![]() |
||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||
Como producto de un México postrevolucionario y en la antesala de las ideas nacionalistas, el pensamiento de Best Maugard expresa una gran admiración y amor por el arte mexicano y constantemente hace alusión al origen y evolución del mismo sin dejar de lado el aspecto estético manejado por él en el sentido occidental de belleza pero no desligándolo de los aspectos religiosos y naturales. La siguiente cita resume en gran medida lo anteriormente afirmado: "Al principio el aborigen con seguridad usó los antedichos elementos como representaciones de sus dioses y de ciertos fenómenos físicos, pero, más tarde, encontramos que los usa simplemente para producir armonía y ritmo, esto es, para producir belleza, para adornar, para decorar. Cuando en nuestro arte indio se expresan objetos animados, verbigracia, figuras y animales, encontramos que su trazo no fue concebido puramente bajo un criterio de belleza, sino que la mira, al estilizar éstos, lo mismo que cualquier otra forma de la naturaleza, fue la de imprimirle un significado jeroglífico, y es, así, como crea, por ejemplo, serpientes con plumas, etc. Así pues, sólo de un modo parcial podremos encontrar representaciones gráficas de la naturaleza, estilizadas, en las que se persiga exclusivamente el fin estético". Best Maugard identifica siete motivos fundamentales que dieron origen al arte aborigen que ubica de gran belleza y "superioridad" sobre otras artes primitivas. Independientemente del sentido etnocéntrico de la afirmación, nuestro pintor señala que estos motivos son los elementos primarios "...de las perfectas grecas y los motivos ornamentales que se observan en las obras de arte indígena, que, más tarde, aprovechando los elementos europeos y chinos, pero sin perder su carácter y su fuerza, formaron el arte colonial y el arte popular actual". Con estos siete motivos tomados del arte indígena azteca, maya, totonaca, etcétera., fue posible elaborar y/o diseñar todas las formas que se pueden apreciar en el arte mexicano. Maugard construye la analogía entre éstos siete motivos gráficos con nuestro sistema de notación musical occidental precisamente también de siete notas fundamentales con las que han compuesto todo tipo de obras, géneros y estilos musicales. Independientemente del origen y significación que encuentra Best Maugard de los siete elementos primarios identificados en el arte de todos los pueblos incluido el mexicano, éstos se constituyen de las siguientes formas específicas: 1.-Espiral, 2.- Círculo, 3.-El medio círculo cortado 4.-S o "curva de la belleza", 5.-Línea ondulada, 6.-Línea en zig-zag, y 7.-Línea recta (figura 2).
Todos estos motivos o elementos en asociación por su misma forma específica (curvas, círculo y rectas) y combinados y/o mezclados, dan como resultado elementos abstractos tales como las grecas, círculos y cuadrados concéntricos, (figuras 3 y 4),
así también dando origen a los motivos naturalistas: antropomorfos, zoomorfos, fitomorfos, astromorfos (nubes, soles, luna, estrellas y rayos), iglesias, casas y kioskos (figuras 5-9) entre otras, formas que en su conjunto son materia prima para el arte mexicano, tal como se puede apreciar en la mayoría de las artesanías mexicanas (figuras 10-12).
IV.c.-Los patrones lineales del arte rupestre mexicano. Ejemplos del arte rupestre de Coahuila y del norte de Sinaloa, México. Los patrones lineales entendidos como componentes o elementos geométricos y pictóricos básicos son los que conforman la gráfica rupestre. A la manera de Best Maugard identifico estos componentes o elementos a través de ejemplos del arte rupestre de Coahuila y del norte de Sinaloa. IV.c.1.-Ejemplos de patrones lineales en la gráfica de petrograbados de Coahuila. La arqueóloga mexicana Leticia González señala a través de su interesante artículo llamado "Los petroglifos como sistema de representación visual: algunas reflexiones sobre este tema" (1992) que al estudiar el material rupestre del estado mexicano de Coahuila, los petrograbados se presentan como imágenes visuales, es decir, como comunicación visual que expresa los intereses de quienes los crearon desde una "perspectiva gráfico visual". Con esto establece varias importantes premisas: 1.-las figuras son la representación de un sistema estandarizado de expresiones visuales, 2.-dispuestas bajo ciertas convenciones y no como producto del azar, 3.-las figuras seleccionadas y su distribución responden a una lógica, representando unas figuras, repitiendo unas y otras no, y 4.-reflejando en su conjunto un sistema cognoscitivo generalizado. Además de considerar aspectos relevantes al signo en el ámbito de la comunicación y a los sitios arqueológicos con petroglifos como entidades narrativas, cae en cuenta, independientemente de cuestionar el sentido geométrico o abstracto en términos de nuestra percepción contemporánea de figuras, que precisamente no corresponden a figuras geométricas conocidas, que es necesario llegar a la raíz del texto gráfico-rupestre (discurso gráfico-rupestre) y entonces establece los "elementos matrices simples" (figura 13) y los "elementos matrices complejos" (figura 14).
Los primeros -elementos matrices simples- se constituyen de líneas rectas conformadoras de ángulos, cuadrados y zig-zags; líneas curvas de las que se desprenden curvas simples, círculos unitarios, círculos concéntricos; y mixtilíneas o combinadas que son curvas y rectas unidas. Para los segundos -elementos matrices complejos- la autora considera a la figura humana (asexuada y masculina), figuras animales (serpientes, coyote y cabra montés), manos, pies, puntas de proyectil, estrellas y luna. Posterior a esta clasificación González, a mi parecer, cae en honduras al considerar a estas mismas figuras como signos y también como no signos, reconociendo, por otro lado, que la interpretación es un "problema de difícil solución". Para ello propone, basándose en Humberto Eco, la utilización del concepto de "forma vacía", ya que ante la imposibilidad de interpretar y conocerse el verdadero significado de las figuras rupestres o el texto gráfico rupestre en sí, la "forma vacía" ofrece la posibilidad de codificar el mismo texto desde puntos de vista diferentes y así atribuírsele posibles y variados sentidos. Desde mi particular punto de vista, considero que esto último es lo más "espinoso" del tema gráfico-rupestre, es decir, la interpretación-explicación, aunque sin lugar a dudas es también descuidado, incluso riesgoso, dejar tan suelta la interpretación del discurso gráfico- rupestre o adjudicarle diversos significados dependiendo de las distintas miradas que se lancen hacia las formas específicas de un sitio o de una región, aún con sus estilos gráfico-rupestres establecidos bajo el concepto de "formas vacías", no obstante, esta discusión no tiene lugar en el presente ensayo por lo que debe continuarse ahora con el ejemplo de Sinaloa. IV.c.2.-Ejemplos de patrones lineales en la gráfica de petrograbados y pinturas rupestres en el norte de Sinaloa. Procurando entonces ser consecuente con la búsqueda de los elementos primarios para el análisis de la gráfica rupestre del norte de Sinaloa, elaboré una serie de tablas que me permitieron cuantificar y cualificar componentes y elementos gráficos específicos, tanto en el sentido geométrico como en el morfológico-pictórico, esto sobre todo para el carácter abstracto, con formas de representación geométrica rectilínea, curvilínea y combinada y que en su conjunto responden a patrones lineales constantes del arte rupestre del norte de ese estado mexicano. Con todo el sistema de clasificación que se construyó sobre la base de niveles taxonómicos y que conformaron lo que denominé el análisis interno (cuadros I y II), fue posible el establecimiento de dos estilos (Río Fuerte y Sierra Central Barobampo) en correlación con el análisis externo, el cual tomó en cuenta para tal cometido la información tanto de los contextos culturales (arqueología y etnohistoria) como de los naturales (geografía, geomorfología, fisiografía, clima, etcétera) (figuras 15 y 16 A, 16 B y 16 C).
Durante ese proceso encontré referencias y asociaciones visuales (pictóricas) que me permitieron reafirmar y por lo tanto confirmar algunas correspondencias geométricas y otras que son meramente formales específicas en términos de su representación rectilínea, curvilínea y por lo tanto combinada, precisamente de los patrones lineales o elementos geométricos básicos como son la recta, greca simple, espiral angular, zig-zag, cuadrado, triángulo, rectángulo, rombo curva, círculo, punto, espiral curvilínea, etcétera. Esto significó no aislar cada una de las formas o elementos específicos, sino integrar con un equilibrio impresionante toda la estructura, ya fuera ésta rectilínea, curvilínea o combinada, con lo que se demuestra que la gráfica rupestre, tanto del carácter naturalista como del abstracto, es una unidad que guarda un total equilibrio tanto geométrico como visual, cuestión que permite hablar de que está en perfecta armonía y por lo tanto en interrelación, es decir, en absoluta simetría y que se desprende de un mismo origen. Para mayor entendimiento de estas afirmaciones es necesario mostrar y explicar algunos ejemplos en el orden de su forma de representación (rectilínea, curvilínea y combinada): 1.-Forma de Representación Geométrica Rectilínea a.1).-Referencia y asociación visual y geométrica simple de la greca simple y del zig-zag en correspondencia con el cuadrado (figura 17) y con el rombo respectivamente (figura 18): De representación geométrica rectilínea, la greca simple y el zig-zag son poligonales abiertas sin un centro aparente como lo tiene el cuadrado, el rectángulo, el triángulo equilátero, el rombo y el círculo, no obstante, si este centro aparente se encuentra, o se define físicamente como un centro geométrico potencial, se obtienen correspondencias geométricas entre el cuadrado y la greca simple o entre el rombo y el zig-zag. b.1).-Referencia y asociación visual y geométrica compleja de la greca simple en correspondencia con el cuadrado unitario y la espiral angular (figura 19): De representación geométrica rectilínea, la greca simple se corresponde con el cuadrado, la que es una "figura formada por cuatro segmentos iguales llamados lados, tales que cada dos son paralelos o perpendiculares entre sí; los puntos de intersección de los lados se llaman vértices" y así también guarda correspondencia visual con la espiral angular que es la línea recta que se desenrolla en ángulos rectos alejándose o a acercándose, según se quiera ver, con referencia a su centro aparente o eje.
2.-Forma de Representación Geométrica Curvilínea c.2).-Referencia y asociación visual y geométrica simple de la curva (curva libremente ondulada) en correspondencia al círculo unitario (figura 20) y a la espiral curvilínea (figura 21): De representación geométrica curvilínea, la curva simple u ondulada con sus crestas o valles sin centro aparente como lo tiene el círculo, da origen visual a este mismo. El nombre de curva que utiliza el arte pictórico no pertenece a la terminología geométrica que usa los de parábola o hipérbole. El círculo definido como "una superficie plana limitada por una curva que tiene todos sus puntos a igual distancia de un punto fijo interior. Este punto se llama centro del círculo". La curva se integra a la espiral o viceversa. La espiral es definida por el reconocido pintor Vassily Kandinsky como un "círculo que va frustrándose regularmente" y que se "deriva de una desviación regular del círculo" (espiral naciente) y así entonces "la espiral es una línea y el círculo es un plano". La espiral es un término genérico "...para describir cualquier ente geométrico que se arrolla alrededor de un punto central o eje mientras va alejándose del mismo". 3.-Forma de Representación Geométrica Combinada d.3.-Referencia y asociación visual y geométrica del rombo inscrito en círculo y curva simple (figura 22): e.3.-Referencia y asociación visual y geométrica compleja del zig-zag en correspondencia con la espiral angular, curva simple y espiral curvilínea (figura 23): f.3.-Referencia y asociación visual y geométrica compleja del zig-zag, rombo, curva simple, espiral angular, espiral curvilínea y círculo unitario (figura 24): g.3.-Referencia y asociación visual y geométrica (simple y compleja) del círculo, espiral angular, espiral angular inscrita en círculo, zig-zag, espiral angular y curvilínea, espiral curvilínea inscrita en círculo en correspondencia al círculo concéntrico (figura 25):
Las afinidades morfológicas de estos elementos básicos quedan demostradas en su sentido de asociación visual, geométrica, pictórica y por lo tanto en el plano de la simetría en las figuras aisladas o traslapadas entre las mismas, formas específicas del arte rupestre del norte de Sinaloa que aquí se presentan. Son también una referencia importante para el entendimiento de la geometría combinada. La espiral curvilínea inscrita en círculo guarda gran semejanza visual con el círculo concéntrico, pero esto no significa que le dé origen geométrico, aunque sí visual y seguramente mucho tuvo que ver no sólo con lo nemotécnico del inconsciente de quien lo manufacturó o en el momento preciso de su concepción, sino también, con el sustrato estético utilitario y funcional de las formas rupestres. Este juego visual de referencia y asociación incide en la propuesta teórica de la estética del arte rupestre, y es sólo una de las tantas vertientes que pueden estudiarse formalmente. Así la simetría de los patrones lineales contribuye también de una manera muy importante con la estética concebida en los campos de la sensibilidad y de la producción de efectos emotivos interrelacionados con los componentes estéticos de la práctica social y de la simetría de la cultura. IV.d.-Las curvas del círculo se acercan: las ideas científicas de Beatriz Braniff a través de diseños arqueológicos tradicionales mesoamericanos y del norte de México La curva con todos sus puntos a igual distancia de un mismo punto fijo interior que es el centro no es otra cosa que el círculo, así entonces, con algunas de las ideas de Beatriz Braniff tomadas de su artículo "Diseños tradicionales mesoamericanos y norteños. Ensayo de interpretación", se cuenta ya con un círculo discursivo casi completo, que va cerrando tanto en el sentido epistemológico como en el estético. También tanto por el aspecto formal (forma general como forma material o específica) como por el interpretativo, el círculo va acabando en perfecta armonía (simétricamente), es decir, en proporción adecuada a sus partes, entre sí y con el todo, en otras palabras, se está llegando al mismo punto por dos caminos diferentes, no necesariamente opuestos y tampoco incompatibles entre sí, sino por el contrario, complementarios. El primero ya se ha recorrido (es la primera mitad del círculo), para el segundo (la otra mitad), Beatriz Braniff nos lleva de la mano: La actitud científica de una investigadora de la talla de Braniff, con todo el bagaje arqueológico y experiencia en el estudio arqueológico del norte de México, no la aleja de la necesaria visión de la historia del arte en cuanto a la relación arqueológica que se entabla con los diseños de los materiales cerámicos y rupestres de Mesoamérica y del norte de México, sin embargo, reconoce que ella no domina esos campos pero sí otros estudiosos que se citan en la nota n° 28 de este ensayo y por ella misma a los que hace referencia a algunos de ellos en su trabajo La frontera protohistórica...( op. cit. p. 615-616). En el artículo en cuestión, Braniff propone hacer una interpretación de carácter ideológico sobre una serie de diseños, interpretación que dice es "música" y que reconoce de difícil corroboración científica. Parte de que todo diseño consigo trae una "carga inconsciente de su propia tradición, por lo que es en efecto un símbolo ideológico". La ideología del diseño, señala, puede ir cambiando con el tiempo, además, éstos están en correspondencia con el nivel cultural del grupo que los produjo: cazadores-recolectores y agricultores que poseen diseños en relación con su ideología, necesidades y cosmovisiones. La atención de Braniff se centra fundamentalmente en la Greca Escalonada o Xicalcoliuhqui observada en muchas áreas de Mesoamérica, norte de México y Suroeste de los Estados Unidos (figura 26). La greca escalonada se ha asociado con el pájaro-serpiente, con Quetzalcóatl (inventor de la agricultura) y con grupos de habla náhuatl para épocas históricas. Otro diseño relacionado con la greca escalonada y Quetzalcóatl es el del gancho en la nariz y se ha identificado con el dios maya "Chac" (figura 27 A y 27 B).
En América del Sur se ha encontrado, aunque sin la greca, asociado con "dragones", caimanes, jaguares, serpientes y pescados. Otra vez para la época del 450 al 650 d. C. en Occidente de México se tiene la greca escalonada como motivo o diseño principal de la cerámica del tipo Canutillo, la que también presenta diseños geométricos triangulares, así también con los tipos "Gualterio Rojo sobre Crema" y "Súchil Rojo sobre Café" que presenta el "mounstruo caimán" posiblemente relacionado con Quetzalcóatl (Figura 28) y la greca escalonada en distintos tipos cerámicos (Figuras 29-33).
También la pirámide y la greca escalonadas y la greca de tipo geométrico se encuentran en Snaketown, Arizona (figura 34) y en los petroglifos del sitio Trinchera, Sonora, México (figura 35).
El interés por este diseño queda manifiesta cuando de una manera directa Braniff asocia su estructura con los elementos básicos primarios que la conforman: "Las grecas, por el contrario, así como ciertos diseños aislados que las componen, si estudiamos su evolución, notamos que se desarrollan a partir de motivos rectilíneos y curvilíneos que nos llevan a nuestra tantas veces mencionada Greca Escalonada". Beatriz Braniff sabe e intuye de manera precisa que los elementos básicos o primarios (patrones lineales) son los conformadores de estos diseños que no sólo se presentan en la cerámica sino también en el arte rupestre. La greca escalonada y la S de los petroglifos de Proveedora, Sonora y en la cerámica del Periodo Medio (1060-1340) de Casas Grandes (Paquimé) (figuras 36 y 37) son ejemplo de ello.
En todas estas grecas, en todas estas asociaciones, en todos estos diseños priva el elemento básico o primario y el que Braniff asocia con maestría a toda una ideología de nómadas y sedentarios, con coherencia y con el dato arqueológico en la mano. Su artículo es entonces una gran aportación que combina la información arqueológica con los aspectos geométricos y pictóricos de tan importante referencia visual y asociación a la simetría de la cultura a interior del discurso teórico de la estética. V.-Conclusión preliminar Al desconocer los códigos y/o significantes de los signos de la mayoría de los elementos de la gráfica rupestre, se halla muy lejana la posibilidad de interpretarlos de manera exhaustiva, además, existen los consabidos problemas generales de asignación cultural y cronológica inherentes a esta forma cultural, salvo excepciones en donde la analogía etnográfica, el dato etnohistórico o la correlación arqueoastronómica allanan los obstáculos de la interpretación precisa de ciertas formas específicas. Un camino seguro, muy noble e imprescindible es el de la conservación de este patrimonio cultural, pero alejado de las cuestiones teóricas de explicación de este medio de trabajo que funcionó en la conciencia social de nómadas y sedentarios, siempre en relación directa con los componentes estéticos de la práctica social de los mismos que lo crearon. En este sentido, encontrar el equilibrio sería el camino ideal, lo que a mi parecer dirigiría el rumbo hacia el conocimiento estético del material rupestre en el ámbito de la teoría de la sensibilidad, esto es, el arte rupestre como un problema de conocimiento, problema que recae en el ámbito de los componentes estéticos de la práctica social, sean éstos bajo una visión de la estética funcional o de la estética utilitaria, paradigma que es totalmente compatible con el quehacer de la arqueología en relación con la sensibilización y los efectos emotivos experimentados por el estudioso, quien además, debe hacer conciencia de que el proceso de conocimiento del material rupestre ofrece la posibilidad de ubicarse en el plano de la experiencia estética. También es evidente que los autores centrales citados, ejes del presente texto (Best Maugard, Beatriz Braniff, Leticia Gonzalez y Francisco Mendiola), concientemente han tenido que llegar a la unidad mínima de la gráfica comprendida esta como motivo, elemento simple o complejo, componente primario, patrón lineal, matriz, motivo rectilíneo, curvilíneo, combinado o mixtilíneo, por lo que entonces se plantea aquí que esa unidad mínima no sólo es el origen de la gráfica y de la simetría de todo tipo de expresión que haya considerado en su manufactura la materia prima lineal, sino también, que en ella se halla la génesis del problema de conocimiento desde la perspectiva estética y por lo tanto, la raíz de los componentes estéticos de la práctica social que se expresan en el estilo, reflejo de las pautas de conducta social en tiempos y espacios determinados. En este sentido, como lo señalan Dorothy K. Ashburn y Donald W. Crowe (op. cit pp. 15, 17, y 19), la simetría es un factor para la percepción muy importante en el que los individuos, dependiendo de sus particulares conocimientos, necesidades y situación de orden cultural, contarán con diversas estimulaciones precisamente durante ese proceso de percepción. Además de que los sentidos de orientación son muy importantes, las características peculiares del sistema estético de una cultura en particular utiliza la simetría como un diagnóstico en la percepción de la forma. Y pregunto: ¿no es la forma específica o material lo primero que llama nuestra atención?. Sí, efectivamente es ella, entonces es aprovechar la oportunidad de generar conciencia en ese sentido y comenzar a ejercitar la observación y el análisis de las unidades mínimas que la componen. En conclusión Washburn y Crowe asientan que: "La simetría es una percepción universal cognitiva que básicamente procesa toda la información. La simetría de la cultura es una parte de la organización del mapa cultural cognitivo y la clasificación de la simetría significa la posibilidad de que los miembros de una cultura en particular perciban nuestro mundo". ¿Sucede esto con el arte rupestre?. Aunque se perciba un aparente caos gráfico-rupestre la simetría existe, es el orden del caos y por lo tanto la simetría puede hallarse, observarse, describirse y analizarse, generándonos con ello una experiencia estética de efectos emotivos y de sensibilidad en su percepción y conocimiento, la que debe entonces capitalizarse y ser aprehendida en aras de una explicación científica más amplia, precisamente desde el enfoque esteticista, más aun cuando el estudio del arte rupestre sigue implicando un problema de conocimiento que se origina en las unidades mínimas que lo conforman. Directa o indirectamente la simetría es percibida por el observador del arte rupestre, sea en una espiral, greca escalonada, círculo concéntrico, curva, o línea recta aislada o traslapada entre sí. La simetría de la cultura como algo inherente, que da origen y condiciona a la gráfica. Su simetría entendida dialécticamente como expresión de la cultura. ¿Preguntas, comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com Cómo citar este artículo: Mendiola G. , Francisco. Arte rupestre: Epistemología, estética y geometría. Sus interrelaciones con la simetría de la cultura. Ensayo de explicación sobre algunas ideas centrales de Adolfo Best Maugard y Beatriz Braniff. En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/mendiola2.html 2002
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Arheim, Rudolph, El Arte de la Percepción Visual, Madrid, España, ed. Alianza Editorial, 1987. Bachelard, Gastón, La Formación del Espíritu Científico. Contribución a un psicoanálisis del conocimiento objetivo, México, ed. Siglo XXI, editores, 1994. Báez García Mariscal, Elvira Margarita, La Revolución Abstracta: el significado evolutivo de las manifestaciones gráficas rupestres. Una aproximación paleoantropológica, tesis de licenciatura en antropología física, Escuela Nacional de Antropología e Historia, México, 1993. Bate, Luis Felipe, Arqueología y Materialismo Histórico, México, ed. Ediciones de Cultura Popular, 1977. Benitez, Fernando, Bordados Huicholes, México, ed. Gobierno del Estado de Zacatecas, 1991. Braniff Cornejo, Beatriz, La Frontera Protohistórica Pima-Ópata en Sonora, México. Proposiciones arqueológicas preliminares, tomo II. (Apéndice 2). Materiales arqueológicos de la Proveedora-Calera (Son E.8:5). "Los petroglifos", México, ed. Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Colección Científica No. 242), 1992. __________,"Diseños tradicionales mesoamericanos y norteños. Ensayo de Interpretación", en Arqueología del norte y del occidente de México". Homenaje al Doctor J. Charles Kelley, Barbro Dahlgren y Ma. Dolores Soto de Arechavaleta, editoras, ed. Universidad Nacional Autónoma de México,. Instituto de Investigaciones Históricas, México, 1995. pp. 181-206. __________,"Paquimé. Laberintos de barro antiguo. Origen de una nueva tradición cerámica", en Artes de México, número 45, México, 1999. pp. 10-19. Best Maugard, Adolfo, Método de Dibujo. Tradición, resurgimiento y evolución del arte mexicano, México, ed. Universidad Nacional Autónoma de México, 1923. Casado López, María del Pilar, Proyecto Atlas de Pictografías y Petrograbados. México, México, ed. Instituto Nacional de Antropología e Historia, Departamento de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos, (Cuadernos de Trabajo N° 39), 1987. Delgado, Leila,"Los componentes estéticos de la práctica social. Notas para el estudio del arte prehispánico", en Boletín de Antropología Americana No. 18, ed. Instituto Panamericano de Geografía e Historia, México, 1988. pp. 33-48. Di Peso, Charles, Rinaldo y Fenner, Casas Grandes. A Fallen Trading Center of the Gran Chichimeca, Flagstaff, Arizona, U.S.A., The Amerind Foundation Inc. Northland Press, 1974. Enciso, Jorge, Sellos del Antiguo México, México, ed. Innovación.(primera edición 1947), Reeditado en 1980. Eco, Humberto, La definición del arte. Lo que hoy llamamos arte, ¿ha sido y será siempre arte?. México, ed. Roca, 1991. __________, Tratado de semiótica general. Barcelona, España, ed. Lumen, 1985 Gablick, Susan, Progress in art, New York, U.S.A., ed. Rizzoli International Publications Inc., 1977. González Arratia, Leticia, Teoría y método en el registro de las manifestaciones gráficas rupestres, México, ed. Instituto Nacional de Antropología e Historia, Departamento de Prehistoria, (Cuadernos de Trabajo 35), 1987. __________, "Los petroglifos como sistema de representación visual: algunas reflexiones sobre este tema", en Trace, No. 21, ed. Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, México, 1992, pp. 36-47. Grieden, Terence, Orígenes del arte precolombino, México, ed. Fondo de Cultura Económica, 1987. Gutiérrrez Martínez, Ma. de la Luz, "Teoría y método en el estudio de las manifestaciones rupestres de la Sierra de San Francisco", ponencia presentada en la Feria del Libro de Antropología e Historia, Ciudad Juárez, Chihuahua., México, 1995, (inédito). Haury, Emil W., The Hohokam. Desert Farmers and Craftsmen, Tucson, U.S.A., University of Arizona. Press, 1976. Hills, Jim, "Dialectos del Barro", en Artes de México, Número 45, México, 1999, pp. 57-79. Iglesias G., Severo, Estética o teoría de la sensibilidad, México, ed. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1994. Kandisky, Vassily, El punto y línea sobre el plano, México, ed. Premiá, 1990. Leroi-Gourhan, André, El gesto y la palabra, Venezuela, ed. Biblioteca de la Universidad Central de Venezuela, 1971. López Aguilar, Fernando, "Arte y conocimiento", Revista Cuicuilco Núms. 33 y 34, ed. Escuela Nacional de Antropología e Historia, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, 1993. pp. 11-16. Mandoki, Katia,"El poder de la estética", en Arte y Coersión, Primer Coloquio del Comité Mexicano de Historia del Arte, ed. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéticas, México, 1992, pp. 243-251 Mc Graw-Hill, Encyclopedia of Sciencie and Technology, 1964. Mendiola Galván, Francisco,"Nuevas consideraciones en el estudio de la gráfica rupestre". Ponencia presentada en la XXII Mesa Redonda de la Sociedad Mexicana de Antropología. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, 1991, 12pp., (se puede consultar en: http//rupestreweb.tripod.com/articulos.html) __________, Petroglifos y pinturas rupestres en el norte de Sinaloa, tesis de licenciatura en arqueología, Escuela Nacional de Antropología e Historia, México, 1994, 508 pp. __________,"Los contenidos estéticos de la práctica social en el arte rupestre: un nuevo enfoque explicativo en el ámbito de los estilos gráfico-rupestres. El caso del norte de Sinaloa y noroeste, centro y sur de Chihuahua", ponencia presentada en el Sixth Bienal Southwest Symposium Boundaries and Territories. Hermosillo, Sonora México, 1998, (en prensa). __________,"El arte rupestre: una realidad gráfica del pasado en el presente", en Expresión y Memoria. Pintura rupestre y petrograbado en las sociedades del norte de México. Carlos Viramontes y Ana María Crespo (coordinadores), México, ed. Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Colección Científica No. 385), 1999, pp. 19-26. __________,"El arte rupestre. Constantes preguntas, posibles respuestas sobre el patrimonio gráfico-rupestre en el marco de su investigación-conservación", ponencia presentada en el Diplomado en Patrimonio Cultural, Módulo III: El patrimonio Arqueológico y Monumentos Históricos. Escuela Nacional de Antropología e Historia-Chihuahua, México, 2001, 13 pp. (en prensa). ___________,"La gráfica rupestre. ¿Artefacto, forma cultural o arte?. La duda permanente para el caso de la arqueología mexicana", 2001 15 pp. (en prensa). Merrian, Alan P.,"Las artes y la antropología", en Práctica. Taller de Análisis y Difusión. Universidad Autónoma Metropolitana -Iztapalapa- Antropología, México, 1984, pp. 61-72. Peón Soler, Alejandra y Leonor Cortina Ortega, Talavera de Puebla, México, ed. Grupo Financiero Comermex, Ediciones Comermex, 1973. Sánchez Vázquez, Adolfo, Invitación a la Estética, México, ed. Grijalbo, 1992. Shepard, Anna, Ceramics for the archaeologist, U.S.A., Washington, Carnegie Institution of Washington, Publication 609, 1957. Washburn, Doroty K., "A Symmetry Analysis of Upper Gila Area Ceramic Design", in Papers of Peabody Museum of Archaeology and Ethnlogy, U.S.A., Harvard University, Cambridge, Mass., vol. 68, 1977. Washburn, Doroty y Donald Crowe, Symmetries of Culture. Theory and practice of plane pattern analysis, U.S.A., University of Washington Press, 1998. Weitlaner Johnson, Irmgard, Los textiles de la Cueva de la Candelaria., Coahuila, México, ed. Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Col. Científica No. 51. Arqueología), 1977. Wentwort J. y. E. Smith, Geometría plana y del espacio. México, ed. Porrúa, 1985. Zaslow, Bert. "Pattern dissemination in the prehistoric Southwest and Mesoamérica. A comparison of hohokam decorative patterns with patterns fron the Upper Gila and from the Valley of Oaxaca", in Anthropological Research Papers No. 25, Arizona State University, Tempe 1981. [Rupestreweb Inicio] [Introducción] [Artículos] [Noticias] [Mapa] [Investigadores] [Publique]
|