Plan de manejo para la puesta en valor y preservación del arte rupestre frente al turismo: el caso de la comuna de Canela (provincia del Choapa, IV región, Chile)

Alejandra Guerra. marialeguerra2000@hotmail.com Arqueóloga

 

I. PATRIMONIO, MEDIOAMBIENTE Y TURISMO

El turismo convencional, de bajo perfil motivacional (ocio, sol y playa), comienza a declinar frente a un turismo alternativo, que busca satisfacer necesidades de emoción, experimentación y educación, que abarca el turismo rural, religioso, gastronómico, cultural, de salud y de naturaleza y aventura.

De estos últimos, el turismo cultural posee una finalidad específica de experiencias y prácticas basadas en la búsqueda de bienes y recursos culturales, históricos, monumentales o artísticos, y experimenta una rápida expansión. Está integrado por la cultura, el patrimonio y la comunidad.

Siguiendo con esta tendencia, en diferentes partes del mundo los sitios con arte rupestre abiertos al público constituyen una de las mayores atracciones turísticas (Strecker y Aramayo 1995). Pero también son conocidos los efectos devastadores de esta apertura. Ejemplos como los de Lascaux en Francia o Altamira en España, que fueron cerradas después de decenios de ser visitadas y en consecuencia deterioradas, provocaron un cambio en el manejo del arte rupestre. Su importancia como recurso turístico no debe obviar el deterioro que el flujo indiscriminado de visitantes implica. Arte rupestre y turismo no son incompatibles, sin embargo es imprescindible implementar acciones de control y preservación, antes de la apertura del sitio, para mitigar las posibles causas de deterioro.

 

II. ELECCIÓN DEL SITIO EL COLIGÜE

Hace poco se tuvo la oportunidad de reconocer el valor que poseen las manifestaciones rupestres que se encuentran en la comunidad agrícola de Canela Alta, gracias a un proyecto arqueológico desarrollado durante los meses de julio a diciembre del 2003, “Rescate, puesta en valor y difusión del patrimonio arqueológico de la comuna de Canela”, ejecutado por la responsable del presente proyecto. La corroboración de este valor que trasciende lo cultural para servir como herramienta de desarrollo económico, a través de un turismo alternativo, fue la motivación para presentar la idea de la apertura de un sendero a través del cual puedan visitarse diversas estaciones de manifestaciones rupestres en El Coligüe (Canela, Chile).

La elección de este sitio estuvo orientada por algunas características que hacen del mismo un lugar idóneo para trabajar un proyecto de turismo cultural, ya que lo sitúan como un destino turístico rural (salud, medioambiente, naturaleza y aventura), que además posee cualidades culturales (patrimonio, comunidad, tradiciones locales, gastronomía).

 

III. AGENTES DE DETERIORO

A las diversas causas de erosión natural se suman las producidas por la acción humana, totalmente devastadora, tanto sobre los petroglifos mismos, como sobre el medioambiente que los rodea. Ésta se traduce en:

a. graffittis, tizados o incisiones (copiando los motivos originales, llamados "flakes", que confunden al observador inexperto, o simplemente rayando nombre o fechas con agentes destructivos) (Figuras 1, 2, 3 y 4),

Figura 1. Se observan “flanes” y graffittis, así como un cuadrúpedo de
obvia elaboración subactual. Huentelauquén
Figura 2.  Graffiti en remarcador amarillo sobre el grabado rupestre. El Coligüe.
Figura 3. Grabados subactuales sobre los originales. Quebrada de Linares.
Figura 4. Sol con presencia de rayos de elaboración subactual por medio de rayado superficial. El Riíto.

 

b. desprendimientos o exfoliaciones intencionales de sectores de la roca, o de bloques enteros dependiendo del tamaño de éstos ("souveniring" para llevar como recuerdo o para su venta) (Figuras 5, 6, 7 y 8),

Figura 5. Desprendimiento grave de pátina. El Coligüe
Figura 6. Desprendimiento de pátina. El Coligüe
Figura 7. Desprendimiento de pátina. El Coligüe
Figura 8. Desprendimiento de pátina. Quebrada de Linares

 

c. "huaqueo" (extracción intencional de objetos arqueológicos, faunísitcos o florísticos de la superficie o el subsuelo),

d. Ennegrecido por ahumado (por encendido de fogatas en las inmediaciones de los petroglifos),

e. y diversos agentes de ocupación (pisoteo intencionado o no, acumulación de desechos, remoción del suelo) (Brunet et al. 1985) (Figura 9).

Figura 9. Presencia constante de ganado caprino que deteriora
el petroglifo por pisoteo. Quebrada de Linares

 

Algunas de las causas naturales son:

a. desgaste geofísico y geoquímico como resultado del crecimiento y acreción de cristales (exfoliaciones o desprendimientos de la superficie rocosa por agentes atmosféricos como la helada, agrietamiento, exfoliación, desgaste salino, alteración química, acreción superficial, florescencia y subflorescencia) (Figura 10),

Figura 10. Agentes varios de erosión. El Coligüe

 

b. otros tipos de desgaste geofísico (asoleo, calor, fuego, humedad, henchimiento por humedad, abrasión y erosión eólica),

c. deterioro geoquímico (solución, oxidación, hidratación),

d. deterioro biogeofísico y biogeoquímico como depositación de líquenes y hongos, microorganismos, bacterias, humus, algas, musgos (Figuras 11 y 12), vegetación (plantas altas y raíces), mamíferos (frotación o pisoteo de ganado), insectos (nidificación, telas de araña, huevos), o los excrementos y nidos de aves (Podestá et al 2004).

Figura 11. Formación de líquenes y hongos sobre la superficie rocosa. El Coligüe
Figura 12. Formación de líquenes y hongos sobre la superficie rocosa. El Coligüe

 

La apertura al turismo de un sitio como El Coligüe, puede producir impactos negativos no sólo en el arte rupestre, sino también sobre el entorno y la comunidad, que deben ser tenidos en cuenta desde el principio, para mitigar su acción irreversible. La degradación del patrimonio cultural intangible (pérdida de la identidad cultural de la comunidad anfitriona) y del patrimonio natural (sobre la flora, la fauna y el entorno en general, provocado por el fuego, el pisoteo, o la basura) son peligros que hay que tener en cuenta.

Pero un proyecto de turismo cultural puede provocar algunos impactos positivos también, los cuales deben constituir objetivos principales en la planificación del trabajo, para potenciar estas posibilidades. De esta manera, se puede conseguir una diversificación de las actividades productivas del sector (ya que por lo general las actividades agrícolas y ganaderas resultan poco rentables y sustentables), aumento del empleo (guías locales, venta de productos típicos, alquiler de caballos y burros), enriquecimiento cultural de la comunidad anfitriona (nuevas experiencias generadas a raíz de la llegada de personas foráneas), puesta en valor de las tradiciones locales del área (artesanías, gastronomía, actividades productivas tradicionales) y aporte al área con un punto para su promoción turística y cultural (articulándose con otros sectores) (Casasola 1990, Valcarcel-Resalt et al  1993).

Para mitigar los posibles impactos negativos, es necesaria una planificación responsable de la apertura de un destino rural al turismo.

 

IV. PLAN DE MANEJO PARA LA PRESERVACIÓN DEL ARTE RUPESTRE

Debido a la baja densidad poblacional del sector, y a las ya conocidas consecuencias de una apertura al turismo, se ha manejado la posibilidad de que el sitio se convierta en lugar idóneo para el expolio del patrimonio, pero los 553 comuneros que forman parte de la Comunidad Agrícola de Canela Alta y las 13 familias de la Junta de Vecinos de El Coligüe, habitan en ambiente de montaña, esto es, lugares altos, desde donde tienen una visión privilegiada de los caminos y los campos donde, por otra parte, pastorean todo el año. Por lo tanto, creemos que la tarea de los expoliadores se verá más entorpecida que en el pasado, en que son conocidos los casos de "huaqueo", los cuales no fueron limitados ni denunciados por falta de información.

No obstante, para una intervención responsable de esta naturaleza, se diseñó un plan de manejo que tuvo en cuenta los posibles problemas que puedan surgir respecto al deterioro y la gestión de los petroglifos y su entorno.

Se trabajó en base a los siguientes parámetros:

1. Se delimitó el área donde se encuentran los petroglifos para la elaboración exacta de un mapa, donde se señalaron los sectores visitables y se crearon senderos de visita en el área, en torno a las aproximadamente 130 manifestaciones rupestres que en ella se encuentran. Estos sectores visitables no constituyen el total de los petroglifos, sino sólo una parte de ellos, con el fin de preservar algunos conjuntos de los posibles deterioros que puedan sufrir a consecuencia de las visitas.

2. Se procedió a la creación de señalética para los petroglifos y las rutas donde éstos se encuentran, necesaria para entregar información al visitante sobre estos senderos y el significado de la riqueza patrimonial que contienen y el respeto al patrimonio, como medida de concientización y prevención contra el vandalismo.

3. Fueron capacitados monitores locales con el fin de que obtuvieran los medios para adquirir los conocimientos técnicos necesarios para recibir y prestar un servicio de calidad a los futuros visitantes del sendero. Creemos que el vandalismo responde a una falta de conciencia acerca del significado del patrimonio, y del arte rupestre en particular, por eso es fundamental la capacitación por medio de talleres, exposiciones y otras actividades, que lleguen al mayor número de ciudadanos posible, y que produzcan una conciencia pública relacionada a otorgar valor testimonial al arte rupestre en relación con el desarrollo de las culturas locales y a considerar relevante la necesidad de su preservación.

4. Actividades culturales y educativas. El Sendero Arqueológico El Coligüe funcionará no sólo como un paraje privilegiado (tanto por su entorno natural como cultural) para su visita turística, tanto pedestre como ecuestre, sino también como centro promotor de actividades culturales y educativas relacionadas con el arte rupestre y el pasado prehispánico de la región en general.  Estas actividades podrán incluir iniciativas como talleres, exposiciones y demostraciones de arqueología experimental incluidas en la visita (manufactura textil y cestería, fabricación de cerámica, manipulación de cereales a lo largo del tiempo, metalurgia, fabricación de instrumentos líticos), con los objetivos de concientización detallados más arriba.

5. Diagnóstico detallado del estado de conservación de los bloques grabados. Se creó un registro detallado de los procesos de deterioro y el estado de conservación de cada petroglifo, antes de la apertura del sendero, con el objetivo de disponer de un elemento diagnóstico y un instrumento comparativo para el futuro seguimiento, destinado a hacer una evaluación del impacto del acceso turístico en los sitios y en particular de los procesos de erosión ocasionados sobre los petroglifos. Es un sistema que ha dado excelentes resultados en otros casos (Clottes 1993).

Debemos señalar sin embargo, que si bien a diferentes niveles tanto las grandes empresas como los pequeños organismos o las comunidades, causan deterioros sobre el patrimonio, éstos en la mayoría de los casos son inconscientes. En general las comunidades piensan que la arqueología es una actividad no merecedora de atención, que el conocimiento del pasado carece de toda utilidad, y no asocian éste con las señas identitarias que nos caracterizan. Pero en una sociedad donde la modernidad ha provocado fenómenos de sobrevaloración de patrones culturales provenientes del exterior, que nada tienen que ver con las realidades socioculturales propias, es el sistema educativo, los educadores y nosotros mismos, arqueólogos, antropólogos e historiadores, los culpables de que la comunidad no adquiera una conciencia de la importancia de estos temas. Es vinculando a la sociedad con la problemática y el conocimiento del pasado y la historia, haciendo un esfuerzo porque crezca la participación ciudadana y los hábitos en actividades a las que normalmente no está acostumbrada, que propiciaremos la defensa contra el deterioro y expolio del patrimonio, y con ello de la historia.

 

V. CONCLUSIONES

Se ha presentado un plan de manejo que creemos abarca no sólo los aspectos prácticos tradicionales para la implementación de un sendero arqueológico o cultural visitable, sino también un conjunto de acciones preventivas contra el posible deterioro del contenido del mismo, que esperamos sean efectivas. El informe del seguimiento, que está previsto para un año después de la apertura del sendero, esto es, aproximadamente un año a partir de julio del presente, reflejará los posibles efectos negativos de esta apertura al público, y propondrá unas medidas de acción sobre la evaluación de los mismos. Esperamos que esta iniciativa sirva de ejemplo a seguir por otros emprendimientos similares, y que la apertura del sitio no se traduzca sólo en un resultado negativo para la integridad del entorno natural y cultural, sino también en la adquisición por parte de los visitantes de una información esencial sobre el pasado, que les ayude a reflexionar sobre la necesidad de participar en la tarea de conservar y difundir nuestro legado común.


Agradecimientos. A la Municipalidad de Canela por su apoyo, a Mauricio Vega, amante de la arqueología, por su entusiasmo y disposición desinteresada, y a los residentes de El Coligüe que contribuyen en la protección del sendero, especialmente a Enrique Barraza y a Cayetano Plaza, gran promotor del proyecto, cuando nadie creía en él.

 

abreu

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Cómo citar este artículo:

Guerra, Alejandra. Plan de manejo para la puesta en valor y preservación del arte rupestre frente al turismo: el caso de la comuna de Canela (provincia del Choapa, IV región, Chile)
En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/plandemanejocanela.html

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BIBLIOGRAFÍA

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http://www.rupestre.com.ar/articulos/rup02.htm

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Casasola, Luis. 1990 Turismo y ambiente. Editorial Trillas. Turismo. México.

Clottes, J. 1993 La Conservation de Sites. L'Art Parietal Paleolithique. Techiques et méthodes d'étude. Documents Préhistoriques 5:389-400. Ed. du CTHS, Paris.

Fowler, D. 1982 Cultural resources management. Advances in Archaeological Method and Theory 5:1-50.

Strecker, M. Y L. Aramayo. 1995 Protección y conservación del arte rupestre. Bibliografía. Administración y Conservación de Sitios de Arte Rupestre, editado por Strecker y Taboada Contribuciones al Estudio del Arte Rupestre Sudamericano 4:124-150.

Valcárcel-Resalt, G., M. Troitiño y L. Cava. 1993. Desarrollo local, turismo y medioambiente. Diputación Provincial de Cuenca. España.