ARTE
RUPESTRE Y ESCUELA: LA CONSERVACIÓN PREVENTIVA. Del Museo
a la Escuela y de la Escuela al Museo a través del Entorno
Prof. Dr. Dario Seglie
/ IFRAO-UNESCO Liaison
Officer / Direttore del Museo d'Arte Preistorica / CeSMAP / Viale
Giolitti 1 10064 Pinerolo, Italia / Tel. ++39 0121794382
- fax ++39 012175547 / e-mail: CeSMAP@cesmap.it
/ www.cesmap.it
Conferencia
magistral presentada en la Universidad de Buenos Aires, de Salta
y de Jujuy, con ocasión del Congreso Internacional de Arte
Rupestre, Jujuy, Argentina, nov - dec. 2003.
Introducción
El arte rupestre es la más antigua y extendida manifestación
de la espiritualidad humana y se encuentra prácticamente
en cada ángulo del mundo, del extremo Norte al profundo Sur,
del extremo Oriente al Occidente.
Las condiciones climáticas y ambientales en las cuales se
ubican las diversas expresiones del Arte Rupestre son extremadamente
variables y han cambiado rápidamente en el transcurso de
los milenios.
Si bien el común denominador de todas las
ubicaciones es la presencia de superficies rocosas en grutas, abrigos
y al descubierto, las diferencias mineralógica y geomorfológica
han supuesto una gran variedad de tipologías. La elección
de un sitio de los autores del Arte rupestre depende de una multiplicidad
de factores, entre los cuales se debe incluir el conocimiento empírico
de las características y cualidades de determinadas superficies,
consideradas aptas o no a recibir el Arte Rupestre.
Naturalmente resulta arriesgado (si no imposible) saber si los
autores de las realizaciones rupestres tuvieron en cuenta la conservación
de aquellas expresiones a lo largo del tiempo o si las consideraban
obras efímeras.
Contrariamente para nosotros en la actualidad, la conservación
del patrimonio constitutivo del Arte Rupestre es un argumento central
de máxima importancia, considerando que es irremplazable
e inalienable, una herencia cultural de inestimable valor para toda
la humanidad.
El progresivo descubrimiento
de los lugares y la multiplicación de las investigaciones
de Arte Rupestre
Si bien el Arte rupestre es notable en algunos siglos a través
de las antiguas crónicas y los relatos de viajes, hace solamente
cerca de un siglo que se impone a la atención de la comunidad
científica; su investigación especializada ha adquirido
un carácter mundial desde hace apenas unos decenios.
El aumento del reconocimiento territorial dedicado al Arte Rupestre
crece exponencialmente, favorecido por la atención de los mass-media, el aumento de libros y revistas especializadas,
la difusión de cursos universitarios, conferencias y congresos
centrados en el Arte Prehistórico y la Arqueología
Rupestre Cognitiva.
|
Mapa ideográfico de
la distribución de algunos sitios de arte rupestre
en el mundo. Manual de arte rupestre
de Cundinamarca, Colombia. (Martínez & Botiva, 2002) |
La divulgación
de información, el público, las exploraciones, el
descubrimiento del turismo de masa
El incremento de las noticias para el público en general
gracias a los canales de televisión y a las revistas ha generado
una demanda de exotismo, antigüedad, misterio, de insólito
y "salvaje" o de "impoluto y primordial".
Las agencias de viaje y los tours-operadores han contribuido
a este fenómeno y a esta oportunidad, inventando "paquetes
turísticos" ad hoc, llevando grupos numerosos de turistas
en zonas incluso extremas- en las que se ubican lugares de
Arte Rupestre. En algunos casos los viajes finalizan directamente
con el descubrimiento turístico del Arte Rupestre.
La situación se está convirtiendo en crítica,
sobre todo en aquellos países en vías de desarrollo
en los cuales el turismo provoca generalmente un impacto negativo
sobre el entorno y por lo tanto constituye un daño real para
la conservación de los lugares de Arte Rupestre que son intrínsecamente
frágiles y en las débiles condiciones de equilibrio
con los parámetros variables del paisaje.
El turista que entra en contacto con el lugar, normalmente no posee
un nivel cultural y escolar básico, no conoce o no respeta
las reglas de tutela y conservación del patrimonio cultural
y las superficies grabadas son asaltadas de diversos modos, pisoteadas
por los zapatos, frotadas con las manos, los petroglifos "resaltados"
frotando con piedras o metales en las incisiones, las pinturas bañadas
con agua e incluso con refresco y todo ello con la finalidad de
obtener un recuerdo fotográfico. Los guías turísticas
generalmente no intervienen con eficacia en el intento de evitar
estas acciones vandálicas y por tanto los lugares están
destinados a un rápido deterioro, devastación y ruina
irreversible. Debemos tener presente que la mayor parte de los lugares
de arte rupestre está desprovista de cualquier medida de
protección.
Clasificaciones de los lugares
de Arte Rupestre
En referencia a la población actual del territorio, es posible
clasificar los lugares en tres categorías principales:
lugares que han conservado su uso tradicional y son
actualmente teatros de ceremonias o de asistencias rituales (lugares
con una tradición viva).
Lugares ahora no frecuentados para usos de culto,
pero de los cuales se preserva la memoria histórica de su
utilización (lugares con una tradición fósil)
Lugares en los que es casi imposible, actualmente,
recuperar la relación entre el Arte Rupestre y la población
(lugares con tradición extinguida).
Los lugares de tipo a) y b) pueden ser estudiados con un enfoque
de tipo etnográfico-antropológico; los lugares de
tipo c) deben ser indagados mediante la utilización preponderante
de la metodología arqueológica.
Protección de los lugares
Paradójicamente se puede afirmar que el lugar de Arte Rupestre
mejor protegido es aquel que aún está por descubrir,
si bien la justa tendencia humana es la de aumentar continuamente
el conocimiento; por lo tanto la investigación se perfecciona
y se desarrolla incesantemente.
Por lo tanto el primer factor de riesgo para el Arte Rupestre es
intrínseco a la propia investigación científica
y como tal, no subsanable. Por lo tanto la protección de
los lugares está directamente ligada a la difusión
del conocimiento de su localización. Cuanto más famoso
sea un lugar, más crece la voluntad de conservación
y protección; si el lugar es conocido sólo por los
especialistas, implica un menor riesgo, basado en el nivel de conocimiento
científico y en la adscripción de códigos éticos
y a la deontología profesional de los investigadores. Pero,
seguidamente, el lugar será presentado a la comunidad científica
y por lo tanto al gran público. En este punto es deseable
que todas las medidas de seguridad para proteger el lugar estén
activas, como por ejemplo la institución o la inclusión
del Arte Rupestre en parques específicos o generales. Este
proceso debe implicar a la comunidad y a la población local,
pudiendo constituir un recurso económico para el territorio
interesado e incluso atraer ulteriormente fondos para el desarrollo
de la investigación científica. Desafortunadamente,
la mayor parte del Arte Rupestre se encuentra en lugares carentes
de toda protección y por lo tanto abandonada a la conciencia
cívica de los visitantes y a su atención y sensibilidad
sobre el patrimonio cultural. Por tanto, desdichadamente, es necesario
dejar constancia que el peligro de destrucción y de deterioro
ambiental es realmente alto.
Estableciendo la interconexión entre Arte Rupestre, ambiente
(natural y antrópico) y paisaje, es evidente que no es posible
afrontar el problema de las investigaciones y estudios sobre Arte
Rupestre como un argumento autónomo; el fenómeno está
correctamente encuadrado en un campo amplificado de investigación
antropo-arqueológico global, que intente recuperar todos
los datos posibles de contexto y de detalle.
El enfoque sistemático depende del equipo de investigación
y de la finalidad de conservación que deben ser definidas
y enunciadas a priori para cada lugar de Arte Rupestre. Las estrategias
de trabajo (mono- multi- inter- y trans-disciplinar) deben ser valoradas
y expresadas claramente en el programa y en el proyecto de trabajo.
La figura fascinante, romántica y mítica del explorador
solitario que descubre nuevos mundos debe ser definitivamente enviada
al álbum de los recuerdos.
El
nivel y el rol mundial de los intelectuales
Actualmente somos ciudadanos del mundo, somos o deberíamos
ser- universales. Los intelectuales, la Escuela y la Universidad
son la primera realidad que debe abrirse a nivel mundial: este Congreso
en Jujuy prueba que los individuos y las instituciones han comprendido
la importancia del debate abierto y de la puesta en común
de las diferentes experiencias. Las diferentes lenguas que hablamos
son una riqueza, una herencia preciosa de la variedad que nos distingue.
Cada cual debe haber un futuro en el mundo para propagar los ideales
nacidos en un pasado reciente: los derechos del hombre y del ciudadano,
el estado basado en la ley, la administración ordenada y
el respeto de la vida privada, la tolerancia, la solidaridad con
pueblos diferentes y perseguidos, igualdad y libertad, fiel a la
razón humana.
Por lo tanto los intelectuales tienen una misión importante
y una función (como los clérigos medievales que viajaban
por Europa, de una universidad a otra, favoreciendo la difusión
del saber): discutir el conjunto de los problemas fundamentales
de la cultura, de la investigación y de la ciencia y particularmente-
de la ética.
Los tecnócratas, los especialistas, ejercen una fuerte presión
que tiende a reducir y marginalizar el rol de los intelectuales.
El especialista que posee sólo un fragmento del conocimiento
es incapaz de interpretar la sociedad y banaliza los problemas generales
ocasionando el vacío intelectual. Contrariamente, nuestra
sociedad requiere hombres con la mente abierta, no parcializada,
que conozcan la problemática general y la realidad en su
totalidad: deben por tanto ser especialistas de la "no-especialización".
La humanidad se enfrenta por tanto a un reto: garantizar a todos
los habitantes del planeta una mejor calidad de vida y, al mismo
tiempo, asegurar la calidad y el futuro del entorno de la Tierra
para las futuras generaciones. Este reto implica a todos los países
del mundo, tanto a las naciones industrializadas como aquellas en
vías de desarrollo; todos, todos los ciudadanos, deben adoptar
un nuevo fuerte- estado mental, ético y moral.
La cultura humana, en los albores del III Milenio, debe ser puesta
en cuestión, porque son necesarios recursos culturales extraordinarios
y deben ser puestos en práctica, con un esfuerzo intelectual
comparable al que se produce con la Revolución Neolítica
prehistórica y por la Revolución Industrial del siglo
XVII. El nuevo imperativo es "Desarrollo sostenible" que requiere
una nueva conjugación entre entorno y desarrollo, con la
finalidad de que nuestras exigencias actuales sean satisfechas sin
perjudicar el panorama general de las futuras generaciones.
En la, por lo menos actualmente, incierta marcha hacia la nueva
cultura, los intelectuales estudiosos, científicos,
maestros- deben jugar el papel de pioneros y de vanguardia. El Arte
Rupestre comprende las más antiguas señas de la espiritualidad
humana, extendida en cada continente, siendo al mismo tiempo una
de las más frágiles expresiones del patrimonio cultural;
debe ser, por tanto, conservada, estudiada, y dada a conocer a las
nuevas generaciones.
La conservación preventiva
Los estudiosos, los administradores y la autoridad política
de cada región deben dedicarse a la planificación
y creación de proyectos de desarrollo eco-compatible, centrados
en "Arte Rupestre y Ambiente"
Algunos puntos deben ser considerados como indispensables en los
proyectos regionales:
Implicación y consulta de las autoridades internacionales
y particularmente del IFRAO, Federación Internacional de
Organizaciones de Arte Rupestre.
Implicación de la autoridad y de las organizaciones
nacionales y regionales de Arte Rupestre.
Programas de valorización de los lugares, difusión
cultural y desarrollo económico y turístico vinculados.
Programas de preparación para docentes de escuelas
y universidades, para guías culturales y turísticas,
para animadores, guardias y vigilantes de parques y museos.
Los programas de desarrollo sostenible deben habilitar a la comunidad
local para gestionar planes correctos de actividad social y económica
sobre la base del pleno respeto al entorno, y garantizar la esperanza
de futuro: deberíamos preservar cielos azules para nuestros
hijos y para los hijos de nuestros hijos.
Ambiente, arqueología
y escuela
La modernización, la evolución de los procesos tecnológicos
que comportan nuestras costumbres cotidianas, el ritmo acelerado
de la difusión del saber, el mundo de las comunicaciones
de masas que se dilata, el afán de navegar en un mar de noticias
siempre más convulso, la justa preocupación por adecuarse
a los objetivos que varían rápidamente bien versando
sobre la investigación científica o bien sobre la
sociedad civil, que tiende a convertirse cada vez más en
un lugar de ciudadanía global, son los nuevos parámetros,
las fronteras variables para la actividad cognitiva del hombre.
El mundo científico, abandonado quizás hace
excesivo poco tiempo- la certeza positivista exégeta, ha
descubierto la belleza de la duda y la falsificación de hipótesis
con las que el conocimiento trata de expandirse arrojando nuevas
luces en la inmensidad de lo ignoto que nos rodea.
La revolución epistemológica ha dado nuevamente la
justa dimensión al hombre frente a la grandiosidad del cosmos.
La escuela, entendida en el más extenso y amplio sentido
del término es decir, un lugar privilegiado de interacción
profunda entre docentes y alumnos sagrario donde se fusionan
consciente e inconsciente, de transmisión del saber a través
de la palabra y el gesto, recipiente del cual se desarrollan energías
que son sobreabundantes respecto a la suma de aquellos implicados
en el proceso lugar "prodigioso" quizás el último
existente para la cultura humana- tiene un punto de fuerza en el
proceso de apertura al cambio que constantemente transforma la sociedad,
cuando valora el ambiente.
|
Taller pedagógico
de arte rupestre con escolares en Cundinamarca, Colombia (ICANH
-Gobernación de Cundinamarca, 2003). |
El término ambiente, como todas las palabras, es naturalmente
ambiguo o, mejor, polivalente. Es un "yacimiento antropológico"
(no existen vacunas naturales sobre nuestro planeta) con su peculiar
estratificación físico-cultural; es un lugar de "historia
personal" de los alumnos y de los docentes, de todos aquellos que
lo habitan y que tienen un lugar propio individual; es un banco
de datos, un eco-museo, una fuente/recurso de informaciones, de
instrucción, de evocación, de intuición; es
una antología, un libro de lectura, un abecedario de la vida;
es un escenario en el cual se representa la comedia/tragedia cotidiana
de la vida suspendida como entre microcosmos y macrocosmos, entre
costes y beneficios, entre expansión y aniquilamiento, entre
realidad y fantasía.
La escuela, como es definida, forma parte del paisaje, del territorio,
del espacio y del tiempo, de un espacio y de un tiempo preciso y
definido.
Los filamentos de interconexión del total de los elementos
que componen un único cuadro ambiental, pueden y deben atravesar
la escuela de un modo consciente, convertirse en objeto de experimentación,
de prueba, de tentativas de alianza entre diversos bandos de la
madeja, del enredo que está a nuestra disposición
por decreto.
Es competencia del museo y de la comunidad escolar montar y desmontar
el juego, divirtiéndose al hacerlo con ánimo lúdico,
descubrir los conceptos básicos, los materiales de construcción
y por lo tanto trabajarlos con la ingeniería pedagógica,
construida sobre la metodología didáctica que le confiere
potencia creativa, eurística, cognitiva, metacognitiva, fantacongnitiva.
El sistema educativo abierto
La escuela no puede por lo tanto decir, gracias a la posibilidad
que las leyes ofrecen, que existen pocos recursos en el estudio
del ambiente: la escuela abierta, actualmente posible, puede trazar
un "fil rouge" que la transforma en un "sistema educativo
abierto", descubrir en el territorio (ciudad, campo, mar y montes),
un vasto laboratorio, permanente, cambiante, y disponible en todas
las estaciones, una "teca" (biblio-teca, ludo-teca, fanta-teca)
para un "mercado cultural" que no teme la caída de las bolsas
extremoorientales.
La escuela en conjunto, sin excluir nada, debe utilizar este supermercado
como fuente extraordinariamente popular, accesible, amistosa en
el enfoque, para una acción de reapropiación y de
invención de la cultura antropológica, de la identidad
individual, de grupo y social.
El ambiente es un recurso de todos, por tanto interdisciplinar,
multi y transdisciplinar por antonomasia. Un recurso que, implicando
a todos y cada uno, relativiza el concepto de pertenencia, lo convierte
en individual, subjetivo, antidogmático, igualitario y solidario.
La interacción y la sinergia que desarrollamos entre nosostros
y con el ambiente debemos trasladarla a una cultura de la sociedad
global, a la red de la interconexión de los individuos y
de los pueblos, a una internet real, donde la red de redes es por
ahora un primer paso (virtual e incluso virtuoso) que puede volver
más iguales los cuatro ángulos del mundo, a través
del conocimiento recíproco.
Nuestros alumnos/hijos pueden preguntar y dar respuestas cognitivas
relacionandose con los otros alumnos/hijos de Delhi, San Diego,
Campo Lameiro, Brinkmann, etc.
No se trata de hacer "revoluciones", sino de querer aprovechar
el viento e izar las velas en el sentido de que la escuela antigua
era cenáculo, turris eburnea , lugar elitista, cerrado
frente a una suerte de caos externo ajeno a la comprensión.
No era necesaria la experimentación, el laboratorio, bastaba
la palabra de los maestros que transmitían la tradición,
la cultura; la escuela actual es la escuela para todos, atravesada
por vibraciones externas, no es más una torre sino un foro,
una plaza, una esponja. El ambiente puede ser la gran ocasión
para sustituir los viejos motores inadecuados- por un propulsor
de gran potencia: el territorio para vivir y por lo tanto comprender
y utilizar.
El ámbito antropológico-científico en el que
la escuela puede adentrarse es amplio, concreto, a medida de gente
real, no preceptivo, galileiano, verificable y modificable. Del
aula al gran laboratorio vivo que es el territorio se produce un
desplazamiento del epicentro de la educación: del saber "frío"
(disciplinario, magistral) al saber "caliente" (experimental, multivalente,
humano).
Es menester pasar de la rigidez de la enseñanza tradicional
a la sociabilidad de hacer escuela, a través de la práctica
de la colegialidad, de la circularidad de la experiencia, de la
acción de equipo, con espacios y tiempos variables y variantes
de estudio, investigación, expresividad, dentro y fuera de
la clase, en talleres y laboratorios escolares y en lugares externos
a la escuela (biblioteca, museo, archivos, canteras (arqueológicas
o no), Y todo lo que podamos encontrar fuera, obviamente para superar
la falsa perspectiva "dentro/fuera".
El ambiente es por lo tanto banca y fábrica cultural: descubrimos
las señas del pasado y del presente que preanuncian el futuro.
De la arqueología a la ingenería del tiempo venidero.
El aprendizaje pasa por tres vías principales: la vía
de la reproducción cognitiva, del descubrimiento y de la
construcción.
El ambiente debe considerarse como una fuente primaria de estímulo
reutilizable a través del método de la participación
activa, como síntesis de los procesos sincrónicos
y diacrónicos en grado de convertirse en acciones didácticas
y unidad concretas (experimentos científicos, manipulación
de los materiales con fines expresivos, producción de objetos:
poéticos, musicales, informáticos, gestuales, espectáculos,
mesas redondas, ect.).
De la cultura pedagógica de los antiguos "Programas" se
ha pasado a la de los "Proyectos", ahora en rápida evolución
hacia el "trabajo por objetivos".
La evolución rápida de la interacción hombre-ambiente
(antes hombre- naturaleza) aunque desde un enfoque conceptual, ha
sensibilizado a comprender cual es el punto de rotura del impacto
ambiental de la acción humana, que utiliza la tecnología
avanzada y difundida. Esta es una cuestión muy debatida y
difícil, pero tiene un poder emotivo y de participación
muy grande. Esta difusión llama de regreso a la importancia,
que la escuela no rechaza, mas al contrario se hace epicentro -casa
de la cultura-de un sistema formativo integrado y aplicado hasta
la educación recurrente y permanente, de hijos a padres y,
por que no, a abuelos.
La escuela como epicentro, como una galaxia de lugares que deben
estar en sintonía con el planeta central, de movilizar, de
perfeccionar, de demandar de la comunidad local -municipio, provincia-
del poder territorial. La escuela no debe ser tímida en este
rol positivo, debe solicitar, proponer, imolicar, inspirar, ennobleciendo
el territorio en el que está inmersa.
Todos y cada uno de los enseñantes tienen un papel activo
en esta operación Escuela-Ambiente. Los recursos disponibles
son la profesionalidad docente y la formación continua.
El bagaje de la didáctica ambiental asume la dimensión
cognitiva subdividida, como ejercicio académico, en monocognitiva
-conocer, comprender, aplicar-, metacognitiva -analizar, sintetizar,
valorar- y, finalmente, fantacognitiva -intuir, inventar, crear-.
La escuela, por lo tanto, puede y debe convertirse en archivo de
su experiencia, para acumular, capitalizar y conservar. Debe crear
un espacio, físico, donde guardar dosieres, cartografía,
diapositivas, fotografías, dibujos, publicaciones, poesía,
audio y vídeo, etc. de los trabajos internos, escolares,
y externos. Debe, al fin, fabricar su museo.
El punto de partida indispensable para los adultos/enseñantes
es el inventario de recursos -experiencias realizadas- y análisis
de recursos/beneficios.
Al final del proceso todos, discentes y docentes, habrán
obtenido provecho en términos de mayores habilidades cognitivas
permanentes y reutilizables; en una palabra, el entorno se hará
más rico y de mayor potencial cultural.
El "fil rouge", luego de 30.000 años, constituído
de la temática Arte Rupestre, es seguramente fiable, fascinante,
necesario y ... fuerte como el acero.
Difusión,
valoración y conservación de los yacimientos rupestres
Desde hace tiempo el medio ambiente está sometido a una
tremenda presión antrópica, pues al enorme crecimiento
demográfico le acompaña una presión urbanística,
en infraestructuras, lugares de ocio, instalaciones industriales,
etc. Esta presión existe sobre gran cantidad de yacimientos
prehistóricos -e históricos-, algunos de los cuales
sufrieron graves modificaciones e incluso desaparecieron.
Además, en los últimos años vienen desarrollándose
prácticas deportivas relacionadas con el aire libre -donde
se encuentran la práctica totalidad de nuestros grabados
rupestres- como el senderismo, bicicletas de montaña, paseos
a caballo, etc. que si bien son un componente más de presión
sobre el medio, suponen un elemento esencial para su difusión
y conservación, así como un punto de reflexión
para quienes tienen el deber de velar por cuidado del patrimonio
histórico.
"Los poderes públicos garantizarán la conservación
y promoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico,
cultural y artístico de los pueblos y de los bienes que lo
integran, cualquiera que sea su régimen jurídico y
su titularidad. La ley penal sancionará los atentados contra
este patrimonio" (Constitución Española, artículo
46).
Realizar el trabajo dentro de la institución de la enseñanza,
ademas de lo expuesto, tiene un valor extraordinario: los alumnos
son el futuro, por lo que su conocimiento y valoración son
fundamentales para su conservación. Conservamos lo que conocemos
y valoramos.
Sin olvidar que nos identifica con un pasado común y con
una pertenencia a un pueblo. Además, debemos considerar que
e l legado de nuestros antepasados no es una herencia de nuestros
padres sino un préstamo de nuestros hijos.
Las visitas a yacimientos rupestres son un elemento importante
dentro del apartado de motivación (siempre deben ser acompañadas
de algunos aspectos y/o momentos lúdicos, ver otras cosas
también de interés), y fundamentales en el aspecto
experimental y de desarrollo de la conciencia cívica.
Conservación y valorización:
el desafío de los bienes culturales para el Tercer Milenio
El panorama mundial de los bienes culturales en general, y del
Arte Rupestre en particular, está cambiando ràpidamente,
y esta evolucion afecta, y transforma, a las organizaciones que
se ocupan de la cultura, la conservación y la valorización
del patrimonio histórico-artistico-arqueologico.
Esta transformación se está produciendo bajo el impulso
de imponentes fuerzas en movimiento. Los impulsos principales pueden
atribuirse al desarrollo de la tecnologia de la comunicación
de masas y la informatica, con el consiguiente fenómeno de
la globalización y mundialización, que presenta una
dinámica autónoma y extremadamente intensa.
El proceso de cambio social en los países industrializados
a partir del final de la Segunda Guerra Mundial, se ha caracterizado
por la continua expansión de la middle class con el
aumento de la tasa de escolarización e instrucción,
y con el consiquiente incremento de la demanda global de cultura
y tiempo libre.
En los ultimos decenios, la crisis de la relación entre
el Estado y los organismos tradicionalmente considerados como "sin
fines de lucro" (entidades culturales, museos, parques, zonas arqueologicas,
centros de estudio, etc.) ha traido consigo una apertura hacia el
mercado, con una presencia cada vez mayor de sujetos privados, orientados
hacia el beneficio económico en el sector de los bienes culturales.
La industria de la cultura ocupa un espacio de creciente importancia
en la producción privada de bienes y servicios públicos.
En Occidente, Europa y Estados Unidos, principalmente, el crecimiento
y desarrollo de la llamada middle class ha ido acompañado
a partir de los años cincuenta de un proceso
de "terciarización" de la economía. En la Europa continental
se ha reducido fuertemente la ocupación en el sector agrícola,
y se ha incrementado enormente la urbanización, estimándose
que, a nivel mundial, en la actualidad una de cada dos personas
vive en la ciudad, con un gran aumento del sector terciario de los
servicios. Igualmente, el ingreso de la mujer en el mundo del trabajo
ha modificado el cuadro social general. Finalmente, el incremento
de la productividad y la disminución del período de
trabajo semanal ha liberado una enorme cantidad de tiempo libre
que, a su vez, ha dado lugar a una extraordinaria demanda de esparcimiento
y diversión, de cultura y de turismo.
Segun la WTO , World Tourism Organization (WTO, Global Tourism
Forecasts to the year 2000 and Beyond , vol 5, 1994) el turismo
cultural es uno de los mercados específicos más prometedores
desde hoy al año 2010. En Europa, los gastos en tiempo libre
entre 1960 y 1990 han aumentado 5,5 veces, frente a un incremento
de los consumos generales del orden de solo 3,2 veces durante el
mismo período.
El crecimiento de la demanda cultural durante el período
postbélico se ha caracterizado por dos factores de fuerte
innovación: la Televisión y la Informática.
Particularmente , la actual tendencia de los usuarios de Internet
a trabajar con una información organizada en forma reticular
y no según estructuras jerárquico-lineales, puede
producir una demanda de cultura de nuevo tipo, una necesidad de
comunicación interactiva con la institución cultural
(parque, museo, etc.) que debe abrirse al diáàlogo
con el usuario.
Los administradores públicos, estatales y locales están
demostrando un creciente interés frente a las instituciones
culturales, principalmente por el efecto de promoción general
de un territorio o ciudad que puede generar la actividad cultural.
El potenciamiento o la creación de un museo, parque, centro
de documentación, etc., crea fenómenos económicos
inducidos y, a largo plazo, de valor elevado y persistente en el
tiempo, a diferencia de iniciativas efímeras (exposiciones,
festivales, etc.,) que se desvanecen sin dejar beneficios consistentes.
La intervención del sector privado (bancos, grandes empresas,
etc.,) está casi siempre vinculada al prestigio e imagen
que se derivan de la actividad o evento cultural patrocinado; cada
vez más, las fundaciones se concentran principalmente en
proyectos de restauración de immuebles y la creación
de instalaciones fijas, y no solo en las iniciativas de carácter
temporal.
Actualmente, el exito de una institución cultural está
ampliamente condicionado por su propria capacidad de organizar una
comunicación global (con patrocinadores, adminstradores,
pùblico general, etc.); el conocimiento de este hecho es
más bien reciente, y se deriva de la nueva presencia del
sector privado en el terreno de los bienes culturales.
El mercado exige una comunicación eficaz y eficiente; sin
comunicación no existe visibilidad, y en estas condiciones,
incluso la institución cultural más brillante y perfecta
se vería condenada al olvido y al fracaso.
La institución cultural, entendida en el sentido moderno
de empresa, está inmersa en el nuevo ambiente global, y por
consiquiente, está sujeta a las grandes presiones de la creciente
competencia. La entidad se encuentra enfrentada a las "horcas caudinas"
de la comparación con instituciones análogas, y ello
es debido a la copiosa información de que actualmente dispone
elusuario. Se impone, pues, una optimización de los recursos
(estructuras, staff, presupuestos, etc.) para obtener productos
de calidad capaces de conquistar el mercado y, cuenta habida del
cambio social en acto, seguir el ritmo de la innovación.
La nueva institución cultural, marketing-oriented debe
analizar los diversos segmentos de la demanda cultural, y confeccionar
respuestas adecuadas y sostenidas mediante oportunas acciones publicitarias
y promocionales.
La interrelación más importante para la entidad cultural,
y también la de mayor implicación para el futuro y
màxima valencia social, es aquella que se vincula al mundo
de la escuela. La actividad didáctica que debe actuarse en
los museos, parques, centros arqueológicos y culturales,
etc., debe construirse conjuntamente con la escuela, superando el
viejo y caduco concepto de transmision del saber, bagaje cultural
de sabor decimonónico, para ceder el paso a enfoques cognoscitivos
fundados sobre la investigacion, el descubrimiento, la indagación
y la reelaboración personal, con el fin de desarrollar la
sensibilidad, el aprecio y la participación hacia los valores
mas profundos y auténticos de la cultura.
Como quiera que las nuevas tecnologías alejan cada vez mas
al hombre de la realidad acostumbrándole al mundo virtual,
la concreta realidad del objeto (arqueológico, artístico,
etc.,) y de los lugares visitados por los jóvenes escolares
o el público adulto que se encuentran con el patrimonio cultural,
constituye el gran recurso que debe ser oportunamente utilizado
en la estratégia comunicativa de la institución cultural
vis a vis del publico en general.
Las excursiones y visitas escolares, verdaderas trashumancias de
sufridos alumnos a través de los espacios museales, en lugar
de despertar el interés mas bien producen una actitud de
rechazo; deben, por consiquiente, ser proscritas de una vez para
siempre.
Si en el pasado, el encuentro con los bienes culturales por parte
de la escuela, o de grupos organizados ha creado malestar psicólogico
e incluso provocado el rechazo de los valores de la cultura, los
nuevos panoramas deben tener en cuenta las actuales exigencias de
instruccion y educación de la población, así
como de la tendencia universal hacia tasas de escolaridad más
prolongadas y elevadas (con la enseñanza obligatoria tendiente
hacia los 18 años).
Al papel tradicional y fundamental del museo (conservar, estudiar,
exponer, valorizar) se añade hoy el de transmitir, comunicar
y reelaborar con el usuario los datos de conocimiento que se desprenden
de las colecciones y de los sitios.
El framework de una institucion cultural moderna, que hoy
se extiende a los siguientes componentes ( institution, building,
collection, staff, public ) llega a emplear en el sector education
hasta un tercio del personal (staff) . Esta orientacion
del plan de marketing demuestra cual es la ruta elegida por la institucion
cultural, cómo la misma evalúa la propia misión,
el proprio pasado, y la previsión del futuro, la política
de oferta y de promoción de los servicios culturales para
el ciudadano, el papel o función que considera debe ejercer
en el campo de la reconstrucción del pasado, y de la construcción
de la nueva cultura.
Las instituciones culturales, anteriormente find-centred se
convierten cada vez mas en visitor-oriented , y esto no solo
porque abren cafeterías y tiendas, guarderías y nurseries,
para las jovenes familias visitantes, ajustan los horarios de apertura
a las nuevas estructuraciones del tiempo de la sociedad post-tayloristica
y post-industrial, sino sustancialmente porque utilizan un nuevo
lenguaje.
Los objetos museales ahora se describen, se narran y se contextualizan
con una comunicación que facilita el enfoque cognoscitivo
del usuario, explotando también las nuevas posibilidades
ofrecidas por las tecnologías multimediales y por las estructuras
hipertextuales, sin olvidar el recurso a la relacíon interpersonal
directa con el personal de la institucion (operadores museales,
guías, expertos, etc.,).
Así, la institución cultural se sitúa en su
"cuarta dimensión", es decir, la social: el objetivo no es
el visitante casual sino el usuario de un servicio público
y el cliente que exige un producto de calidad del mercado cultural.
La referencia al valor social del parque o del museo se encuentra
en el disfrute activo de los bienes culturales por parte de la comunidad
local, nacional e internacional.
La institucion cultural, que tiene a la sociedad, y no al simple
visitante, como punto de referencia principal, debe volver a desempeñar
la funcion de las academias del Renacimiento, es decir, convertirse
en lugar privilegiado de encuentro y debate de los hombres de cultura,
de las nuevas generaciones que reciben y acumulan el conocimiento;
en otras palabras, el museo y el parque deben transformarse de "escaparates"
en "ventanas" para producir la innovación cultural y, por
consiquiente, proyectar el futuro.
Concluyendo, queridos colegas y estimados congresistas, me pregunto,
y les pregunto:
¿Qué hará, qué haremos cada uno de nosotros,
concreta y prácticamente, mañana por la mañana,
para cambiar o para seguir transformando nuestras instituciones
culturales?
Con esta pequeña y amistosa provocación les agradezco
la atención que me han brindado.
Muchas gracias a todos.
Dario Seglie
Noviembre de 2003
¿Preguntas,
comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com
Cómo
citar este artículo:
SEGLIE, Dario.
ARTE
RUPESTRE Y ESCUELA: LA CONSERVACIÓN PREVENTIVA
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