Los
Petroglifos de Chillihuay: La imagen antropomorfa
(del formativo al período de integración Wari)
Lic. Daniel Chumpitaz Llerena. dachll@yahoo.com
Lic. Maritza Rodríguez Cerrón. minch7@hotmail.com
RESUMEN
Los Petroglifos de Chillihuay se encuentra en la cumbre del cerro del mismo nombre, en la quebrada del río Chorunga; tributario del río Ocoña en Arequipa. Se encuentran concentrados en 2 sectores de este cerro aprovechando la presencia de afloraciones rocosas de origen ígneo (tufo volcánico), que por su suavidad ha permitido grabar imágenes zoomorfas, antropomorfas, geométricas, astrales, etc.
Por las características propias de estos yacimientos de petroglifos nos ha permitido desarrollar el estudio científico multidisciplinario “in situ”; la gran mayoría de paneles se encuentran expuestos no siendo necesario el uso del protocolo propio de las excavaciones arqueológicas; es muy probable que algunos de ellos se encuentren cubiertos o necesiten excavación arqueológica pero deben ser mínimas.
Existe una preferencia por utilizar los grandes paneles que ofrecen la afloración rocosa para realizar los grabados en bajo relieve y que han sido utilización en distintos períodos culturales de forma continua; se observan inclusive reutilización de los mismos paneles; pero las imágenes que se agrega posteriormente no se sobreponen drásticamente, existe ya un sentido de composición que se mueve bajo el impulso artístico.
Se ha podido distinguir un uso continuo de estos yacimientos desde épocas muy tempranas como el Arcaico Temprano, pasando por el Formativo; de la misma forma se observan grabados pertenecientes a los Estados Regionales; así mismo imágenes de clara influencias del Período conocido como Wari (u Horizonte Medio).
No se ha identificado, hasta el momento, grabados o representaciones de períodos tardíos o Inca.
UbicaciÓn
Los Petroglifos de
Chillihuay se encuentran ubicados en la margen izquierda de la quebrada del río
Chorunga; río tributario del río Ocoña. Uniéndose con este en el lugar que los
pobladores conocen como río Grande. Políticamente pertenecen a la Provincia de
Condesuyos, Departamento de Arequipa.
Se encuentran
concentrados en 2 sectores en las partes altas del cerro del mismo nombre,
donde aprovecharon la existencia de grandes afloraciones rocosas de tufo
volcánico: Los petroglifos del sector norte, se encuentra en una pequeña
quebrada alta que desemboca en forma perpendicular al cauce del Chorunga y; la
concentración sureña de petroglifos, colindante con el cauce del río Chorunga,
pero siguiendo una dirección paralela con ese cauce.
Las siguiente
coordenadas UTM de los Petroglifos de Chillihuay se ha tomado de un punto
referencial entre ambos yacimientos: 18L 707634 // 8238121; la altura
referencial es entre los 970 a 1030 msnm.
Advertencia: Para
aquellos que les gusta navegar en Google Earth deben tener en cuenta que en
dichos mapa virtual asignan 2 Chillihuay en el río Ocoña: El primero, ubicado a
más de 30 kilómetros aguas arriba de donde se encuentra la quebrada Chorunga y;
el segundo, en la misma quebrada Chorunga pero, equivocadamente, ubico en el
centro de la zona arqueológica de La Jarana (PE BAA3431).
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En círculos rojos los sitios de Chillihuay y Toro
Muerto, obsérvese sus cercanías. |
La quebrada Chorunga
La quebrada
Chorunga desciende (Nor-Este/Sur-Oeste) desde las alturas del Coropuna pero no
desagua las aguas del deshielo de ese nevado sino depende completamente de las
lluvias estacionarias, por lo tanto su caudal de agua está supeditado a la
cantidad de lluvias de las partes altas.
La mayor parte del
año el caudal del río Chorunga es mínima o nula, así mismo, la lluvia es
excepcional en el lugar; al parecer estas características del paisaje no han
tenido mayor variación en el tiempo; el registro arqueológico lo comprueba,
puesto que no se ha observado evidencia alguna que indique el uso agrícola del
área.
Actualmente no se
observado ningún tipo de actividad agrícola ni ganadera tanto en las partes
altas como medias; sólo en la parte baja los actuales pobladores han ganado
terreno en el lecho del río en beneficio de la agricultura. La principal
economía del lugar es la explotación (formal e informal) de oro,
complementariamente se siembra productos frutales como higo y uva (sus vinos y
pisco son excepcionales).
La mayor parte de
los cerros de esta quebrada presenta una fuerte pendiente. Existen varios
cerros que presentan en sus cumbres grandes afloraciones rocosas de originados
por tufo volcánica, especialmente en la margen izquierda de esta quebrada;
pero, solamente en 2 de estos cerros hemos encontrado que estas afloraciones
volcánicas han sido usados para grabar imágenes o petroglifos: Chillihuay y el
cerro donde se encuentra la zona arqueológica de La Jarana, ambos solamente los
separada poca distancia y una pequeña quebrada.
Las evidencias arqueológicas de la Quebrada Chorunga
En nuestro
recorrido, en esta quebrada, hemos observado abundante presencia de sitios
arqueológicos; se tratan de aldeas de dimensiones pequeñas y medianas; siendo
la más sobresaliente el asentamiento arqueológico La Jarana, que por su nivel
de complejidad, diseño arquitectónico y hermosas construcciones pudo haber tenido
un rol importante en la administración de este pequeño valle.
Todas las aldeas
arqueológicas han sido edificadas con paredes de piedras semi canteadas unidas
con barro. Muy buena parte de estos asentamientos han sido reutilizados
posteriores como cementerios arqueológicos. Hemos registrado en 2 asentamientos
arqueológicos que muestran una arquitectura especialmente acondicionada para su
uso mortuorio: Chillihuay 2 o Complejo Arqueológico Chillihuay y, el Sitio
Arqueológico de La Jarana.
Hasta el momento en
la quebrada Chorunga hemos registrado 2 cerros con petroglifos en sus cumbres o
partes altas: el cerro Chillihuay y el cerro Jarana; coincidentemente ambos
yacimientos de petroglifos están asociados a asentamientos arqueológicos
ubicados en la parte baja y faldas de esos cerros. Es muy probable que los
ejecutores, guardianes y adoradores de las imágenes grabadas vivieran en esos
asentamientos arqueológicos.
Se han utilizados,
para establecer estos asentamientos arqueológicos, todo los espacios posibles:
conos deyectivos de las quebraditas y correnteras que existen entre los cerros;
las laderas y faldas de los cerros que pudieron permitirlo, etc; es muy notorio
la necesidad de utilizado todo los espacios posible para construir viviendas.
No se ha observado asentamiento arqueológico alejado del cauce del río
Chorunga.
Hemos registrado,
delimitado y señalizados 13 sitios arqueológicos (faltando registrar
posiblemente otra cantidad igual o mayor). Todos los sitios arqueológicos
presentan en superficie cerámica del Horizonte Medio (Huari) y local
Chuquibamba (Horizonte Medio – Intermedio Tardío). Es muy probable que
estos asentamientos arqueológicos se encuentren sobre construcciones de épocas
más tempranas, evidenciando el uso continuo de este espacio. En los petroglifos
de Chillihuay hemos registrado un número muy alto de iconografía formativa
(Paracas), a diferencia de la nula presencia de cerámica formativa en toda esta
quebrada.
El Cerro Chillihuay
El cerro Chillihuay
se ubica en la margen izquierda de la quebrada Chorunga y casi al centro de
esta quebrada, ubicación especial que lo convirtió en el centro del mundo
mágico de los chorungas y el lugar obligado para el peregrinaje; presenta
afloraciones rocosa originado por tufo volcánico (una variedad de Andesita),
mayormente de color gris blanco que expuesto al intemperismo sufre un proceso
de oxidación por el cual toma una tonalidad rojiza.
Estas afloraciones
rocosas están presentes en varias zonas de este cerro pero sólo han sido
usadas, para grabar los petroglifos, 2 de estas zonas, justamente las ubicadas
en ambas quebradas o correnteras de agua. A propósito, en las partes altas del
cerro Chillihuay hemos observados grandes concentraciones de tylansias (flora
que se mantiene con la humedad ambiental), es muy probable que en determinado
momento se hayan producido venidas de agua.
La ventaja de la
poca dureza de este tipo de roca ha permitido por medio del rayado, golpeado o
por percusión con alguna tipo de herramienta algo más dura el grabado de imágenes
en bajo relieve; la poca dureza de la roca también actúa como dificultad por
tener que evitar el desastillado al momento de realizar las incisiones para el
grabado. Sin duda un trabajo delicado y metódico por parte del artista, que
además se aprovecha de los contrastes tonales de la roca con la parte grabada.
Los Petroglifos
Los Petroglifos de
Chillihuay se encuentran concentrados en 2 sectores del cerro: Una de ellas
ubicado al centro del cerro el cual recorre una quebrada en dirección Sur-norte,
culminando perpendicularmente a la quebrada (Sitio Arqueológico los petroglifos
de Chillihuay o Chillihuay 1). La segunda concentración de petroglifos se ubica
en el extremo Sur-Oeste del cerro y recorre una quebrada en dirección
Este-Oeste y en forma paralela a la quebrada de Chorunga (Complejo Arqueológico
Chillihuay o Chillihuay 2).
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Chillihuay 1, imagen de la quebrada. Pueden comparar
el tamaño de nuestras carpas en relación a los paneles. Obsérvense como las grandes
rocas están deslizándose fruto de las explosiones. |
La mayor
concentración se ubica en el Complejo Chillihuay o Chillihuay 2; donde se
registró la mayor cantidad de representaciones, variedad estilística y
temática, sumado al trabajo técnico.
Existe una
preferencia por ocupar grandes paneles, haciéndose evidente su reutilización en
distintos tiempos, por el cambio estilístico y temático; pero las imágenes que
se agrega posteriormente no se sobreponen drásticamente, existe ya un sentido
de composición que se mueve bajo el impulso artístico. La lectura de las
imágenes antecedidas no sólo es comprendida sino que además, se enriquece con
nuevos símbolos; planteando una estrecha relación entre ellas, basados en los
mismos intereses de reincidencia vital.
La imagen Antropomorfa (del Formativo al período de
integración Wari)
Las primeras organizaciones sociales – Formativo: Aparece una imagen antropomorfa, un personaje mítico con atributos
felínicos y serpientes característicos de este período.
Al igual que otras
representaciones la distinción de este personaje se encuentra en la complejidad
de su tocado. El artista utiliza el concepto de cierre, centrando su atención
en algunas zonas. Si bien no define la cabeza, los elementos como el tocado, el
ojo y la boca, nos figuran la posición de esta. Del mismo modo resuelve el
cuerpo donde son los brazos los que determinan su ubicación.
La representación
frontal de la cabeza, el torso y los brazos; se contrapone a las piernas y los
pies que se encuentran de perfil izquierdo, por ser el modo más adecuado para
percibir el músculo del muslo la pantorrilla y el lugar de las rodillas. El
sistema de construcción está dado en base a 6 cabezas, lo cual se plantea a
partir de la medida de las piernas.
El tocado se define
por grecas en dirección vertical; la línea recta que la define es a veces
sustituida por curvas, la irregularidad de sus segmentos responden a su
relación con el movimiento continuo de las serpientes. Estas se encontraban
asociadas a centros de origen de agua que además se señalan como símbolo de
vida por estar ligadas a la lluvia y la fertilidad vegetal. Sin embargo, la
característica que más llamaba la atención sobre esta especie, era el acto de
renovar cada cierto tiempo su vieja piel. Esto pudo motivar su comparación con
el movimiento de los astros, dioses lunares y solares, creadores y renovadores
de la vida. En ese sentido puede encontrarse en las formas ofídicas la mejor
representación de los procesos de cambio. Las serpientes son representadas a
modo de líneas ondulantes o rectas con quiebres, como si describiera el
movimiento del cuerpo al momento de desplazarse.
En esta primera greca, se plantean 4 movimientos del lado izquierdo, el
cuarto de ellos marca el inicio de una boca agnática, propia de las formas
chavines, la misma que se remarca por la contraposición de los dientes del
felino.
La segunda greca realiza 2 curvaturas del lado izquierdo, culminando en
la formación del ojo con pupila centralizada.
La tercera greca conformada por dos curvaturas semejantes a la segunda
greca actúan como un módulo de repetición con cambio de posición o en reflejo.
La cuarta greca pierde la continuidad planteada en las 3 anteriores, se
presenta dos líneas serpenteantes la primera con culminación de voluta.
Se definen los hombros del personaje por medio de líneas horizontales,
las que dejan el espacio en el que comenzaría el cuello. Líneas rectas definen
los brazos, el derecho se apoya sobre el pecho y el izquierdo sobre el abdomen,
en ambas muñecas se representan brazaletes con un círculo centralizado. El
lugar de las manos sintetiza la cabeza de la serpiente en tres líneas y los
ojos en dos círculos que harían referencia al mismo tiempo a la imagen astral.
La representación de mundo estelar es muy frecuente. Para ello también
se recurrió a símbolos que servían para relacionarlos con las representaciones
zoomorfas y antropomorfas que conformaban una compleja oración acompañada de
ritos realizados a través de las transformaciones sufridas a partir de la
bebida de alucinógenos. El ruego por la fertilidad, la abundancia, la
efectividad en la cacería, como en la agricultura, etc.; se elevaba el pedido a
los astros quienes marcaban los cambios estacionales.
Es resaltante el
interés del artista por marcar la posición de la cresta ilíaca. Alrededor del
cual se acomoda un cinturón que sostiene el taparrabo de forma triangular que
se extiende en la parte media. Los primero rasgos prechavines van
conformándose en estas representaciones: el ojo excéntrico, la boca agnática, los dientes de felino a posiciones contrapuestas, así como las pampanillas, el
cinturón que cuelga alrededor del personaje.
Las piernas definidas por medio del contorno lineal, presentan adornos
en los tobillos, por medio de dos líneas horizontales con círculo centralizado.
Los dedos de los pies se sintetizan en 3 líneas; el talón izquierdo se define
por medio de una curva, mientras el derecho lo hace con una línea recta.
|
Podemos reconocer en esta representación la figura de un shaman o
sacerdote,
por la complejidad de su tocado y su vestido. |
El estado regional y el período de integración Wari
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Visible en la
imagen de un señor y un guerrero, diferenciados por el vestido, el tocado, sus
armas, el tamaño y posición en que son representados, nos muestra la consolidación
de castas de poder. |
El Señor
Identificado como
tal, por presentar un tocado y un vestido de mayor complejidad, a pesar de
estar representado en el mismo panel que el guerrero, se encuentra en la parte
superior de este, enalteciendo su rango.
La cabeza, el torso
y los brazos se representan frontalmente, mientras la piernas y los pies de
perfil izquierdo y derecho correspondientemente. Está construido en base a una
estructura de 5 a 6 cabezas. El cuerpo está representado desde distintos
ángulos, pues así mejora la percepción de su forma.
El tocado presenta
5 triángulos con puntos circulares centralizados, la formación por medio de
líneas diagonales izquierda y derecha, pasan a formar rombos. Recuérdese que
los rombos sintetizaban el cuerpo de las ranas, aludiendo a los focos de agua.
Las formas se sostienen sobre un cinto punteado en el centro que culmina en
dos círculos concéntricos a modo de pendientes u orejeras. La preferencia de
círculos y tacitas hace referencia al espacio astral.
Las líneas
diagonales en el rostro, parecen corresponder a pintura facial, en ambos lados
de la cara, partiendo desde los ojos hacía el lugar en el que se ubica el
maxilar.
La cabeza y el
cuello del personaje mediante un cuadrado y un rectángulo respectivamente. Los
ojos de forma rectangular presentan pupila centralizada. En el cuello parece
representarse algún tipo de adorno, por la presencia de 2 líneas diagonales.
Lleva un pequeño
unku sin mangas, el decorado parece corresponder a triángulos, siendo el área
inferior el de ondas marinas.
Extiende los brazos
hacia los lados, parten desde los hombros los que han sido marcados por un
cambio direccional de la línea. Cada brazo se conecta a bastones de mando y
armas. Líneas diagonales continuas podrían representar la presencia de pintura
corporal o tatuaje permanente.
En las pantorrillas
presenta adornos similares a los brazaletes. Es notoria la intención por
destacar la forma del músculo de los muslos y la pantorrilla, así como definir
la rodilla y los talones. Se identifican 5 dedos en las manos y pies
sintetizados en líneas vistas frontalmente.
El guerrero
Aunque tiene mayor
tamaño es representado en un nivel inferior de la roca. Conserva una proporción
de 6 cabezas. El cuello, el torso y los brazos están representados
frontalmente; mientras que la cabeza, el tocado, las piernas y las manos
siguiendo el perfil derecho. Las distintas posiciones responden a ser el
ángulo desde el cual se percibe mejor su forma.
El tocado
representado de perfil derecho destaca su textura incluyendo puntos.
La cabeza
cuadrangular presenta ojos y boca rectangular. Parte de los ojos, la nariz y la
boca se encuentran deteriorados; pero es visible la nariz
triangular. El rostro presenta maquillaje facial con el símbolo de la greca
escalonada.
El cuello parece
poseer algún tipo de adorno sintetizado por medio de líneas diagonales.
Líneas diagonales
aparecen en los brazos culminando en brazaletes. Ambas manos presentan los 5
dedos, definidos en líneas rectas. En ambas manos sostienen flechas. Su vestido
se conforma por un unku sin mayor decoración.
Las piernas se
muestran en perfil derecho, destacan la forma de los muslos, las pantorrillas y
las rodillas, adornos en los tobillos.
ConclusiÓn
Chillihuay fue un
centro de unificación religioso visible en el mundo de las formas simbólicas de
las poblaciones de la zona de forma permanente y continuas desde épocas muy
tempranas hasta el período conocido como de los Estados Regionales.
Existe mucha
similitud y “hermandad” tanto en la técnica usado en el grabado, simbología y
cosmovisión y, los períodos cronológicos en el uso de estos espacios entre los
petroglifos de Chillihuay y Toro Muerto.
El sustento que
garantizó la permanencia continua en la zona por los Chorungas, estuvo
determinado por la caza, el pastoreo de altura; así mismo por el recurso
minero, este último determinaba el estatus social durante el arcaico, pues
utilizaban diversos tipos de roca para la confección de adornos corporales, los
mismos que se manejaban como parte del intercambio comercial, la importancia de
un hombre se media en torno a sus relaciones sociales.
Los yacimientos de
petroglifos de altura (Chillihuay, La Jarana) tienen asociados a los “pies” o
faldas de los cerros colindantes asentamientos arqueológicos del período
Desarrollo Regional (Intermedio Temprano) y reutilizados como cementerio con
enterramientos Wari (Horizonte Medio) y Chuquibamba
La peculiar
ubicación geográfica del Cerro de Chillihuay determinó el uso del lugar como el
centro mágico-religioso. Otro cerro cercanos con las mismas afloraciones
rocosas de andesiticas si bien es cierto presentan representaciones rupestres
están son en menor cantidad y sin alcanzar la calidad y complejidad simbólica
de Chillihuay.
—¿Preguntas,
comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com—
Cómo citar este artículo:
Chumpitaz Llerena, Daniel y Rodríguez Cerrón, Maritza. Los petroglifos de Chillihuay:
la imagen antropomorfa (del formativo al período de integración Wari).
En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/petroglifoschillihuay.html
2014
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