México


Graffitis prehispánicos en Bonampak. Elementos para su interpretación.


Josuhé Lozada Toledo fugauno@hotmail.com CONECULTA-Chiapas y Alejandro Tovalín Ahumada Centro INAH-Chiapas

Este artículo hace parte de las Memorias del XX Encuentro Internacional “Los Investigadores de la Cultura Maya 2010” Universidad Autónoma de Campeche, celebrado del 23 al 26 de noviembre de 2010 en las instalaciones de la misma universidad, San Francisco de Campeche, Campeche.

 

INTRODUCCIÓN

Hablar sobre Bonampak es referirnos a un sitio monumental de las tierras bajas del área maya de gran importancia cultural para el periodo Clásico mesoamericano. Dentro de la literatura arqueológica, es común encontrar referencias a Bonampak, dada la importancia de su pintura mural, específicamente referiendonos al Edificio 1.

El edificio de las Pinturas fue construido durante el gobierno de Chaan Muan II (776-796? d.n.e.), último Ahau conocido de Bonampak, y dado que la fecha referida en una de las cláusulas de los murales es 792 d.n.e., y la de los dinteles 1 y 2 del mismo edificio se ubican en el año 787 d.n.e., ha sido común ubicar la construcción del edificio cercanamente a esta fecha. Por otra parte, existen restos de pintura mural contemporánea en otros sitios arqueológicos de la región, como son el edificio 33 y 41 de Yaxchilán, la Pasadita y el Tecolote, estos dos últimos  situados en Guatemala y a poca distancia del primero. Estos tres sitios arqueológicos son también de interés para nuestro tema por poseer graffitis, sobre los cuales regresaremos más adelante.  

El estudio de la “pintura mural” ha sido un tema ampliamente desarrollado en los últimos años, debido en parte al creciente interés de historiadores del arte y arqueólogos que ven en dicho material arqueológico una amplia gama de posibilidades de interpretación de la formación económico-social de las sociedades pretéritas.  

El área maya no es la excepción, ya que contamos con un gran número de sitios arqueológicos monumentales, donde se puede apreciar un claro lenguaje visual a través de las pinturas murales como lo es el caso de Tikal, Uaxactún, Río Azul, San Bartolo y la Pasadita en Guatemala, así como Palenque, Lacanhá, Yaxchilán, y por supuesto Bonampak en Chiapas, México, entre muchos otros.

Si bien es cierto que el análisis de la “pintura mural” se ha centrado prácticamente desde un enfoque por parte de la Historia del Arte, retomando importantes premisas desde la teoría de la estética; el papel de los graffitis prehispánicos es un tema que no ha sido totalmente valorado.

Por lo tanto, consideramos sumamente necesario generar una propuesta de estandarización en cuanto a las terminologías aplicadas al estudio de la pintura mural, dando cuenta de la importancia que representan los “restos de pintura” así como de los mismos graffitis para el mayor entendimiento de nuestra materia de estudio (Tovalín, et. al., 2009, pp 152-196).

Primeramente habría que definir ¿Qué entendemos por pintura mural y graffiti? para posteriormente pasar al análisis de las representaciones gráficas en el sitio arqueológico de Bonampak.

- Pintura Mural: Es entendida como la representación gráfica plasmada directamente sobre un recubrimiento de estuco, tiene un carácter formal, debido a que conlleva toda una serie de preparativos antes de ejecutar dicha acción. Para su ejecución, requiere de especialistas gráficos, así como del buen manejo del pincel, colores y también del vehículo y la adhesividad del pigmento. Además, la “pintura mural” contiene un buen número de representaciones figurativas, ubicándose generalmente en lugares de fácil acceso visual y asociado a importantes edificaciones arquitectónicas. Por lo que su presencia, hace jerarquizar inmediatamente a un edificio prehispánico como muchos de los templos del área maya. Finalmente es común encontrar el tema de inscripciones glíficas asociadas.

- Graffiti: El concepto graffiti proviene de la voz italiana, del plural de “grafito” que significa garabato. Por extensión se podría aplicar también a los realizados en la actualidad en fachadas, bardas y aún en los vagones del metro (Tinoco y Rodríguez, 2006, p 1). A lo largo de la historia, el graffiti ha sido considerado como una manifestación de la cultura popular, su carácter es informal, debido a que se trata de una representación efímera. A diferencia de la “pintura mural”, el graffiti generalmente contiene un mayor número de representaciones abstractas. Su ubicación no sigue un patrón definido, ya que en ocasiones se plasman directamente sobre la “pintura mural” y otras veces en lugares de bajo acceso visual, como en las partes bajas de columnas arquitectónicas o en los techos al interior de ciertos edificios. Algo muy importante a resaltar, es que el graffiti se divide en dos subtipos que son: el pintado y el esgrafiado. El pintado se realiza directamente con ayuda de los dedos o de alguna especie de pincel y el esgrafiado normalmente está asociado al uso de una herramienta punzo cortante con la cuál se desgasta la superficie, logrando con ello, una representación gráfica. Otras técnicas escasamente presentes son el excavado y el modelado.

Respecto al interesante tema de los graffitis prehispánicos, específicamente en al área maya, tenemos algunos ejemplos interesantes como lo son: Balankanche, Benque Viejo, Dzibilchaltun, Calakmul, Chicanná, Chichén Itzá, El Cayo, Hochob, Holmul, Kinal, Labná, La Mar, Nakum, Palenque, Payan, Piedras Negras, Río Bec, San Clemente, Santa Rosa Xtampak, Uaxactún, Uxmal, Kichmook (Kampen, 1978, pp 155-180, citado por Tinoco y Rodríguez, op. cit., pp 2-3), el Planchón de Las Figuras (García, 1995), el Tecolote (Golden, et. al., 2005), Yaxchilán, Bonampak, entre otros, lo que nos muestra la importante presencia de este tipo de manifestación cultural.

En Tikal, el arqueólogo Michael Kampen (op. cit.), encontró varios graffitis de suma importancia para el estudio de la cultura maya, donde sobresalen representaciones arquitectónicas de templos, un juego de pelota en plena ejecución, además de una escena de sacrificio.

Akira Kaneko (2009, p 83), por su parte, menciona la existencia de graffitis delineados en negro sobre un fondo rojo amarillento, que representan a tres personajes con lanzadardos y dardos, plasmados en  un muro de la crestería del edificio 6 de Yaxchilán y  ubica su temporalidad en el Clásico Terminal (Kaneko, op.cit., p 85), cuestión que regresaremos más adelante.

Para el caso de Bonampak, hay que mencionar que hasta el momento, con excepción del edificio de las Pinturas (Montgomery s/f),  no se habían reportado con certeza la existencia de graffitis al interior de los edificios. No obstante, en el año 2008 durante la “10ª Temporada de Campo” del Proyecto Arqueológico Bonampak, y como una de las tareas complementarias en lo que respecta a las labores de mantenimiento mayor del sitio, se realizó una limpieza parcial en varios sectores de los edificios 3, 5 y 6; que precisamente eran los templos en los que se advertían restos de pintura y graffitis a su interior. En el resto de los edificios abovedados de la acrópolis de Bonampak se han encontrado también restos de una sencilla decoración pictórica, muestra de ello es el edificio 6, donde se han localizado principalmente delgadas bandas o líneas rojas o negras colocadas perimetralmente en los muros exteriores bajo la cornisa inferior, sin embargo, no se alcanza a percibir ningún tipo de graffiti asociado.

GRAFFITIS DEL EDIFICIO 3

El edificio 3 se ubica en la primera terraza de la Acrópolis  (Figura 1), en el extremo opuesto (este) al que ocupa el edificio de las Pinturas.

Figura 1. Vista general del Edificio 3. Bonampak, Chiapas. Foto: Julio C. Martínez, 2008.  

Tovalín y Ortiz (2008) consideran que este edificio pertenece a una etapa constructiva intermedia dentro de la historia de la Acrópolis, hacia la primera mitad del siglo VII (Tovalín y Ortiz, op. cit., pp 96-97). Al interior, el monumento conserva la mayor parte de sus aplanados de estuco, todos de color blanco.  

Los restos de pintura a manera de graffitis se localizan al interior del edificio 3 en varias zonas que incluyen el muro norte, el muro sur, así como las jambas de cada uno de los vanos de acceso al templo.

Para el caso del muro sur al interior del edificio 3 (ver Figura 2), encontramos dos conjuntos de motivos figurativos, divididos en dos sectores. Sin embargo, se advierten algunos restos más de pintura al centro del muro, que actualmente se encuentra lleno de líquenes.

Figura 2. Nótese la localización de los dos conjuntos pictóricos. Muro Sur (Interior). Edificio 3.
Bonampak. Chiapas. Foto: Josuhé Lozada, 2008.  

La pintura del sector este del muro sur, se trata de una figura muy deteriorada por efecto de la humedad al interior del edificio. En la parte superior de la figura se observa un trazo lineal que parece formar parte del mismo motivo. Sus dimensiones son de 62 cm de alto por 35 cm de largo (ver Figura 3).

Figura 3. Motivo pictórico del sector este del muro sur del edificio 3. Dibujo: Josuhé Lozada.

Se trata de un posible faldellín o cinturón. Dicho  motivo, puede formar parte de la indumentaria de un personaje maya a manera de boceto, ya que solo se observa su delineado en negro. Lamentablemente el dibujo se ve interrumpido por los graves efectos que la humedad ha ocasionado en gran parte del interior del edificio.  Finalmente cabe mencionar que los trazos están en color negro, bajo la clave de la tabla Munsell: 7.5 R Black N2.5/0.  

El siguiente conjunto de motivos que se alcanza a percibir en el muro sur del mismo edificio (ver Figura 4), se localiza en el sector oeste y está conformado por al menos 5 figuras que se encuentran muy erosionadas por efecto de la humedad. En la parte superior, se observan algunos trazos a manera de manchas (ver Motivo 1 de la Figura 4), debajo de éste se localiza una figura zoomorfa (ver Motivo 2 de la Figura 4), a la derecha algunas formas geométricas igualmente a manera de manchas (ver Motivo 3 de la Figura 4), debajo del motivo zoomorfo se localiza otra figura en forma de ovalo alargado con relleno (ver Motivo 4 de la Figura 4) y finalmente en la parte inferior derecha, se localiza un posible diseño arquitectónico (ver Motivo 5 de la Figura 4).

Figura 4. Sector oeste del muro sur del edificio 3.

Los motivos de los cuales podemos argumentar algunas ideas son el 2 y 5. El motivo 2, se trata de una figura zoomorfa (ver Figura 5). El rostro de la misma, demarca bien la forma de los ojos, así como la trompa y el lomo del animal. Se alcanzan a percibir algunos trazos en la parte inferior del motivo que posiblemente haga referencia a sus extremidades, se trata probablemente de alguna especie de cuadrúpedo o cánido.

Figura 5. Posible representación de un cánido. Dibujo: Josuhé Lozada.

El motivo 5, se trata de un posible templo maya (ver Figura 6). En la parte superior de la figura se observan tres barras horizontales, que posiblemente representan la cornisa del edificio, similar a la cornisa inferior del edificio 1 de la Acrópolis del sitio. Debajo de ello, se observa un trazo lineal representando el muro y debajo de este se aprecia lo que puede ser la banqueta perimetral del edificio. Al respecto, existe una gran similitud con el trazo de otros templos representados en petrograbados y pintura de diversos sitios mesoamericanos e incluso de algunos códices. Los ejemplos son muy numerosos de los cuales se describe una selección. En Tikal, Guatemala contamos con ejemplos interesantes de graffitis esgrafiados sobre estuco, donde se aprecian templos y figuras humanas asociadas. En el Planchón de Las Figuras, Chiapas contamos igualmente con representaciones de templos tallados sobre la roca caliza. En Comalcalco, Tabasco se cuenta con esgrafiados sobre los ladrillos de las construcciones que nos hablan de un estilo pictórico similar fechados hacia el Clásico Tardío (Navarrete, 1992, p 222). En Yaxchilán, también se tiene reportada la representación gráfica de un templo, sólo que en esta ocasión no esta esgrafiado, sino pintado (García, op. cit., pp 16-18). Así mismo en Chicanná y Rio Bec-B en Campeche, también contamos con diseños esgrafiados sobre estuco que representan templos muy estilizados (García, op. cit., p 27). En otros casos también contamos con la representación de figuras humanas estilizadas en Tikal, Guatemala, en Palenque, Chiapas (en el Templo de las Inscripciones) y representaciones de patollis esgrafiados sobre piedra para los sitios de La Mar, El Planchón de las Figuras y el Cayo también en el estado de Chiapas, además de los conocidos patollis identificados para Palenque en el mismo Templo de las Inscripciones (García, op. cit., p 21).

Figura 6. Representación de un templo. Dibujo: Josuhé Lozada.

Finalmente tanto el motivo 1 y 4 se tratan de figuras geométricas, y el motivo 3 de restos de pintura difícil de identificar alguna forma específica, ya que se tratan de trazos bastante deteriorados por efecto de la humedad al interior del edificio.  Respecto al color, sigue siendo el mismo que el motivo descrito al inicio de este artículo, es decir, de tonalidad negra y monocroma.

Ahora bien, hacia el muro norte al interior del edificio 3 (ver Figura 7), también contamos con restos de pintura, formándose dos conjuntos de motivos figurativos, divididos en dos sectores que están delimitados por las dos pilastras del edificio. Actualmente gran parte del muro se encuentra lleno de líquenes. Lo que aquí se describe es la pilastra del sector este.

Figura 7. Graffitis de la pilastra oeste y este. Muro interior norte del edificio 3. Foto: Josuhé Lozada, 2008.

Se trata de figuras muy deterioradas por efecto de la humedad al interior del edificio. Se observan algunos trazos que parecen corresponder a restos de figuras antropomorfas vistas de perfil.

La pilastra este, cuenta con al menos dos motivos antropomorfos. El primero mantiene una posición de perfil, en la cuál se observa su rostro, dorso, extremidades superiores y parte de un posible tocado, además cuenta con elementos asociados que consisten en tres líneas diagonales. El otro motivo consiste en restos de un posible rostro visto de perfil.

Siguiendo con el muro norte (interior), en su pilastra oeste observamos lo que en realidad se trata de una figura muy particular, ya que es un motivo antropomorfo, específicamente de un rostro maya, donde se observan algunos trazos a manera de cuentas, además de su cuello se desprende un elemento lineal no identificable que consiste en dos trazos lineales que se desprenden directamente del personaje, las dimensiones de esta pintura son de 22 cm de alto por 30 cm de largo (ver Figura 8).

Figura 8. Rostro antropomorfo con elementos asociados. Dibujo: Josuhé Lozada.

Cabe mencionar que gracias a la aplicación del método de “ampliación decorrelación de imágenes digitales” del programa ImageJ(1) y específicamente al uso del algoritmo Decorrelation (DStretch), pudimos obtener varios de los dibujos, incluyendo el último rostro antropomorfo descrito con anterioridad.

Además de este graffiti antropomorfo, contamos con uno más de similares características en cuanto al tipo, grueso y color del trazo. Este motivo al cual nos referimos se localiza en el muro este del cuarto 3 del edificio 1 o “edificio de las Pinturas” (ver Figura 9).  Específicamente se trata de una figura humana vista de perfil, donde destaca la cabeza de un personaje a través de trazos muy esquemáticos; además se logra apreciar una figura ovalada representando su ojo y otros trazos que forman su nariz y boca; finalmente se observa un delineado más, representando el cuerpo incompleto del personaje. Este graffiti llama mucho la atención, pues esta sobrepuesto a los murales de Bonampak que datan del periodo Clásico Tardío mesoamericano, lo que nos da una buena pista sobre su posible temporalidad.  

Figura 9. Figura humana al interior del edificio 1. Dibujo: Josuhé Lozada.

Finalmente encontramos algunos restos de pintura en los vanos este, central y oeste del mismo edificio 3, específicamente en lo que refiere a sus jambas.

En el caso del vano este, justo en su jamba oeste, específicamente en su esquina superior, localizamos un motivo geométrico muy interesante. Esta figura nos refiere a un rombo de medidas exactas que van de los 18 cm de alto por 18 cm de largo. Está formado por tres líneas perimetrales y un pequeño triangulo en su parte media, cabe mencionar que la esquina superior derecha del motivo se encuentra muy erosionada (ver Figura 10). Al igual que los graffitis descritos con anterioridad es de tonalidad negra.  

Figura 10. Motivo geométrico. Dibujo: Josuhé Lozada.

Respecto al símbolo del rombo, podemos desentrañar su significado desde la antigüedad occidental, en el cuál era atribuido a cuestiones de fertilidad. Con el tiempo, por asociación el rombo asimiló el sentido de la fertilidad en general, no sólo de la tierra sino también de lo humano. Con esto podemos entender que los graffitis localizados al interior del sitio arqueológico de Bonampak, esconden un significado esencial que a través de una metodología adecuada es posible de inferir su significado.

 

COMENTARIOS FINALES  

Si bien el programa ImageJ de “ampliación de decorrelación” fue desarrollado y escrito por el Dr. Jon Harman para uso exclusivo sobre pinturas rupestres, hemos demostrado que su aplicación va más allá de la gráfica rupestre, pudiéndose aplicar para el registro de graffitis sobre enlucidos de estuco, restos de pintura mural e incluso decoración pictórica sobre cerámica. Gracias a la amplia selección de rangos de color y herramientas digitales que contiene el programa, ayuda a obtener un mejoramiento sustancial en nuestras imágenes. Ejemplo de ello, fueron los dibujos obtenidos gracias a la aplicación de este programa digital, que pudieron registrarse sistemáticamente a través de la generación de una “Cédula de registro particular de representaciones pictóricas en sitios monumentales mayas”, creada en el 2008 por el Proyecto Arqueológico Bonampak del Centro INAH Chiapas (Anexo 1).

En términos culturales, aunque las referencias más tempranas de Bonampak datan de principios del siglo V (Arellano, 1998, p 258). La arquitectura en pie observada en la Acrópolis abarca principalmente los siglos VII y VIII (Tovalín y Ortiz, op. cit., pp 90-100), alcanzando su época de mayor esplendor durante el gobierno de Chaan Muan II, en el último cuarto del siglo VIII, previo a la súbita declinación del sitio en los albores del siglo IX.  

Los muros internos y externos de los ocho edificios con bóveda maya existentes en la Acrópolis fueron cubiertos con aplanados de estuco blanco. En el caso de los edificios  5, 6, 7, 8 y 9 se aplicaron al interior pintura negra sobre el estuco. Fuera del edificio de las Pinturas, ninguno de los restantes fueron decorados con pintura mural, por lo que la presencia de graffitis al interior de algunos edificios no formaban parte del proyecto constructivo-decorativo original de estos inmuebles y debieron ser aplicados tardíamente, cuando la entidad política de Bonampak había entrado en franca decadencia y la función original de los edificios cambió o quedó en desuso, todo esto posteriormente a la última fecha conocida para el sitio arqueológico, inscrita en los murales y que corresponde al año 792 d.n.e.

Reforzando la propuesta anterior, la sobreposición del motivo antropomorfo presente en el muro este del cuarto 3 del edificio de las Pinturas o edificio 1, nos indica un fechamiento relativo posterior a los propios murales, bajo el principio básico de sobreposición de imágenes. Además en el edificio 6, contamos con restos de pintura negra directa sobre la roca caliza que perdió su enlucido de estuco, lo que reafirma la idea de que los productores de estos graffitis, representaron dichas imágenes en un momento en el que ya estaba en desuso el sitio, sin mantenimiento aparente.  

Los graffitis del edificio 3 debieron ser hechos por un mismo grupo de gentes y por lo tanto son contemporáneos entre si, ya que el estilo que presentan, el color y el trazo son similares. En cuanto a la pintura, hace falta determinar su composición, no obstante, podría ser óxido de manganeso o negro humo. Respecto a la colorimetría, cabe mencionar que también contamos con graffitis de color blanco (caolín), sobre fondo negro en los edificios 5 y 6 de la Acrópolis de Bonampak.

¿Quiénes fueron los autores de estos grafitis? Una posibilidad es que miembros del propio pueblo los hayan realizado al caer el sistema político del lugar a finales del siglo VIII, mismos sujetos que pudieron ser también los responsables de la destrucción de los ojos de diversos personajes plasmados en los murales.

Otra propuesta es la llegada de invasores en la misma época de decadencia o poco posterior a ésta. Al respecto debemos hacer referencia a los ejemplos existentes en otros sitios de la región, que por el tipo de motivos y trazo nos parecen comparables con los de Bonampak. Nos referimos al sitio El Tecolote, Guatemala, sitio satélite de Yaxchilán, donde existen diversos dibujos en línea negra, entre los que destaca la garra de un ave, y el propio Yaxchilán, donde hay la representación de varios guerreros (Kaneko, op.cit., pp 131-132). En este sentido, podemos retomar la propuesta de diversos investigadores donde la presencia de pastas finas en los sitios Altar de Sacrificio y Ceibal fue el fundamento de la hipótesis del intercambio o invasión de grupos mayas chontales o putunes en la cuenca del río Usumacinta (Sabloff y Willey, 1967; Thompson, 1970; Sabloff, 1973; Sharer, 1994).

Akira Kaneko, señala la presencia significativa de cerámica anaranjada, gris y café fino en Yaxchilán y propone la hipótesis de que ocupantes putunes utilizaron el sitio de Yaxchilán como un punto de guarnición de la ruta de comunicación por el Usumacinta y los soldados pudieron haber dibujado su victoria militar en este sitio (Kaneko, op.cit., p 136).

En el caso de Bonampak, la presencia de pastas finas es escasa (Tovalín, 2010), por lo que habría que dudar de una presencia invasora como la señalada en el párrafo anterior, por lo que pensamos que el propio pueblo fue el autor de estos graffitis. Asimismo, descartamos por lo pronto, la posibilidad de que hayan sido de autoría del pueblo lacandón actual, pues todos los elementos dibujados son característicos del período Clásico y Terminal.

Dada la temática representada en los graffitis de Bonampak, a primera vista podemos distinguir que se tratan de imágenes alusivas a ciertos personajes, posiblemente de gran jerarquía (nótese el tocado e indumentaria de los antropomorfos), asociados a templos y animales considerados como sagrados; así mismo, las imágenes geométricas de carácter abstracto, nos hablan de códigos específicos, restringidos a ciertos individuos o grupos de individuos, adquiriendo un carácter de tipo privado, es decir, aptos para ser consumidos sólo por determinados miembros del grupo social.

Un dato que nos ayuda a entender esta idea, es que si bien el símbolo del rombo presente en los graffitis de Bonampak, lo encontramos desde decoraciones cerámicas del Preclásico en el Centro de México hasta motivos cerámicos del Clásico maya, esta representación no tuvo mejor asimilación que en los propios diseños textiles. El rombo, a diferencia de otras figuras geométricas, es el diseño que con mayor frecuencia se  representa en los bordados de Chiapas y específicamente representa a la fertilidad. Es por ello, que probablemente ésta y otras figuras, pueden estar representando ciertas peticiones en un momento de caos, militarismo y hambruna, a través de posibles ritos de petición y veneración a los ancestros, que fueron plasmados directamente sobre los enlucidos de estuco, y que hoy los hemos registrado y definido como graffitis, valdrá la pena en ese sentido, valorar este tipo de manifestaciones culturales, como complejas insurrecciones a las paredes, donde su carácter muchas veces clandestino como sistema de comunicación, también funcionan como verdaderos sistemas de almacenaje simbólico.

ANEXO 1

 

NOTAS

1. El programa ImageJ permite que se manejen imágenes de alta resolución con una fluidez de trabajo muy conveniente para la investigación arqueológica. Algunas características de este extraordinario programa es que la aplicación del mismo corre en cualquier sistema operativo: Linux, Windows o Mac OS X. Otra de las ventajas de este programa es su código de lenguaje Java que está disponible de manera gratuita para el dominio público con previa autorización del autor: http://www.dstretch.com/ y no requiere de licencia para su uso, además de que abre y guarda cualquier archivo de imágenes como: JPG, TIFF, PNG, RAW por medio de extensión GIF (Lozada, 2010, p 139).

¿Preguntas, comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com

Cómo citar este artículo:

Lozada Toledo, Josuhé y Tovalín Ahumada , Alejandro. Graffitis prehispánicos
en Bonampak. Elementos para su interpretación
.

En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/bonampak.html

2012

 

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