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CUADRO No. 1 Al margen de los datos obtenidos a partir de los patrones radiocarbónicos internacionales, se seleccionaron muestras asociadas a un evento temporal particular. Se fecharon siete diferentes materiales procedentes de un entierro de un infante naturalmente momificado, que pertenece al Laboratorio de Investigación Arqueológica de Texas de la Universidad de Texas y que procede de la cueva Hinds, ubicada en la parte baja del río Pecos, al suroeste de Texas. Los materiales seleccionados para ser fechados en este entierro, fueron: 1) una pequeña muestra de una estera; 2) una hoja de pasto; 3) unas astilla de madera de una planta del desierto; 4) un trozo de pelo de conejo; 5) una pieza de tallo de sotol; 6) una muestra de cordel y 7) un pequeño hueso que tenía adherida piel momificada. El objetivo de este fechamiento, era probar la técnica en varios materiales diferentes, todos los cuales, se esperaba que tuvieran la misma edad, es decir, la del entierro. Las muestras fueron sujetas a diferentes pretratamientos, de tal manera que también se pudiera llevar a cabo una comparación entre los mismos. Uno de los pretratamientos fue el tradicional, es decir, el de ácido-álcali-ácido, el que lamentablemente fue destructivo. Debido a que la técnica de plasma ha demostrado repetidamente que no se requiere pretratamiento con ácido para ser exacta, también se trataron algunas de las muestras solamente con hidróxido de sodio a varias concentraciones, seguido de enjuagues con agua. Otras de las muestras fueron tratadas solamente con agua doble destilada, agua deionizada o simplemente no se les dio ningún tratamiento. En total, se obtuvieron 23 fechamientos de las muestras de la cueva de Hinds. Las fechas de seis de los materiales fueron consistentes unas con otras. La madera de la planta del desierto, sin embargo, presentó un fechamiento más reciente que el que se obtuvo para los otros seis materiales del entierro. Cinco fechamientos de esta madera, fueron consistentes entre ellos mismos (Gráfica No.4), de tal manera que se pudo concluir que la astilla, no era parte del envoltorio original del entierro. Casi todas las fechas que se obtuvieron en los materiales de la cueva Hinds, demuestran concordancia entre las mismas, lo que es suficiente para probar la exactitud de la técnica. Actualmente, el Centro de Espectrometría de Aceleración de Masas del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (Estados Unidos), está llevando a cabo las mediciones de radiocarbono por el método tradicional en todos estos materiales, de tal manera que se puedan establecer las comparaciones respectivas. GRAFICA No. 4 En general, los resultados empleando oxidación no destructiva con plasma, concuerdan con los fechamientos determinados en muestras previamente fechadas por otros laboratorios. El análisis estadístico (OxCal χ2-test: Bronk Ramsey 2000) indica, en general, que los resultados con extracción de plasma químico y los de otros laboratorios, concuerdan dentro de cierta incertidumbre estadística, incluso cuando se emplean varios pretratamientos diferentes. La técnica de plasma químico, parece que produce fechas radiocarbónicas precisas. 3. Fraccionamiento despreciable de las masas:La técnica radicarbónica tradicional, utiliza el isótopo de carbono catorce (14C) para determinar la edad del artefacto. Debido a que el plasma produce fraccionamiento del anhídrido carbónico en varios de sus isótopos, uno de los objetivos de las pruebas que se han hecho a esta técnica, es determinar si varían las fechas obtenidas si se emplean diferentes isótopos. Por esta razón, las alícuotas de CO2, producidas durante las reacciones secuenciales con plasma, se analizaron para los diferentes rangos de isótopos estables del carbono (Boutton 1991). En el caso del carbono 14 (14C), la edad sí se vio afectada entre ambas metodologías, pero en el caso de las mediciones de carbono 13 (d13C), la variación en el fechamiento radiocarbónico es despreciable. Por otra parte, debe recordarse que usando la técnica del plasma, pueden hacerse múltiples extracciones de anhídrido carbónico de la superficie de los artefactos y esta fue otra prueba a la que se sometió la técnica, es decir, se determinó sí existía variación mientras más extracciones se realizaran. En realidad, la técnica demostró, que las extracciones secuenciales, producen una variación de ±1-2%, afectando el fechamiento radiocarbónico en ±8-16 años radiocarbónicos a.p. solamente. Fechamiento radiocarbónico de pinturas rupestres: La espectrometría de aceleración de masas (AMS), fue introducida en la parte final de la década de los 1980. Su aplicación permitió que se redujera en un alto porcentaje, la cantidad de carbono necesario para llevar a cabo las mediciones de radiocarbono. Por tanto, por primera vez, se pudieron practicar fechamientos de muestras muy pequeñas, como pueden ser las que proceden de pintura rupestre. La mayor parte de los fechamientos radiocarbónicos que se han conseguido de las pinturas rupestres de todo el mundo, se ha logrado únicamente con los pigmentos que tienen base de carbón. Sin embargo, esto no era una ventaja sino una desventaja, porque casi todas las pictografías fueron hechas con pigmentos inorgánicos y no con carbón; por ejemplo, se usaron pigmentos rojos, naranjas, cafés y amarillos, que en realidad son varios óxidos o hidróxidos minerales en diferentes estados de oxidación y grados de hidratación y también se empleó pigmento negro, que pude ser óxidos o hidróxidos de manganeso. Ciertamente, ningún material inorgánico puede ser fechado directamente por radiocarbono, pero paradójicamente, las pictografías con pigmentos inorgánicos sí pueden ser fechadas por radiocarbono, si cumplen con las siguientes características: en primer lugar, si se agregó algún material orgánico a los pigmentos, antes de que estos fueran transformados en pinturas y en segundo lugar, si permitió suficiente de este material orgánico en las pinturas rupestres, de tal manera que pudieran practicarse mediciones radiocarbónicas con suficientes exactitud y confiabilidad. Durante más de una década, el Departamento de Química de la Universidad de Texas A&M, ha desarrollado y empleado una técnica de extracción con plasma químico, que es aplicable a todos aquellos materiales arqueológicos en los cuales se ha retenido alguna traza de material orgánico. Esto permite que las pictografías rupestres puedan ser fechadas por radiocarbono AMS, tanto si fueron hechas con pigmentos de base de carbón como si posee sustancias orgánicas mezcladas con los pigmentos inorgánicos (Russ et al. 1990, 1992; Chaffee et al. 1993, 1994; Ilger et al. 1995, 1996; Hyman & Rowe 1997; Pace et al. 2000; Steelman et al. 2002a,b; Rowe 2001). De acuerdo a los datos que se presentan en la gráfica No. 5 la técnica ha demostrado que proporciona buenas estimaciones de edad para la pintura rupestre, ya que éstas se ubican dentro del rango de edad inferida a través de la evidencia arqueológica. Las barras sombreadas, representan los rangos propuestos por los investigadores de las pictografías y los triángulos son los fechamientos radiocarbónicos en los que se usó plasma químico como medio de extracción. Se observa concordancia para viarios grupos de pinturas rupestres, lo cual presta confiabilidad al método, aunque los rangos de edad arqueológica inferidos, a menudo son tan amplios, que no pueden aceptarse como concluyentes en todos los casos. GRAFICA No. 5 Fechamiento del Diablo Rojo, Amatitlán, Guatemala.En septiembre de 2001, Marvin Rowe estuvo en Guatemala, para tomar muestras de 10 pinturas rupestres. Nueve corresponden a los sitios de San Juan Ermita, Chiquimula, pero aun se encuentran pendientes de ser procesadas; probablemente este verano puedan analizarse. Sin embargo, sí se fechó, la que se conoce como Diablo Rojo y que está ubicada en Amatitlán. Esta es la primera pictografía de las tierras altas de Guatemala, que ha sido fechada directamente. De acuerdo a la información proporcionada por Sergio Ericastilla, Dave Whitley y Guillermo Mata, esta pintura fue encontrada por campesinos de los alrededores, quienes la dieron a conocer en la década de los 1970 a Margarita Hartleben. Hacia finales de aquella década, la familia Hartleben comunicó el hallazgo a Edwin Shook, quien hizo los arreglos necesarios para llevara a cabo el registro de esta representación rupestre. En 1977, llegan a Guatemala, Dave Whitley y Frederick Bove, quienes bajo la dirección de William Clewlow debían trabajar en el registro del Diablo Rojo, junto a Ed Shook. Se montó un andamio para hacer el calco, el cual fue trazado por Shook, en tanto las primeras fotografías fueron tomadas por Whitley, quien bajó hasta la pintura parado en una tabla y sostenido de una soga en la cintura. Se supone que Clewlow escribiría un amplio reporte sobre la pintura, pero nunca lo completó, sin embargo, se hizo una breve descripción en el artículo El Bálsamo, un complejo preclásico medio en la costa sur de Guatemala de Clewlow y Helen Wells. A partir del calco y fotos tomadas por este primer equipo, Clewlow encargó una reproducción artística a Kathleen Conti, cuyo paradero se desconoce en la actualidad, pero que fue publicado en 1986 como portada del volumen La periferia sureste del Clásico Maya, del Centro Latinoamericano de la Universidad de California. Sin embargo, la primera publicación detallada del Diablo Rojo, se debe a Mathias Strecker y es varios años posterior (Dave Whitley, comunicación personal; Mata, 1998: 27-28). Después del trabajo de Shook, Whitley y Bove, Guillermo Mata hizo una visita que da fe de la excelente conservación de la pintura. En enero de 1985, Sergio Ericastilla y Gary Rex Walters, visitaron el sitio y con la ayuda de un andamio, lograron realizar un nuevo calco y tomar fotografías. A Ericastilla se debe la mejor descripción de la pintura que se conoce en la actualidad (Utz´ib, junio 1998). En 1997 Mata visita nuevamente el sitio, notando el grado de deterioro que presenta la pintura con respecto a su vista de los años 1970 (Ericastilla, 1998: 29; Mata, 1998: La pintura se encuentra ubicada en la parte superior de un risco de basalto del cerro de La Mariposa, a aproximadamente unos 12 m desde la base del paredón. Mide 1.25 m de ancho y 1.88 m de alto. Según el calco y la descripción de Ericastilla, la pictografía cuenta con dos personajes que están de pie y de perfil, uno frente a otro. El de mayor tamaño, que es que ha dado nombre a la pintura porque lleva un tocado adornado con dos aparentes cuernos, ve hacia la derecha y ocupa el lugar predominante, también está ataviado con guantes, una borla a la altura de la cintura, posiblemente una bolsa y lleva una falda; su brazo derecho está hacia un lado y en la mano sostiene los que han sido descritos como lanza dardos, así como un objeto semejante a un caracol; en la otra mano sostiene un objeto desconocido y el brazo está flexionado a la altura de la cara. El personaje que ve hacia el lado izquierdo, de menor tamaño, está parado en forma estática con los brazos a ambos lados de su cuerpo; es especialmente importante el “casco” que lleva puesto, el cual es semejante a de los atavíos de las representaciones olmecas de la región del Golfo (Ericastilla, 1998: 29-30). Esta asociación iconográfica de la pintura, es la que ha permitido su estimación temporal. Para hacer el muestreo de esta pintura, fue necesario hacer uso de escalada libre, en la que ayudó la Décimo Novena Compañía de Bomberos Voluntarios de Amatitlán. Bajo la dirección de Marvin Rowe, Carlos Batres removió dos ínfimas lascas de pintura rupestre, empleando un escalpelo quirúrgico esterilizado. La muestra del Diablo Rojo, fue empacada en papel de aluminio y una bolsa de plástico resellable. Además, se recolectó una muestra de la roca en la que no había pigmento y que se encontraba inmediatamente adyacente a la pintura; esta permitió determinar la cantidad de contaminación presente en el sustrato, para hacer las correcciones necesarias. FOTOGRAFÍA No. 2 En el laboratorio de la Universidad de Texas A&M, se examinó la muestra con un microscopio estereoscópico, determinándose que el Diablo Rojo, en realidad es una pintura que se compone de dos capas: una negra que se localizaba debajo de la roja superficial, que es la que se observa a simple vista en el paredón. En la Fotografía No 3, se puede ver la imagen de ambas capas a través del microscopio. Nuevamente con la ayuda de un escalpelo quirúrgico, se procedió a hacer la separación de las mismas; primero, la capa roja de la superficie y luego la capa negra adyacente al sustrato, aunque fue imposible remover una capa sin incluir minúsculas cantidades de la otra. Esto equivale a decir, que al pulverizarse la muestra para su análisis y al ser observados los polvos bajo un microscopio estereoscópico, se determinó que había algunas partículas negras en el polvo rojo y viceversa. Cabe decir que no se encontró ningún otro material extraño, tales como fibras, raicillas, etc. El polvo rojo y el polvo negro, se mantuvieron separados y se trataron como dos muestras individuales. La muestra de roca sin pintura, también se examinó bajo el microscopio para descartar la posible presencia de pigmentos. Para evitar la contaminación moderna, se emplearon guantes de látex para recolectar la muestra ya asimismo durante su manejo posterior en el laboratorio. FOTOGRAFÍA No. 3 El plasma químico, sirvió para extraer el carbono orgánico, tanto de la capa roja como de la negra. El carbono extraído, sirvió para llevar a cabo el fechamiento por radiocarbono con AMS; desafortunadamente, la cantidad no fue suficiente en la capa roja, ya que solamente se obtuvieron alrededor de 0.025 mg de carbono. Por otro lado, en la capa negra, la situación fue totalmente favorable, ya que se recolectaron unos 0.105 mg de carbono, los cuales si fueron útiles para el fechamiento. El tono negro de la muestra de pintura desapareció después de la oxidación; este cambio de tonalidad y la relativamente alta cantidad de carbono recolectado, indican que el pigmento era carbón. De la muestra del sustrato, se recolectaron solamente ~0.004 mg de carbono. La medición radiocarbónica de la capa negra, permitió obtener una fecha de 3030±45 14C años a.p., calibrada a 1120-1410 años a.C. Conclusiones Aunque todavía falta hacer más comparaciones, las mediciones radiocarbónicas no destructivas y de isótopos de carbono estables, parecen ser factibles para restos arqueológicos que contengan carbono en su composición, sean estos orgánicos o inorgánicos. Hay cinco ventajas de usar plasma químico en lugar de la combustión para la recolección de dióxido de carbono (CO2), para el fechamiento radiocarbónico. Estas son (Hedges et al. 1998; Armitage et al. 2001):
Con respecto al fechamiento de la pintura rupestre conocida como Diablo Rojo, es válido decir, que la asociación estilística que se había otorgado a la misma, definitivamente corresponde a la edad obtenida a través de la oxidación plasma químico y del análisis radiocarbónico. Por otra parte, como dato histórico, cabe decir, que el Diablo Rojo fue una de las primeras pinturas rupestres en ser registradas por arqueólogos y ahora, la primera en ser fechada en nuestro país. Es importante aclarar, que debido a que el fechamiento se obt6uvo de la capa cuyo pigmento fue el carbón, debe tenerse ciertas reservas con la interpretación de su edad. En las muestras donde el carbón es el material fechable, es necesario tener alguna precaución al evaluar los resultados, debido a que existen algunos problemas potenciales urgidos de la posibilidad de que la evidencia esté compuesta de “madera vieja” o “carbón viejo”; la madera puede proceder de un árbol que murió algún tiempo antes de que fuera quemada para transformarse en carbón y similarmente, el carbón pudo haber sido quemado en un momento desconocido, antes de que se empleara para hacer el pigmento para la pintura (Schiffer 1986). De esta forma, una fecha radiocarbónica procedente de un pigmento de carbón, puede fechar la muerte del árbol a partir del cual se hizo el carbón y no proporcionar la edad cuando se hizo la pintura (Bednarik 1994). Esto es válido tanto para carbón arqueológico como para los pigmentos de las pictografías. Por esta razón, la fecha del Diablo Rojo, debe interpretarse como una “edad máxima” para pictografía, lo cual implica que pudo haberse realizado en cualquier momento posterior. Para Guatemala, este primer fechamiento de pintura rupestre empleando plasma y radiocarbono AMS, ha iniciado el camino que permitirá que la tradición rupestre pueda ser asignada a un período determinado. Los fechamientos de las pinturas rupestres de Chiquimula y los de la Casa de las Golondrinas (Ciudad Vieja, Sacatepéquez, que está próximas a obtenerse), contribuirán de manera valiosa, por lo que se estará a la expectativa de los resultados proporcionados por el Departamento de Química de la Universidad de Texas A&M. Agradecimientos: Estamos sumamente agradecidos con la Dra. Bárbara Arroyo por permitirnos que esta ponencia fuera leída durante el XVII Simposio de Investigaciones Arqueológicas y con Lucrecia de Batres por traducirla y presentarla en nuestro lugar. Este material está basado en el trabajo financiado por Nacional Science Foundation, bajo la beca No. 0209312. KLS fue parcialmente financiado por la beca Regent de la Oficina del Vice-Director de Investigación. Fondos adicionales proceden de la Beca para Actividades Creativas y Eruditas de la Oficina del Vice-Director de Investigación, del Departamento de Química y del Colegio de Ciencias de la Universidad Texas A&M. El análisis de isótopos estables de carbono fue conducido por los doctores Thomas Boutton y Ethan Grossman. La Dra. Marian Scott proporcionó las muestras del patrón FIRI. También deseamos agradecer a nuestro colaborador en este trabajo, Dr. Tom Guilderson del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore del Centro de Espectrometría de Aceleración de Masas. Nuestro agradecimiento es extensivo a la Decimonovena Compañía de Bomberos Voluntarios de Amatitlán, Guatemala y Sergio Ericastilla y Lic. Nora López por todas las facilidades prestadas en la toma de muestras y conducción de las mismas. Notas 1. También llamado dióxido de carbono. ¿Preguntas, comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com Cómo citar este artículo: Rowe, Marvin y Steelman Karen. Fechamiento del “diablo rojo” de amatitlan. 2007 BIBLIOGRAFÍA Armitage R. A.1998. Radiocarbon dating of charcoal-pigmented rock paintings, Ph.D. dissertation, Texas A&M University. Armitage R. A., Brady J. E., Cobb A., Southon J. R., & Rowe M. W. 2001. Mass spectrometric radiocarbon dates from three rock paintings of known age, American Antiquity 66(3), 471-480. Bednarik, R.G. 1994. Conceptual Pitfalls in Dating Palaeolithic Rock Art, Prehistoire Anthropologie Mediterraneennes 3, 95-102. Boutton, T. W. 1991. Stable Carbon Isotope Ratios of Natural Materials: I. Sample Preparation and Mass Spectrometric Analysis, In Carbon Isotope Techniques (eds. D. C. Coleman and B. Fry), pp. 155-171, San Diego, CA: Academic Press. 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