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QAYAQPUMA - Pinturas Rupestres de Cajamarca, Perú

Alfredo Mires Ortiz. bibliorul@terra.com.pe Apartado 359 CAJAMARCA, PERU Tel/fax (51) 44 824397

 

MIRES, ORTIZ, Alfredo. QAYAQPUMA - Pintura Rupestre, Tomo 1. Red de Bibliotecas rurales de Cajamarca. Cajamarca, Perú, 2001

OFRENDA

Este libro es un agrado para el Apu Qayaqpuma. Y una ofrenda al resuello imperecedero de los antiguos abuelos. Nunca abrigamos el propósito de la erudición ni la elocuencia. Solo un gesto de gratitud, un guijarro en la apacheta.

Aquellas peñas saben también de su fuerza celebratoria, de su entrañable misterio y de su esencial espiritualidad.

Es mas claro que en el Qayaqpuma habita la mas ancestral herencia que nuestros hechores han legado. Aquí reside este prodigioso testimonio tan traído a menos por la historia oficial, y tan ignorado por las entidades encargadas de velar por el Patrimonio Cultural.

La llamada especialización de las ciencias ha generado, entre otras debacles, una seria perdida de la visión de conjunto. Formalmente, la historia que se distribuye e imparte en la escuela no ocupa ni el 1% de la presencia humana sobre la tierra. No es solo que soslaya los miles de millones de años de naturaleza previa al hombre, sino que desprecia esa raíz que ocupa mas del 99% del tiempo que nos ha hecho posibles.

Y las pinturas rupestres del Qayaqpuma, como las de otros miembros de su familia de Apus, son algunas de las pocas expresiones que quedan de ese portentoso 99%. Aquí esta también la fuente primera de nuestra de nuestro ser y encanto, de nuestro saber y recuerdo, espejo y memoria, animo y amuleto, impulso y testamento.

Pero la historia que imparten se empeña en hacer que dejemos de ser, que no seamos. O que seamos lo que nos niega.

Por eso hemos de ver con otros ojos. No del modo como escribieron, por ejemplo, los cronistas de la llamada conquista, quienes no solo no estaban en condiciones de valorar la experiencia sagrada de los Andes, sino que tampoco estaban preparados para transmitirla. Así, por desgracia, muchos de los conceptos asumidos y difundidos académicamente hasta hoy sobre el mundo andino, solo son abusivos reflejos de los conceptos y enfoques occidentales.

Panel A. 6c. Transcripción de A. Mires Ortiz.

En cuanto a las pinturas rupestres como tal, son mas aun los problemas que suelen presentarse. A mas de los prejuicios acumulados en torno a una época sobre la cual poco o nada se conoce, se suman las respecto al fechado, el reconocimiento del contexto cultural que las hizo posibles y la finalidad por la cual fueron hechas.

De este modo, cuando algún estudioso afirma que las pinturas rupestres se ubican a fines del Pleistoceno o inicios del Holoceno, o que su esplendor se habría dado hace 1500 años, hemos de tener en cuenta por lo menos tres aspectos:

1. Que aun cuando logremos tener una fecha exacta para las pinturas, estas son consecuencia también de un larguísimo proceso. No son las pinturas las que valen en si mismas, sino la cultura que la ha hecho posibles.

2.Que montañas sagradas como el Qayaqpuma viven aun su inconmensurable condición de wak`a, que las pinturas son parte se la raíz, que su vida no ha cesado en ningún momento.

3.Que este proceso vital fue de muchos modos brutalmente interrumpido por la llamada conquista y extirpación de idolatrías, hace poco menos de 500 años. Esto significa que muchas de las evidencias físicas y rituales que podrían decirnos mas sobre este tiempo, ya no existen, han sido destruidas.

Por lo demás, los métodos de medición cronológica siempre dejan a salvo sus posibilidades de equivocarse. Y como alguien decía: "Aquí tenemos un bisonte pintado, ¿como saber si corresponde al Solutrense o al Magdaneliense? Si uno se equivoca, ¡su error puede ser de diez mil años!".

No obstante, si de tiempo se trata, es probable que la mayoría de las pinturas del Qapaqpuma no tengan menos de 15000 años.

El propósito de esta ofrenda, entonces, no es reproducir métodos ni conceptos preestablecidos, sino el dar un testimonio de este aprendizaje de años en el propio Apu. Para esto he llevado -y continuo llevando- a cabo un registro, clasificación y descripción básica de las pinturas rupestres halladas hasta hoy, así como de las estructuras asociadas (tumbas, andenes pirkas, templetes, cerámica, artefactos de tierra,ofrendas etc.).

Este registro implica una revisión cuantitativa y cualitativa de todo lo compilado, a lo que sumo una comparación con la mitología andina, con los testimonios y narraciones de los pobladores del área y la revisión a su vez de pinturas rupestres habidas en otros lugares del Perú y del mundo.

El registro y calco de las pinturas ha sido riguroso en aras de lograr precisión, usando básicamente cinco medios: fotos en papel, fotos en diapositiva, calco directo con transparencias especiales, calco vía cuadriculas, comprobación y calco visual a papel.

Panel A.12. Transcripción de A. Mires Ortiz.

Dado el tamaño del Apu y la enorme cantidad de pinturas, he optado por dividir el área en Qaqas (peñas, espacios sacros,lados o flancos de peñas) o Pabellones identificados con letras mayúsculas. En cada Qaqa se ubican los Ñawis (ojos, fuentes, miradas), Paneles o conjuntos de pinturas que van enumeradas para facilitar su registro.

Cada Ñawi o Panel puede tener una sola imagen (en muy contados casos) o ser un complejo conjunto de considerable cantidad y tamaño de imágenes.

Cuando los Paneles son demasiado grandes o imágenes muy dispersas, he debido -para efectos de su registro y ubicación proporcional en el libro-subdividirlos en Partes(identificadas con una letra minúscula, en orden alfabético) y estas a su vez en Subpartes (identificadas por el numero después de la letra minúscula, en orden correlativo).

Este libro marca el inicio de una serie de pinturas rupestres .Dada la envergadura del tema y la cantidad de pinturas halladas hasta hoy, son varios los tomos que de dedicaran al Apu Qayaqpuma, antes de tocar los otros Apus en Cajamaca donde también nos han legado nuestros mayores las pinturas.

No deja de llamarnos la atención que, pese a la importancia del Qayaqpuma (normalmente nombrado con la gráfica "Callacpoma", no sea mencionado - o solo de paso en contadas excepciones-, en los estudios e investigaciones sobre "arte rupeste" del Perú o los textos dedicados a la historia de Cajamarca.

Panel A. 14w2. Transcripción de
A. Mires Ortiz.

Ojalá este trabajo pueda contribuir también a la conservación y respeto para este espacio sagrado y culturalmente extraordinario. Probablemente es la riqueza plástica que mas desafía al tiempo y, por lo tanto, mas demanda cuidado.

Si usted tiene la ocasión de visitar el Apu Qayaqpuma, le rogamos encarecidamente no tocar las pinturas con las manos; no aplicar sustancias ni hacer calcos directamente sobre las pinturas; no arrojar basura (o mejor aun, recogerla si la encuentra tirada); no arrancar ni maltratar las plantas ni los animales que lo habitan. Es lo menos que podemos hacer por este monumento natural de los dioses, que no acepta olvido, que es solo palpito y entereza.

En esta ofrenda mi gratitud a quienes han caminado y compartido la brega durante todos estos años, de diferentes maneras. Que el mejor Viento les abrigue

siempre.

Alfredo Mires Ortíz

La Piedra Sola /Quindewach`anan, Junio de 2001

¿Preguntas, comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com

 


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