La
documentación de petroglifos en el Valle de El General, Costa
Rica: ¿nacimientos muertos de la investigación científica?
Martin Künne Universidad Libre de Berlín. nitramek@yahoo.de
Aida Blanco Universidad Nacional, Sede Region Brunca San Isidro de El General
Costa Rica. ablanco@pz.una.ac.cr
Desde el año 1993 un equipo de arqueólogos y antropólogos (Piedras Vivas) está documentando,
en cooperación con la Sede Región Bunca de la Universidad
Nacional de Costa Rica, petroglifos en el Valle de El General al
sureste del país. El valle se extiende casi paralelo a la
costa pacífica y forma entre la Fila Costeña y la
Cordillera de Talamanca una cuenca intermontana. Alcanza una longitud
hasta 125 km y una anchura máxima de cerca de 35 km. Hasta
hoy se conocen, solo de la documentación de Piedras Vivas,
32 lugares con arte rupestre en la zona investigada. Otros sitios
están incluídos en el banco de datos sobre sitios
arqueológicos del Museo Nacional de Costa Rica (Vázquez
et.al.1998) y en la literatura que es en su mayor parte resultado
de trabajos estudiantiles de la American Colleges of the Midwest
y una investigación de J. Zilberg (1982). Grandes concentraciones
de petroglifos se encuentran en la finca Sonador (Koerner 1993),
cerca de Quizarrá (Nakao y Osgood 1972), en el área
de Cajón (Gearhart 1995, Swearngin 1995), en Quebradas (Langness
1993) y en la vecindad de Ujarrás (Zilberg 1982). El grupo
de trabajo sacó de los petroglifos analizados fotografías,
elaboró dibujos, reproducciones digitalizadas en dos y tres
dimensiones y tomó fricciones de piedras muy erosionadas
y amenazadas. Toda la información ha quedado asegurada en
un banco de datos.
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Dibujo de petroglifo. |
Reproducción digitalizada
en 3 dimensiones. |
Los petroglifos en la mayoría de los casos son grandes
composiciones geométricas que regularmente cubren la parte
más alta de las piedras. Se componen de espirales, círculos,
cruces, meandros y depresiones de diferentes tamaños. Pero
también se conocen representaciones polifacéticas
de figuras zoomorfas (aves, lagartos, monos, tortugas, venados)
y antropomorfas (caras, hombres, manos, pies). Los grabados se encuentran
tanto en bloques gigantescos como en piedras transportables. El
material es de origen volcánico (diorita y granodiorita la
mayoría). Para algunos petroglifos pudimos reconstruir las
técnicas utilizadas en el procesamiento de los motivos. Comprenden
los métodos de raspar, picar, cincelar y pulir. En el área
investigada existen representaciones en bajo relieve y en bajo/alto
relieve. En la mayoría de los casos las piedras se localizan
cerca de ríos o quebradas en altitudes que van de 60 msnm
(Reserva Indígena Rey Curré) hasta 1.600m (Canaán).
Están asociadas en buena parte con hallazgos arqueológicos
(Curré, Finca Sonador, Los Angeles, Quebradas, Rivas, etc.).
Durante el proyecto arqueológico Térraba-Coto Brus
que se realizó entre los años 1980 y 1988 bajo la
dirección de R. Drolet, se reportaron más de 200 sitios
arqueológicos en la zona central y en la parte septentrional
del Valle de El General. En 10 de estos sitios se hicieron excavaciones
estratigráficas (Drolet y Siles1988). Pero dentro del valle
existen gran cantidad de complejos arqueológicos más,
que hasta ahora nadie ha investigado. Muchos de ellos aún
se conservan intactos debido a que esta zona no fue intensamente
colonizada sino hasta hace unas tres décadas. Teniendo como
referencia la vecina región de Chiriquí en Panamá
(Linares y Ranere 1980), se supone que existen sitios arqueológicos
de períodos hasta 6000a.C. Los complejos más antiguos
que se han investigado (Curré y Quebradas) alcanzan una edad
de 3000 años. La mayoría de los sitios con testimonios
precolombinos forman parte de los períodos Aguas Buenas y
Chiriquí que están datados entre 300a.C. y 1550d.C.
Solo se tienen fechamientos con radiocarbono para los sitios Murciélago,
Monge y Rivas (Corrales et.al. 1988, Drolet 1988, Drolet y Siles
1988, Quilter y Blanco 1995). Los territorios costaneros están
practicamente inexplorados, así como la Fila Costeña
y la Cordillera de Talamanca sobre altitudes de 1000m.
A pesar de investigaciones arqueológicas prolongadas no
se sabe mucho sobre los petroglifos en esta zona. Las investigaciones
se han concentrado en la exploración de estructuras sedentarias
y en reconstruir la evolución socio-política. Así,
muchos sitios arqueológicos incluyendo aquellos con petroglifos
son hasta ahora desconocidos. Para el año 2003 se planifica
el comienzo de la construcción de una represa hidroeléctrica
en la parte central del Valle sin que se encuentre ninguna publicación
(¿o elaboración?) de estudios ambientales arqueológicos
o sociales. La máxima versión de los dibujos de planos
de construcción prevée el establecimiento de la represa
hidroeléctrica más grande de América Central.
El embalse probablemente alcanzará hasta la línea
altitudinal de 290m. Se extendería desde Cajón de
Buenos Aires hasta China Kichá. La inundación afectaría
aproximadamente 260km (Programa de Servicio Social y Jurídico
de Defensa de los Derechos Humanos de los Pueblos Indios de Costa
Rica 1999, materiales del Instituto Costarricense de Electricidad-ICE
1999). Otras represas hidroeléctricas (San Luis-1, San Luis-2,
San Luis-3) han sido planificadas en la zona de Rivas al norte del
Valle (La Prensa Libre, 06.02.1996).
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Localización de los
petroglifos en el territorio del probable embalse de la planta
hidroeléctrica Boruca en el valle de El General. |
La construcción de la Planta Hidroeléctrica Boruca
va a modificar todo el paisaje del Valle de el General. Pero casi
nada se sabe de los efectos del embalse en todo sentido incluyendo
los que se relacionan con estar en una región de alta actividad
sísmica. Van a desaparecer no solo 21 pueblos y comunidades,
sino también nueve lugares conocidos con petroglifos. Según
la clasificación del Museo Nacional de Costa Rica y según
la clasificación de Piedras Vivas los sitios P-80,
P-121, P-64, P-74, P-174, P-175, P-194, P-189 y P-214 serán
particularmente afectados (ver mapa). En el Valle de El General
viven cinco grupos indígenas: los bribr, los cabécar,
los ngobe, los borucas y los térrabas. A pesar de una fuerte
inmigración ilegal de no indígenas, sus territorios
todavía están protegidos y no se pueden vender según
la ley costarricense. La mayoría de los habitantes de los
asentamientos indígenas (Boruca, Térraba, Rey Curré,
Salitre, Ujarrás, Cabagra, etc.), temen que sus comunidades
y tierras tengan que acoger olas de migrantes no indígenas
de territorios innundados. Eso significaría un problema muy
grave, porque ya la mayoría del suelo agrícola dentro
de los territorios indígenas es de hecho propiedad legal
de no indígenas. Una invasión adicional de campesinos
indígenas y no indígenas sin tierras amenazaría
no solo la paz dentro de las comunidades indígenas sino cuestionar’a
también el estatus protegido de sus territorios.
La protección del arte rupestre no tendría que requerir
de grandes medios financieros. En la mayoría de los casos
sería suficiente si no se dañan los grabados, si se
pone cerco a las piedras, si se cultivan árboles junto a
los petroglifos o si se investiga el contexto arqueológico
de piedras amenazadas y se las traslada a lugares seguros. Pero
el patrimonio no solo consiste de artefactos precolombinos sino
que comprende también los valores y prácticas tradicionales
de los pueblos indígenas del presente, as’ como la fauna
y flora natural. Casi parece esquizofrénico estimar el pasado
indígena como valor integrante de la nación costarricense
y al mismo tiempo negar las dificultades y problemas de los pueblos
indígenas presentes. El objetivo del trabajo de Piedras
Vivas no solo es la preparación de un cúmulo
de datos y la construcción de una realidad virtual. Punto
inicial de nuestros esfuerzos fue el plan de establecer un sendero
arqueológico botánico y la voluntad de crear una conciencia
pública frente al valor del patrimonio cultural en común
y frente al arte rupestre en particular. Pero, ¿cómo
se pueden enseñar estrategias de documentación científica,
cómo explicar que no se queme donde hay petroglifos, que
no se rayen ni pinten los grabados precolombinos si la responsabilidad
por la herencia cultural termina frente a los grandes intereses
financieros?
—¿Preguntas,
comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com—
Cómo citar este artículo:
KÜNNE,
Martin y BLANCO, Aida. La documentación de petroglifos
en el Valle de El General, Costa Rica: ¿nacimientos muertos
de la investigación científica? en Rupestre/web,
http://www.rupestreweb.info/costarica.html
2000
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