Diversificar para poblar: El contexto arqueológico brasileño
en la transición Pleistoceno-Holoceno
Adriana
Schmidt Dias. dias.a@uol.com.br Departamento de Historia, Universidade
Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS). Campus do Vale/ Av. Bento
Gonçalves, 9500. Cep. 91509-900.
Porto Alegre, Rio Grande do Sul/ Brasil.
Resumen
La diversidad cultural de los primeros
cazadores-recolectores suramericanos ha sido menos investigada por
los arqueólogos debido al énfasis otorgado a los aspectos
cronológicos relacionados con el proceso de ocupación
territorial. El registro arqueológico de Brasil en la transición
pleistoceno-holoceno (12.000-8.000 años AP) indica una ocupación
poblacional estable caracterizada por una subsistencia generalista.
Las diferencias regionales son claras desde el primer momento, tanto
en términos de la variabilidad de las industrias líticas
como por los temas y estilos del arte rupestre, lo que sugiere una
diversidad de elecciones adaptativas a las transformaciones climáticas
que moldearon el mosaico ambiental brasileño de esa época.
Abstract
The cultural diversity of the
first South American hunter-gatherers has been little researched
by archaeologists due to the emphasis placed on chronological issues.
The archaeological record from Brazil from the Pleistocene-Holocene
transition (12.000-8.000 years BP) indicates a stable population
characterized by a generalized subsistence. Regional differences
are clear from the start, from lithic industries to rock art, suggesting
a diversity of adaptive choices to the climatic transformations
that created the Brazilian envi-ronmental mosaic of that time.
1.Introducción
La diversidad de elecciones culturales
que caracterizan los primeros cazadores-recolectores que ocuparon
el continente sudamericano ha sido colocada en un segundo plano
frente al énfasis dado a la cronología de los procesos
de ocupación territorial. Sin embargo, el contexto arqueológico
brasileño en la transición pleistoceno-holoceno permite
enfocar esta cuestión con una óptica diferente. Los
datos arqueológicos disponibles para el período entre
12.000 y 8.000 años apuntan a una ocupación poblacional
estable con estrategias de subsistencia generalizadas. Sin embargo,
desde las primeras evidencias de ocupación las diferencias
regionales son claras en la variabilidad de las industrias líticas
y en los temas y estilos del arte rupestre, indicando una diversidad
de elecciones adaptativas a las trans-formaciones climáticas
que moldearon el mosaico ambiental brasileño a lo largo del
holoceno.
La diversidad presentada por estas
poblaciones cazadoras-recolectoras indica que el poblamiento inicial
del territorio brasileño ocurrió en una época
temprana. Aunque las dataciones (Tabla 1) que apoyan esta hipótesis
fueron obtenidas en diversos contextos arqueológicos (1),
su validez ha sido cuestionada debido a la ausencia de evidencias
concretas que relacionen los contextos pleistocénicos con
la acción antrópica (Schmitz 1990; Meltzer et al.1996;
Prous 1997). A pesar de estas controversias en el norte, noreste
y centro oeste del país (Fig. 1) se encuentran evidencias
arqueológicas de ocupaciones estables de cazadores-recolectores
en ambientes tropicales y semiáridos fechadas entre 12.300
y 8.050 años AP y representadas por industrias líticas
caracterizadas por la producción de artefactos sobre láminas
con retoque unifacial (lesmas) y asociadas a la tradición (2) Itaparica. También se encuentran
industrias líticas expeditivas caracterizadas por la presencia
de lascas de cuarzo y cuarzita, asociadas a etarramientos humanos,
con dataciones entre 12.000 y 10.000 en el Estado de Minas Gerais.
En ambos casos la mayoría de los sitios investigados se encuentra
en abrigos rocosos y presenta pinturas rupestres relacionadas con
estas primeras ocupaciones. En las regiones subtropicales del sur
de Brasil las ocupaciones más antiguas, a cielo abierto y
en abrigos rocosos, se sitúan entre 12.770 y 8.020 años
AP y presentan industrias líticas bifaciles caracterizadas
por la presencia de bifaces de la tradición Umbu (Schmitz
1984, 1987,1990; Prous y Fogaça 1999; Dillehay 2000).
|
Figura 1.-
Zonas ecológicas y sítios arqueológicos
de la transición pleistoceno-holoceno: 1. Toca da Pedra
Pintada; 2. Boqueirão da Pedra Furada (São Raimundo
Nonato); 3. Santa Elina; 4. Sítio GO-JA-01 (Serrápolis);
5. Lapa Vermelha IV (Lagoa Santa) e Santana do Riacho; 6.
Sítios de la Tradición Umbu en el médio
curso del rio Uruguai; 7. RS-S-327: Sangão (valle del
río dos Sinos) y RS-TQ-58: Garivaldino (valle del río
Caí). |
Tabla 1. Dataciones
entre 12.000 y 8.000 años AP para sitios arqueológicos
brasileños. *Sitios a cielo abierto, ** Datación
por TL. |
|
2.Cazadores-recolectores de floresta tropical:
Amazonia brasileña
La cronología y los procesos
de ocupación de la región amazónica por sociedades
cazadoras-recolectoras son poco conocidos (Roosevelt 1992). Hasta
poco tiempo se aceptaba la idea de que durante el pleistoceno predominó
en la región amazónica
un clima seco que generó
formaciones vegetales abiertas sobre el área hoy ocupada
por la floresta amazónica. De acuerdo con Ab’Saber (1977)
las formaciones vegetales de sabana (cerrado) tuvieron mayor extensión
durante el pleistoceno, extendiéndose por el interior de
la Amazonia oriental y central y dejando refugios forestales solamente
en "islas" de humedad. De esta forma la expansión
de la floresta amazónica sería un fenómeno
ambiental
reciente, es decir, de los últimos
6000 años. Sin embargo, estudios paleo-ambientales realizados
en el centro-oeste de la Amazonia han refutado la teoría
de los refugios, indicando que en el auge de la última glaciación,
hace unos 20.000 años, la disminución de las precipitaciones
fue insuficiente para la reducción de la cobertura vegetal;
además, estudios
sedimentológicos en la desembocadura
del Amazonas documentan una baja deposición de polen de gramíneas
en la cuenca amazónica, lo que sugiere la permanencia de
las florestas tropicales durante el pleistoceno (Colinvaux 1995).
La presencia de las florestas tropicales
en la transición pleistoceno-holoceno no debe haber representado
una barrera a las primeras ocupaciones humanas, aunque hasta ahora
son poco los sitios tempranos de cazadores-recolectores investigados
en la Amazonia brasileña. Entre las pocas excepciones se
destaca el sitio MT-GU-01, Abrigo do Sol, situado en el valle medio
del río Guaporé, en la frontera entre los Estados
de Rondonia y Mato Grosso, con dataciones entre 10.600 y 8.930 años
AP. Sin embargo, la breve nota de investigación publicada
sobre este sitio no aclara las características de su industria
lítica ni su real asociación con las dataciones obtenidas
(Miller 1987).
Una alternativa a este cuadro está
representada por las excavaciones realizadas por Anna Roosevelt
et al. (1996) en la gruta da Pedra Pintada, en Monte Alegre, en
el Estado de Pará. A partir de 56 dataciones radiocarbónicas
de muestras de plantas carbonizadas y 13 dataciones en termoluminescencia
realizadas sobre sedimentos y artefactos líticos con evidencias
de quema fue posible establecer una cronología inicial para
la ocupación de la Amazonia entre 11.145 y 10.000 años
AP. Esta ocupación está asociada a una industria lítica
bifacial y a restos arqueo-faunísticos que apuntan a la explotación
de recursos de la floreta tropical, sobre todo peces, roedores,
murciélagos, moluscos fluviales, tortugas, serpientes, anfibios,
pájaros y mamíferos ungulados de tamaño mediano (3). Los datos relativos a este sitio
apuntan a una industria lítica que presenta mayores semejanzas
con los contextos de cazadores-recolectores del sur del país,
indicando posibles flujos migratorios y expansión de áreas
de cobertura forestal a lo largo de los ríos Paraguay, Paraná
y Uruguay en la transición pleistoceno-holoceno (4).
3.Cazadores-recolectores de sabana:noreste
y centro-oeste de Brasil
La transición pleistoceno-holoceno
en las regiones noreste y central de Brasil se caracterizó
por variaciones climáticas locales que afectaron la disponibilidad
estacional de recursos. Al final del pleistoceno e inicio del holoceno
ocurrieron eventos de mayor humedad y aumentó la temperatura;
este clima más ameno favoreció la ocupación
humana inicial de esta área. Durante el holoceno medio se
registrarons varios episodios de menor pluviosidad, posiblemente
responsables del abandono de extensas regiones de Brasil central
por los pri-meros colonizadores. Estudios palinológicos en
el Estado de Minas Gerais han demostrado rápidos cambios
climáticos en este período, con fluctuaciones entre
climas fríos y húmedos y calurosos y secos entre 9.000
y 5.000 años AP. Además, la información paleoclimática
obtenida en el Estado de Goiás indica un aumento progresivo
de precipitación entre 10.400 y 7.700 años AP, volviéndose
el clima cada vez más húmedo y caluroso entre 6.500
y 3.500 años AP. Estas fluctuaciones climáticas a
lo largo del holoceno produjeron la expansión de las sabanas
desde el centro de Brasil, sustituyendo, hacia el norte, extensas
áreas de floresta tropical. Las sabanas también se
extendieron hacia el noreste, siendo sustituidas progresivamente
durante el holoceno (5) por formaciones
xerofíticas (caatinga), caracterizadas por vegetación
arbustiva y espinosa y por la presencia de numerosas especies de
cactáceas (Martin 1997; Kipnis 1998, 2002, 2003; Araújo
et al. 2003).
En la región noreste de Brasil
diversos sitios arqueológicos presentan dataciones entre
12.000 y 8.000 años AP, destacándose la región
de São Raimundo Nonato, en el sureste de Piauí (6) (Guidon 1986; Guidon y Delibras 1986; Parenti 1996; Martin 1997).
Las investigaciones coordinadas por Niéde Guidon desde 1970
identificaron en esta área más de 100 sitios en abrigos
rocosos asociados con pinturas rupestres, destacándose el
sitio del Boqueirão da Pedra Furada. Excavado entre 1978
y 1988, este sitio esta situado en la cuesta de una falda de arenisca;
en un extremo del sitio hay un pozo natural que recibe la lluvia
que escurre por una chimenea excavada en la roca, con capacidad
para almacenar hasta 7.000 litros de agua. Este sitio es conocido
por su secuencia de dataciones pleistocénicas asociadas a
una industria sobre guijarros y lascas de cuarzita y cuarzo, cuya
validez es centro de una polémica aún no resuelta.
Sin embargo, Pedra Furada también presenta una secuencia
de 12 dataciones entre 10.540 y 8.050 años AP asociada a
una industria lítica caracterizada por la explotación
de materias primas variadas (cuarzita, cuarzo, sílex, calcedonia
y arenisca silicificada) y por la producción de artefactos
retocados sobre lascas, sobre todo de láminas con retoque
unifacial, características de la tradición Itaparica.
El sitio también presenta concentraciones de núcleos
y lascas unipolares, indicando áreas de producción
de artefactos, y cientos de pinturas rupestres. Las excavaciones
de otros 10 sitios de la región de São Raimundo Nonato
confirman la intensidad de la ocupación humana en esta franja
temporal, presentando una secuencia de dataciones entre 12.330 y
8.050 años AP relacionada a una industria lítica semejante.
|
Figura
2. Panel rupestre de Baixão do Perna I, fechado
entre 10.000 y 7.000 años AP (Martin 1997: 101). |
La asociación entre las pinturas
rupestres y las ocupaciones humanas de la transición pleistoceno-holoceno
en esta región fue confirmada por las excavaciones del sitio
Baixão do Perna I, que presentó un panel de pinturas
(Fig. 2) cubierto por un componente arqueológico fechado
en 4.920 años AP. El componente situado por debajo del panel
posee 3 dataciones entre 10.500 y 9.500 años AP asociadas
a una industria lítica de la tradición Itaparica.
Esto permite situar en esta franja temporal el inicio de las pinturas
rupestres que se distribuyen por todos los abrigos rocosos del área(7).
Los sitios del área de São
Raimundo Nonato no presentan enterramientos humanos. Hasta el momento
sólo se ha identificado un enterramiento femenino en Toca
do Papagaio, con una datación de 8.670+120 AP (MC-2480).
Sólo otros dos sitios con estas características fueron
identificados en la región de Seridó, en Rio Grande
do Norte, a 1200 kilómetros del área anterior: un
enterramiento infantil en Mirador, con dataciones de 9.410+110 AP
(CSIC-720), y dos enterramientos en Pedra do Alexandre con dataciones
de 9.400+35 AP (CSIC-967) y 8.280+30 AP (CSIC-965) (Martin 1997).
Investigaciones arqueológicas
en el valle del río São Francisco identificaron contextos
de cazadores-recolectores asociados a industrias líticas
de la tradición Itaparica con dataciones entre 9.110 y 8.860
años AP, destacándose la presencia de decenas de sitios
líticos a cielo abierto asociados a afloramientos de cuarzo
y cuarzita, pero sin dataciones (Schmitz et al. 1996; Martin 1997).
Por otra parte, trabajos recientes en el valle medio del río
Tocantins localizaron una alta densidad de sitios líticos
a cielo abierto con características semejantes, cuyas excavaciones
arrojaron fechas entre 9.990 y 8.980 años AP. La variabilidad
identificada en estos conjuntos líticos apunta a distinciones
funcionales entre sitios de un mismo sistema de asentamiento, con
unidades habitacionales y locales especializados en la explotación
de materias primas y producción inicial de artefactos (Bueno
2003).
De los contextos arqueológicos
relacionados con la tradición Itaparica se destacan los sitios
de la región de Serranópolis, en el suroeste del Estado
de Goiás (Schmitz 1984, 1986, 1987; Schmitz et al. 1989,
1997, 2004); allí se registraron 43 sitios en abrigos rocosos
con pinturas rupestres (Fig. 3), distribuidos en 6 concentraciones
a lo largo del río Verde, afluente del río Paranaíba.
Los sitios del área sólo fueron sondeados para obtener
muestras para datación y caracterización cultural;
sólo se excavó un área más amplia, 40
m2, en el abrigo GO-JA-01 (40). Estas excavaciones
indicaron que la fase inicial de ocupación de la región
de Serranó-polis ocurrió entre 10.750 y 8.370 años
AP, representada por una industria lítica caracterizada por
la presencia de artefactos formales elaborados sobre láminas
unifaciales, asociados a bifaces y a una gran cantidad de núcleos
y lascas unipolares, algunas con retoque periférico (8).
Las materias primas predominantes son de origen local (cuarzita,
arenisca silicificada y calcedonia). Unos artefactos líticos
impregnados con pigmentos rojos (9) sugieren que las pinturas rupestres del sitio fueron iniciadas en
esa época.
|
Figura
3.Panel XV del sitio GO-JA-03 (Schmitz et al. 1997). |
Las excavaciones de la fase de ocupación
más antigua del sitio GO-JA-01 revelaron un conjunto lítico
de más de 100.000 piezas, asociados a una alta densidad de
vestigios arqueo-faunísticos; el espacio del abrigo fue utilizado
como área doméstica, tal como ocurrió con otros
sitios de la región. El análisis zooarqueológico
de esta colección indica que la explotación generalizada
de los recursos faunísticos del cerrado comenzó en
la primera fase de ocupación, manteniéndose hasta
el holoceno medio; en esta época aumentó el consumo
de gasterópodos terrestres. De las especies de mamíferos
identificadas en las excavaciones se destacan venados (Mazama americana
y Ozotocerus benzoarticus), pecarí (Tayassu tajacu), oso
hormiguero (Tamanduá tetradactylus), lobo guará (Crysocium
brachiurus), puma (Puma concolor), maracajá (Felis wiedi),
armadillos (Cabassous tatouay, Euphractus sexcintus y Dasypus novencinctus),
comadreja (Didelphis sp.), cuica (Philander opossum), capibara (Hydrochoeris
hydrochoeris), agouti (Dasyprocta sp.) y mono (Alouatta caraya).
También fueron explotadas varias especies de peces, aves
–destacándose entre estas la saracura (Aramides sp.)
y el ñandú (Rhea americana)– y reptiles (lagartos,
tortugas, serpientes y yacarés). Las excavaciones también
pusieron en evidencia en los niveles antiguos la presencia de abundantes
restos vegetales que indican el consumo de frutos de árboles
y palmeras típicas del cerrado, como gueroba (Syagrus oleácea),
jerivá (Syagrus romanzoffiana), acumã (Syagrus flexuosa),
jatobá (Hymenea stigonocarpa), babaçu (Orbignya sp.),
caju (Anacardium sp.) y pequi (Caryocar brasiliense).
Las primeras evidencias de asociación
de megafauna extinta con restos humanos en Suramérica fueron
identificadas entre 1840 y 1850 en las grutas de la región
de Lagoa Santa, en el centro del Estado de Minas Gerais, por el
naturalista danés Peter Lund. Sin embargo, las investigaciones
arqueológicas de los últimos 40 años en la
región no han permitido identificar evidencias de explotación
sistemática de este tipo de recurso faunístico. Los
primeros trabajos arqueológicos en Lagoa Santa fueron hechos
en la década de 1960 por Wesley Hurty colaboradores, quienes
registrarons varios sitios en abrigos rocosos con asociaciones de
restos humanos, paneles de pinturas rupestres y una industria lítica
caracterizada por la presencia de lascas y núcleos bipolares
de cuarzo, algunos de ellos con retoque. Las primeras dataciones
radiocarbónicas para el área fueron obtenidas en el
abrigo 6 de Cerca Grande, con valores entre 9.720 y 9.028 años
AP, en asociación con 11 enterramientos humanos (Hurt y Blasis
1969; Alvim 1977).
En la década de 1970 nuevas
dataciones, entre 11.680 y 9.580 años AP, fueron obtenidas
en Lagoa Santa, en el abrigo de Lapa Vermelha IV (Laming-Emperaire
1979; Prous 1986). Este sitio presentó restos de megafauna
(Glossotherium) y un cráneo femenino; la industria lítica
estaba representada por pocas lascas de cuarzo. Las excavaciones
no evidenciaron niveles claros de ocupación asociados al
carbón fechado, posiblemente de origen natural. El cráneo
femenino de Lagoa Santa ha sido fechado recientemente, confirmando
una antigüedad de 9.330+60 AP (Beta-84439) (Prous y Fogaça
1999).
Las excavaciones del Abrigo Grande
de Santana do Riacho, situado en la Serra do Cipó, 60 kilómetros
al norte de Lagoa Santa, permitieron caracterizar mejor las ocupaciones
de la transición pleistoceno-holoceno en esta área
(Prous 1986, 1991, 1992/1993; Kipnis 1998, 2002, 2003; Prous y Fogaça1999).
Entre 1977 y 1979 André Prous y colaboradores excavaron un
área de más de 100 m2 en este sitio, obteniendo 39
dataciones que indican una
ocupación continuada de este
abrigo entre 11.960 y 1.000 años AP. Las dataciones más
antiguas están asociadas con una lentícula de ceniza
perturbada por ocupaciones posteriores. Las dataciones entre 10.000
y 8.000 años AP se relacionan con un conjunto de 24 estructuras
de enterramientos asociadas a 40 individuos; una de ellas fue fechada
en 9.460+110 AP (GIF-4508). Los enterramientos individuales o colectivos
fueron hechos en cuevas ovales; el muerto fue envuelto en una red
de fibras vegetales y cubierto con pigmentos rojos. Las cuevas funerarias
fueron marcadas con bloques de piedra, a veces pintados en rojo,
y con hogueras, con rara asociación de restos de alimentos.
El ajuar funerario fue limitado: percutores, lascas de cuarzo y
collares de cuentas de semillas.
En este sitio también se
encontró una concentración de residuos de lascamiento
bipolar, asociados a la producción de artefactos expeditivos
en cuarzo (10). Los pocos artefactos
formales son láminas con retoque unifacial, cuyas fuentes
de materia prima (sílex y calcedonia) se encuentran a 40
y 60 kilómetros de distancia. El análisis de las huellas
de uso de los artefactos sugiere su uso en actividades de procesamiento
de madera y pigmentos, lo que lleva a relacionar esta industria
con las prácticas funerarias y simbólicas asociadas
con las pinturas rupestres. Hay indicios de que la pintura de varios
paneles (11) (Fig. 4) que cubren las
paredes del abrigo fue iniciada en esta época; sin embargo,
el análisis diacrónico de las figuras indica que la
mayor intensidad de su producción fue posterior a su utilización para rituales funerarios, entre 7.000 y 5.000
años AP.
|
Figura
4. Panel X de Santana do Riacho,
situado junto al área de los enterramientos (Prous
1992/1993: 204-5). |
Análisis bioantropológicos
realizados sobre una muestra de más de 200 cráneos
colectados en Lagoa Santa en los últimos 150 años
indican homogeneidad de los primeros pobladores de las tierras bajas
suramericanas; sus características sugieren un origen premongoloide
(Alvim 1977; Neves et al. 1993, 1996a, 1996b, 1997; Hubbe et al.
2003). Los esqueletos de Santana do Riacho presentan el mismo patrón
craneométrico del área de Lagoa Santa. Los patrones
de desgaste dentario indican un consumo elevado de plantas del cerrado;
esta inferencia se confirma por la presencia de restos de pequi,
jatobá y licuri en los niveles fechados entre 10.000 y 8.000
años AP (Prous 1992/1993).
Un proyecto reciente en Lagoa Santa,
coordinado por Walter Neves, ha permitido la localización
de varios sitios arqueológicos y la datación de materiales
provenientes de sitios trabajados anteriormente por otros investigadores.
Los resultados obtenidos sugieren que el área presentó
dos épocas de enterramientos, la más antigua entre
10.000 y 8.000 años AP y la más reciente entre 2.000
y 1.000 años AP; hasta el momento no se ha fechado ningún
esqueleto humano o sitio arqueológico en el holoceno medion.
El segundo momento de ocupación está relacionado con
poblaciones horticultoras y ceramistas sin relación biológica
con los grupos cazadores-recolectores originales (Araújo
et al. 2003).
El valle del río Peruaçu,
al norte del Estado de Minas Gerais, presenta una ocupación
contemporánea a la de Lagoa Santa; allí se han localizado
más de 60 sitios en abrigos rocosos en un área de
10 km2 asociados con paneles de pinturas rupestres.
De estos sitios se destaca Lapa do Boquete, cuyas colecciones líticas
y arqueo-faunísticas han sido estudiadas en mayor detalle
(Fogaça 1995, 2001; Ribeiro et al. 1995/1996; Fogaça
et al. 1997; Kipnis 2002). Once dataciones de los niveles de ocupación
más antiguos con fechas entre 12.170 y 9.350 años
AP estaban asociadas a fogones en áreas de actividad domésticas,
producción de artefactos líticos y procesamiento y
consumo de alimentos. Las excavaciones también permitieron
la localización de un bloque con grabados debajo de un fogón
fechado de 9.350+80 AP (B-98573), confirmando la relación
entre los paneles rupestres de la región con las primeras
ocupaciones de cazadores-recolectores.
El estudio comparativo de las colecciones
arqueo-faunísticas de Lapa do Boquete y Lapa dos Bichos,
también situado en el valle del Peruaçu, indica que
el patrón de explotación de los recursos faunísticos
característico de la transición pleistoceno-holoceno
se mantiene hasta el holoceno medio (12),
sobre todo el consumo de mamíferos pequeños y medianos;
también son abundantes los restos vegetales de especies del
cerrado. De las especies identificadas entre 12.000 y 8.000 años
AP se destacan tapir (Tapirus terrestris), oso hormiguero (Tamanduá
tetradactyle), pecarís (Tayassu pecari y Tayassu tacaju),
monos (Lagothrix lagothricha y Cebus apella), venado (Mazama americana),
armadillos (Euphactus sexcinctus y Dasypus novencictus), agouti
(Dasyprocta sp.), paca (Agouti paca), cuy (Cavia aperea) y conejo
(Sylvilagos brasiliensis).
A diferencia de Lagoa Santa la industria
lítica está caracterizada por desechos de lascamiento
unipolar resultantes de la producción de artefactos formales,
unifaciales y bifaciales en sílex, arenisca silicificada,
cuarzo y calcedonia, materias primas disponibles localmente. La
presencia de núcleos y lascas con retoque caracteriza estrategias
tecnológicas expeditivas, que predominan en las ocupaciones
posteriores. Aunque los artefactos son escasos en el área
del abrigo a 20 metros de su entrada se encontró un área
de concentración de artefactos formales, predominando las
piezas unifaciales; también se halló un fragmento
de biface similar a las que caracterizan la tradición Itaparica
en el centro-oeste y noreste.
Tomando como base el contexto arqueológico
de Serranópolis Schmitz et al. (1989) sugirieron que los
sitios en abrigos rocosos de la tradición Itaparica, asociados
con pinturas rupestres, eran espacios habitacionales intensamente
utilizados en los que vivían grupos de cazadores-colectores
durante la estación lluviosa, cuando la productividad de
la flora del cerrado es mayor; estos grupos se habrían dispersado
por un territorio amplio durante la estación seca, que podría
llegar hasta 2.000 km2. Esta hipótesis
fue retomada por Kipnis (2002, 2003) para analizar la relación
entre los estilos regionales de arte rupestre en el centro y noreste
de Brasil y los modelos de movilidad de los cazadores-recolectores
de la transición pleistoceno-holoceno. Los estilos regionales
de arte rupestre, sugiere Kipnis, evidencian el desarrollo y mantenimiento
de redes sociales de larga distancia y habrían funcionado
como marcadores territoriales para garantizar el acceso de las bandas
locales a áreas del territorio regional en los ciclos de
movilidad anual; también habrían señalado los
lugares de reunión para intercambiar información y
reforzar relaciones de parentesco/ reciprocidad.
4.Cazadores-recolectores de floresta
subtropical: Brasil meridional
Los datos paleo-ambientales del
sur del Brasil muestran la estabilización de un clima más
húmedo y caluroso asociado a la expansión de la floresta
subtropical desde hace por lo menos 12.300 años; estas condiciones
climáticas benignas coinciden con las primeras ocupaciones
humanas estables en el área. Por sus características
ambientales la ocupación humana del sur de Brasil parece
no haber sido limitada por humedad, temperatura y estacionalidad
de los recursos; fue más bien estable en un clima más
templado que el del Brasil central, con relación a la disponibilidad
de agua, y la pampa argentina, con relación a bajas temperaturas
y disponibilidad de agua (Stevaux 2000; Behling y Negrelle 2001;
Araújo et al. 2003). Estudios palinológicos realizados
en el noreste del Estado de Rio Grande do Sul indican una tendencia
al desarrollo inicial de la floresta estacional subtropical hace
unos 9.800 años, en la misma época del inicio de la
ocupación cazadora-recolectora del área (Dias 1994,
2003; Ribeiro y Ribeiro 1999; Grala y Lors-cheitter 2001).
En el Estado de Rio Grande do Sul
14 sitios arqueológicos presentan dataciones alrededor de
la transición pleistoceno-holoceno (13).
La mayoría de estos sitios está asociada a depósitos
fluviales situados a lo largo del curso medio del río Uruguay
(Miller 1976, 1987). La datación más antigua de la
región, 12.770+220 AP (SI 801), fue obtenida en Arroio dos
Fósseis (RS-I-50) a partir de un cráneo de Glossotherium
robustus asociado con guijarros y lascas retocadas; sin embargo,
esta asociación parece deberse a procesos de arrastre fluvial
y las piezas lascadas producto de procesos naturales. Una situación
similar ocurre en Passo da Cruz 2 (RS-Q-2), un depósito discontinuo
de materiales líticos y fosilíferos distribuido a
lo largo de las barrancas del río, con una datación
indirecta de 12.690+100 AP (SI 2351) realizada a partir de carbón
natural (Milder 1994 1995). Los demás sitios del área
se localizan en barrancas próximas a las confluencias del
río Uruguay con los ríos Ibicuí, Ijuí
y Quaraí, que marcan la frontera entre Brasil, Argentina
y Uruguay. Diez y ocho dataciones se realizaron en 10 sitios, indicando
una ocupación inicial del área entre 11.555 y 8.585
años A.P. Los conjuntos líticos, que no están
asociados con megafauna, están compuestos por desechos de
lascamiento unipolar y bipolar y artefactos bifaciales, en su mayoría
en calcedonia y arenisca silicificada, destacándose las bifaces
pedunculadas y de cuerpo triangular, características de la
tradición Umbú. La mayoría de estos sitios
sólo fue sondeada para obtener muestras para datación;
la excavación de 100 m2 de Laranjito
(RS-I-69) y Milton Almeida (RS-I-66) reveló la presencia
de fogones asociados a conjuntos líticos y restos de fauna
de especie de los bosques de galería. Las secuencias de dataciones
obtenidas son indicadoras de patrones recurrentes de ocupación
de puntos específicos del paisaje, marcados por las zonas
de confluencia de cuerpos de agua.
El inicio de la ocupación
de la región nordeste del Estado de Rio Grande do Sul es
contemporáneo a la ocupación del valle medio del río
Uruguay, con dataciones entre 9.430 y 8.020 años AP en dos
sitios en abrigos rocosos situados en la meseta sur brasileña:
Garivaldino (RS-TQ-58), en el valle del río Caí, y
Los Sinos (RS-S-327), en el valle del Sangão. Los conjuntos
líticos de la tradición Umbú en esta área
presentan un patrón de organización tecnológica
similar y estable a lo largo del tiempo; la variabilidad que se
ha documentado es producto de una intensidad diferencial en la explotación
de las materias primas disponibles localmente. Las materias primas
seleccionadas fueron tratados de forma diferenciada: la calcedonia
y el cuarzo fueron trabajados con tecnología bipolar y el
basalto y la arenisca silicificada con tecnología unipolar.
Los artefactos formales son varios tipos de bifaces pedunculadas
de cuerpo triangular o apedunculadas de cuerpo lanceolado; su variación
formal está relacionada con distintas estrategias de reducción
de las materias primas y de reactivación de las piezas y
no con diferencias temporales. El estilo tecnológico común
identificado en las industrias líticas del área sugiere
un modelo de organización social caracterizado por un alto
grado de interacción entre las bandas, mediado por estrategias
de movilidad residencial frecuentes en un territorio amplio (Dias
1994, 1995/1996, 2003; Dias y Silva 2001).
Las investigaciones realizadas en
el alto valle del río Los Sinos permitieron identificar un
patrón recurrente de ocupaciones de sitios en abrigos rocosos
asociados a la tradición Umbu entre 8.800 y 440 años
AP (Dias 2003). Las excavaciones realizadas en tres abrigos rocosos
en esta área indican redundancias intra e intersitios en
las formas de ocupación del espacio, con patrones repetitivos
desobreposición de áreas de actividad doméstica
representadas por hogueras rodeadas por fragmentos de fauna y desechos
de lascamiento, lo que indica un patrón de descarte primario
asociado a ocupaciones rápidas, característico de
un modelo de asentamiento marcado por una alta movilidad residencial.
Los vestigios arqueológicos de estas ocupaciones están
relacionados, principalmente, con actividades de preparación,
distribución y consumo de alimentos, y producción
y mantenimiento de artefactos. Los conjuntos
líticos son resultado de la fabricación de artefactos
formales y bifaces (tecnología curada) y de artefactos informales
(tecnología expeditiva) elaborados sobre lascas unipolares
y bipolares. También se observó una tendencia a depositar
intencionalmente junto a las unidades domésticas materias
primas de buena cualidad, quizás dejadas en avance de la
reocupación de los sitios. El estudio de los conjuntos arqueo-faunísticos
indica que la explotación inicial de recursos de la floresta
subtropical se mantuvo a lo largo del holoceno. Se destaca la explotación
de varios mamíferos, como comadreja (Didelphis sp), armadillos
(Dasypus septemcinctus, Dasypus novemcinctus y Cabassous tatouay),
coatí (Nasua nasua), gato maracajá (Leopardus wiedii),
mono (Alouatta fusca), pecarí (Pecari tajacu), paca (Agouti
paca), nutria (Myocastor coypus), tapir (Tapirus terrestris), venado
(Mazama americana) y capibara (Hydro-chaeris hydrochaeris). También
es frecuente la presencia de gasterópodos terrestres, pelecípodos
fluviales, peces, aves y reptiles como tortuga, lagarto teiú
(Tupinambis teguixin) y yacaré (Caiman sp) (Ribeiro y Ribeiro
1999; Jacobus 2000, 2003; Dias 2003).
La asociación de paneles
de grabados rupestres con los sitios de cazadores-recolectores de
la floresta subtropical es menos frecuente que en el norte del país;
su cronología en el noreste del Estado de Rio Grande do Sul
es del holoceno medio. La frecuencia de enterramientos humanos asociados
a los sitios de la tradición Umbu es baja; este hecho sugiere
un modelo de asentamiento con alta movilidad (14).
5.Consideraciones finales
Brasil cubre 47% del área
total de América del Sur, por lo que los datos arqueológicos
obtenidos allí sobre la transición pleistoceno-holoceno
juegan un papel fundamental para la comprensión de los procesos
de ocupación inicial y diversificación cultural en
las tierras bajas suramericanas. Las investigaciones desarrolladas
en el país en los últimos 40 años han tenido
por objeto establecer una cronología de este poblamiento
y caracterizar las industrias líticas y las manifestaciones
rupestres regionales, sistematizadas a partir del concepto "tradición".
La información disponible sobre 67 sitios arqueológicos
asociados a esta franja temporal indican diversidad de respuestas
adaptativas de las poblaciones que ocuparon inicialmente el territorio
brasileño. Estas primeras adaptaciones marcan el origen de
un patrón de subsistencia a lo largo del holoceno basado
en la recolección de recursos vegetales y la explotación
de animales pequeños y medianos. Sin embargo, las variaciones
ambientales regionales se reflejan en distintas estrategias de movilidad
asociadas a la demarcación de territorios regionales, representados
por variaciones en las industrias líticas y en los estilos
de arte rupestre. Esta tendencia, que se estableció desde
el principio del poblamiento del territorio brasileño, se
desarrolló a lo largo del holoceno medio y resultó
en aumento poblacional y diferenciación regional cada vez
más marcados.
En algunos casos desaparecieron
algunos rasgos culturales y fueron abandonadas ciertas áreas,
como e ocurrió con los cazadores-recolectores del cerrado
asociados a la tradición Itaparica. En otros casos las estrategias
de adaptación desarrolladas al principio del holoceno perduraron
sin variaciones temporales hasta la conquista europea, como sucedió
con los cazadores-recolectores de floresta sub-tropical asociados
a la tradición Umbú. Las transformaciones climáticas
del holoceno medio también generaron economías especializadas,
tanto en la pesca y en la recolección de moluscos en el litoral
del sur (sambaquis o concheros) como en la producción de
cultígenos como mandioca en la Amazonia. Estas poblaciones
horticultoras originarias de la Amazonia ocuparon desde hace unos
2000 años las tierras bajas de Suramérica pobladas
inicialmente por los cazadores-recolectores examinados en este artículo.
NOTAS
1. De estos
contextos se destacan los sitios arqueológicos Boqueirão
da Pedra Furada (Piauí), Abrigo Santa Elina (Mato Grosso),
Abrigo da Lapa Vermelha IV (Minas Gerais), Alice Böer (São
Paulo) y Itaboraí (Rio de Janeiro), cuyas dataciones pleistocénicas
varían entre 200.000 y 14.000 años (Laming-Emperaire
1979; Beltrão et al. 1986a, 1986b; Guidon 1986, 1992; Guidon
y Delibras 1986; Prous 1986; Dillehay et al. 1992; Vilhena-Vialou
y Vialou 1994; Vilhena-Vialou et al. 1995; Beltrão1996, 2000;
Parenti 1996; Martin 1997;Vilhena-Vialou 2003).
2. En la arqueología
brasileña el concepto "tradición" define
un grupo de elementos o técnicas distribuidas por una determinada
región con persistencia temporal, indicando una misma unidad
cultural (Dias 1994).
3. A esta
ocupación de cazadores recolectores se sobrepuso una ocupación
cerámica fechada entre 7.580 y 6.625 años AP, posiblemente
relacionada con los ocupantes de los concheros lacustres de la región
de Taperinha que antecedieron a los cultivadores de la región
(Roosevelt et al. 1996). Las excavaciones del sitio PA-AT-69, Gruta
do Gavião, situado en la región de Carajás,
en el Estado do Pará, revelaron un contexto semejante aL
segundo período de ocupación de Monte Alegre, con
dataciones entre 8.140 y 2.900 años AP (Magalhães
1994).
4. En la Amazonia
y en el Estado de Rio Grande do Norte se han documentado hallazgos
aislados de bifaces, pero su asocia-ción con contextos arqueológicos
conocidos es imprecisa (Martin 1997; Hilbert 1998).
5. Aunque
los datos paleoambientales disponibles para la región centro-oeste
brasileña hayan permitido establecer una crono-logía
aproximada de la evolución local de los paleo-paisajes a
lo largo del holoceno este tipo de estudio aún es raro en
el noreste del país (Martin 1997).
6. Las investigaciones
arqueológicas en los demás estados del noreste se
han limitado a establecer patrones espaciales y cronologías.
En el noreste de Bahia la mayoría de los sitios de cazadores-recolectores
localizados presenta dataciones del holoceno medio, con excepción
del Abrigo do Pilão, con 4 dataciones entre 9.650 y 8.790
AP. En el norte del Estado de dataciones entre 11.000 y 8.000 años
AP; sus industrias líticas están asociadas a la tradición
Itaparica (Martin 1997).
7. Las pinturas
rupestres del noreste se distribuyen entre los estados de Piauí
y Bahia y presentan un estilo local asociado a la tradición
Nordeste. Se destacan las representaciones monocromáticas
en rojo de pequeñas figuras humanas (5 a 15 cm) en escenas
de lucha, sexo, danza y ritual. Las representaciones de animales,
principalmente cérvidos, son escenas de caza; también
es frecuente la representación de aves. Aunque ocurren variaciones
locales en los temas predominantes la tradición Nordeste
se caracteriza por la presencia de figuras recurrentes o emblemáticas,
como las escenas de danza colectiva alrededor de un árbol
y la representación de dos figuras adultas sujetando un niño
(Prous 1992; Martin 1997).
8. Entre 8.000
y 6.000 años AP ocurrieron variaciones con relación
a la composición de los conjuntos líticos, que en
esa época presentan características más expeditivas,
desapareciendo los artefactos plano-convexos (lesmas); estos fueron
sustituidos por artefactos multifuncionales elaborados a partir
de lascas retocadas. A este periodo pertenecen 18 enterramientos
en distintos sitios del área; su patrón de inhumación
es semejante al encontrado en Santana do Riacho (Schmitz et al.
1989).
9. Las pinturas
rupestres de los abrigos de la región de Serranópolis
tienen un estilo local caracterizado por la presencia de figuras
monocromáticas, en rojo, o bicromáticas, en rojo y
amarillo; en la composición de los paneles predominan figuras
geométricas asociadas a representaciones de animales, destacándose
reptiles (lagartos y tortugas) y aves (ñandú y araras),
y huellas humanas. Este tipo de patrón se relaciona con la
tradición San Francisco, cuyas pinturas se encuentran en
el valle del río San Francisco, desde el norte del Estado
de Minas Gerais hasta el Estado de Sergipe (Schmitz et al. 1989,
1997; Prous 1992).
10. Las industrias
líticas del sitio de la Lapa Pequena presentó características
semejantes, predominando residuos de lascamiento bipolar en cuarzo
y calcedonia, siendo raros los artefactos formales (Bryan y Gruhn
1978; Kipnis 2003). Hasta ahora se ha publicado poca información
sobre los demás sitios del Estado de Minas Gerais con dataciones
entre 10.000 y 8.000 años AP.
11. Las pinturas
rupestres de Santana do Riacho tienen un estilo regional marcado,
asociado a la tradición Planalto. La mayor concentración
de sitios rupestre de esta tradición se encuentra en el Estado
de Minas Gerais, limitando al norte con el Estado de Bahia y al
sur con el Estado de Paraná. Predominan las figuras monocromáticas
de animales, en rojo, destacándose la representación
de cérvidos; también fue frecuente la presencia de
aves y peces. Algunas escenas presentan pequeñas figuras
antropomorfas esquematizadas que cercan los animales que dominan
la composición del panel, quizás representaciones
de caza (Prous 1992, 1992/1993).
12. Algunas
de estas especies también están representadas en las
muestras más recientes de Santana do Riacho, indicando un
patrón de explotación de recursos faunísticos
similar a lo largo del holoceno (Kipnis 2002).
13. Los pocos
sitios de este período estudiados en el resto de la región
subtropical brasileña presentan contextos deposicionales,
industrias líticas y dataciones cuestionables. Se destacan
los sitios a cielo abierto PR-LN-8, en el Estado de Paraná,
y SC-U-6, en el Estado de Santa Catarina, con dataciones indirectas
de carbón natural en barrancas de ríos cuyas industrias
líticas son producto de arrastre fluvial de piezas asociadas
a las ocupaciones horticultoras más recientes. En el Estado
de São Paulo Alice Böer presenta dataciones de termoluminiscencia
de artefactos de sílex quemado en la franja de 10.000 años
AP, asociados a dataciones radiocarbónicas del holoceno medio;
una cronología semejante se obtuvo en los demás niveles
de ocupación de este sitio. Capelinha y Maximiliano, en el
valle del río Ribeira do Iguape, son excepciones; sus dataciones
indi-can una posible relación con los contextos de la tradición
Umbú del sur de Brasil (Dias y Jacobus 2001).
14. Estudios
bioantropológicos realizados en tres cráneos de esta
región, fechados entre 5.950+190 AP (SI-234) y 1.720+65 AP
(SI-2344), señalan la afinidad entre los cazadores-recolectores
de la tradición Umbu y los primeros colonizadores de Lagoa
Santa (Neves et al. 2003).
—¿Preguntas,
comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com—
Cómo
citar este artículo:
Dias,Adriana
Schmidt. Diversificar
para poblar: El contexto arqueológico
brasileño
en
la transición Pleistoceno-Holoceno
En
Rupestreweb, http://www.rupestreweb2.tripod.com/arqueobrasil.html
2005
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
AB’SABER, A. (1977): Espaços ocupados
pela expansão dos climas secos na América do Sul,
por ocasião dos períodos glaciais
quaternários. Paleoclimas, 3: 1-19.
ALVIM, M.C. (1977): Os antigos habitantes da área
arqueológica de Lagoa Santa, MG, Brasil: estudo morfológico.
Arquivos do Museu de História Natural
da Universidade Federal de Minas Gerais, 2: 119-174.
ARAÚJO, A.; NEVES, W.; PILO, L. (2003): Eventos
de seca durante o holoceno no Brasil: possíveis implicações
para o entendimento da variabilidade cultural
no período paleoíndio (11.000 — 7.500 AP). Ponencia
presentada en el XII Congreso de la Sociedad
de Arqueología Brasileira, São Paulo.
BEHLING, H.; NEGRELLE, R. (2001): Tropical rain
forest climate dynamics of the Atlantic lowland, southern Brazil,
during the late Quaternary. Quaternary Research,
56: 383-389.
BELTRÃO, M.C. (1996): A região arqueológica
de Central, Bahia, Brasil: a Toca da Esperança, um sítio
arqueológico do pleistoceno médio.
Anais da Conferência Internacional sobre Povoamento das Américas
— Revista da Funda-ção Museu
do Homem Americano, 1 (1): 115-138.
BELTRÃO, M.C. (2000): Ensaio de arqueologia:
uma abordagem transdisciplinar. Zit Editora, Rio de Janeiro.
BELTRÃO, M.C., ENRIQUEZ, C.; DANON, J.; ZULETA,
E.; POUPEAU, G. (1986a): Thermoluminescence dating of burned cherts
from Alice Böer Site (Brazil). New evidence for the pleistocene
peopling of the Americas (A.L. Bryan, ed.), University
of Maine, Oromo: 203-219.
BELTRÃO, M.C.; MORA, J.; VASCONCELOS, W.;
NEME, S. (1986b): Sítio arqueológico pleistocênico
em ambiente de encosta: Itaboraí, Rio
de Janeiro, Brasil. New evidence for the pleistocene peopling of
the Americas (A.L. Bryan, ed.), University
of Maine, Orono: 195-202.
BUENO, L. (2003): Variabilidade tecnológica
nos sítios líticos da região do Lajeado, médio
rio Tocantins. Tesis docto-ral, Universidade
de São Paulo, São Paulo.
BRYAN, A.L.; GRUHN, R. (1978): Results of test excavation
at Lapa Pequena, MG, Brazil. Arquivos do Museu de Histó-ria Natural da Universidade Federal de Minas Gerais,
3: 261-326.
COLINVAUX, P. (1995): The ice-age Amazon and the
problem of diversity. The Review of Archaeology, 19 (1):1-10.
DIAS, A.S. (1994): Repensando a Tradição
Umbu através de um estudo de caso. Tesis de Maestria, Pontifícia
Universidade Católica do Rio Grande
do Sul, Porto Alegre.
DIAS, A.S. (1995/1996): Estudo da representatividade
de pontas de projétil líticas enquanto marcadores
temporais para a Tradição Umbu.
Anais da VIII Reunião Científica da Sociedade de Arqueologia
Brasileira — Vol 1. (A. Kern, ed.), Edipucrs,
Porto Alegre: 309-332.
DIAS, A.S. (2003): Sistemas de assentamento e estilo
tecnológico: uma proposta interpretativa para a ocupação
pré-colonial do alto vale do rio dos
Sinos, Rio Grande do Sul. Tesis Doctoral, Museu de Arqueologia e
Etnologia da Universidade de São Paulo,
São Paulo.
DIAS, A.S.; JACOBUS, A. (2001): The antiquity of
the peopling of southern Brazil. Current Research in the Pleistocene, 18: 17-19.
DIAS, A.S.; SILVA, F. (2001): Sistema tecnológico
e estilo: as implicações desta inter-relação
no estudo das indústrias líticas
do sul do Brasil. Revista do Museu de Arqueologia e Etnologia, 10:
95-108.
DILLEHAY, T. (2000): The settlement of the Americas:
a new prehistory. Nueva York, Basic Books.
DILLEHAY, T.; ARDILA, G.; POLITIS, G.; BELTRÃO,
M.C. (1992): Earliest hunters and gatherers of South America. Journal of World Prehistory, 6(2): 145-204.
FOGAÇA, E. (1995): A tradição
Itaparica e as indústrias líticas pré-cerâmicas
da Lapa do Boquete (Minas Gerais-Brasil). Revista
do Museu de Arqueologia e Etnologia, 5: 145-158.
FOGAÇA, E. (2001): Mãos para o pensamento.
Tesis Doctoral, Pontifícia Universidade Católica do
Rio Grande do Sul, Porto Alegre.
FOGAÇA, E.; SAMPAIO, D.; MOLINA, L.A. (1997): Nas entrelinhas da Tradição: os instrumentos de ocasião
da Lapa do Boquete (Minas Gerais-Brasil).
Revista de Arqueologia, 10: 71-88.
GRALA, M.; LORCHEIDER, M.L. (2001): Paleoambientes
em Serra Velha, RS, Brasil, durante do holoceno. Boletim de Resumos
do VIII Congresso da ABEQUA: 393-394.
GUIDON, N. (1986): Las unidades culturales de São
Raimundo Nonato, sudeste del Estado de Piauí, Brasil. New
evi-dence for the pleistocene peopling of
the Americas (A.L. Bryan, ed.), University of Maine, Orono: 157-172.
GUDION, N. (1992): As ocupações pré-históricas
do Brasil (excetuando a Amazônia). História dos índios
no Brasil (M. Carneiro da Cunha, ed.), Companhia
das Letras, São Paulo: 37-52.
GUIDON, N.; DELIBRIAS, A. (1986): Carbon-14 dates
point to man in the Americas 32.000 years ago. Nature, 321(6072): 769-771.
HILBERT, K. (1998): Notas sobre algumas pontas de
projétil da Amazônia. Estudos Ibero-americanos, 24
(2): 291-310.
HUBBE, M.; MAZZUIA, E.; ARTURI, J.; NEVES, W. (2003): A primeira descoberta da América. Sociedade Brasileira de Genética, São Paulo.
HURT, W.; BLASIS, O. (1969): O projeto arqueológico
Lagoa Santa, Minas Gerais, Brasil (nota final). Arquivos do Mu-seu Paranaense, 4: 1-26.
JACOBUS, A. (2000): Caçadores coletores na
mata atlântica: um estudo de caso na região hidrográfica
da bacia do Lago Guaíba e Planície
Litorânea Adjacente (RS). Tesis de Doctorado, Universidade
de São Paulo, São Paulo.
JACOBUS, A. (2003): A práxis zooarqueológica
de caçadores coletores do centro e sul do Brasil. Ponencia
presentada en el XII Congreso de la Sociedad
de Arqueología Brasileira, São Paulo.
KIPNIS, R. (1998): Early hunter-gatherers in the
Americas: perspectives from central Brazil. Antiquity, 72 (277):
581- 592.
KIPNIS, R. (2002): Foraging societies of eastern
Central Brazil: an evolutionary ecological study of subsistence
strategies during the terminal pleistocene
and early/middle holocene. Tesis Doctoral, University of Michigan,
Ann Arbor.
KIPNIS, R. (2003): Long-term land tenure systems
in Central Brazil: evolutionary ecology, risk-mant, and social geo-graphy. Beyond foraging and collecting: evolutionary
change in hunter-gatherer settlement systems (B. Fitzhugh y
J. Habu, eds.), Plenum, Nueva York: 181-230.
LAMING-EMPERAIRE, A. (1979): Missions archéologiques
franco-brésiliennes de Lagoa Santa, Minas Gerais, Brésil
— Le grand abri de Lapa Vermelha (P.L.).
Revista de Pré-história, 1 (1): 53-89.
MAGALHÃES, M. (1994): AGruta do Gavião:
escavações, alimento e a organização
social. Arqueologia de Carajás (M. Magalhães,
ed.), Cia. Vale do Rio Doce, Rio de Janeiro: 48-63.
MARTIN, G. (1997): Pré-história do
Nordeste do Brasil. Editora Universitária/UFPE, Recife.
MELTZER, D., ADOVASIO, J.; DILLEHAY, T.D. (1996): Uma visão da Toca do Boqueirão da Pedra Furada. Anais
da Conferência
Internacional sobre Povoamento das Américas,
Revista da Fundação Museu do Homem Americano, 1 (1):
347-378.
MILDER, S. (1994): A Fase Ibicuí: uma revisão
arqueológica, cronológica e estratigráfica.
Tesis de Maestría, Pontifícia Universidade
Católica do Rio Grande do Sul, Porto Alegre.
MILDER, S. (1995): Uma breve análise da fase
arqueológica Ibicuí. Revista do CEPA, 19(22): 41-63.
MILLER, E. (1976): Resultados preliminares das pesquisas
arqueológicas paleoindígenas no Rio Grande do Sul,
Brasil. Actas del XLI Congreso Internacional
de Americanistas, Volume 3 (J. Chiaramonte, ed.), Instituto Nacional
de Antropologia y Historia, México:
484-491.
MILLER, E. (1987): Pesquisas arqueológicas
paleoindígenas no Brasil ocidental. Estudios Atacameños,
8: 37-61.
NEVES, W.; MEYER, D.; PUCCIARELLI, H. (1993): The
contribution of the morphology of early South and North American skeletal remains to the understanding of the
peopling of the Americas. American Journal of Physical Anthro-pology, 16: 150-151.
NEVES, W.; MEYER, D.; PUCCIARELLI, H. (1996a): Early
skeletal remains and the peopling of the Americas. Revista de Antropologia,
39(2): 121-139.
NEVES, W.; MUNFORD, D.; ZANINI, M. (1996b): Cranial
morphological variation and the colonization of the New
World: towards a four migration model. American
Journal of Physical Anthropology, 22: 176.
NEVES, W.; ZANINI, M.; MUNFORD, D.; PUCCIARELLI,
H. (1997): O povoamento da América a luz da morfologia craniana. Revista da USP: Dossiê surgimento do
homem na América, 34: 96-105.
NEVES, W.; HUBBE, M.; BERNARDO, D. (2003): Afinidades
morfológicas de três crânios associados à
Tradição Umbu: uma análise
exploratória. Ponencia presentada en el XII Congreso de la
Sociedad de Arqueología Brasileira, São Paulo.
PARENTI, F. (1996): Problemática da pré-história
do pleistoceno superiror no nordeste do Brasil: o Abrigo da Pedra
Fu-rada em seu contexto regional. Anais da
Conferência Internacional sobre Povoamento das Américas
— Revista da Fundação Museu
do Homem Americano, 1 (1): 15-54.
PROUS, A. (1986): Os mais antigos vestígios
arqueológicos no Brasil Central. New evidence for the pleistocene
peo-pling of the Americas (A.L. Bryan, ed.),
University of Maine, Orono: 173-182.
PROUS, A. (ed.) (1991): Santana do Riacho —
Tomo I. Arquivos do Museu de História Natural da Universidade
Federal de Minas Gerais, 12: 3-382.
PROUS, A. (ed.) (1992/1993): Santana do Riacho —
Tomo II. Arquivos do Museu de História Natural da Universidade Federal de Minas Gerais, 13/14: 3-417.
PROUS, A. (1991): Arqueologia Brasileira. Editora
UnB, Brasilia.
PROUS, A. (1997): O povoamento da América
visto do Brasil: uma perspectiva crítica. Revista da USP:
Dossiê surgi-mento do homem na América,
34: 8-21.
PROUS, A.; FOGAÇA, E. (1999): Archaeology
of the pleistocene-holocene boundary in Brazil. Quaternary International, 53/54: 21-41.
RIBEIRO, L.; ALONSO, M.; FOGAÇA, E. (1995/1996): Produção e utilização de artefatos líticos:
uma reconstituição do espaço
ocupado no início do holoceno na Lapa do Boquete (Minas Gerais
— Brasil). Anais da VIII Reunião Científicada
Sociedade de Arqueologia Brasileira-Vol 2 (A. Kern, ed.), Edipucrs,
Porto Alegre: 17-30.
RIBEIRO, P.; RIBEIRO, C. (1999): Escavações
arqueológicas no sítio RS-TQ-58, Montenegro, RS, Brasil.
Série Documentos da FURG, 10: 1-86.
ROOSEVELT, A.C. (1992): Arqueologia amazônica.
História dos índios no Brasil. (M. Carneiro da Cunha,
ed.), Companhia das Letras, São Paulo:
53-86.
ROOSEVELT, A.C.; LIMA, M.; LOPES, C.; MICHAB, M.;
MERCIER, C.; VALLADAS, H.; FEATHERS, J.; BARNETT, W.; IMAZIO, M.;
HENDERSON, A.; SLIVA, J.; CHERNOFF, B.; REESE, D.S.; HOLMAN, J.;
TOTH, N.; SCHICK, K. (1996): Paleoindian cave
dwellers in the Amazon: the peopling of the Americas. Science, 272:
373-384
SCHMITZ, I. (1984): Caçadores e coletores
da pré-história do Brasil. Instituto Anchietano de
Pesquisas, São Leopoldo.
SCHMITZ, I. (1986): Cazadores antiguos en el sudoeste
de Goiás, Brasil. New evidence for the pleistocene peopling
of the Americas (A.L. Bryan, ed.), University
of Maine, Orono: 183-194.
SCHMITZ, I. (1987): Prehistoric hunters and gatherers
of Brazil. Journal of World Prehistory, 1(1): 53-126.
SCHMITZ, I. (1990): O povoamento pleistocênico
do Brasil. Revista de Arqueología Americana, 1: 37-60.
SCHMITZ, I.; BARBOSA, A.; JACOBUS, A. (1989): Arqueologia
nos cerrados do Brasil Central: Serranópolis — Vol.
1. Pesquisas-Antropologia, 44: 9-208.
SCHMITZ, I.; BARBOSA, A.; MIRANDA, A. (1996): Arqueologia
nos cerrados do Brasil Central: sudoeste da Bahia e leste de
Goiás — O projeto Serra Geral. Pesquisas-Antropologia,
52: 7-198.
SCHMITZ, I.; SILVA, F.; BEBER, M.V. (1997): As pinturas
e gravuras dos abrigos: Serranópolis-Vol. 2. Instituto Anchietano de Pesquisas, São Leopoldo.
SCHMITZ, I.; ROSA, A.; BITENCOURT, A. (2004): Arqueologia
nos cerrados do Brasil Central: Serranópolis — Vol.
3. Pesquisas-Antropologia, 60: 7-286.
STEVAUX, J. (2000): Climatic events during the late
pleistocene and holocene in the upper Paraná river: correlation with NE Argentina and south-central Brazil.
Quaternary International, 72: 73-85.
VILHENA-VIALOU, A. (2003): Santa Elina Rockshelter,
Brazil: evidence of the coexistence of man and Glossotherium. Ancient
Evidences for Paleo South America: from where the south wind blows
(M. Salemme, N. Flegenheimer yL. Miotti, eds.),
Texas A&M University Press: 21-28.
VILHENA-VIALOU, A.; VIALOU, D. (1994): Les premiers
peuplements préhistoriques du Mato Grosso. Bulletin de la
Société Préhistorique
Française, 91 (4-5): 257-263.
VILHENA-VIALOU, A.; AUBRY, T.; BENABDELHADI, M.
(1995): Découverte de Mylodontinae dans un habitat préhistorique date du Mato Grosso (Brésil): l’abri
rupestre de Santa Elina. CR Academie dês Sciences, 320: 655-661.
[Rupestreweb Inicio] [Introducción] [Artículos]
[Noticias] [Mapa] [Investigadores] [Publique]
|