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LES
CHAMANES DE LA PRÉHISTOIRE
Trance et magie dans les grottes orneées
Jean Clottes y David Lewis-William. Ediciones
Seuil, París, 1996. 119 páginas con fotografías
a color
Este novedoso y propositivo estudio está
estructurado en cinco apartados principales y la introducción
en la que abordan el propósito principal del libro que
consiste en explicar que es lo que lleva al hombre paleolítico
a hacer los diseños en el fondo de las grutas. Para ello
las variadas hipótesis interpretativas que al respecto
han ofrecido Reinach, Begouën, Leroi-Gourham y Laming-Emperaire
servirán como plataforma para reanalizar sus puntos de
vista.
El mecanismo de abordaje de los autores lo realizan
a través de la comparación que las evidencias etnológicas
de los San de Cabo de Buena Esperanza, Africa, aportan para entender
e interpretar, junto con las investigaciones neuropsicológicas,
las prácticas chamánicas llevadas a cabo en el interior
de las cavernas y que concluyen con la realización de las
pinturas sobre la roca. Para efectuar este diagnóstico
interpretativo recorren tres regiones que completan el arte parietal
(Pirineos, Quercy y Perigord) logrando abarcar así diversos
periodos del Paleolítico superior : Gravetiense, Magdaleniense
(medio, final y antiguo) y Solutrense.
En el capítulo 1 denominado el chamanismo elaboran una explicación sobre los actos que los tempranos
viajeros como Marco Polo pudieron observar en algunas extrañas
ceremonias particulares. Las explicaciones que de ellas dieron
estaban permeadas por las propias creencias religiosas que las
consideraban como satánicas. El éxtasis alcanzado
por esas personas no se inició con la tradición
judío-cretense del Antiguo Testamento sino que se remonta
al inicio de la prehistoria, con el surgimiento y evolución
del Homo sapiens sapiens ya que de acuerdo con la perspectiva
neuropsicológica, el Homo sapiens del Peleolítico
superior tenía el mismo sistema nervioso que los humanos
de hoy.
Los autores sostienen que el estado de conciencia
forma parte de un continuum. En un extremo se está
con la conciencia en alerta y en el otro se sitúa el trance
profundo, semejante al sueño. Los estados de trance pueden
ser desencadenados por varios factores entre los que se cuentan
a la epilepsia, la migraña y la esquizofrenia caracterizándose
por alucinaciones por lo que algunos antropólogos han concluido
que algunos chamanes pueden ser enfermos mentales dotados de la
capacidad de transformar una desventaja en ventaja. En las personas
sanas este estado de conciencia alterado puede ser inducido por
medio de sicotrópicos como la cocaina o el LSD, así
como la deprivación sensorial (ausencia de luz, ruido y
estimulación física), el aislamiento social prolongado,
el dolor intenso y la danza extenuante con sonido rítmico
e insistente como el que producen el tambor y los cantos salmódicos.
La investigación neurosicológica
de laboratorio ha mostrado que existen tres etapas del estado
de conciencia alterada que Clottes y Lewis-Williams tratatan de
explicar por medio del estudio de varias pictografías,
haciendo énfasis en que estos tres estados son universales
y forman parte integral del sistema nervioso humano, aunque reconocen
que los significados atribuidos en cada estado son condicionados
por la cultura propia del chamán, siendo esta misma la
que proveerá los fundamentos para entender la experiencia
chamánica.
El capítulo 2 se denomina el arte
de las cavernas y de los abrigos y centra su discurso
en el hecho de que las pinturas de Altamira si fueron producto
del arte paleolítico cuyo reconocimiento admite Emile Cartailhac
hasta 1902. En este capítulo los autores analizan las características
del arte parietal y mobiliar europeo señalando que la autenticidad
y probable edad en que se efectuaron constituye el quid de las pinturas rupestres. El estudio locacional que realizan
en las diversas grutas les permite afirmar que la proporción
de animales varía según el lugar, pero la asociación
de ciertos animales peligrosos no es producto del azar, señalando
que hay un cambio temático importante entre un periodo
y otro; pero a diferencia de lo planteado por Leroi-Gourham en
el sentido que el bestiario es un sistema de representación
simbólico del mundo vivo que dura todo el Paleolítico,
Clottes y Lewis-Williams consideran que las variaciones en las
representaciones animales son significativas ya que al inicio
del Auriñaciense se representan rinocerontes, felinos,
mamuts y osos, en tanto que en el Gravetiense esta fauna desaparece
y son los bovinos, caballos, cabras, ciervos y aves los animales
más representados.
Constatan una falta de protagonismo del hombre
en la mayor parte del arte rupestre Paleolítico mundial
lo que contrasta con el Neolítico o la Edad de los metales
ya que las figuras humanas parecen ser el centro de atención;
pero las pocas figuras representadas presentan dos características
sobresalientes: estan señaladas por una forma incompleta
y reducidas a un segmento corporal y son poco naturalistas.
Los cien años de investigación
de los significados constituye la temática del
capítulo 3 estructurado sobre la base de que todos los
dibujos son un medio de comunicación en diversos grados
y a pesar de sus insuficiencias, las tentativas de explicación
del arte paleolítico conforman los fundamentos del pensamiento
contemporáneo que dependen para su interpretación
de tres aspectos: el contenido del arte, su contexto arqueológico
y las comparaciones etnológicas. Los autores manifiestan
que la elaboración de las teorías interpretativas
ha avanzado en función de tres parámetros principales:
1) el número y naturaleza de los descubrimientos que condicionan
la materia y los progresos de la investigación; 2) el estado
de la investigación condiciona las interpretaciones por
lo que sin un estudio del contexto, las especulaciones son en
vano; y 3) el avance en la investigación de otras disciplinas,
especialmente la etnología, física y química
favorece el conocimiento sobre el arte rupestre.
El capítulo 4, llamado arte de las
cavernas y chamanismo constituye el vaso comunicante con
los capítulos precedentes. Así, enfatiza que la
capacidad de alucinar no sólo es una característica
propia del humano ya que muchos animales la experimentan por ser
parte constitutiva del sistema nervioso de los mamíferos;
por ello sostienen que seguramente tanto los australopitecus como
los neandertales tuvieron alucinaciones. La idea que rige el discurso
de este capítulo se centra en la idea que los cazadores-recolectores
ya contaban con una necesidad imperiosa en su propia organización
social por racionalizar la tendencia universal del sistema nervioso
humano que les permite acceder a los estados de conciencia alterada,
por lo que el contexto de las imágenes podrá descubrir
la práctica de ciertas formas de chamanismo.
El mundo chamánico se discute
en el capítulo 5 proponiendo que son cuatro los elementos
que intervinieron para que una caverna se utilizara: 1) la topografía
de la gruta, sus corredores y salas, 2) el funcionamiento universal
del sistema nervioso humano y sus relaciones con los estados de
conciencia alterada, 3) las condiciones sociales, las cosmologías
y creencias religiosas de los diferentes periodos de utilización
de la caverna, y 4) la forma que los individuos y los grupos explotan
todos los elementos y los manipulan para su ventaja.
Los planteamientos de Clottes y Lewis-Williams
resultan interesantes con las lógicas salvedades existentes
entre el arte parietal europeo y el americano, y su lectura es
recomendable para todos aquellos interesados en la arqueología
rupestre y en los orígenes de las religiones ya que se
constituye en un nuevo proceso interpretativo que puede ser de
gran interes para los especialistas en la materia. Pero como diría
Leroi-Gourhan:
"Sólo podemos percibir la religión
paleolítica en una debil penumbra(...) Esta extraordinaria
asamblea ordenada en las paredes permanece muda(...) Aquello que
figuraba en el contenido oral y operativo de la religión
paleolítica era quizá mucho más variado de
lo que trasluce a través de las figuras".
Susana Gómez Serafín Centro
INAH Oaxaca, Mexico.
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comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com
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