Arte rupestre del Sistema de Peñón,
Cumayasa, República Dominicana
Daniel DuVall. danrupestre@gmail.com / http://www.danielduvall.com
B.S University of Massachusetts, Amherst, MA USA. MFA Bard College, Annandale on Hudson, NY USA.
INTRODUCCIÓN
Hay cuevas incontables
distribuidas en todas partes de la República Dominicana, de las cuales más de
400 contienen arte rupestre (Atiles Bidó 2009: 91). La isla fue poblada hace
alrededor de 6000 años por gente de América Central y/o la Península de Yucatán
(Wilson, 1997: 4). Migraciones posteriores llegaron desde la región del
Orinoco, al noreste de Suramérica y entre ellos los que llegaron a formar la
etnia de los Taínos, que tuvieron la mala suerte de estar presente cuando llegó
Colón a La Española en 1492 CE (Rousse, 1992: 1). Su población fue destrozada
por los españoles y su cultura fragmentada irreversiblemente en veinte años y después de 50 años casi
todo la población indígena fue irradicada (Alegría en Wilson: 1997: 11). Fray
Ramón Pané cuyas fuentes eran relatos de primera mano respecto a los Taínos,
escribió en 1498 que las cuevas eran muy importantes en
la cosmología de los Taínos. Pedro Mártir de Anglería, otro contemporáneo de
Colón, escribió que “la población indígena había creado el arte rupestre en las
cuevas y que había una cueva adornada con mil tipos de pinturas." (Pané
1999: 50) Pedro Mártir nunca visitó el Nuevo Mundo y no es cierto cuales eran sus
fuentes de información. Es posible que sus escritos sean apócrifos, aunque hoy
en día se conocen varias cuevas que tienen alrededor de 1.000 pinturas.
Cumayasa
La región de Cumayasa,
ubicada en la costa del Caribe (Fig. 1), se encuentra a unos 10 km de La Cueva
de Las Maravillas (la cueva más conocida en el país que está abierta al publico
y que tiene alrededor de 270 pictogramas [Fig. 2]). El suelo está compuesto de
una fina capa de tierra negra donde se desarrolla un matorral bajito entre cual
a veces aflora el karsto desnudo. Hay muchos sumideros, tanto grandes como
pequeños y es posible descubrir cuevas al uno caer inadvertidamente en uno de
los huecos del camino. Los pocos habitantes viven de la fabricación y venta de
carbón y la crianza de chivos, cerdos y mulas. Los carbohidratos principales en
su dieta provienen de un pan, preparado con la misma receta que usaba los
Taínos, hecho de los tubérculos de la cícada Zamia debilis conocida en la región como guáyiga. La zona está casi sin cambios desde los tiempos
precolombinos aparte de la presencia de los grandes mamíferos importados por
los españoles.
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Fig. 1 Mapa de la República Dominicana ubicando las cuevas de Cumayasa. |
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Fig. 2 Panel de Cueva de las Maravillas, San Pedro de Macoris. |
Durante los últimos
años, Alain Gilbert y Eric Labarre, dos espeleólogos franceses, han explorado
esta área buscando cuevas. La mayoría de las cuevas que se han encontrado
tienen unos petroglifos en las entradas y, más adentro, muchas de las cuevas
tienen aislados pictogramas, la mayoría pintada con líneas débiles o que se han
erosionado con el tiempo. En abril de 2005 Gilbert y Labarre encontraron la
cueva que llamaron Sistema del Peñón y en abril de 2009 Gilbert, junto al autor
del presente trabajo, encontraron la sección del sistema al que nombramos
Vidal, el nombre del propietario de la tierra. El sistema tiene un desarrollo
de más de 5 km y contiene por lo menos cuatro sitios importantes de arte
rupestre con más de 350 pictogramas (Gilbert 2009: 74-81) y Labarre (Labarre:
2008: 33). En la figura 3 se encuentra un mapa provisional que muestra la
ubicación relativa de los tres sitios de arte rupestre tratado en detalle en
este artículo.
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Fig. 3 Mapa provisional del Sistema de Peñón, Cumayasa. |
El propósito del texto
siguiente es comenzar la descripción de tres de los sitios de arte rupestre dentro del Sistema del Peñón tan
objetivamente y en una manera tan detallada como posible.
Sistema
del Peñón: el panel marrón
Dentro de la entrada
de Peñón, todavía en la zona de penumbra, hay dos excavaciones rectangulares,
de 1m x 2m y menos de 1m de profundidad. Cerca hay una pila de cuatro
fragmentos de estalactitas. No hay ni graffiti de origen moderno, es decir
escrito con nombre y fecha, ni basura de origen humano. Las cuevas que en esta
área sufren muchas visitas de personas siempre muestran tales evidencias.
130 metros de esta
entrada el pasaje dobla a la izquierda y, plasmado en la pared izquierda, hay
un panel de 6,5 m de largo, con aproximadamente sesenta pictogramas (Fig. 4). Uso la palabra ‘pictograma’ aquí en lugar de
‘pictografía’ porque no hay ninguna indicación de que algunos de estos motivos
representen palabras. Esto es para coincidir con las definiciones en Rock Art Glossary (Bednarik et al.
2003). Un grueso estrato de murcielaguina se encuentra bajo los pies y hay
trazos de la misma, tirado naturalmente en el muro por murciélagos en
vuelo. Se ven estas marcas arriba
de los motivos por la izquierda en Fig. 4. El arte en esta pared está protegido
porque se aleja en la base. Está en oscuridad total. No más de cuatro o cinco
murciélagos se observaron durante mis cuatro visitas al sitio.
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Fig. 4 Panel marrón, Sistema de Peñón |
Se registran dos
colores de marcas que se encuentran en el panel, que indica el uso de dos
sustancias diferentes como pintura. La mayoría de las figuras se hacen con
pigmento marrón, que es el mismo color que la murcielaguina en el suelo, pero
hay algunas otras marcas de color negro. Casi todas las marcas de color negro
tienen la medida de 1 cm o menos de ancho y parece que fueron dibujadas usando
pedazos de madera carbonizada. Todas las marcas de color marrón en el centro
del mural son más anchas, algunos de más de 2 cm. Las marcas de marrón más a la
derecha son hechas con trazos mas finos.
El pigmento marrón es
grueso, de hasta unos 4 mm, y ahora está seco y agrietado. Debido a su grosor
debe haber sido aplicado como una pasta, posiblemente con los dedos. El
pigmento ha exfoliado en algunos lugares, a veces, revelando un sustrato de color
más claro (Fig. 5), pero hay otros lugares donde aparentemente el pigmento
exfolió y dejó el fondo del mismo color que en las zonas sin nunca haber sido
decoradas. Hasta ahora, no he encontrado en el suelo nada del material
exfoliado.
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Fig. 5 Pigmento grueso y parcialmente exfoliado, Sistema de Peñón. |
Un motivo en este panel
utiliza ambos pigmentos. Por desgracia, no se superponen los dos pigmentos de
manera que una secuencia pudiese ser establecido (Fig. 6). La mayor parte del
pigmento marrón en el Peñón tiene un crecimiento minúsculo amarillo asociado
que parece ser hongo o bacteria (fig. 7). (Durante una visita subsecuente más
poblaciones de este crecimiento fueron observados y menos vinculados con los
pigmentos. Quizás viene y va con las temporadas, de todos modos se necesitan
mas observaciones.)
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Fig. 6 Motivo con dos colores de pintura, Sistema de Peñón. |
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Fig. 7 Microorganismos asociados con los pigmentos, Sistema de Peñón. |
En 1972, Marcio Veloz
Maggiolo tomó algunas muestras de los pigmentos—o mejor decir residuos de
pinturas-- de La Cueva de las Maravillas que queda cerca de Peñón y tiene
figuras pintadas en un estilo similar y, al examinar con microscopio
electrónico, encontró la presencia de caolín y goethita (Veloz y Galván 1976:
144), ambos siempre están asociados con murcielaguina (Abréu 2005, y com.
pers.). Ya hay un precedente para el uso de murcielaguina en la pintura de los
pictogramas en La Española.
Sistema
del Peñón: estrías del dedo o acanalado por dedos
Unos 70 metros más
allá del panel marrón en un callejón sin salida aparente hay una roca en forma
de un yunque de herrero (Fig. 8), con una altura de 1.3 m por 2.4 m de ancho.
Su rostro está cubierto con estrías ejecutadas con los dedos y otras
incisiones, posiblemente tanto antrópicos y naturales (Figs. 9a & 9b).
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Fig. 8 Dibujo de un yunque de herrero. |
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Fig 9a El Yunque con estrías de dedos en su entorno, Sistema de Peñón |
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Fig. 9b El Yunque con estrías de dedos, Sistema de Peñón. |
“Estrías del dedo” son
ranuras sub-paralelos hechas por arrastrar los dedos humanos sobre una
superficie blanda (como mondmilch) en
una cueva de piedra caliza (Bednarik 1986, 2001: 197) y se han registrado en
Francia, España, Australia y Nueva Guinea (Bednarik 2001: 41; Sharpe y Van
Gelder 2006a). Surgieron muchos términos para denominar esta clase de marcas
tales como trazos del dedo, meandros, macarrones o huellas traceológicas. Aquí
adopto la frase acuñado por Bednarik de estrías
del dedo aunque acanalado por dedos ha sido propuesto por Echevarría Lopez. Aunque hay muchos reportes de estrías
del dedo en las cuevas decoradas en
el pleistoceno en Europa y Australia, son escasos en este hemisferio y la
publicación de Gilbert en 2009 puede ser el primero. Tengo reportes por
comunicación personal de la existencia de estrías del dedo en Cueva del Chorro,
Maimón y Cueva del Río Cidra, Rio Limpio pero parece que estas marcas fueron
hechas por arrastrar los dedos sobre una capa de lodo puesto en el muro. En tal
caso se considerarían como pictogramas ya que el proceso es aditivo (Bednarik:
2001: 202).
El mondmilch o moonmilk en el Sistema de
Peñón es seco ahora pero no es duro. No hemos podido encontrar ningún otra
estría del dedo en la cueva, aunque existen superficies blandas presentes en
otros lugares. Para poder continuar más allá por el pasaje hay que apretarse
por la punta del cuerno del 'yunque'. Una salida queda unos 80 metros de
distancia. El "yunque" está protegido por una protuberancia de la
roca situada arriba y se encuentra en la oscuridad total.
Estudios serios y
discusiones analizando las mediciones de estrías del dedo han sido publicados,
en particular por Bednarik (1986, 1987, 2004, 2008); Aslin y Bednarik (1984a,
1984b) y Sharpe y Van Gelder (2006a, 2006b). No se puede ejecutar análisis tan
detallados aquí debido al pequeño numero de estrías. Los análisis y
conclusiones hechos por Van Gelder son basados en estudios de más de 500 metros
cuadrados de estrías del dedo en la
cueva de Rouffignac, Francia, mientras que la cueva de Peñón tiene
solo 2 metros cuadrados de estrías. Me conformé con medir la anchura de los
tres conjuntos de huellas, borde a borde, y llegar a la conclusión de que todas
la estrías midiendo entre 36 y 40mm fueron efectuadas por un niño o un joven
(Bednarik pers. Com.). Esta regla se apoya en Stapert (2007).
El estudio de Sharpe y
Van Gelder (2006b) supone que "la gente que crearon las estrías [Cueva de
Rouffignac, Francia] eran de un tamaño anatómico similar a la gente moderna
(según los estudios anatómicos de Cro Magnon)”. No es del todo claro si esta
suposición es válida para los Taínos o sus predecesores de origen arauaco en La
Española.
Los más estrechos de
los conjuntos de tres huellas que encontré eran de 35 mm, 36 mm, 37 mm, 39 mm y
40 mm. Estas medidas sugieren que los jóvenes probablemente hicieron estas
marcas. Esta conclusión se ve resforzada por la baja altura de las huellas y la
angostura del pasaje detrás del "yunque" posiblemente era atractivo
para los niños aventureros. Por falta de experiencia mía es difícil identificar
conjuntos, asociación a mano derecho o izquierdo del artista o artistas, o
secuencias probables de la marcas. Sin embargo se puede observar en las
intersecciones de los conjuntos que las estrías hechas con un solo dedo se
realizaron últimamente (Fig. 10).
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Fig. 10 Estría de un solo dedo hecha después del conjunto de estrías. |
Sharpe y Van Gelder
(2006b) han desarrollado una taxonomía de estrías del dedo bastante compleja
que utiliza nomenclatura para denominar las variedades de las estrías hechas
con movimiento de los brazos solos, con movimiento del cuerpo sin mover los
pies y hechas mientras caminaba. También existen denominaciones para los
conjuntos que están compuestos de
una o mas de una estría. En Peñón la mayoría de los conjuntos son largos y
presentan tres estrías. Varios escenarios son imaginables; podrían haber sido
hechos de forma continua sin pararse. Pero también el/la estriador/a podía
haber detenido el movimiento de su mano en el momento en el cual su brazo no
tenía mas alcance, reanudando después de cambiar de posición y volviendo a
insertar los dedos en las estrías. Una acumulación de material no siempre se
acumula al final de una serie de estrías (Sharpe y Van Gelder 2006b) y pero es
imaginable que el material sobrante haya sido eliminado en el momento en cual
el artista, después de cambiar su posición reanudó con su actividad. Una opción
más probable sería que el/la estriador/a, de pie o de rodillas, se puso en el centro de la roca e efectuó las estrías con
la mano izquierda por el lado izquierdo de la boca y para la parte derecha con
la mano derecha. Los movimientos se podían hacer simultáneamente o de forma
secuencial sin necesidad de tener que mover los pies. La posición menos
probable tomado por el/la estríador/a se
menciona aquí sólo para decir que habría sido físicamente posible para el/la
estríador/a de acostarse prono encima del yunque y hacer las marcas extendiendo
los brazos por abajo.
La mayoría de las
estrías parecen no ser figurativas pero hay cuatro motivos localizados en la
región superior del yunque que pueden ser antropomorfos- en particular el
segundo motivo de izquierda - que se ejecuta con un solo dedo es que puede
indicar que el trabajo se realizó en dos sesiones separadas, o por
estríadores/as múltiples, o por
un/una estríador/a misma después de completar el diseño de dedos múltiples.
Visualmente, el
material en las depresiones de las estrías es de color más claro que el mondmilch intacta y parece más denso que
en las zonas vírgenes, lo que indica que las estrías se hicieron por la
compresión y no era un proceso sustractivo, como se informó por Bednarik (1986)
para el material de Australia. El color en las depresiones es consistente en
todas las estrías lo que sugiere que todo el trabajo era hecho en un sesión.
Algunas estrías eran
evidentemente talladas de nuevo por una herramienta de una sola punta o por una
uña aguda (Fig. 11).
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Fig. 11 Estría tallada de nuevo con una punta. |
Hay una serie vertical
de abrasiones formando como una banda que atraviesa la base del 'yunque' en una
altura de 6,5 cm hasta 50 cm. La mayoría no están más de 30 cm de alto por
encima del nivel del suelo actual, pero hay varias que se encuentran a la
altura de un metro. La base del "yunque" es más oscura que el color
en las zonas más altas, lo que posiblemente indica un nivel de piso más alto en
el pasado. Las abrasiones que cruzan las estrías del dedo se hicieron
posteriormente a ellas. La mayoría de las abrasiones se presentan en grupos de
tres que miden 12 mm de ancho o cuatro que miden 16 mm de ancho (Fig. 12). No
es probable que el yunque había bloqueado el pasaje de un pequeño animal que
hubiese arañado este mismo para abrir paso porque el pasaje a su alrededor es
suficientemente amplio para un tal animal. Sin embargo, Bednarik (1991) ha
investigado extensamente marcas naturales ubicadas dentro de cuevas, señalando
que la altura de los arañazos de los animales por encima de los pisos depende
enteramente de las habilidades de escalar de la especie en cuestión, y ha
observado que "las marcas no-humanas son miles veces más común en las
cuevas que las incisiones lineales hechas por los seres humanos" (Bednarik
2004). En nuestra ultima visita
observamos más de tales abrasiones en otros sectores de la cueva y, luego, al
acercarnos a la salida, observamos un roedor parecido a una rata de género
desconocido corriendo subiendo paredes en forma casi vertical. Probablemente
las abrasiones fueron hechas por este tipo de animal.
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Fig. 12 Abrasiones probablemente hechas por un animal. |
En un pasaje por otro
lado en la Cueva de Peñón observamos un grupo de lo que parecía ser puntas de
los dedos estampadas de carbón. Estos se localizan en las crestas espeleotemas
verticales de la pared de la cueva y de forma horizontal (Fig. 13). Las
impresiones individuales miden 10-13 mm de ancho y 10 a 21 mm de longitud. El
espacio entre las impresiones es irregular. Mis experimentos de replicación con
pintura látex blanca en madera bruta sugieren que las huellas fueron hechas por
los adultos una tras otra.
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Fig. 13 Puntas de dedos estampadas de carbón. |
Zona
de Vidal: el panel de carbón
Al penetrar en la
entrada de la zona de Vidal hay que bajar la cabeza para evitar una formación
que está decorada con un pictograma indistinto y pasar por un piso resbaloso,
bajando por la oscuridad total hasta una apertura en forma de triángulo con
punta hacía arriba (Fig. 14). A la derecha de esta apertura en la pared cerca
de 2 m sobre el nivel del suelo hay varios pictogramas pequeños. Uno de ellos
parece ser una cara con dos patas conectadas directamente a la barbilla. Es un
motivo común que se puede observar en el arte rupestre precolombino-- como en
el panel marrón en Peñón (Fig. 4)-- y también en la cerámica de la República
Dominicana. Detrás de la apertura hay un pasaje de cerca 14 m de largo, que
está decorado con pictogramas por la mano derecha (Fig. 15). Hay oscuridad
total en las cercanías del arte rupestre aunque más adelante por este pasillo
hay pequeños agujeros en el techo que dejan entrar los rayos de luz. La sala
está bordeada a mano derecha por una plataforma de 1m de altura donde debe
haber estado de pie el artista o artistas se presentó de pie mientras pintaban
las figuras plasmadas en el muro. No hay marcas en la pared opuesta, aunque hay
una formación natural, corta y cónica de ese lado donde se encuentran
depositadas pilas de restos carbonosos en todas las superficies horizontales
disponibles. Estos restos podrían haber sido utilizados por los artistas en la
elaboración del arte rupestre o podrían ser los restos de los fogatas
utilizados para hacer luz dentro de la cueva - o podrían haber sido dejados por
visitantes más recientes y no estar relacionados a las actividades artísticas.
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Fig. 14 Dentro del área de Vidal, la entrada al salón donde está el panel de carbón. |
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Fig. 15 Panel de carbón, área de Vidal, Sistema de Peñón. |
Hay huecos que miden
desde 20 hasta 40 cm de diámetro en la pared a lo largo de la parte posterior
de la plataforma y a la altura de los pies. Algunos de estos no son más que
bolsas, pero otras tienen la longitud de un brazo y contienen pequeñas pilas
nítidas de pedazos de carbón (Fig. 16). No hay evidencia de que inundaciones
pudieron haber llevado estos restos aquí y tampoco este carbón se puede haber
caído por gravedad. Aunque su ubicación no indica una asociación obligada con
los pictogramas, podría valer la pena intentar fechar muestras por métodos de
C14.
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Fig. 16 Bolsas donde se encuentra pedazos de carbón, aparentemente guardados. |
El crecimiento
amarillo que era abundante en las zonas del panel marrón en Peñón fue visto
aquí también en las paredes, pero mucho menos profuso. Identificación y
análisis de este organismo requeriría la eliminación de unas muestras por un
especialista además la identificación de bacteria troglodita es sumamente
difícil ya que la mayoría no crecen en nutritivos en el laboratorio y es
necesario identificarlas por estudios de filogenia molecular (Barton 2006: 44)
Los trazos que
componen los pictogramas parecen ser hechos con carbón vegetal por su
coloración, y miden desde los 2-3 cm de ancho. Este material se aplicaba en
capas gruesas hasta llenar algunos huecos de la piedra caliza, lo que implica
que la pintura pudo haber sido una pasta muy espesa o el pigmento podía haberse
aplicado a partir de un carboncillo humedecido con agua o aceite (Fig. 17).
Donde hay una aparente falta de pigmento no se puede saber con seguridad si fue
exfoliado o nunca estuvo presente en esos lugares. Debido a la superficie
rugosa y irregular de la pared en la mayoría de las áreas, no puedo deducir
como el carbón pudo haber sido aplicado. Sin embargo el el motivo vertical en
zigzag ubicado en lo alto de la parte central del panel se ve claramente que
fue aplicado mediante un solo dedo (Fig. 18).
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Fig. 17 Detalle de residuo de pintura, área de Vidal. |
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Fig. 18 Zigzag motivo, área de Vidal. |
En la parte superior
del zigzag hay una línea curvada en forma de S que parece haber sido elaborada
en un solo movimiento del dedo. Esta superpone el comienzo del zigzag cuyos
primeros cuatro segmentos fueron también hechos por un solo movimiento del
dedo. Los cinco siguientes segmentos al contrario fueron hechos
discontinuadamente de arriba por abajo y su inicio se superpone al final de los primeros cuatro. Hay un otro
motivo cercano formalmente similar, asociado al motivo antropomorfa en el
extremo derecho del panel, pero este zigzag se ha elaborado con un movimiento
continuo y consiste en menos segmentos.
En un motivo se nota
que el pigmento ha sido alterado por tocar posteriormente de la aplicación por
el propio artista o por algún visitante. En 1978 tomaron fotografías en unas
cuevas del Pomier (Pagán, 1978). Comparando estas fotos con otras mas recientes
se puede observar daños similares (DuVall 2008). También yo he observado
pictogramas dañados en Cueva #2, El Pomier y en Hoyo de Sanabe dentro de los
últimos siete años.
El grupo de cuatro
figuras en el extremo izquierdo del panel (Figs. 19, 19b, 19c) es el más interesante,
ya que está parcialmente cubierto por una capa de espeleotema o depósito
endokárstico granular y seco. Esta capa parece ser de más de
5 mm de espesor, pero sin quitar o sondear áreas no puedo decir qué morfología
tiene el sustrato del fondo. Excepto en el perímetro, la estimación del espesor
es conjetural.
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Figs. 19a, b, c. Motivos parcialmente cubierto con una capa de espeleotema, área de Vidal. |
La porción inferior de
la figura más baja (asumo que el motivo es antropomorfo) no está cubierto por
espeleotema, a lo mejor debido al ángulo de la pared o al hecho de que este
material intruso no se expandió mas. Las marcas son de color negro. La parte de
la misma figura está casi recubierta de manera que no se
pueden distinguir las
líneas menos de un trazo que sugiere la forma de una oreja. Esta figura se
ejecutó con los mismos trazos anchos que caracterizan la mayor parte de los
pictogramas.
Por encima y un poco a
la derecha se localiza la posible representación posible de una cabeza con un
tocado que consiste en una caja atravesada por dos líneas diagonales - este
motivo no es raro aquí y, de hecho, también se puede observar en la parte
central del panel. Figura 20 ilustra un motivo
similar en El Pomier. Fijase también en el pequeño motivo negro en la Fig. 4
justo a la derecha de los tres grandes antropomorfos en el lado izquierdo en el
panel marrón en Peñón. Es difícil saber si este pigmento ha sido cubierto por
una capa de espeleotema tan fina que las líneas se pueden observar a través de
ella, o si el pigmento se ha difundido a través del nuevo depósito de
superficie, o si las líneas fueron pintadas durante un período de deposición en
la parte superior de material húmedo y luego cubierto con una capa delgada
precipitada posteriormente.
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Fig. 20 Motivos de Cueva del Puente, El Pomier que también utiliza un
cuadro atravesada por dos líneas diagonales. |
El motivo más alto en
este grupo parece ser también una cabeza con un tocado puesto, pero este
'sombrero' tiene forma de dos antenas, cada una a su vez coronada por un
pequeño círculo dividido en dos (Fig. 19c). El motivo es parcialmente
oscurecido por una capa opaca y gruesa de espeleotema. Estas líneas parecen
estar relacionadas con el motivo pintado de zig-zag, tanto en anchura como en
la calidad del pigmento. No puedo decir si son menos negro debido a la edad;
por haber perdido algo de pigmento con la espeleotema exfoliada; por estar
imperceptiblemente cubierta por espeleotema; por estar en un sustrato más suave
o debido a algún método de aplicación. No he podido encontrar ninguno del
material presumiblemente exfoliado.
El cuarto motivo está
ubicado a la izquierda y parece ser de una cabeza con la boca y el ojo
izquierdo visibles (Fig. 19b). El ojo derecho, si existe, está enterrado bajo
una gruesa capa de espeleotema y la boca se ve por una línea horizontal de más
de 2 cm de ancho. Curiosamente el color de este motivo es más marrón que negro,
recordando el color del pigmento utilizado en el panel marrón de Peñón. La
murcielaguina, para preparar la pintura, se encuentran cerca de la entrada a
este pasaje.
Desentrañar las
complicadas secuencias de aplicación de pigmentos y de la deposición y
disolución de espeleotema no será fácil. Estos cuatro motivos parecen estar relacionados formalmente
y están ubicados muy cerca uno del otro físicamente. Se hicieron las pinturas
con dos distintas técnicas y, posiblemente, ejecutados con dos pigmentos
diferentes. Estos se aplicaron durante o antes de la deposición de espeleotema
y luego posiblemente se vieron afectados por eventos de exfoliaciones.
Conclusión
Hay mucho más por
aprender aquí. Modelos para explicar los elementos entópticos (Lewis-Williams 1988) en los motivos
(es decir diseños influidos por el artista en estado de trance), así como
exploraciones semióticas se podrían aplicar para indagar las posibles
significaciones del arte. Hay que hacer análisis físicos y químicos, así como
el examen microscópico y la fotografía ultravioleta. Los pictogramas en el
Peñón y Vidal fueron fotografiados por el autor usando luz infrarroja, pero no
aportó nuevas informaciones. Por el uso de programas digitales como DStretch
que manipulan el balance de color se podría revelar un poco mas sobre el arte
bajo los depósitos de espeleotema (Fig. 21) Si más de las poblaciones de la
bacteria o del hongo se pueden ser localizadas podrían ser identificadas y, tal
vez, su presencia usada como indicador de una composición del pigmento o de
otra. Tal vez una evaluación de la viabilidad de datación directa, ya sea de
algunos espeleotemas o de residuos de la pintura, podría dar lugar a permisos y
financiación. Un hueco lleno de pigmento en Vidal daría una muestra
considerable de pigmento sin alterar la apariencia del arte. La búsqueda de
material de exfoliación va a continuar. Me doy cuenta de que estas son
propuestas serias y espero sugerencias y críticas.
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Fig. 21 Panel de carbón, área de Vidal después de
manipulación con el programa digital DStretch. |
Agradecimientos
Agradezco a los Ministerios de Cultura y de
Medioambiente de la República Dominicana, al Museo del Hombre Dominicano en
Santo Domingo, y a Alain Gilbert, Eric Labarre y Domingo Abréu, quienes me
permitieron acompañarles a visitar las cuevas de la República Dominicana.
Agradezco a Pedro Samuel Rodríguez-Reyes y Alexa Voss quienes me ayudaron en
editar esta manuscrito.También al guía Chichi y la familia de Isabel.
—¿Preguntas,
comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com—
Cómo citar este artículo:
DuVall, Daniel. Arte rupestre del Sistema de Peñón,
Cumayasa,
República Dominicana.
En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/cumayasa.html
2014
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