Elementos australianos del arte rupestre americano
Javier Tamblay Javier.Tamblay@arqueologos.cl
Colegio de Arqueólogos de Chile
RESUMEN
A partir de la definición clásica del hombre paleo americano, fósil, ultra dolicocéfalo, “melanesoide”, descrito desde Lagoa Santa hasta Baja California (Lund 1849, Eickstedt 1925, Imbelloni 1938). Considerando un contingente australiano “Huárpido” descrito en la etnología y antropología física americana (Canals Frau 1950). Y sumado a la reciente confirmación de un tipo físico humano de características australianas, adscrito a un contingente humano primigenio no mongoloide durante el proceso de poblamiento americano (Neves et al 1999). Indagamos sobre las posibles características culturales arqueológicas que podría acompañar a dicho contingente humano, resultando coincidente la morfología y temática del arte rupestre del norte de Australia, comparado a las más antiguas tradiciones rupestres de América. Estas reiteradas correspondencias se dividen en tres grupos principales: I) el arte rupestre de la tradición Mimi, de la Tierra de Arnhem (Norte de Australia), relacionado principalmente al arte rupestre de la Selva Tropical de Sudamérica. II) el arte rupestre estilo Quinkan de la península de Queensland, relacionado al arte rupestre de la península de Baja California, en México. III) el arte rupestre de manos impresas que acompaña a todos los casos anteriores.
Entre los elementos compartidos más conspicuos en ambos continentes, se encuentran la tradición de figuras antropomorfas muy delgadas con cabeza en forma de “C”. La asociación de la forma humana con insectos. La representación de cazadores con lanza-dardos y “corredores” vistos de perfil. Las figuras con brazos y piernas abiertas en 90 °. La compleja representación del parto y la vulva compuesta en forma similar. La representación convencional de los rasgos secundarios de ambos sexos. El paradigma Rayos X. Las Figuras de Hechicería de articulaciones inflamadas y figuras contorsionadas, atravesadas, invertidas o atravesadas con dardos. La singular representación del tubérculo ñame (Dioscorea). La equivalente estilización de ciertos canguros, cérvidos y carneros. La representación de una gran serpiente primordial rodeada de figuras humanas. Las manos negativas, positivas y las positivas digitadas en chevrón, principalmente.
Todos estos rasgos morfológicos y temáticos se encuentran además asociados, a rasgos arqueológicos y etnográficos diagnósticos coincidentes, tales como el búmerang, la churinga y la bramadera. Lo anterior sumado a un tipo físico no mongoloide de características australoides en Baja California y Sudamérica. Nuestro planteamiento considera que estas tradiciones proceden de al menos dos difusiones de grupos cazadores recolectores nómadas en la base del poblamiento de América, procedentes de Asia por la ruta de Beringia o del Pacifico Norte.
INTRODUCCIÓN
Comenzaremos con un breve preámbulo de
orientación sobre las tradiciones rupestres de Australia y América y acerca del
entorno geográfico y cronológico de la comparación.
I. Arte
rupestre relacionado a la tradición Mimi en América.
Utilizaremos el término “Mimi” en sentido amplio,
para referirnos a las figuras humanas estilizadas de la Tierra de Arnhem. El
arte Mimi pertenece al “tiempo de los sueños”, durante la creación del mundo y
la humanidad, según la mitología aborigen australiana. Derivado de las formas
más antiguas, el arte posterior a los Mimi Dinámicos, está caracterizado por
figuras antropomorfas muy delgadas, con aspecto de insectos o esqueletos y en
ocasiones al tubérculo ñame (Dioscorea). Entre sus personajes-tipo más connotados se
encuentran Baryini, la madre
primordial, Nabulwinbulwin, el ser
creador; Namarrgon, el “hombre rayo”
y Mabuyu, el pescador. También otras
tipologías como las mujeres de piernas contorsionadas hacia arriba, cazadores
con lanza dardos y personas vista de perfil que huyen con la boca abierta
(cabeza de anzuelo o en “C”). Aunque estos tipos se atribuyen a épocas recientes en
Arnhem, se encuentran representados en América de forma casi idéntica en las
expresiones rupestres de Pedra do Pilão (11.000 AP.), Lapa Do Ballet (10.000
AP), Lapa do Santo (11.000 AP) en Brasil, también en Chiribiquete (Colombia,
43.000/5.000 AP) y Juan Miserandino (Bolivia), así como en un grupo específico
de otros estilos precolombinos (Figuras 1 y 3).
II. Arte
rupestre relacionado al estilo Quinkan en América.
El arte antropomorfo tipo Quinkan (Queensland), se
caracteriza por escenas colectivas con siluetas desnudas de hombres y mujeres
vistos de frente, con los brazos abiertos. Algunos están en posición tumbada o
de cabeza. Les acompañan otras siluetas de peces y reptiles vistos de lado y mamíferos
vistos de costado. Entre sus personajes más connotados se encuentran los
espíritus Timara y Quinkan, junto al “Gran Tío”, el ser
creador de largos brazos y la Serpiente Arco Iris. Además de otros
personajes-tipo de arte rupestre de forma antropomorfa. Todos ellos se vinculan
a modelos anteriores de Arnhem. Quinkan se encuentra representado en forma casi
idéntica en el estilo Gran Mural de Baja California, especialmente en San
Borjita (México, 7.500 AP.). Presenta relaciones morfológicas y temáticas con
los estilos norteamericanos Barrier Canyon (Utah), Pecos River (Texas), y Grand
Canyon Polychrome (Utah), quienes además comparten atributos con la tradición
Mimi tardía (asociación a insectos e invertebrados) y al paradigma Rayos X,
sucesor de Mimi, arte rupestre que representa los órganos internos, presente en
la tierra de Arnhem, Norteamérica y en el escudo Brasilero (Figuras 1 y 4).
III. Arte
rupestre de manos impresas.
En el arte rupestre americano, vinculado a los
estilos anteriores, se encuentran todas las convenciones de manos impresas del
arte rupestre australiano y del Viejo Mundo: a) las manos negativas, estarcidas
o stencil de manos; b) las manos positivas, y especialmente, c) las manos
positivas con surcos en la palma hechos con el dedo, en forma de chevrón. Las
manos negativas se consideran muy antiguas en Australia y contemporáneas al
érica.
Cronología,
localización de estilos y posible ruta de contacto.
Debido a que las cronologías del arte rupestre son
indirectas y se encuentran en permanente proceso de replanteamiento, no es
fácil determinar la cronología exacta de su llegada el Nuevo Mundo.
Consideramos dos posibilidades antagónicas, sin descartar una u otra: a) una
difusión de datación pleistocénica desde 50.000/14.000 a 11.700 años, o bien,
b) dos difusiones holocénicas aproximadamente entre 10.800 a 7.500 años cada
una. Esta segunda posibilidad coincide con las principales cronologías
actualmente más aceptadas. Las dataciones rupestres en Australia se remontan al
50.000 AP, pero los estilos figurativos se estiman entre 10.000 AP (Mimi) y
5.000 AP (Quinkan). Por otra parte los tipos y estilos australianos comparados,
aunque parecen a simple vista muy posteriores a los americanos, derivan o
fueron repintados directamente sobre las Grandes Figuras Naturalistas, el
estilo más antiguo del periodo Pre Estuariano de Arnhem. Cualquiera sea la cronología de los procesos,
consideramos poco factible la reiteración casual de tantos patrones de
diferente categoría, compartidos solo por un grupo específico de estilos
rupestres. Porque se encuentran además asociados a otros aspectos
independientes del arte rupestre. Por ejemplo la presencia de búmerangs,
churingas y placas zumbadoras en América o la relación con el tipo ultra
dolicocéfalo de tipo melanesio o australiano confirmado por la antropología
biológica, clásica y de avanzada, desde Lund a Neves. Descartamos de plano la posibilidad de contactos por
la Antártica o por el Océano Pacifico del modo en que fueran propuestos en
algún momento (Rivet 1925, Mendes Correia 1949). La ruta más lógica es por el
norte, sea por nómadas de ascendencia australiana que atravesaron caminando el
puente de tierra Beringia durante el Pleistoceno, o sea por navegantes que
cruzaron el mar de Behring, durante el holoceno, o incluso arrastrados por la
corriente del Kuroshivo. Todo en el marco de contingentes de cazadores no
mongoloides durante el poblamiento del Nuevo Mundo (figura 2). La orientación al norte del contacto se establece por
la presencia en la Caverna Superior de Chukutién, en Pekín (China), del tipo
humano australoide (cráneo UC-101 de Weidenreich). Con cráneo ultra
dolicocéfalo y rasgos somáticos de tipo australiano. También al interior de
China se encuentra arte rupestre con manos estarcidas en negativo. Durante el
pleistoceno hace 12.000 años, en Pekín el ambiente era similar a la actual
sabana africana, con guepardos cazando gacelas y fauna extinta muy parecida a la
africana actual (Norton y Gao, 2008).
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Figura 1. Australia.
Principales estilos de arte rupestre australianos considerados (Mimi,
Quinkan y X Ray).
(Figuras
y adaptaciones. Tamblay 2013) |
Figura 2. Beringia.
Posible ruta de migración de una rama australiana
(por China y Alaska),
durante el periodo de
poblamiento americano (50.000-7.500 AP).
(Figuras
y adaptaciones. Tamblay 2013) |
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Figura 3. Sudamérica.
Principales sitios (estilos) sudamericanos de arte
rupestre con rasgos de
origen australiano Pedra do Pilão
(11.000 AP); Lapa do Ballet (10.800 AP);
(Chiribiquete, 5.000 AP); Juan Miserandino, Huayhua, además
estilos
relacionados como Finca de Chañaral, en
Atacama y Rio Pinturas, en Patagonia).
(Figuras
y adaptaciones. Tamblay 2013) |
Figura 4. Norteámerica.
Principales estilos norteamericanos de arte rupestre
con rasgos de origen
australiano (Gran Mural
de
Baja California, además Pecos River, Barrier
Canyon y Colorado X Ray).
(Figuras
y adaptaciones. Tamblay 2013) |
Correlaciones
formales y temáticas entre el arte rupestre de Australia y América del Sur.
El Arte Mimi “temprano” de la Tierra de Arnhem,
Territorio Norte de Australia, se considera antiguo en el arte rupestre
australiano. (20.000 a 8.000 BP según Chaloupka, 1993; post 10.000 AP según
Moorwood, 2002). Se realiza mediante bien contorneados dibujos rellenos con
trazos, denominadas: Grandes Figuras Naturalistas, Figuras Dinámicas, Figuras
Post-Dinámicas, Figuras Simples con Búmerang, Figuras Ñame y Figuras Mountford
atribuidas al Pre Estuariano (Pleistoceno-Holoceno temprano). Los aborígenes
actuales del territorio del Kakadu, no reconocen el significado del arte Mimi,
y lo atribuyen a unos antepasados extintos, los espíritus Mimi, del Tiempo de
los Sueños, quienes enseñaron todo a las generaciones posteriores (Bru 1991).
Denominamos Mimi “tardío” a las pinturas humanas muy
delgadas derivadas de las anteriores durante el período Estuariano (8.000-1.500
AP), Agua Dulce (1.500-300 AP) y Contacto (300-0 AP). A las que Chaloupka
denominó Figuras Cabeza de Anzuelo, Figuras de Hechicería y Complejo Rayos X.
La tradición Mimi tardía se focaliza en las Rocas de Injalak, Mount Borradaile,
Ubirr y Nurlangie (Burrunggui y Anbangbang). En ellas abunda el motivo humano
con las piernas y brazos flectados en 75° o 90°, interpretado como “espíritu”
en el código aborigen. Tienen evidentes rasgos inspirados en insectos (aspecto
de mosquitos, polillas, mantis, hormigas y avispas). La cabeza es generalmente
sub triangular (de mantis). Cuando se la representa de costado tiene posterior
curvo y una boca grande muy abierta (cabeza de anzuelo o en “C”), como
llamando o cantando, o por extracción de los incisivos. Esta convención perdura
desde el prototipo en Mikginj (Grandes Figuras Naturalistas), pasando por tipos
Post Dinámicos, como las Figuras con Picas de Combate (Chaloupka 1993:132),
hasta el tardío período de Contacto en Australia. Muchas figuras Rayos X
repintadas sobre imágenes del Pre Estuariano, conservan las antiguas siluetas
(sobre Grandes Figuras Naturalistas en Anbangbang, por ejemplo). Otras se
sobreponen a imágenes borradas al fondo de los paneles.
En el área cultural de Selva Tropical, no dentro sino
más bien en torno a la cuenca amazónica, se encuentra un grupo específico de
antiguas tradiciones rupestres de origen común y vinculadas la tradición Mimi:
en ciertas estribaciones del escudo de las Guayanas, en el escudo Brasilero y
en el interfluvio Amazonas-Paraná. En el Escudo de las Guayanas cerca de la
desembocadura del Amazonas, se encuentra la Caverna da Pedra Pintada (Monte Alegre,
Pará), con dataciones de 11.145 AP (Roosevelt et al 1996). Muy próxima y
asociada a ella se encuentra la Pedra do Pilão (figura 6), con un estilo
sudamericano vinculado morfológica y temáticamente a la tradición de figuras
Mimi de Hechicería y Cabeza de Anzuelo o en “C”, especialmente de Injalak
(figuras 5 y 6).
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Figura 5. Injalak
(Australia). Figura de Hechicería femenina color rojo muy delgada,
con engrosamientos
circulares y ovales en las articulaciones. (Compárese a figuras 6, 7 y 8.).
En
su interior tiene hombrecillos lineales con la boca abierta del tipo Cabeza de
Anzuelo. (Adaptación desde Lilley 2009 http://www.flickr.com/photos/chrislilley/139317430/in/photostream/)
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Figura 6. Pedra
do Pilão (Brasil). Al centro figura roja muy delgada con grandes círculos y óvalos.
En las articulaciones y alas de insecto en zigzag verticales. Arriba izquierda
figura delgada cabezaen C y “cola de camarón” (estilización de los genitales
o parto). A la derecha, figura comparable a la estilización del Ñame (Dioscorea) en Arnhem y Quinkan. Abajo a
la derecha: figura humanoide (cf. Tipo Mountford). Se le superponen manos positivas
en amarillo.
(Foto ASCOM. http://www.arqueotrop.com.br/2012/11/mais-19-sitios-arqueologicos-sao.html) |
Los personajes de la Pedra do Pilão,
reúnen características comunes con Lapa do Santo (Neves et al 2012), Lapa do
Ballet, Rei do Mato y Maquiné (Motta y Prous 1992), en la zona de Lagoa Santa
(Minas Gerais, centro de Brasil). Aquellos se relacionan con la sierra de
Chiribiquete (Colombia, extremo occidental del Escudo de las Guayanas (Baena et
al 2004; Castaño-Uribe y Van der Hammen 2006; Castaño-Uribe 2008) y con el
sitio Juan Miserandino (Calla 2001), del oriente de Bolivia (interfluvio
Amazonas-Paraná). Asimismo todos estos reúnen características comunes con las
figuras Mimi con aspecto de esqueletos o insectos de Injalak, Ubirr y
Nourlangie, al norte de Australia.
En particular, en la Pedra do Pilão (Figura 6), la
imagen principal es un diseño lineal rojo de aspecto antropomorfo, compuesto de
un eje atravesado por un arco con grandes círculos y óvalos rojos
equidistantes. El eje representaría la columna, el arco los brazos abiertos
arqueados hacia abajo. En el eje, visto de arriba abajo, los círculos equivalen
a la cabeza, el pecho y la cadera. A ambos lados del eje, saliendo del círculo
pectoral, dos bandas sinuosas verticales en zigzag, como alas de libélula
juvenil. Los brazos en arco tienen círculos en la parte correspondiente a los
hombros y óvalos en las muñecas. Presenta una línea terminada en círculo en el
codo izquierdo.
Esta figura parece del todo semejante a una
estilización de las Figuras de Hechicería femeninas de la serie Injalak y
Burrunggui relacionado a la posición de parto, y en su anatomía lineal con gruesos
círculos, a la figura del pescador Mabuyu de Ubirr. En la figura principal de Injalak (Figura 5), la imagen de color
rojo, según el relato aborigen, representa una mujer antropófaga con las
articulaciones inflamadas. Sus miembros están realizados con líneas largas y
delgadas, con círculos en codos y rodillas y óvalos en las muñecas y tobillos.
Tiene senos ovalados, delgados y apuntados. La cabeza es grande con enormes
mandíbulas aserradas y lengua larga, posiblemente de himenóptero. Se le ve la
columna y costillas. Destaca un grueso intestino vertical en zigzag y tiene
hombrecillos Mimi cabeza de anzuelo o en “C”, al interior de su vientre
dilatado, en el cual destaca el ombligo prominente. Debajo de su vagina y al
costado de la rodilla derecha, realizados en líneas finas, lo que parecen dos
figuras de cabeza y cuerpo redondeado con piernas cortas, a modo de retoños o
ñames, o bien “cocodrilos de agua dulce” (Chaloupka 1993:208).
En su aspecto general y detalles entre estas dos
figuras de Brasil y Australia presentan numerosas analogías formales. No
obstante la serie continúa si comparamos ambas figuras a otras mujeres
similares: una de la galería principal de Burrunggui, también de color rojo,
muy delgada, con círculos y en la misma postura. Y otra de la Galería Principal
de Ubirr, sin estos círculos (Figura 7). Aunque más simple que la de Injalak,
es tan esquematizada como su equivalente brasilera: al igual que esta no se le
distinguen las piernas, sino solo el tronco, la cabeza en “C”. Tiene un tocado
equivalente al círculo sobre la cabeza (y posiblemente otro en la cadera).
Senos similares a la de Injalak, brazos arqueados y antebrazos alzados. Sobre
su eje vertebral, se alinean en vertical tres rombos, todo ello en alargadas
líneas rojas. Estos rombos repiten la línea zig-zag vertical de las alas de la
figura de Pedra do Pilão y del intestino vertical de Injalak. Otras mujeres del
mismo estilo en Burrunggui, tienen características análogas, algunas más
figurativas, con rostro similar al de una mantis. Están en la misma postura con
las piernas flectadas y representan de manera similar la vulva. Estos rasgos
perduran desde Mikginj hasta Chañaral, en Australia y América (Figura 18).
La serie de figuras rojas muy delgadas con grandes círculos
en las articulaciones, incluye también otras figuras con cabeza en forma de
anzuelo. En la galería de la serpiente arco iris de Ubirr, una figura de
hechicería, tridáctila, con círculos en el cuerpo y codos. Y en el pescador Mabuyu con alas de mosquito (figura 9),
también se representa en rojo con un gran círculo en el pecho y otros más pequeños,
ovalados, en muñecas y pies. Este último tiene unos adornos baradi en los codos, que recuerdan el
segmento terminado en círculo, del codo derecho de Pedra do Pilão. Esta
tradición de figuras rojas delgadas con círculos, se estima muy reciente, de
la fase de contacto. Sin embargo círculos análogos se remontan a las figuras Mimi
dinámicas y Bradshaw antiguas.
A la izquierda de la figura principal de Pedra do Pilão,
se encuentra una figura humana roja lineal más pequeña, con una gran boca
abierta, de la serie cabeza de anzuelo. A su derecha, un gran circulo con un
segmento en su parte inferior terminada en otro círculo más pequeño, y otras
líneas en “V” invertida sobre la base. Esta figura recuerda al diseño del ñame
(Dioscorea), común al arte Mimi y
Quinkan, considerado de gran importancia y exclusivo de Australia (Chaloupka
op. cit. 138-145), aunque encontramos equivalentes en el estilo Pecos River.
Otros ñames similares se encuentran hacia la derecha de la figura principal de
Pedra do Pilão (figura 20). En ese sitio y en baja California se encuentran
también segmentos cruzados con círculos en sus extremos. También se encuentran
en Sete Cidades (Brasil) pero en forma de asterisco. Este símbolo representa en
Australia a los palos de percusión, típicos de la música aborigen. Otras
figuras representan mujeres con las piernas abiertas y hombres de cabeza. Rodean
la figura principal de Pedra do Pilão varias manos positivas de color amarillo,
algunas superpuestas a la figura con cabeza en forma de anzuelo, del panel
principal.
Debajo de esta figura se desarrollan varias líneas
sinuosas o retorcidas, algunas tienen indicios de personas de perfil con las
piernas juntas, otra recuerda la postura típica de la figura-ñame Mountford con
cabeza de gran tamaño, pero muy sencilla y esquemática (figura 23). Las pequeñas
figuras lineales dentro de los vientres abultados de esta mujer “embarazada” de
Injalak y del cazador antropófago del mismo sitio, comparten similitudes
estrechas con los personajes lineales y aquellas con vientre abultado de Lapa
do Ballet (figura 14).
Junto a ella (figura 9) se encuentra un personaje Mimi
con la misma boca abierta del pescador Mabuyu de Ubirr NT9119 (o de Namonyok) y la
misma “cola de camarón” (órganos sexuales, estilización del parto o faldellín)
del Mimi principal de Lapa do Ballet, del esquelético Namarrgon y de la madre Baryini en Anbangbang. Otra variante de esta serie se encontraría en Huayhua Roca 33
(figura 9), en Nasca (Orefici 1993:25), con un personaje principal en negro,
extremadamente parecido al de Lapa do Ballet. Otro caso similar procede de la cueva
Incamachay (Bolivia), allí las figuras antiguas negras fueron repintadas rojas con
un ribete blanco en épocas posteriores (como en Anbangbang), pero aun así se
distingue la misma estructura general, postura y las características “antenas”
y “cola de camarón” de Ubirr-Lapa do Ballet.
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Figura 7. Ubirr
(Australia).(Tamblay
2013) |
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Figura 9. 1) Ubirr, el pescador Mabuyu, con cuerpo y ala de mosquito (cf.
Tipulidae) (Tamblay
2013). 2) Pedra do Pilão, (arriba) (Moore 2009). 3) Huayhua, Nasca (abajo). Nótese
postura similar, la “cabezaen forma
de C” y “cola de camarón” según cada caso (Tamblay 2008, ad. desde Schobinger 1997).
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Figura 10. Cabezas
de perfil con boca abierta (en Anzuelo o forma de “C”), del arte Mimi
australiano y americano. Ejemplos procedentes de: 1 a 4) Dangurrun, Ubirr e Injalak,
Arnhem; 5, 6, 13) Lapa do Santo (fechado en 10.800 AP, Neves et al 2012), Rei do
Mato y Xique-Xique, Brasil; 7) Mazacualpa, Costa Rica; 8, 9) Chiribiquete,
Colombia; 11) Juan Miserandino, Bolivia; 13) Panther Cave, Texas y 14)Snake
in Mouth, Utah. (10-1: Ad. de Chaloupka 2003: 100. 10-2 Tamblay
2013. 10-3 de Chaloupka 1993. 10-4: Tamblay 2013. 10-5: de Neves 2012. 10-6:
de Moore 2009. 10-7: de Rodríguez 2008. 10-8: de oei. 10-9: Cardiel 2010. 10-10: Motta y Prous
1992. 10-11: de Abar 2011. 10-12: de Calla 2001. 10-13: ad. de Archeolog. 10-14:
ad. de Firnhaber 2007).
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Figura 11. Rasgos de humanos-insectos en Injalak (polilla) y Utah (libelula).
(Foto 11-1: ad. Wech 2008: 59. 11-2: ad. de Firnhaber 2007).
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Figura 12. Namarrgon el “hombre relámpago” con atavíos similares a “antenas de hormiga”
(hechas según la interpretación aborigen de esta figura repintada en 1963, Chaloupka 1993) y
“antenas” de camarón o insecto, cuerpo esquelético y “cola de camarón” (Foto:Tamblay 2013).
A la derecha figura de Lapa do Ballet con postura, “antenas” y “cola” similares (cf. Pedra do Pilão).
(Foto: ad. de Mendes Silva).
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Figura 13. Otra versión de Namarrgon en moción de perfil, al lado figura madre-hijo de Lapa do Ballet. Si ambas figuras se inspiran en artrópodos, el abdomen alargado en ambos casos se alza hasta alcanzar la cabeza. El ejemplar australiano se inspira posiblemente en el insecto palo y el brasilero podría representar un tipo de escorpión. (Fotos: 13-1Tamblay 2013, 13-2 ad. de Mendes Silva).
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Figura 14. Otra versión de Namarrgon en moción de perfil, al lado figura madre-hijo de Lapa do Ballet. Si ambas figuras se inspiran en artrópodos, el abdomen alargado en ambos casos se alza hasta alcanzar la cabeza. El ejemplar australiano se inspira posiblemente en el insecto palo y el brasilero podría representar un tipo de escorpión.
(Fotos 13-1: Tamblay 2013. 13-2: ad. de Mendes Silva). |
Los cazadores a la carrera con estólica y
dardos, vistos de perfil, caracterizan el Mimi cabeza en “C” australiano y
americano. Otros personajes desarmados corren en actitud vehemente con los
brazos hacia adelante, huyendo o buscando, en Burrungui (Nourlangie) y en las
danzas aborígenes. Son similares a ejemplos de Costa Rica, Colombia y Bolivia
en donde escapan de jaguares. En Lapa do Ballet hay otros muy similares con
piernas muy abiertas y tocados oblongos. En este sitio en la fila superior
todas son mujeres, con sus vulvas elongadas bi o tricompuestas, vientres
abultados e hijos. Los dos hombrecillos en diagonal arriba de la cabeza, en el
código australiano, simbolizarían los hijos con sus madres. La fila inferior
representa siete hombres con falo visible (figura 14). En Chiribiquete y Juan
Miserandino destacan estos personajes con el miembro erecto vistos de costado,
con la boca abierta que avanzan con los brazos extendidos hacia delante (figura
15 y 16).
Estos personajes “corredores”, de perfil,
boca abierta y brazos extendidos (en ocasiones con narices agudas), son
perseguidos por grandes felinos (Jaguares) con las fauces abiertas y a la
carrera que los atacan (Miserandino y Chiribiquete). Otra escena similar, de
color blanco, se encuentra en La Pintada de Azacualpa, Costa Rica (Rodríguez
2008), con tres mimis cabeza en “C” atacados por un jaguar. En Mikginj
(Arnhem), una escena parecida representa un grupo de cazadores cabeza de
anzuelo, atacando una gran serpiente pitón (Chaloupka 1993:128, figura 132). En
ambos casos se representan una reacción defensiva colectiva frente a los
grandes depredadores. En otros paneles, los “corredores” se aproximan vehemente
hacia un árbol (Juan Miserandino y en Toca da Estrema II, Estilo Serra Branca).
Acompañan a estos “corredores”, hileras
de pequeños tridáctilos sin cabeza, cuerpo redondo, manos y/o patas abiertos en
“X”. (9 en Juan Miserandino, 4 en Boquerão da Pedra Furada, 7 en Baixao da
Perna, tradición Itaparica, 10.500 AP. cf. 10 más detallados en Chiribiquete).
Se encuentran espíritus ñame, redondos, tridáctilos, sin brazos muy parecidos
en Arnhem y Quinkan (Figura 29, margen derecho, cf. Figura 24-4 margen
izquierdo).
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Figura 15. Chiribiquete, Colombia. Nótese las manos positivas, personas cabeza en “C”, delgadas de perfil y corriendo con los brazos adelante; la mujer con piernas abiertas con los pies hacia arriba, peces y bandas equivalentes a la serpiente arco iris, en comparación a Mimi y Quinkan. (Foto: http://www.oei.org.co/ciencias/perfiles.htm)
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Figura 16. Juan Miserandino (Bolivia) y La Pintada de Azacualpa (Costa Rica). Compárese a los corredores de Chiribiquete y Burrunggui. (Fotos: 16-1 Renán Cordero, 16-2 Rodríguez 2008). |
La estilización femenina en Australia y América
aborigen sigue códigos estéticos y significados culturales similares. La
fecundidad es un tema recurrente, en estos casos se da importancia al tema de
los genitales, la cópula, el embarazo y el momento del parto. La vagina se
representa de gran tamaño, en tres secciones: clítoris y labios, a partir de
dos curvas laterales y una recta central, o solo labios (Figura 18). Por otra
parte, existe en ambas tradiciones la figura de una mujer pariendo, de piernas
y manos abiertas con su saco vitelino o neonato unido al cuerpo por el cordón
umbilical (Figura 17). Sin embargo, esta temática no siempre tiene connotación
positiva en Australia y se confunde con la antropofagia de Andungun, la hechicería (Bim
bawabon) y la telúrica Imjin en
Injalak y Quinkan. La idea parece asociarse a imágenes de protección ante los
males, enmarcando este tipo de representaciones.
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Figura 17. 1) Representación del parto, en Quinkan (Foto: Trezise 2008) , 2 y 4) Arnhem (Fotos: Chaloupka 1993:232 yYoutube.com ), 3) Lapa do Ballet (Foto: Motta y Prous 1992), 5) Incamachay (Foto: SIARB).
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Figura 18. Estilización de la vulva en tres y dos secciones: 1) y 2) Mount Borradaile, Arnhem (Fotos: Roberts y Parker 1969:71 y 73); 3) Injalak (Foto:www.youtube.com), 4) Port Hedland, Plibara (Foto: Palomino 2011). 5) Finca de Chañaral (Foto: Tamblay 2011); 6) Pedra do Pilão (Foto: Moralez 2004); 7) Lapa do Ballet (Foto: Motta y
Prous 1992), 8) Maquiné (MG) (Foto: Olisa 2010).
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Ñames y gnomos
La importancia
del ñame en el arte australiano y su comparación con América, merece un estudio
aparte. El ñame (Dioscorea)
constituye una base permanente de alimentación para los cazadores recolectores,
tanto en Australia como América tropical. La forma del tubérculo varia tanto
como su tamaño. Puede ser pequeño o muy grande tanto el fruto como el arbusto,
que alcanza la altura de un pequeño árbol. Es necesario excavar profundo para
hallar el tubérculo comestible. Su forma es muy variable, puede ser parecido al
perfil de un rábano o zanahoria o tener forma de animal o humana. Sus
características hojas y cápsulas son de forma acorazonada. En el arte rupestre
se identifica por las diferentes partes del vegetal, incluyendo largos estolones
y sus pelos radicales de forma irregular, bajo y sobre el tubérculo. El culto
al árbol es un tema fundamental en Arnhem, Quinkan, Baja California, Sudamérica
tropical o en The Harvest (Barrier Canyon, Firnhaber 2007).
A pesar de no
ser un alucinógeno, recuerda su importancia simbólica con la identidad antropo
fitomorfa que se le concede a la mandrágora del Viejo Mundo, a través de un
efecto pareidolia (Bustamante y Moyano 2011) En América una estilización
similar puede asociarse a también a cactáceas (Texas) o al maíz (Brasil). Las
figuras humanas con pelos radiales también podrían relacionarse a este tubérculo
en Quinkan, Baja California y Pedra Pintada (Brasil).
El espíritu ñame
(yam spirit) está presente en todos
los tocados oblongos de las Figuras Dinámicas de Arnhem. Asume formas variadas
que fusionan animales y humanos con el tubérculo en el estilo Figuras Ñame de
Arnhem. En ocasiones se representa más esquematizado en Quinkan y cinco formas
similares se encuentran en la Pedra do Pilão (figura 20. La misma estilización
del tubérculo y sus hojas, descrita en las fases arcaicas de Kimberley (Walsh
2012) y Arnhem (Chaloupka, 1993), se encuentra idéntica en Chiribiquete
(Castaño 2008, fig.7), en las variantes de ñame tipo “bomba” y tipo
“acorazonado” según Walsh (figuras 21-22). El ñame “estrellado” se encuentra en
Arnhem, (asociado a al viento destructivo Nadjurlum, según
Chaloupka ), Kimberley, Quinkan y Minas Gerais. Su equivalente del mismo color
rojo y ganchos procede de Minas Gerais (Figura 19).
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Figura 19. 1) Espíritu ñame con ganchos Nadjurlum. Dangurrung, Arnhem (Chaloupka 1993: 54) (Foto: ad. de Chaloupka 1993:47). 2) Abrigo da Rede. Distrito Gancharia. Sector Lagoa Santa (MG). (Foto: ad. de Mesa).
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Figura 20. Estilización australiana del ñame y equivalentes en Brasi: 1) Quinkan (Foto: ad. The Lone Postie 2009; 2) forma más común en Arnhem (Foto: ad. Chaloupka 1993:140); 3) Pedra do Pilão (Foto: ad. Moore 2009);
4) Arnhem ( imagen invertida), compárese el tallo a n°2 (Foto: Welch 2008:230).
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Figura 21. 1 y 2) Ñames acorazonados de Kimberley (Fotos: Walsh 2012) y 3 y 4) equivalentes de Chiribiquete.
(Fotos: Castaño-Uribe y Van der Hammen 2003).
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Figura 22. Ñames de Kimberley arcaico (n°s 1,2,4 y el 6 en vertical) y Yam Spirit Shelter, Quinkan (8), comparados a Chiribiquete (N°s 3, 5 y 7) y Lapa dos Desenhos, Peruasú (9).
Fotos (22-1, 2,4 y 6: Walsh 2012), (22-3, 5 y 7, Castaño-Uribe 2008), (22-8: Trezise 2008), (22-9: Castaño-Uribe y Van der Hammen 2003). |
La forma
acorazonada de la hoja del ñame se representa en las cabezas de las Figuras
Mountford. De acuerdo a todo esto, la figura humanoide de la parte inferior de
la Pedra do Pilão, podría representar una versión avanzada en la estilización
de esta misma serie. Recuerda la variante Mountford con la cabeza acorazonada
sin relleno de pintura, tiene las características piernas moldeadas y postura
dinámica de los hombrecillos-gnomo Mountford (Figura 23).
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Figura 23. 1) brote de ñame (Foto: Walsh 2012); 2 y 3) hombres ñame Mountford (Ubirr) y 4) figura de Pedra do Pilão (en vista vertical).
Fotos (23-1: Walsh 2012), (22-2 y 3: ad. de Chaloupka 2003), (22-4: Tamblay 2013), (22-5: ad. de Moralez 2004).
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Figura 24. 1) Ñame antropomorfo de Ubirr (Foto: Tamblay 2013) , 2 y 3 ) Serra da Capivara, Brasi. (Foto: Medeiros 2011)
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Figura 25: Ñames antropomorfos, 1 y 3) Inyalak;. 2) Cactus antropomorfos de Panther Cave (Texas). Nótese los largos estolones arriba a la derecha (común en los ñames de Arnhem).
Fotos: (25-1 y 3: Tamblay 2013), (25-2: ad. Boyd 1998). |
Quinkan y Baja California
El arte Quinkan de Cape York, Queensland (Moorwood
2002; Cole 2003; Trezise 2008), se caracteriza por la composición colectiva de
motivos antropomorfos y zoomorfos figurativos logrados a partir de siluetas de
contorno gruesas, no delgadas como en los Mimi. Las cabezas son generalmente
redondas. Tanto Quinkan como el estilo Gran Mural de Baja California (Rose
1998, Gutiérrez 2006, 2010; Viñas 2009; Harman 2010), representan grupos de
personas de pie, de frente, relativamente estáticas, pero con los brazos completamente
abiertos o alzados, manos abiertas, piernas separadas. Algunos están superpuestos
y escalonados (Figura 27 y 28). Con frecuencia están apoyados casi en los
talones, con los dedos de los pies muy separados. Esta postura corresponde al
paso básico de la danza de iniciación corroboree,
pan australiana, que narra el tiempo de los sueños. Otros tienen los brazos
arriba de la cabeza y las piernas sinuosas como en la frenada del corroboree. En ambos estilos destacan
los órganos sexuales masculinos en los hombres y los senos sobresalientes a la
altura de las axilas en las mujeres.
Son exclusivas para ambos estilos las figuras rellenas
con una malla cuadriculada o damero en su interior (Figura 29, n° 13 y 14). Los
achurados o reticulados abarcan también a grandes animales. En Australia con datación
muy reciente, se consideran figuras de hechicería contra la policía montada
(Cole 2010). En San Borjita los reticulados se distinguen del resto por su
cabeza cuadrada y están acribillados a dardos. Otro variante se rellena con
líneas verticales (Figura 31, N° 15 y 16).
Pero si queda alguna duda en la semejanza entre ambas tradiciones, destaca
por su singularidad, importancia simbólica y arbitrariedad de la convención
elegida, la presencia en Baja California (El Brinco V), del personaje con un
pequeño árbol sobre la cabeza (Figuras 26 y 31). En Cape York, los dos principales
personajes que acompañan al “Gran Tío” en Giant Horse, también tienen pequeños
tocados ceremoniales en forma de árbol o rama sobre la cabeza. Las ramas en las
manos, pies y cabeza forman parte habitual de las danzas ceremoniales
australianas, vinculadas a connotaciones positivas o de protección (Welch,
2008:212).
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Figura 26. La estilización convencional de la figura humana en Quinkan y Baja California a partir de una silueta frontal con los brazos abiertos, detalles sexuales y en este caso con un tocado parecido a un árbol (rama ceremonial) encima de la cabeza.
Fotos: (26-1: ad de. The Lone Postie 2009), (26-2: ad. de Crosby 1997).
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Figura 27. Superposición escalonada de la figura humana. Split Rock, Cape York, Australia.
(Foto: Gardner 2002).
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Figura 28. Superposición escalonada de la figura humana. Los Monos de San Juan.
Baja California. México. (Foto: http://www.seducoahuila.gob.mx/ind.php)
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Figura 29. Kuku Yalanji, Quinkan. Escena con mujeres y hombres de frente y uno atravesado.
(Foto: http://www.australiaforeveryone.com.au/aborsites_laura.htm)
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Figura 30: San Borjita, Baja California. Escena colectiva con cuerpos tumbados y atravesados.
(Foto: ad. de Crosby 1997). |
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1) Con árbol sobre la cabeza |
2) Mujeres |
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3) Hombres |
4) con las manos Arriba |
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5) con cuadriculado interno |
6) con líneas verticales. |
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Figura 31: Comparación de figuras humanas por parejas, a la izquierda Quinkan (N°1,3,5,7,9 y 11) y a la derecha Baja California (N° 2,3,4,5,6,8,10 y1 2).
Fotos (31-1: The Lone Postie, 2009), (31-2: Crosby 1997), (31-3: Moorwood 2002). (31-4: Crosby 1997), (31-5: Lutrop 2007), (31-6: Harman 2010), (31-7: The Lone Postie, 2009), (31-8: Crosby 1997), (31-9: Moorwood 2002). (31-10: Harman 2010), (31-11: Lutrop 2007), (31-12: Harman 2010). |
Una característica principal compartida
por Quinkan y Baja California, son las figuras de hombres y mujeres que se
representan de cabeza o atravesados, entre medio de las escenas con personajes
yuxtapuestos y superpuestos entre sí, pero en postura frontal normal (Figuras
29 y 30). Este tipo de posturas invertidas o contorsionadas, están relacionados
a la hechicería y la medicina en la tradición aborigen Australiana. Con
referencia a la sanación de enfermedades causadas por hechiceros enemigos, o
males enviados directamente contra los enemigos usando magia negra (Chaloupka
1993: 207).
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Figura 32. 1) Escena de hechicería Quinkan Mountain (Trezise 2008) (Foto ad. de Trezise 2008), con mujeres en posición de parto y dos personas de cabeza. 2) escena equivalente a la anterior: mujer con vulva en tres secciones y otra cayendo de cabeza. Serra da Capivara (también en Pedra do Pilão) (Foto: ad. de Pessoa 2012).
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Figura 33: Mount Borradaile (Australia) (Foto: Roberts y Parker 2003); Chiribiquete (Colombia) (Foto: http://www.oei.org.co/ciencias/perfiles.htm); San Borjita (Baja California, México) (Foto: Crosby 1997). |
En Arnhem, Kimberley y Quinkan, las figuras femeninas con piernas
abiertas contorsionadas con los pies hacia arriba, se relacionan a la
hechicería, espíritus maléficos y consecuentemente a la sanación de dolencias.
Figuras semejantes se encuentran en Baja California, Chiribiquete y en la cueva
Incamachay (Bolivia). También en Patagonia (Cueva de Las Manos), los espíritus
malignos Noshtex y Gosye, ahuyentan los guanacos. Todos ellos tienen
connotación negativa y todos llevan las piernas abiertas con los pies
anormalmente contorsionados hacia arriba (Figura 33).
En Australia el personaje Mimi atravesado
por dardos de Mikginj (Figura 34), también se asocia a la hechicería (como una
especie de maleficio vudú). Este motivo atravesado por dardos es frecuente en
Baja California. A partir de numerosas fuentes etnográficas y etnohistóricas
sobre las costumbres mortuorias, tabúes sobre los antepasados y práctica de la
guerra coincidentes entre los diferentes grupos Yumano-Cochimí (Laylander
2005). Se propone que estas imágenes no se relacionan a ningún culto a los
antepasados, ni éxtasis chamánicos, porque están dirigidas en contra de los
enemigos (op.cit.). Este mismo motivo se encuentra también en Pecos River,
Texas y otro más estilizado en Sete Cidades, Brasil.
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Figura 34: 1) Mikginj (Arnhem) (Foto: ad. Chaloupka 2003:283); 2) San Borjita (Baja California) (Foto: Crosby 1997) y 3) Panther Cave, estilo Pecos River (Texas) (Foto: ad. Muench).
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Las diferencias
entre las figuras humanas australianas y americanas son más por frecuencia que de
cualidad, por ejemplo en Quinkan predominan los colores uniformes (rojo, negro
y blanco) y en Baja California las figuras con cuerpo dividido verticalmente en
negro y rojo, pero también se encuentran de colores uniformes. En Quinkan la mayoría
de las figuras tienen los brazos abiertos mientras que en Baja California
generalmente están flectados, a excepción del sitio tipo San Borjita, que es el
más parecido a Quinkan. Casi todas las figuras australianas tienen cuello y
cabeza redonda, la mitad de las mexicanas no representan el cuello. En Baja
California predominan las figuras de gran tamaño, en Australia son más pequeñas.
En Quinkan son más acentuadas las diferencias sexuales que en Baja California.
En América proliferan los personajes atravesados con dardos, no así en Quinkan.
El espectro de variabilidad común a ambas tradiciones, Quinkan y
Baja California, se nota en los más pequeños detalles, por ejemplo en la forma
detallada de los pies con los dedos visibles. Se observa además, en las figuras
rellenas con líneas verticales Quinkan y Baja California (Figura 31, n° 11 y
12), la misma técnica de caricaturización del tronco-abdomen a partir de un óvalo,
formando un característico acotamiento de la cadera (Figura 34, N°2. Cf. Harman
2010). Este vestigio data de la cadera propia de las las Grandes Figuras
Naturalistas y Mimi Dinámicos. Asimismo. La mujer Quinkan vista de frente,
tiene como antepasado aquella de Dangurrung (Chaloupka 1993:102), de las
Grandes Figuras del Pre Estuariano.
En Shaman’s Cave, estilo Rayos X del Gran Cañón del
Colorado, se encuentra la figura con los brazos abiertos similar a los Quinkan,
pero vestido con túnica (Allen 1998), también se encuentran en Barrier Canyon y
Finca de Chañaral. Otra figura más rara aún, procede de Thompson Wash, del estilo
Barrier Canyon (Figura 35), una especie de “momia tricéfala” parecida a los ñames
Quinkan del sitio The Anthropomorfic Shelter en Koolburra (Trezise 1983).
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Figura 35. Koolburra (Quinkan) (Foto: Trezise 2008), Thompson Wash (Utah) (Foto: ad. Firnhaber 2008) y Shaman’s Cave (Utah) (Foto: ad. Allen 1998). |
Los animales también son muy parecidos en
Baja California y Australia en la representación estereotipada de mamíferos: canguros,
felinos, cérvidos y carneros de perfil con patas tiesas no articuladas. De
hecho algunos canguros rupestres más parecen cuadrúpedos que macrópodos (cf. Flood
2008). En estos casos y en Brasil, la representación del canguro, venado o el
carnero cimarrón según corresponda, puede tener una singular cola triangular
apuntada (de conejo o venado) y además, el cuerpo decorado internamente con
rayas horizontales (Figura 36).
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Figura 36. Representación del canguro, ciervo y carnero con líneas paralelas horizontales en el cuerpo y “cola de conejo” (cola de canguro), en el arte rupestre 1) australiano (Foto: Flood 2008), 2 y 3) brasilero (dos ejemplos) (Fotos: s/a y Fonseca 2012) y 4) de Baja California (Foto: Harman 2010). Nótese la curiosa cabeza simétrica de 1 (Australia) y 3 (Rei do Mato). |
En cambio, la singular estilización fálica del pez gato, oblonga y
con apéndices laterales, omnipresente en Quinkan, es también idéntica a la
estilización del pez o “tiburón” en San Borjita, Baja California (figura 37):
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Figura 37. El pez gato en Quinkan (Foto: adapt. Campbell 2008) y San Borjita (Baja California). (Foto: adapt. Harman, 2010). |
A mayor abundamiento, la famosa serpiente arco iris de Australia, sinuosa o recta, con o sin cuernos,
ha sido comparada con América (Hambleton 1979). En particular en la forma de un
enorme ofidio que envuelve personajes antropomorfos y animales, está presente
también en gran formato en Ibis Rock Shelter (Quinkan) y en la Cueva de La
Serpiente de Baja California (Figura 38).
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Figura 38. La serpiente arco iris en Australia (Quinkan) (Foto: adap. de The Lone Postie, 2009)
y en Baja California. (Foto: adap. de Gutiérrez 2010). |
Las manos
impresas
La tradición de aerografías de manos en negativo y estampadas
en positivo, es fácil de identificar en un extenso grupo de sitios
arqueológicos y etnográficos del viejo y nuevo mundo. Las manos en positivo y/o
negativo se encuentran siempre próximas o asociadas a los estilos antes
descritos.
Sin embargo destacamos la presencia de un tipo singular
de manos en positivo, aquellas con huellas realizados por surcos digitales
aplicados sobre la palma. La forma más frecuente forma un chevrón uniendo
sucesivamente los dedos internos hasta unir con el surco el meñique y el
pulgar. En ocasiones tienden a variantes paralelas o concéntricas, pero también
se asocian en los mismos paneles o sitios a otras manos con surcos en chevrón. Se
encuentran en Arnhem; California; Utah; en el Escudo Brasilero y Pará; en Chiribiquete
y al sur oriente de Bolivia.
Este raro procedimiento acentúa más la relación entre
estos estilos. Consideramos improbable atribuir a la casualidad semejante
reiteración de un diseño tan singular entre pueblos, que comparten además un
mismo conjunto tan complejo y especifico de rasgos culturales. En
circunstancias que la gran mayoría de las culturas humanas por cierto carecen
de esta selección arbitraria, a favor de un mismo procedimiento simbólico,
desprovisto de funcionalidad adaptativa.
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Figura 39. Manos en Positivo con digitado en chevrón, procedentes de:
1) Elands Bay, Sudáfrica (Foto: http://quizlet.com/9961757/familiarize/embedv2?&m) ;
2) Kimberley, N. Australia (Foto: Walsh, 2012); 3) Yourambulla, S. Australia (Foto: Gooden y Malnic 2008);
4) Horseshoe Canyon, Utah (Foto: Lee 2003);
5) Esselen, S. California (Foto: Breschini y Harvesat 2001); 6) Lajedo de Soledade (RN) (Foto: Souza 2011);
7) Chiribiquete, Colombia (Foto: Castaño Uribe y Van der Hammen 2006:50)
y 8) Urasiviquia 3, Bolivia (Foto: Pía 1991).
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Discusión
y Conclusiones
La comparación del arte rupestre australiano y americano revela una
serie de iconos geométrica y temáticamente equivalentes. Si el arte australiano
se refiere al mundo de los espíritus ancestrales y fecundos en primer lugar, y
luego del tótem y la iniciación, y finalmente a los tabús y los ritos mágicos
(Spencer y Gillen 1927), por tanto el arte rupestre de cazadores americanos asociado
a esta iconografía, podría referirse a un sistema ideológico similar.
La imagen más extendida en la iconografía americana
relacionada a los australianos, pareciera ser básicamente la figura humana. Mientras
que en los estilos rupestres de cazadores andinos y patagónicos predomina el
guanaco como presa de caza (Tamblay 2006). En cambio en los grupos tipo
australiano de Norteamérica, Baja California y alrededor de la Amazonia, la
temática evoluciona hacia los siguientes escenarios:
1.-la madres de piernas abiertas (75 a 90°), muy
delgadas con engrosamientos circulares en las articulaciones, de la Pedra do Pilão.
2.-las mujeres delgadas de piernas abiertas con una
compleja vulva dividida en tres secciones.
3.-las mujeres con las piernas abiertas y pies
vueltos hacia arriba.
4.-Las mujeres pariendo con el saco vitelino unido al
cordón umbilical.
5.-la tradición de los cazadores con cabeza en forma
de anzuelo y estólicas aserradas.
6.-los corredores cabeza de anzuelo, vistos de perfil
con los brazos hacia adelante.
7.-el aspecto de insectos e invertebrados fusionado
a la figura humana.
8.-los humanos pequeños alrededor de la gran
serpiente con cuernos de ciervo de la Cueva de la Serpiente de Baja California,
y los espíritus hijos de la gran Serpiente Arco Iris australiana.
10.-Las diferentes variantes de figuras ñame similares
en Arnhem, Pecos River, Pedra do Pilão, Minas Gerais, Chiribiquete, Quinkan y Utah.
11.-una figura con aspecto de árbol y extremidades
terminadas en ganchos de Arnhem (Nadjurlum)
y Abrigo da Rede en Minas Gerais.
12.-Un ser alargado, de brazos abiertos
extremadamente largos (el Gran Tío Quinkan) y su contraparte en los geoglifos
de Blythe, y en Buckhorn (Mumastamho, el Gran Manitú).
13.-Las escenas de danza con figuras de brazos
abiertos idénticas en Quinkan y Baja California.
14.- la presencia de personajes de costado o cayendo
de cabeza, en Quinkan, Baja California y Pecos River de Texas.
15.-La representación evidente de los sexos, en el
hombre y en las mujeres con los senos en las axilas, de Quinkan y Baja
California.
16.- la decoración interna cuadriculada o en damero
exclusiva de Quinkan y Baja California.
17.-Los personajes atravesados por dardos en Arnhem,
Baja California y Pecos River.
18.-Los personajes con aspecto de hombres-tortuga de
Quinkan y Baja California.
19.- La rama o árbol pequeño y encima de la cabeza de
personajes de brazos abiertos en Timara Quinkan y en Baja California.
21.-Los personajes esqueléticos de Arnhem, Utah, Chiribiquete
y Escudo Brasilero.
22.-Escenas de lucha colectiva contra un gran
depredador serpiente en Australia, jaguares en Sudamérica.
23.-El símbolo del árbol aparece representado en un
lugar principal en el arte australiano, también en el arte brasilero en Serra
Branca, Juan Miserandino o Chiribiquete.
24.-Las cabezas en forma de mantis (Kimberley) o
Libélula (Arnhem, Queensland), se encuentran también en Simbad Head (Barrier
Canyon), Serra das Paridás y El Buey (Bolivia).
25.-Los personajes alados de Injalak y Buckhorn Wash
(Utah).
28.-La evolución a la perspectiva en Rayos X en
Arnhem, Utah y planalto brasilero.
27.-Los canguros, carneros y ciervos de Australia,
Baja California y Brasil con “cola de conejo” y rayas horizontales en el
cuerpo.
28.-Las manos negativas.
29.-las manos positivas.
30.-Las manos positivas con digitado interno en forma
de chevrón.
En América existen otras similitudes estilísticas
posteriores que acentúan el parecido general y hasta en detalles mínimos al
arte que estaría emparentado con Australia. Por ejemplo en el triángulo
suroeste norteamericano la similitud entre Baja California y el estilo Pecos
River de Texas es bastante acentuado, sobre todo en motivos como el personaje
atravesado de dardos o en los motivos espinosos (ñames) típicamente tejanos. Lo
mismo sucede con Barrier Canyon y Colorado X Ray que también reflejan vinculaciones
a partir del prototipo San Borjita. Algunos de estos rasgos son compartidos
también por culturas sudamericanas por ejemplo la cabeza de mantis presente en
Serra das Paridás o El Buey. Todos los estilos del planalto brasilero reflejan
numerosos vínculos que se remontan a Lapa do Santo y Chiribiquete. Nordeste o
Miserandino, presentan rasgos más diferenciados respecto de los prototipos
iniciales. Más aún sorprende el caso de la madre con un pato arriba de la
cabeza que podría señalar una migración específica desde Norteamérica a Chile a
mediados del holoceno, vinculando directamente a Finca de Chañaral (Hornkohl,
1951) con Nacozari, Sonora (Rodríguez 2008), Courthouse Wash (Barrier Canyon) y
los petroglifos Fremont.
Como si fueran relictos aislados de un trasfondo
común a partir de Baja California, se encuentran numerosos vestigios gráficos Mimi,
Quinkan y Rayos X en los desiertos de Norteamérica, en el Escudo Brasilero o en
Finca de Chañaral (Copiapó). El estilo Serra das Paridás (Bahia), tiene hombres
y mujeres muy parecidos a los Quinkan y Baja California en color rojo. Los
prototipos de Arnhem, asimismo anteceden gradualmente las formas Pilbara,
Quinkan y algunos de Kimberley.
Por el
contrario, es notorio que el arte rupestre de cazadores andinos carece de
rasgos tan conspicuos como las manos en negativo o positivo, sus figuras
antropomorfas también difieren del grupo australiano-norteamericano-brasilero,
mientras que la figura naturalista de camélidos y félidos son estrechamente
compartidas con los estilos patagónicos (Tamblay 2006). No tenemos antecedentes
fuera del continente que puedan encontrar referente con estos, a no ser el remoto
gravetiense europeo, en lo que respecta a la representación de cuadrúpedos
figurativos preñados con cabezas y patas minúsculas, y en general a imágenes de
cazadores armados con estólicas; hileras de puntos y bastoncillos y manos
impresas. Todo pareciera indicar que se trata de un sistema gráfico paralelo al
australiano, derivado del planalto brasilero, sin que conozcamos los detalles
de su alcance.
En China, el Sudeste Asiático y Australia predomina
un horizonte de cazadores sin puntas de proyectil, lo cual impide una
evaluación lítica a partir de un “artefacto guía” como la punta cola de pescado
o el paradigma Clovis en general, para la identificación de los componentes
culturales participantes. De hecho todos los sitios americanos con fechados
antiguos carentes de esta tecnología en particular, fueron descartados en los
últimos decenios por no corresponder al modelo Clovis, cuando en Australia y
China, dicho componente precisamente no caracteriza a sus cazadores del
pleistoceno. En América la relación rupestre con la cultura Clovis es
prácticamente nula, ni en la ergología lítica ni en la temática de caza de
cérvidos y carneros en vez de bisontes y mamuts se aprecia un componente
Clovis, esta situación es extensible a la ausencia de puntas cola de pescado en
los sitios rupestres de Patagonia (Schobinger 1997).
En cuanto a la cronología rupestre americana, los primeros estilos
se remiten a una época contemporánea o posterior al periodo de los deshielos en
el límite Pleistoceno-Holoceno. Los fechados más controlados se remiten al
petroglifo de Lapa do Santo, hallado a cuatro metros de profundidad con 10.800
AP promedio (Neves et al 2012). El arte australiano figurativo se estima hacia
el 10.000 AP en Cape York (Moorwood 2002). Esto coincide con la virtual
ausencia de fauna pleistocénica tanto en el arte rupestre de Australia como en
el de América. De ser así, ello podría explicar su relación morfológica con el
arte levantino, macro esquemático, sahariano y sudafricano (Sanchidrián 2001).
En el marco de una potente expansión costera, mesolítica en vez de paleolítica,
en el origen de estos estilos (cf. Barry 1997, White 2004).
La presencia del
búmerang (Koerper 1998, Koerper et al 1998, Tuohy 2002), la churinga y la placa
zumbadora (rombo o bramadera, Canals 1950) ocurre en los mismos territorios
comparados. La tipología y decoración equivalente en churingas y rombos, sumado
a los tres sistemas de arte rupestre siempre en la misma área en cuestión,
sugiere una compleja interrelación poblacional nómade, que por superposición
empuja a los primeros contingentes hacia los fondos de saco (pericúes,
huárpidos), donde no llegarían los agricultores posteriores. La absorción del
trasfondo inicial puede ser local o venir cambiando genética y culturalmente
desde Asia. Ante ello, excluimos la posibilidad de convergencias por la rareza
de las reiteraciones de concepto, funcionalidad y morfología, sumados al
componente genético común.
Sobre la base de estas primeras poblaciones,
asociamos los primeros estilos de arte rupestre en el mismo territorio. El arte
rupestre es el indicador guía arqueológico para este complejo proceso de
difusión cultural y biológica. La explicación corriente de que estas
similitudes gráficas y tecnológicas son paralelos producto del inconsciente
colectivo o de la adaptación al ambiente, ha frenado la investigación del
problema. Los datos analizados en cambio, proponen tomar más en cuenta que esta
tecnología e ideología colectiva, precisamente puede provenir de la memoria
cultural de estas poblaciones primigenias, que lo habrían dispersado tanto en
Eurasia como América.
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Figura 40. Tipo indígena americano no mongoloide: Diegueño de Baja California (Foto: Curtiss, 1924); Huarpe (Argentina) (Foto:http://es.wikipedia.org/wiki/Huarpe) y reconstrucción facial del homínido fósil “Luzia” (Lapa Vermelha IV, 11.700 AP) (Foto: Santos 2013).
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Figura 41. Búmerang australiano (Foto: www.crescentmoonboomerangs.com), Hopi (Foto: Koerper 1998) y Navajo (s/a).
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Figura 42. Tipo “huárpido” Sirionó, del oriente de Bolivia (Foto: Gerstmann, 1928)
y aborigen australiano (Foto: Basedow, 1922). |
La enorme distancia entre Australia y
América, no sería una causa de imposibilidad de contactos entre ambas regiones,
tal como indica la antropología biológica que establece ayer y hoy vínculos
estrechos entre ambas poblaciones. Las diferencias cronológicas parecen también
barreras infranqueables, pero es común encontrar similitudes entre culturas
cronológicamente distantes a lo largo de la historia y la prehistoria. La
arqueología se fundamenta en restos fragmentarios y las cronologías se
construyen a partir de muestras escasas e indirectas. Como los estilos tardíos
de Australia mantienen nexos comunes desde sus orígenes. Ante esto manejamos la
posibilidad que durante el proceso de poblamiento del mismo continente
australiano, poblaciones con un origen compartido hayan tomado diferentes
direcciones transportando un trasfondo ideológico común. Estos contactos
iniciales combinados con la perduración de una misma memoria colectiva, pueden
producir efectos similares en los polos opuestos de dicha dispersión a larga
distancia.
Sin la pretensión de explicar las causas o los procesos
involucrados, el hecho es que dos sistemas iconográficos australianos se
encuentran prácticamente duplicados en América precolombina. ¿Cuándo, cómo y
porque? se produjeron estas analogías exceden ampliamente el alcance de
nuestras posibilidades. Sin embargo tres bagajes de múltiples repeticiones (modelos
mimis, Quinkan y manos impresas en América) no merecen como respuesta la
duplicación de sistemas de casualidades iconográficas. Los respectivos
contextos ergológico, lingüístico y biológico, apuntan en conjunto hacía varias
migraciones nómadas que llegaron a América en diferentes momentos de la
prehistoria y que no son hechos aislados, sino forman parte integral de la
problemática histórica e identidad de los primeros habitantes del América.
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Tamblay, Javier. Elementos australianos del arte rupestre americano.
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