espiral triangular dentro de lo que denominamos aquí un
"tabaco"(1L). Los "tabacos" son formas alargadas compuestas,
con decoración lineal o punteada en su interior (1j, 1k,
1L). Otros motivos son unas líneas con apéndices lineares
u ovoidales dispuestos consecutivamente en todo su largo(1a, 1b,
1c).
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Fig9.
Algunos motivos variados. |
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Fig.10.
Distribución general de otros motivos variados |
Casos especiales
1. Esquematización de la representación del cuerpo
humano
Exponemos aquí una aproximación a la interpretación,
en cuanto a su identificación formal, de los motivos que
hemos denominado relojes de arena-antropomorfos. Si bien,
a primera vista no parecen representar algún objeto conocido,
luego de realizar alguna comparaciones iconográficas, se
puede concluir que se trataría de representaciones muy esquematizadas
del cuerpo humano.
En la misma Piedra de Sasaima se observan posibles variaciones
del mismo motivo donde en algunas se reconocen rasgos humanos: cabeza
con ojos, nariz y boca y resto del cuerpo, sin extremidades, diferenciado.
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Fig.11.
Motivo Reloj de arena-antropomorfo
con línea doble y relleno punteado. Piedra de Sasaima. |
Fig.12.
Variaciones aleatorias, de lo simple a lo compuesto, del motivo
Reloj de arena-antropomorfo de la Piedra de Sasaima. |
Otro caso similar de ocurrencia de este motivo, y su posible calidad
de representación del cuerpo humano se puede advertir en
la Piedra de Buenavista, en el departamento de Boyacá
(figs.13 y 14).
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Fig.13.
Motivo Reloj de arena-antropomorfo
con línea doble y facciones. Sector derecho de la
Piedra de Buenavista, Boyacá. |
Fig.14.
Motivos Reloj de arena -antropomorfos
del sector central del petroglifo de Buenavista, Boyacá. |
Igualmente, la Piedra de los Venados de Mongua, Boyacá,
presenta en su pánel central, entre otros, tres elementos
que parecen relacionarse formalmente entre sí. Se trata de
un antropomorfo cercano a una serie de venados, que posee en su
cuerpo las características del reloj de arena, el cual se
hace evidente en el motivo inferior izquierdo, y en el inferior
derecho que, además, posee un apéndice superior, a
manera de cabeza, e irradiaciones (fig.15).
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Fig.15.
Panel central de la Piedra de los venados de mongua, Boyacá.
Puede observarse una escena con venados y con algunos seres
representados mediante la estructura reloj
de arena-antropomorfo. |
Fig.16.
Variciones del motivo reloj de arena-antropomorfo.
Posibles representaciones del cuerpo humano. Piedra de los
venados de Mongua, Boyacá. |
2. Representación de urna funeraria
Otro de los motivos que podrían prestarse para algún
tipo de interpretación, en cuanto a su identificación,
es una forma que parece representar una urna funeraria. Se trata
de una pareja de motivos reloj de arena-antropomorfos, en
la que uno de los dos, el más pequeño, aparece inscrito
dentro de lo que podría ser la representación de un
entierro secundario (fig.17). Aunque no conocemos referentes directos
de este tipo de enterramiento en la región de Sasaima, más
al noroccidente, en el Magdalena medio, son ampliamente conocidas
las urnas cerámicas que sirvieron de morada final a los huesos
exhumados de los cadáveres (figs.18 y 19).
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Fig.17.
Motivo de la Piedra de Sasaima que podría representar
una urna funeraria con un cuerpo humano en su interior. |
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Fig.18.
Urna funeraria de cuerpo subglobular. Río Magadalena.
Arte de la tierra. |
Fig.19.
Urna funeraria de cuerpo ovalado con tres asas. Magdalena
medio. Museo Nacional de Colombia. |
3. El" Hombre río"
El motivo que hemos denominado Meandro-antropomorfo nos
sugiere una posible relación con la representación
de una estructura mítica propia del contexto amazónico.
A pesar de no tener ningún referente para relacionar el petroglifo
de la Piedra de Sasaima con algún contexto arqueológico
ni etnográfico, nos aventuramos aquí a realizar un
paralelismo basado en la simple interpretación de su apariencia
gráfica.
Recogemos una cita del origen mitológico del yagé
(planta alucinógena) según un abuelo Siona (en Torres,
2000):
"Los Siona, habitantes de las márgenes del alto río
Putumayo, pertenecen a la familia lingüística Tucano
Occidental. Ellos comparten con los Tucano del Vaupés (familia
lingüística Tucano Oriental) la conceptualización
de la liana del yagé como el cabello de un ser masculino
ancestral. Así le explicaron al etnobotánico Schultes:
«El río es un hombre cuyos pies están
en la boca del río; sus brazos extendidos representan a los
afluentes y su cabeza es la fuente. El hombre agita su flotante
cabellera, de la que se desprenden las hojas del bejuco del yagé.
Al caer en el río, las hojas se convierten en peces».
Este hombre-río ancestral es asímismo la gran anaconda,
la boa acuática. Sus cabellos se enroscan en los árboles
materializados en bejuco-vegetal-yagé. El yagé-cabello
es anaconda-agua-bejuco-vegetal-yagé, es cuerpo-múltiple
que se distribuye en los espacios a la manera del cordón
umbilical del universo. Así lo conceptúan los uitotos"
(Torres, 2000).
Fernando Urbina en su amplia investigación de la relación
mito-rito-arte rupestre en la amazonía colombiana (2000),
presenta muchos ejemplos de las representaciones antropomorfas relacionadas
con las sinuosidadades del cauce de un río (fig. 20). Para
nuestro caso en particular se podría citar aquí una
imagen pintada sobre corteza por los indígenas Uitotos (fig.21);
quienes en la actualidad relacionan este diseño de meandros
con las" pintas de la boa", que a su vez relacionan con
sus mitos de origen de la humanidad a partir de una serpiente ancestral
a manera de gran río.
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Fig.20. Petroglifos
en el río Caquetá.Meandros formados a partir
de cabezas humanas. Posibles representaciones del mito de
la Serpiente Ancestral, según Fernando Urbina. |
Fig.21. Diseño
sobre corteza. Los indígenas Uitotos ven estos motivos
como "las pintas de la boa". Según Fernando
Urbina (2000) |
Fig.22.Meandro-antropomorfo.,
"Hombre- río"
de la Piedra de Sasaima. |
Consideraciones finales
Las especiales características formales y compositivas de
los diseños de los petroglifos de la Piedra de Sasaima (y
de la región de Cundinamarca en general), no permiten una
aplicación ceñida del método iconográfico
clásico propuesto por Panofsky. Toda vez que esta metodología
requiere de un primer nivel de interpretación, la descripción
pre-iconográfica, donde se deberían "identificar"
los motivos. Esta identificación resulta ser un ejercicio
altamente especulativo puesto que, en la región, no perviven
estructuras míticas posibles de reconstruir, no se han articulado
discursos etnográficos, ni se han hallado evidencias arqueológicas
que ayuden a contextualizar ni a identificar los posibles referentes
de estas estructuras formales.
La clasificación que realizamos de los motivos se debe entender
como un ejercicio aleatorio, que no petende establecer patrones
rígidos, son sólo aproximaciones desde lo formal,
como puntos de partida para intentar una "lectura", que
entendemos condicionada, pero necesaria a la hora de preteder iniciar
un abordaje en el espinoso campo de la clasificación iconográfica
y la interpretación del arte rupestre de Cundinamarca.
La gran mayoría de los motivos descritos estan ampliamente
difundidos por todo el occidente de Cundinamarca, pero también
pueden encontrarse en muchos otros yacimientos rupestres del país
e incluso del norte de Suramérica, Centroamérica y
el Caribe. Por tanto no resulta viable considerarlos como posibles
"marcadores culturales" característicos de la región
de Sasaima; sin embargo, lo que si podría considerarse es
la manera como estos motivos se interrelacionan entre sí,
sus propiedades compositivas y su estrecha relación con la
piedra misma y el entorno; carácterísticas que requieren
matizarse mediante la profundización de los estudios en el
área y la optimización en los procedimientos de registro,
es decir, mediante la recolección y articulación de
mayor y más precisa información que represente verdaderos
datos con posibilidades de contrastación. Esta sería
apenas "la primera piedra" de un posible edificio documental.
Tras este primer ensayo de análisis iconográfico
de la Piedra de Sasaima, se pudo advertir que:
- Parece existir una estrecha relación formal y compositiva
entre los petroglifos, la forma de la roca y su entorno. Esto se
hace evidente, en especial, en relación con el cuerpo de
agua de la quebrada Talauta, la cual corre tangencialmente al extremo
mas bajo de la roca (fig 23).
-Todos los petroglifos estan inscritos con base en un eje arriba-abajo,
lo cual evidencia una clara intencionalidad, planeamiento y orden
conciente por parte de su(s) ejecutor(es) (fig 23).
-Los motivos denominados "Meandro-antropomorfos" parecen
reproducir, en disposición paralela, las sinuosidades del
cauce de la quebrada Talauta.
-Los motivos denominados "reloj de arena- antropomorfo"
parecen representar, mediante multiples variaciones y esquematizaciones,
la figura humana.
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Fig.23.
Estructura compositiva de la piedra de Sasaima.
Un eje principal, perpendicular al cauce de la quebrada Talauta,
parece organizar longitudinamente los diversos elementos,
los cuales, y teniendo en cuenta algunas de sus particularidades
advertidas (cabeza / cola / extremidades, etc), parecen responder
a un orden arriba-abajo. Los motivos denominados "meandro-antropomorfo"
se disponen paralelos al mismo cauce, como reproduciendo el
patrón natural de las ondulaciones de la corriente
de agua. |
Pueden ser múltiples las miradas e interpretaciones que
cada observador actual realice a partir de un conjunto de petroglifos
como el expuesto aquí. La anterior es sólo una más.
Esperamos que el "despiece" formal que realizamos a esta
roca pueda ser una herramienta util, un punto de partida o una provocación,
para otras propuestas de análisis iconográfico del
arte rupestre.
Nota. A los interesados podemos
enviarles, vía correo electrónico, las transcripciones
generales de esta roca en alta definición.
—¿Preguntas,
comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com—
Cómo
citar este artículo:
MARTINEZ
CELIS, Diego.
Propuesta
para un análisis iconográfico de petroglifos: La Piedra
de Sasaima, Cundinamarca (Colombia).
En Rupestreweb, http://rupestreweb.info.com/sasaima2.html
2006
BIBLIOGRAFÍA
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y Río Magdalena. Fondo de promoción de la cultura,
Banco popular, 1992
Botiva C., Álvaro.
Arte rupestre en Cundinamarca, Patrimonio cultural de la nación.
Gobernación de Cundinamrca, ICANH: Bogotá. 2000.
Bednarick, Robert. Iconography.
http://mc2.vicnet.net.au/home/date/web/icon.html
IFRAO. Rock Art Glossary http://mc2.vicnet.net.au/home/glossar/web/glossary.html
Panofsky, Erwin. Estudios de Iconología.,
Lisboa, Editorial Estampa, 1982 (trad. ingl. por Olinda Braga de
Sousa, Studies in Iconology, Oxford, Oxford University Press, 1939).
Renfrew, Colin and Bahn, Paul. Archaeology. Theories,
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Torres C., William. 2000. Liana de ver, cordón
del universo: el yagé. Boletín Museo del Oro,
No. 46. Bogotá. Banco de la República. http://banrep.gov.co/museo/boletin
Urbina R., Fernando. Mito, rito y petroglifo. A propósito
del arte rupestre en el río Caquetá -Amazonía
clombiana-. En Revista Rupestre, No. 3. Editorial Cultura de
los pueblos pintores. Bogotá, agosto de
|