Cañada El Marrón:
un sitio ritual ubicado en el borde sur oriental del Desierto Chihuahuense en Mina, Nuevo León
Cañada el Marrón es uno de los sitios
más representativos con manifestaciones relacionadas con el arte rupestre y en
especial con la presencia del borrego cimarrón, extinto ahora en Nuevo León.
Ubicado en el municipio de Mina, Nuevo
León, pertenece al Ejido Carricitos y se encuentra cerca de los poblados El
Delgado y Presa de la Mula, comunidades donde se puede apreciar, además de la
amplia gama de motivos rupestres, astas de venado y cornamentas de borrego
cimarrón.
Para llegar a este lugar hay que
realizar una larga caminata que inicia desde el sitio conocido como Puerto del
Indio, que se encuentra a cinco kilómetros con dirección al norte.
|
Ubicación de Cañada el
Marrón en Mina, Nuevo León.
|
Cañada El Marrón se localiza al
poniente de Nuevo León, muy cerca de la frontera con el estado vecino de
Coahuila, en un conjunto de cerros conocidos como Sierra del Marrón, por las
tonalidades rojas y ocres de las piedras, tal vez el lugar toma ese nombre por
el color de la serranía o bien porque hay algunos motivos rupestres dibujados
con color marrón.
|
Parte del abrigo rocoso donde se
encuentran las pinturas rupestres.
|
Y no es de extrañar esta colaboración
ya que en los frontones pétreos se pueden apreciar minerales como el almagre y
algunas rocas que contienen óxido ferroso con lo cual las tribus antiguas
elaboraron los motivos rupestres.
Ubicado aproximadamente a 68 km de
Monterrey, el lugar se encuentra plagado de manifestaciones gráfico rupestres ya
sea a modo de pinturas o petrograbados.
Cañada El Marrón se halla muy cerca de
otros sitios arqueológicos de la misma naturaleza como lo son Presa de la Mula,
El Delgado, Puerto del Indio, el Coyote.
Además de Huizachal y de antigua
hacienda conocida como El Anhelo estos últimos en el estado de Coahuila.
El Desierto Chihuahuense
El espacio se encuentra dentro de lo
que se conoce como el Desierto Chihuahuense en la parte sur oriental de este
mega sistema ecológico el cual termina en las estribaciones de la Sierra Madre
Oriental justo en esta zona del estado de Nuevo León.
Aunque hay que aclarar qué hace miles
de años, cuando los grupos de cazadores recolectores deambulan por estos
lugares, el clima era bastante distinto y los arroyos, ahora secos, tenían
corrientes de agua bastante considerables lo que permitirá en cierta medida
albergar una buena cantidad de plantas y animales que servían como alimento a
las antiguas tribus.
Lo anterior queda demostrado en la gran
suma de motivos rupestres plasmados en la roca por los antiguos habitantes de
este lugar.
Cañada El Marrón se halla en pleno
desierto, al pie de un conjunto de serranías circulares, flanqueadas por la
parte externa, al sur, por la Carretera Monterrey-Paredón y al oriente por la
carretera Monterrey-Monclova.
El sitio se encuentra justo entre formaciones
geológicas que corresponden al periodo Cretácico y al Paleoceno, de hecho se
han encontrado infinidad de fósiles que proceden del Paleoceno en las
inmediaciones de Cañada El Marrón.
|
En Cañada Marrón se aprecian
formaciones rocosas del Cretácico y el Paleoceno.
|
El Desierto
Chihuahuense es el sistema ecologico de mayor extensión en Norteamérica y es
considerada una de las regiones secas con mayor riqueza de especies en todo el
mundo (Morafka, 1977; Sutton, 2000; Hoyt, 2002).
Sus enormes planicies
existen montañas de elevada altitud donde la flora y la fauna interaccionan,
generando considerables formas de vida.
|
Aspecto del Desierto Chihuahuense en las cercanias del sitio
arquelógico.
|
La Sierra Madre
Occidental y la Sierra Madre Oriental son los límites del Desierto
Chihuahuense, aunque aun hoy hay controversias en la delimitación de su
extensión territorial (Henrickson y Straw, 1976) y en el clima (Schmidt, 1986)
y en la flora (Hernández et al., 2004).
El mega sistema
ecologico se extiende a lo largo de 630,000 km2 e incluye a los estados
mexicanos de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Durango, Zacatecas y San Luis
Potosí y porciones de Queretaro e Hidalgo; en Estados Unidos, Arizona, Nuevo
México y Texas.
|
Fuente: Ecología de la Vegetación del Desierto Chihuahuense, Diódoro
Granados et al.
Revista Chapingo Serie Ciencias Forestales y del Ambiente,
Volumen XVII,
Edición Especial: 111-130, Universidad Autónoma Chapingo, México,
2011
.
|
El Desierto de Chihuahuense presenta
una altitud que va desde los 600 y los 1.675 metros sobre el nivel del mar y
tiene un ecosistema bastante rico en recursos bióticos.
La flora que predomina es variada y destacan
plantas como la Gobernadora, Hojasén, Mezquite, además de la Anacahuita, la Yucas
o Palma del desierto y Agaves tales como la Lechuguilla, sin olvidar al Nopal y
el Peyote.
|
Fuente: Ecología de
la Vegetación del Desierto Chihuahuense, Diódoro Granados et al.
Revista Chapingo Serie Ciencias Forestales
y del Ambiente, Volumen XVII,
Edición Especial: 111-130, Universidad
Autónoma Chapingo, México, 2011.
|
La ilustración anterior representa el perfil
semirrealista del ecotono conocido como mezquite-pastizal con la flora más
representativa 1. Opuntia streptacantha, 2. Yucca carnerosana, 3.
Cylindropuntia imbricata, 4. Opuntia duranguensis, 5. Acacia constricta, 6.
Mimosa biuncifera.
|
Mezquite, planta muy importante cuya
vaina era parte de la
dieta de los antiguos grupos de cazadores recolectores.
|
Luego de un buen aguacero, la
anacahuita muestra su belleza en todo su esplendor y sus flores blancas adornan
el paisaje de esta porción del Desierto Chihuahuense.
|
Las flores de Anacahuita aparecen luego
de las lluvias.
|
En cuanto a la vida animal en las inmediaciones
del sitio arqueológico predominan especies propias del desierto chihuahuense
entre las que encontramos reptiles y mamíferos.
Abundan las serpientes de cascabel,
las tortugas del desierto y algunas especies de pequeños lagartos que se
esconden en las paredes rocosas en las cercanías de los arroyos secos, donde
tratan de aprovechar la sombra y la humedad escasa producto de la brisa
matinal.
|
Una tortuga del desierto.
|
Un tipo de víbora es común en esta zona
de Nuevo León y Coahuila, se trata de la “Cascabel Pigmea”, cuya mordedura es
letal y dado que la mayor parte de los sitios se ubican en espacios aislados es
importante extremar precauciones y estar atentos para evitar algún desagradable
encuentro.
|
Serpiente de cascabel pigmea.
|
En cuanto a los mamíferos, abundan los
Coyotes, Zorras, Osos y felinos como el Puma y el Lince, especies de
carnívoros que, aparte de cazar liebres, consejos, se han constituido como
depredadores de ganado ovino, caprino y bovino, propiedad de los ejidatarios
de las poblaciones de Carricitos, Presa de la Mula, El Coyote y El Delgado.
|
Un coyote del Desierto Chihuahuense.
|
En los abrigos rocosos, algunos de los
cuales donde se encuentran motivos rupestres son habitados por Pumas.
|
Puma, un depredador se ubica en lo alto de la cadena alimenticia. Foto Especial.
|
Aunque en apariencia, y es una
característica del desierto, se trata de espacios carentes de vida, hay que
aclarar que esta región del Desierto Chihuahuense alberga un enorme ecosistema
muy rico en una variedad de especies de plantas y animales.
|
Un correcaminos.
|
Tomando en cuenta los grabados
rupestres ubicamos algunos animales como el Venado cola blanca, el Borrego Cimarrón,
El Bisonte, estos dos últimos, extintos en el noreste de México y que gracias
a las manifestaciones gráfico rupestres, plasmadas sitios como Cañada El Marrón,
nos percatamos que hace miles de años abundaban en esta región del noreste de
México y que sirvieron como alimento de los antiguos moradores de estos
espacios sagrados, lo anterior es un campo fértil para la zoo-arqueología.
|
Huellas de bisonte
|
La Tintura de las Rocas
Una de las características que
identifican a la mayor parte de las rocas son los tonos rojizos que sobresalen
en las crestas rocosas donde fueron grabados los motivos rupestres.
En el caso de Cañada el Marrón las
tonalidades rojizas de las rocas donde fueron elaborados los petroglifos
resaltan en un día soleado, y su impresionante belleza dota al sitio de un
carácter mágico.
|
Representación de pies en una roca de Cañada el Marrón.
|
En estas regiones del noreste de México
las rocas presentan una capa mineral a la cual se le conoce como barniz de la
roca, pero es en las rocas del desierto donde esta tonalidad adquiere un
significado especial para los antiguos pobladores de esta región.
Este barniz suele mostrar un aspecto
lustroso oscuro y muy delgado, pudiendo tener inclusive un grosor de una décima
de milímetro. (Mc Aulffie, 2000).
Durante la época prehistórica los
antiguos habitantes de los desiertos utilizaron una superficie recubierta por el
barniz del desierto para trazar algunos elementos de su cosmología.
Los petroglifos fueron elaborados
removiendo selectivamente el barniz oscuro revelando así la roca que por lo
general tiene un color más claro y resalta a la vista el motivo.
|
Tintura en las rocas.
|
El sitio
Cañada El Marrón se encuentra en lo
alto de una mediana serranía que corre de oriente a poniente y que se ubica en
la orilla de un arroyo intermitente que en la época de mayor esplendor del
sitio dotaba a los grupos de cazadores recolectores de agua o bien servía como
abrevadero y trampa para las presas en las cacerías.
|
Aspecto de El Marrón y desde lo alto. |
A lo largo del recorrido desde lejos se
puede apreciar un abrigo rocoso donde y a la distancia se ve un conjunto de
pinturas rupestres con tonalidades rojo, naranja, blanco, negro, amarillo y
marrón, en cuyos trazos se detallan motivos geométricos (rayas, puntos,
círculos), fitomorfos (plantas), zoomorfos (figuras de animales), antropomorfos
(figuras humanas) y principalmente astas de venado y cornamentas de borrego.
|
Abrigo rocoso donde
se encuentran las pinturas.
|
Las
representaciones de estos últimos están diseminadas en la cresta rocosa, justo
en la orilla del cauce del arroyo.
|
Cornamenta de borrego cimarrón grabada en la roca, además se aprecia
otro motivo que bien se puede tratar de la huella del óvido.
|
En Cañada
El Marrón los antiguos grupos de cazadores recolectores plasmaron en la rocas,
además del óvido, astas de venado como si se tratase de una especie de
metáfora para el buen resultado en sus jornadas de cacería.
|
Asta de venado.
|
Cañada el Marrón se localiza en una
cresta rocosa en cuya parte más alta se forman algunos abrigos rocosos mismos
que se encuentran plagados de pinturas rupestres, la mayor parte elaboradas en
color rojo, sin embargo también existen pinturas con motivos naranjas, ocres,
blancos, negros y hasta amarillos.
La cresta rocosa mide alrededor de 400
metros y va desde el nivel del suelo hasta altura de 150 metros en lo alto de
la pequeña serranía.
El sitio arqueológico está orientado hacia
el sur y se encuentra en línea recta a otros lugares con gráfica rupestre como
son Puerto del Indio, Ojo Frío, Cerro Bola y llama la atención que también se halla
en línea directa con el Cerro de Mesillas, una montaña que domina el panorama
de muchos sitios con que se encuentran en los límites de Nuevo León y Coahuila,
seguramente el lugar fue un referente geográfico y probablemente fue utilizado
de manera esquemática por los antiguos grupos de cazadores recolectores como un
motivo para demarcar su territorio o como un referente de su cosmovisión.
|
Cerro de Mesillas un
referente en el panorama de Cañada el Marrón.
|
En cuanto a las pinturas rupestre
generalmente representan situaciones abstractas y motivos naturales y la
podríamos catalogar dentro del estilo La Mula Pelillal cuyas pinturas se
caracterizan por representaciones de pies y manos, además de líneas
geométricas elaboradas con trazos gruesos, contrarias al delineado fino que
predomina en algunos sitios ubicados más al oriente como es el caso de Boca de
Potrerillos y el lugar conocido como El Magueyoso.
Cabe mencionar que el interperismo ha
dañado varias pinturas e incluso, el espacio ha sido visitado por los vándalos
quienes han dejado su huella depredadora en los motivos rupestres.
|
Huella depredadora de los vándalos.
|
La sobreexposición de pinturas
rupestres puede apreciarse, lo que de alguna manera nos indica qué lugar fue
ocupado por diversos grupos de cazadores recolectores que matizaron elementos
de su cosmología en los frontones pétreos a lo largo del paso de los años.
|
Pinturas rupestres sobrepuestas.
|
Un par de manos pintadas muy cerca del
panel principal de Cañada el Marrón puede representar rituales de iniciación
entre los miembros de las tribus arcaicas.
|
Un par de manos, probable espacio para los ritos de iniciación.
|
En la parte de abajo del sitio de la
cresta rocosa hay dos pequeños paneles con pinturas en color rojo los cuales no
tienen relación con el conjunto de pinturas elaboradas en el abrigo.
Sobre los petroglifos encontramos que
tienen una estrecha relación con la cacería y representan una forma simbólica
para obtener buenos resultados en la cacería.
Entre el conjunto de petroglifos se
pueden apreciar puntas de proyectil al lado de huellas de vanado lo que bien
puede representar una oración para el buen efecto en las largas jornadas en
busca de alimento.
|
Huellas de venado, junto a puntas de proyectil.
|
En el lugar sobresalen las astas de
venado y las cornamentas de borrego cimarronas, siendo más numerosas las
representaciones del óvido, pues su número alcanzan los 28 en tanto que existen
en el lugar solamente 4 astas de venado cola blanca.
|
Cornamenta de borrego cimarrón, grabadas en una roca, junto al extinto cauce de agua.
|
Como ya se había mencionado la
antigüedad de Cañada el Marrón puede comprender un periodo que abarca desde
los 2 mil 500 años antes de Cristo hasta un poco más de 1.600 de nuestra era;
aclarando que si tomamos en cuenta las fechas correspondientes a Boca de
Potrerillos, un sitio arqueológico ubicado a 12 kilómetros, del lugar, la edad
puede ser más antigua, inclusive llegando a superar los ocho mil años antes
de Cristo.
Debido a que en el lugar existen
bastantes cornamentas de borrego, hemos propuesto que este tipo de cornamenta
del óvido caracterizada por un trazo doble, la denominamos: como “Estilo el Marrón”,
motivo muy similar al de otros puntos cercanos como El Huizachal , El Coyote
y trazo que se extiende a otros puntos más al oriente como Boquilla Flores y El
Delgado, incluso hay representaciones de esta representación de la cornamenta en
el interior del Cañón de Eslabones, en Ramos Arizpe, Coahuila, a escasos 5
kilómetros del sitio.
|
Cornamenta del óvido estilo “El Marrón”.
|
En Cañada el Marrón se contabilizaron
28 cuernos de borrego, las cuales se encuentran en la ladera sur del abrigo
rocoso.
Llama la atención un conjunto de
cornamentas en una roca las cuales fueron grabadas de una manera ascendente,
motivo muy parecido al que se halla en dos sitios del estado de Coahuila, ubicados
a menos de 5 kilómetros, uno al pie de la Sierra Pinta y otro localizado en
el Cañón de Eslabones en el llamado Valle del Pelillal.
|
Posible representación de la Constelación de Orión.
|
De todo este conjunto bien se puede
representar parte de la bóveda celeste, donde al igual que la tribu Kiliwa, de
Baja California, los habitantes veían al borrego cimarrón como una representación
de la constelación de Orión.
La tradición oral de
los antiguos pobladores de Baja California, nos muestran la relación profunda
entre la caza, las estrellas y el agua. Nos recuerdan, asimismo, una especie
de código sagrado entre los cazadores del desierto, que consiste en compartirlo
todo, hasta la abnegación, sobre todo con los que son muy jóvenes muy viejos.
|
|
Claude Lévi Staruss, |
Hoy en día, los pocos
Kiliwa que sobreviven en nuestros días aún creen que si las personas no
comprenden que la bóveda celeste descansa en las cornamentas de los borregos
cimarrones, entonces no ha entendido nada del universo.
En español se les ha denominado, “Las Tres Marías”
o “Los Tres Reyes Magos”, por cierto Lévi-Strauss ha notado la íntima
relación entre Orión y la cacería en ambos hemisferios (Lévi-Strauss,
1975:220-228).
Lo anterior bien puede ser parte de un
mito ancestral, el cual se originó desde el momento en que los antiguos grupos
de cazadores recolectores cruzaron el estrecho de Bering siguiendo a las
especies en sus cacerías.
|
Representación probable de una manda de borregos cimarrones.
|
|
Cornamenta de borrego cimarrón y un
espécimen de ovis canadienses.
Foto Composición José Ventura Flores.
|
El
estilo
Estilísticamente hablando el marrón
podíamos identificarlo como parte del conjunto La Mula Pelillal, que se caracteriza
por representaciones de atlatls, cuchillos enmangados cornamentas de borrego,
astas de venado, vulvas, huellas además de la recurrencia de pinturas y
grabados de pies y manos. (Rodríguez, Rufino 2014)
|
Una vulva, motivo recurrente en Cañada el Marrón.
|
“El Marrón” se encuentra precisamente
en una zona limítrofe del estilo predominante con el de Boca de Potrerillos
por lo que este sitio bien podría ser caracterizado por una zona de transición
en cuanto a los motivos rupestres ya que por un lado se encuentran los motivos
relacionados con la cacería muy comunes en el estilo La Mula Pelillal que contrastan
con los motivos característicos de Boca de Potrerillos como lo son los círculos,
soles, planetas y los puntos como conteos lunares.
|
Una representación de venus.
|
Estilo La Mula Pelillal, del cual Cañada
el Marrón forma parte, en conjunto es un enorme cuadrado el cual abarca desde
el kilómetro 42 de la carretera Saltillo Piedras Negras hasta el kilómetro 79,
desde el Arroyo de Patos y se prolonga hasta los grabados ubicados en los Cañones
de Espinazo, Nuevo León hasta Cerro Bola muy cerca de Paredón, Coahuila.
De nueva cuenta en “El Marró”, los restos
de las cocinas prehistóricas se aprecian varios fogones donde los antiguos
grupos de cazadores recolectores hacían sus “barbacoas” y sus danzas
ceremoniales, llamadas mitotes.
|
Fogones, las cocinas prehistóricas.
|
El peyote, planta alucinógena, abunda
en el lugar, por lo que es fácil inferir que los antiguos habitantes de “El
Marrón” recurrieron esta planta en sus rituales religiosos.
|
Peyote, planta que abunda en la región de” El Marrón”.
|
Cañada el Marrón se encuentra sobre las
orillas de un arroyo intermitente que baja de la montaña y que en temporada de
lluvias o huracanes suele llevar un considerable caudal de agua.
|
Cauce seco del arroyo
que corre junto al sitio arqueológico.
|
Durante varias ocasiones, los poblados
Presa de la Mula, Carricitos y El Delgado han quedado aislados de las vías de
comunicación debido a que el arroyo crecido suele romper los puentes que los
comunican con las carreteras que conducen a Monterrey.
Huellas,
Astas y Cornamentas
No cabe duda que las representaciones
grafico rupestres a lo largo de la historia del hombre pues han desempeñado un
papel destacado en los intentos por entender el mensaje religioso de los
cazadores-recolectores.
|
Atlatls grabados en la roca. |
En el caso de Cañada el Marrón los
motivos rupestres están asociarlos con espacios relacionados con la cacería
de animales como los bisontes, venados, borrego cimarrón. Tal vez los motivos
cómo el atlatl, las huellas, puntas de proyectil, astas y cornamentas, podemos
relacionarla con la finalidad de aumentar, “sobrenaturalmente”, el éxito en la
caza.
Para Rufino Rodríguez el observar
huellas y astas de venados nos lleva a la hipótesis de la “magia de caza” o
“magia simpática”.
En este hecho se entiende por el hecho “de
grabar o pintar la pieza o animal que se deseaba cazar. Ellos seguramente
pensaban que si lo representaban los cazarían, es decir habría éxito en cuanto
que así era “embrujado” y atrapable en un tiempo más corto”, (Ídem).
Podríamos afirmar, que en “El Marrón”
por largo tiempo se estuvo grabando, y que a lo largo de algunos milenios se
siguieron elaborando pinturas y petroglifos conforme unos grupos se trasladaban
y otros llegaban a este lugar, o bien el mismo grupo estacionalmente regresaba
al sitio sagrado, para realizar sus rituales.
La pátina, es entendida como la parte
externa de la piedra, se puede observar como una película o recubrimiento de
tonos ocres, nos indica que en fechas diferentes se estuvo grabando.
En este caso, cuando el color del
petroglifo es obscuro o se ha mimetizado y refleja una elaboración más antiguas,
pero cuando en el petroglifo se observan tonos más claros nos indica que es
más reciente.
En este sentido llegamos a la
conclusión que en general la zona de Cañada el Marrón fue utilizada durante
miles de años y se interrumpió con la llegada de los colonizadores europeos.
Llegamos inferir que los motivos
relacionados con la cacería funcionaban dentro de un contexto mágico-religioso
y se relacionaba como un culto al animal, que dotaba a la presa de un valor
especial, como una pieza sagrada, lo que explica la proliferación de múltiples
representaciones en las rocas de huellas, astas y cornamentas.
Cazar borregos y venados era extremo
difícil en la prehistoria y al conseguirlo el hecho significaba prestigio para
la tribu.
Los motivos de cacería y la adoración a
los animales son remiten al concepto de “Zoolatría”, que no es más que el culto
a los animales (Durkheim, 1992) donde los nativos procuraban no sólo cazar a
sus presas, sino reproducir simbólicamente sus creencias y mitos a través de
sus mitotes que regularmente llevaban a cabo.
En este caso, lo fundamental del
totemismo podría recaer en la creencia sobre un origen común y en cierta afinidad
consanguínea de los miembros de la tribu con especies de animales, plantas, objetos
o de fenómenos.
|
Zona donde habitó el borrego cimarrón en Mina, Nuevo León. |
En Sonora aún persiste el culto conocido
como la danza del venado
https://www.youtube.com/watch?v=jTCmhhJk3mI.
En las tribus de Baja California los
indígenas llevan a cabo la danza del borrego cimarrón.
https://www.youtube.com/watch?v=esWeWcKRXZE.
Pobreza vs Riqueza
Arqueológica
La
temperatura que supera durante la época de verano los 43 grados centígrados y
el sol abrasador parecen ser el común denominador en la zona.
Pese a la
riqueza arqueológica, la pobreza y la sequía que caracterizan a esta zona de
Mina y sus habitantes viven de manera muy similar como lo hacían los grupos de
cazadores recolectores ya que viven de la recolección de frutos de algunas
plantas como la flor de palma, los nopales y fruto la tuna, sin olvidar que
procesan la fibra de lechuguilla y la cera de la candelilla.
Además, cuando no hay dinero, (eso es
siempre) cazar ratas, conejos y liberes en el desierto.
|
A falta de pan,
algunos pobladores comen ratas, conejos y liebres.
|
|
Así terminamos, a la
sombrea de un mezquite, luego del recorrer la zona borreguera de Nuevo León. |
—¿Preguntas,
comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com—
Cómo citar este artículo:
Encinas, Lorenzo. Cañada El Marrón: Un sitio ritual ubicado en el borde
sur oriental del Desierto Chihuahuense en Mina, Nuevo León.
En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/elmarron.html
2015
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Durkheim Emile. Las Formas Elementales de la Vida Religiosa Akal, 1982.
Henrickson and Johmston 1986. Vegetation and community types of the Chihuahua
Desert.: 20-39.
Hernández et al Cactus species turnover and diversity along a latitudinal transect in
the Chihuahua Desert Region. Biodivers Conserve 17:703–720.
Hernández et al Checklist of Chihuahuan Desert Cactaceae. Harvard Papers in Botany:
51-68.
Hoyt, A. C. 2002. The Chihuahuan Desert: Diversity at Risk. Endangered Species Bulletin 27(2): 16-17.
Mc Aulffie 2000. Desert Soils in A Natural History of the Sonoran Desert, Tucson Arizona.
Morafka D.J. 1977 “A biogeographical analysis of the Chihuahua
desert through its herpetofauna”, Publishers, The Hague.
Rodríguez, Rufino.
http://coahuilarupestre.com.mx/index.php/noticias/articulos-escritos-por-rufino-rodriguez/item/42-astas-sagradas
Schmidit 1986. Chihuahuan climate. Chihuahuan Desert Research Institute, Sul
Ross State University, Alpine, Texas. pp. 40-63.
Sutton, A. 2000. El Desierto Chihuahuense, nuestro desierto. Fondo Mundial para la
Naturaleza. URL: http://www.pronatura.org
|