La astronomía prehistórica del noreste de México.
Antiguos pobladores del Noreste de México plasmaron en las rocas su conocimiento del movimiento del Sol, la Luna y las estrellas


Lorenzo Encinas. nichocolombia@gmail.com Antropólogo social, UANL.


El desierto de Nuevo León y Coahuila en el noreste de México, guardan celosamente infinidad de secretos y sus vestigios se hallan expandidos a lo largo y ancho del todo este amplio territorio.

Mirar al Sol, la Luna o las estrellas desde tiempo inmemorial seguramente era uno de las principales actividades que tenían los antiguos pobladores de Nuevo León.

En sitios, como Presa de La Mula, Boca de Potrerillos, Icamole en Nuevo León, el conocimiento astronómico de los antiguos es evidente en los trazos de las manifestaciones rupestres.

Conteos Boca

Sin temor a equivocarnos los astrónomos prehistóricos de esta región basaron sus observaciones a simple vista, ya que carecían de instrumentos para medir tiempo, posicionamiento global, ellos seguían la trayectoria de los astros utilizando solamente sus propios ojos. En las paredes, abrigos y formaciones rocosas, las tribus antiguas dejaron plasmadas pinturas y petrograbados, cuyo significado no hace más que confirmar el conocimiento astronómico y matemático alcanzado por los grupos de cazadores recolectores miles de años antes de la llegada de los europeos.Los antiguos naturales acumularon un saber sistematizado que seguramente fue utilizado con el objetivo de regir sus vidas y mantener una relación armónica con la naturaleza todo ello de acuerdo al calculo de las estaciones sol y la comprensión de las fases de la luna.

Conocimiento muy antiguo

En las investigaciones de Anthony Aveni (1), pionero en la arqueastronomia, encontró que los antiguos grupos de cazadores del norte de México llegaron a marcar con bastante exactitud las posiciones del sol y la luna y lo hacían de manera similar a las altas culturas mesoamericanas.

1. Aveni Anthoni. Observadores del Cielo en el México Antiguo. Editorial Fondo de Cultura Económica. México, 2005. Además de su obra previa Astronomía en la América Antigua, Editorial Siglo XXI, México 1980

De esta manera encontramos que las matemáticas, a través el conteo del movimiento de los astros, fue una constante en la vida cotidiana de los habitantes prehistóricos del noreste de México.

Para Johana Borda (2), la arqueoastronomía es una disciplina nueva que se introduce en el ámbito de los estudios mesoamericanos en años recientes t tiene como antecedentes los conocimientos acumulados en siglo pasado, pero en su forma actual surge en los años sesenta como estudio especializado de las construcciones megalíticas europeas (3). Aveni, A. F., Archaeoastronomy in Precolumbian America, University of Texas Press, Austin, 1975.

2. Johana Borda (2). Arqueoastronomia y Desarrollo de las Ciencias en México. UNAM, México, 1990.
3. Aveni, Anthoni. Archaeoastronomy in Precolumbian America, University of Texas Press, Austin, 1975.

Para la investigadora la polémica sobre el significado astronómico de las diferentes orientaciones que muestra Stonehenge, el famoso "santuario megalítico" de la Gran Bretaña, generó el interés en los estudios interdisciplinarios que combinan la astronomía, la arqueología y la etnografía.

Para la reconocida autora es de esta manera como emerge una nueva disciplina la astroarqueología o arqueoastronomía, que extendió sus alcances al estudio comparado de la astronomía en las civilizaciones arcaicas. No obstante, Borda aclara es que es a partir de que surgen los anteriores estudios es que se acuña el concepto de etnoastronomía, que viene a ser otro campo especializado que se integra con la etnografía y la antropología.

Para Borda la combinación de la etnoastronomía referente a prácticas etnográficas actuales con la arqueoastronomía aplicada a la historia de la misma área puede ser muy fructífera y pone como ejemplo Mesoamérica y el área andina.

Tanto Borda como Aveni coinciden en sostener que los antiguos astrónomos de México tomaban como base sus observaciones, sin instrumentos de medición y solo recurrían a lo que tenían, que era en este caso lo que estuviera al alcance de sus ojos.

Por lo que la experiencia de siglos de observación, a lo largo de días, noches, cambios lunares, ocasos, amaneceres, bastaron para lograr esa sabiduría que las culturas plasmaron en la roca, ya sea en motivos rupestres, en el ejemplo de los grupos de cazadores recolectores y además en las inscripciones calendáricas y en sus sitios arqueológicos de las altas culturas mesoaméricanas.

Queda claro que este conocimiento quedo manifiesto en un sistema de códigos que se observaba en el paisaje, por loe motivos rupestres, edificaciones y sitios enteros muestran cierto tipo de orientaciones particulares con puntos espaciales del paisaje, ya sean cerros, amaneceres o atardeceres en fechas especificas, como los solsticios y los equinoccios.

De acuerdo a Ricardo Lewy la arqueostronomía nos dice que es el estudio de la relación existente entre la astronomía de posición y enumera algunas claves arqueastronómicas que pueden servir para reconocer líneas de base de posible interés arqueostronómico.

  1. Líneas trazadas con pintura, grabadas en piedra o en el estuco que recubre la piedra.
  2. Una superficie vertical (una ventana o puerta) vista desde algún punto fijo.
  3. Huecos horizontales o verticales.
  4. Líneas que unen elementos esculpidos.
  5. Disposiciones arquitectónicas desacostumbradas en un edificio o grupo de edificios.
  6. Elementos artificiales o naturales en el horizonte distante.
  7. Líneas trazadas perpendicularmente a la entrada o fachada de un edificio (4)
4. Lewy Ricardo. Asociación Salvadoreña de Astronomía, ASTRO Boletín informativo mensual. Noviembre de 2003

Actualmente la astronomía posicional es la herramienta básica para el análisis arqueoastronómico de yacimientos o estructuras arqueológicas. Los datos astronómicos y topográficos se interpretan a la luz de la arqueología, la antropología y la historia.

Lugares de Nuevo León como Presa de la Mula, Boca de Potrerillos, en Mina; Icamole, en García; Loma del Muerto en General Terán y en Coahuila, El Pelillal, Cerro Bola y Puerto Cardonal en Ramos Arizpe; son algunos lugares donde los motivos tallados en la roca guardan una estrecha vinculación con la contabilidad del movimiento del sol y la luna.

Puerto Cardona. Evento solar, solsticio de verano
Puerto Cardonal. Ventana solar


La roca de los eclipses

Ubicado en uno de los puntos más aislados de Nuevo León, en medio de la nada, el sitio Presa de la Mula, en Mina, es uno de esos lugares mágicos, que por cierto aún esconde la mayor parte de sus secretos.

De todo el conjunto de petrograbados destaca un imponente monolito lleno de círculos y símbolos, los cuales han llamado mucho la atención a los visitantes.

La roca muestra 207 rayas en una compleja cuadricula de 24 celdas formada por seis líneas horizontales y cuatro verticales.

El antropólogo William Breen Murray, sostiene que la composición en al roca difícilmente evoca una representación al azar y tan poco puede ser una cuenta de animales tomados en cacería (5).

5. Murray Breen. Arte Rupestre del Noreste. Fondo Editorial Nuevo León, México 2007.

“La evidencia del grabado en Presa de la Mula puede ser fácilmente descartada como un accidente estadístico”, escribe Breen Murray.

Presa de la Mula

Aunando más en el tema, el especialista sostiene que existen similitudes en el conteo de esta roca con los intervalos registrados en el Códice Dresde elaborado por los mayas.

“Esta evidencia que enlaza las cuentas del petrograbado con el contexto mesoamericano parece muy clara, sin embargo choca con nuestra valuación arqueológica actual de las culturas nómadas del norte de México”, advierte.

Del mismo modo Icamole en García, de acuerdo a las investigaciones de Murray, es un sitio que contiene infinidad de grabados donde salen a relucir los conocimientos de los antiguas tribus acerca de los movimientos del firmamento.

Una gran roca tallada con signos y rayas sobresale sobre todas y domina el emplazamiento conocido como Presa de la Mula (6) en Mina, Nuevo León. Algunos investigadores sostienen que el monolito contiene conteos relacionados con el movimiento de las fases de la luna.

6. Murray Breen. Arte Rupestre en Nuevo León, Numeración Prehistórica. Ed. Cuadernos del Archivo de Nuevo León, México 1987, Pag. 33.

El antropólogo William Breen Murray, maestro de la Universidad de Monterrey (UDEM), considera que la gran roca llena de petroglifos es una tabla donde los grupos prehistóricos detallaron las fechas en la que sucederían los eclipses lunares.

“En la piedra de la cuenta lunar marca los intervalos entre eclipses lunares, porqué estos eventos ocurren en series, en secuencias y hay un intervalo, una vez que empieza la serie, hay un cierto número de posibles intervalos subsecuentes y uno de ellos es seis meses y este del día 20, ocurre seis meses después del anterior”, asegura Breen Murray.

Para el investigador, quienes elaboraron el monumental monolito, tenían por costumbre seguir la ruta de la luna y estos ciclos de 148, es decir, cinco meses o 177, seis meses mismos que aparecen en el Códice Dresde de los Mayas.

La roca muestra 207 rayas en una compleja cuadricula de 24 celdas formada por seis líneas horizontales y cuatro verticales.

“El conteo de la piedra se relaciona con el periodo de gestación, pero es posible que sucediera un eclipse durante la época de brama y que haya sido tomado en cuenta por considerar que llegaría a afectar la cría del venado”, sostiene.

“Sí se acepta esta correlación lunar, podrían inferirse tres facetas de observación astronómica que evidencia una relación con la numeración calendárica mesoamericana”.

Para explicar los datos de la roca, el maestro universitario sostiene que esta tiene que ser analizada con detenimiento.

“Los meses lunares se registran con un total diferente de días, oscilando entre 27 y 30 días” (7).

7. Murray Breen. Arte Rupestre en Nuevo León, Numeración Prehistórica. Ed Cuadernos del Archivo de Nuevo León, México 1987, Pag. 33.

 

Las cuentas de Icamole

Icamole, en García, Nuevo León es uno de esos sitios donde las los motivos rupestres guardan en sus imágenes aspectos de su vida cotidiana como puede ser la caza, aunque algunos grabados tienen una estrecha relación con el movimiento de la bóveda celeste.

En este poblado hacía el siglo XIX, el General Porfirio Díaz protagonizó el episodio que dio paso a la Leyenda del “Llorón de Icamole”

Los petrograbados de Icamole son algo más que puntos y rayas, ya que contienen en sus trazos un conocimiento matemático acerca del movimiento de los astros, una sabiduría que luego sentaría las bases del conocimiento astronómico de las altas culturas mesoamericanas.

De todo el conjunto de manifestaciones sobresalen los puntos que al parecer de William Breen Murray, se trata de cuentas astronómicas donde las tribus arcaicas contabilizaron el movimiento de las estrellas.

Los petrograbados se realizaron de cara al firmamento y al horizonte. Los grupos de cazadores recolectores utilizaban el punto y la raya para registrar la acumulación de cantidades.

Al recorrer la zona de petroglifos, el antropólogo se dio a la tarea de buscar a detalle alguna conexión del sitio con las cuentas.

Conteos Icamole

“En Icamole encontramos grabados en la piedra algunas motivos que detallan con mucha posibilidad el registro lunar, especialmente en un petroglifo, en el cual todas sus columnas suman cifras muy parecidas a medio mes lunar, y cuyo total es un intervalo muy común entre los eclipses”.

“El glifo esta intacto y simétrico y no presenta problemas de posibles elementos combinados. Cuando se lo ubica en el contexto de la cuenta lunar de Presa de la Mula, podremos decir que complementa el registro de todos los posibles intervalos del eclipse y confirma que los hacedores de petroglifos en Icamole tenían interés en el cálculo de los ciclos lunares” (8).

8. Murray Breen. Arte Rupestre del Noreste. Fondo Editorial Nuevo León, México 2007.

Al asecho de la ruta del sol

Boca de Potrerillos se ubica a 70 kilómetros al norponiente de Monterrey, por la carretera a Monclova, Coahuila, es la única zona de petrograbados abierta al público en México y sus decenas de miles de estos maravillan visitante.

Solsticio Boca de Potrerillos

Cuentas lunares, motivos geométricos llaman la atención de la gente, sin embargo de todo el conjunto de manifestaciones llama la atención una enorme roca, tapizada de grabados a la que Breen Murray bautizo como “El Monolito Gnomon”.

“Esta piedra esta labrada y se ilumina de manera diferente según el ángulo de la luz solar a cada hora del día y en cada estación del año.

“Su tamaño de más de media tonelada sugiere que su movimiento y ubicación fue un esfuerzo colectivo que requirió una planeación coordinada, la cual fue un episodio clave en la definición del paisaje cultural del calendario del horizonte”, enfatiza el autor del libro “El Arte Rupestre el Noreste”.

El conjunto de motivos rupestres llama la atención, sin embargo sobresale una enorme roca, tapizada de grabados a la que Breen Murray bautizó como “El Monolito Gnomon”.

Monolito Gnomon

Por su parte Moisés Valadez Moreno, arqueólogo del IINHA, Nuevo León considera que la ubicación de la gran piedra, justo en medio de la boca que separa a los dos cerros, seguramente la dotó de un significado especial para los antiguos habitantes.

“En día de primavera los primeros rayos del sol amanecer se van proyectando por la roca y sus grabados poco a poco se van alineando con luz del astro rey”, aseguró Valadez Moreno (9).

9. Valadez Moreno Moisés. La Arqueología de Nuevo León y el Noreste. Ed Universidad Autónoma de Nuevo León. México 1993.

Según las estimaciones de Breen Murray, hay bastantes semejanzas entre los conteos tallados en la roca por los pretéritos naturales del noreste de México con los calendarios de horizonte y la geografía sagrada de los antiguos sitios mesoamericanos.

“Hallar el norte cardinal es universalmente relevante para cualquier población cazadora-recolectora móvil .

“Las mismas estrellas en el cielo polar del norte pudieron guiar a los primeros grupos de cazadores que cruzaron de Eurasia a las Américas y pudieron servir sin alteración para cualquier población nómada, al menos hasta que las migraciones los condujeron hacía el otro mundo celestial del hemisferio sur” (10).

10. Murray Breen. Arte Rupestre del Noreste. Fondo Editorial Nuevo León, México 2007. Pag 171.


Boca de Potrerillos marca el solsticio de invierno

El 21 de diciembre, los rayos proyectados sobre la roca registran el inicio del invierno.

La observación del cielo desde tiempos inmemoriales ha sido para el hombre uno de los principales pasatiempos, de hecho, a lo largo de miles de años la práctica de mirar el cielo seguramente era para importante de la vida religiosa de los grupos de cazadores recolectores.

Conocer la posición del Sol en los amaneceres y los ocasos permitía a las tribus antiguas conocer las estaciones, la temporada de celo de los venados y la época cuando tenían que abandonar sus campamentos temporales.

Movimiento del sol Boca de Potrerillos

A base de un conocimiento sistemático, los grupos antiguos que habitaron el noreste de México perfeccionaron esa sabiduría y la plasmaron en los frontones pétreos a lo largo y año de las sierras, cerros y lomeríos.

El amanecer del 21 de diciembre, en Boca de Potrerillos se puede apreciar el alto grado de conocimiento adquirido por los grupos de cazadores recolectores. En una de las miles de rocas grabadas se puede observar la salida del sol en Boca de Potrerillos

En un punto de la zona de petrograbados, conocido como el Promontorio, los antiguos habitantes de Boca de Porterillos colocaron dos grandes rocas juntas divididas por un espacio.

Los integrantes del grupo se dieron a la tarea de calcular los puntos de la montaña por donde sale el Sol, encontrando que la luz proyectada por los primeros rayos de astro rey recorre el espacio sobre las dos rocas.

Este hecho no puede ser producto de una casualidad, es muy importante dejar claro que la rocas fueron colocadas en ese lugar con una finalidad, seguramente marcaba las estaciones y por lógica tenía un significado muy importante.

Es claro afirmar que para quienes realizaron los grabados y en general para las tribus arcaicas, conocer con exactitud el paso de las estaciones era fundamental por su forma de vida.

De hecho la alineación de la roca con la salida del sol, justo el 21 de diciembre es muy significativa.

Movimiento del sol Boca de Potrerillos

Para ellos era muy importante conocer el paso del sol, marcar las estaciones significaba mucho, principalmente porque su forma de vida se basaba en la caza y la recolección de ahí la importancia de saber cuando era en los periodos idóneos para la caza de venados o bien la época de la abundancia de tuna o mezquites.

Los conocedores en la arqueoastronomía como Antony Aveni o William Breen Murray consideran que sapiencia de las altas culturas de Meso américa pudo haber nacido en el norte y que luego fue desarrollada en la arquitectura de ciudades como Chichén Itzá, Teotihuacan, Monte Albán entre otros lugares.

Sus creencias religiosas eran distintas a como las entendemos, para ellos mirar la salida y la puesta del sol, representaba un evento constante en su vida, tanto así, que lo registraban en la roca y era indicador para celebrar fechas importantes.

La bóveda de Loma del Muerto

Loma del Muerto, es un lugar que podría reescribir la prehistoria del norte de México. Ubicado en General Terán, al sureste de Monterrey, el sitio se trata de abrigos rocosos y casas circulares con una antigüedad que puede llegar a superar los 15 mil años.

Bóveda de Loma del Muerto

Los grupos que habitaron la zona citrícola de Nuevo León hace más de 10 mil años elaboraron cientos de grabados, trazando en los frontones pétreos líneas, círculos y puntos alineados con la ruta del sol, la luna y las estrellas.

Los astrónomos prehistóricos de Loma del Muerto estudiaron los ciclos anuales del sol y conocieron cuando prepararse para el invierno.

Sin temor a equivocarnos utilizaron esta sabiduría para planear ceremonias y celebraciones relacionadas con el cambio de las estaciones. Día tras día, año tras año y por siglos notaron que los rayos solares salen y se ocultan en diferentes lugares del horizonte.

“Hemos estado haciendo mediciones matemáticas para comprobar que este espacio fue usado para hacer algunas observaciones solares y llevar el registro de los cambios de estaciones”, afirmó Araceli Rivera Estrada, arqueóloga del INHA, Nuevo León.

Al observar cuidadosamente el sol utilizaron las rocas para plasmar sus calendarios.

“De todo las rocas, la que nos llama poderosamente la atención un conjunto de grandes rocas apiñadas una arriba de otra, las cuales conforman una especie de bóveda”, comentó Rivera Estrada (11).

11. Entrevista a Araceli Rivera Estrada, diciembre 2007.

La arqueóloga, luego llevar a cabo serie de medidas llegó a la conclusión de que ese lugar era el punto más importante de todo el conjunto de vestigios de Loma del Muerto.

“En la parte baja de la bóveda hay varios petroglifos los cuales son iluminados por espacio de varios minutos justo a la una de la tarde del día 21 de junio, es decir al comienzo del verano”, menciono la entrevistada.

Con la corrección respectiva del horario de verano vigente actualmente en el país, la hora correcta donde la luz recorre los petroglifos realmente corresponde a las 12 del mediodía.

Lo anterior es sorprendente ya que sus autores carecían de instrumentos, calendarios y todo el equipo necesario para realizar mediciones y colocar las rocas y realizar los grabados en el lugar indicado para su alineamiento con los rayos del sol, al inicio del verano.

Las cuentas y los equinoccios de Paredón, Coahuila.

En las crestas rocosas de las lomas y cerros de Paredón, poblado ubicado en Ramos Arizpe, los antiguos pobladores dejaron constancia de su amplio conocimiento astronómico.

En el sitio denominado La Biblioteca localizado en una loma, existen infinidad de petrograbados de líneas punteadas.

Equinoccio de primavera Paredon

Muy semejante a Boca de Porterillos, el sitio guarda la mayor parte de sus secretos ya que no ha sido estudiado.

Destaca un glifo con forma de zig-zag, tallado justo al lado de una cuenta; el grabado esta alineado justo a la salida del sol. Conforme va apareciendo la luz el motivo es iluminado durante el amanecer.

A unos kilómetros, en sitio conocido como Cerro Bola, los astrónomos prehistóricos construyeron un arco por donde pasa la luz del sol durante el atardecer, en las rocas aledañas de encuentras figuras de chamanes, huellas de pies humanos y felinos.

Las serpientes de Ramos Arizpe

Al pie de la carretera Saltillo-Monclova, en Ramos Arizpe, se encuentra el punto conocido como Puerto de la Batea llamado además el Cerro del Cardonal. Se trata de dos crestas rocosas que contienen una enorme diversidad de atlatls (especie de lanza dardos), conteos en la roca y una combinación de figuras antropomorfas, algunas mostrando una especie de ritual relacionado con el movimiento de las estrellas y la caza.

De todos los petroglifos destacan la representación de varias serpientes en la parte más alta de uno de los cerros.

Las serpientes se distinguen fácilmente de todos los petroglifos y se hallan en una posición dinámica y forman parte de un conjunto mayor de motivos relacionados con la caza y los conteos.

Para Rufino Rodríguez Garza, cronista y explorador de Coahuila, este sitio es muy especial y guarda muchos de sus secretos.

“De toda el área de Ramos Arizpe, Cerro del Cardonal es uno de los más especiales, se podría decir que es un lugar intermedio entre los estilos Pelillal y El Barril, sin embargo, hay que destacar la cantidad y diversidad de atlatls grabados en la roca”, aclaró Rodríguez Garza.

El experimentado excursionista mencionó que el sitio fue un lugar sumamente importante para los antiguos naturales por la complejidad de sus motivos.

“Hay representaciones de la Luna en acción de caza, lo que dota al espacio de una connotación especial, además de que antigüedad puede llegar a superar los 4 mil años”, enunció.

Sobre las serpientes Rufino Rodríguez (12) señaló que se puede tratar de una especie de ritual relacionado con la estación de lluvia, la época más importante para la caza y la recolección.

12. Entrevista a Rufino Rodrígez Garza, julio 2008.

En el solsticio de verano, los rayos del sol poco a poco se van sobre las grandes rocas las cuales generan una sombra la cual va despareciendo al mediodía sobre los cuerpos ondulantes de las serpientes.

Destaca también una bóveda similar a la de Loma del Muerto donde los rayos del sol se proyectan sobre unos petroglifos el 21 de junio.


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Cómo citar este artículo:

Encinas, Lorenzo. La astronomía prehistórica del noreste de México.
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