Camélidos de grandes dimensiones en pinturas arcaicas del centro y centro-sur del Perú (1)
Rainer Hostnig rainerhostnig@gmail.com
ABSTRACT
A singular tradition of Archaic rock paintings
exists in central and central-southern Peruvian highlands (Pasco, Junín, Lima,
Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Cusco and Arequipa departments) at mainly 3500
to 4550 m above sea level, featuring camelid figures (guanacos or vicuñas) of extraordinary
dimensions, which French rock art specialist Jean Guffroy defined as naturalistic
style of the central Andes. Some of them are more than life size (up to a
length of 2.5 m), executed mainly in red color and in some cases with
decorations in the interior of their bodies. They are accompanied by occasional
representations of deer and human hunters. Some of the camelids are represented
with darts thrusted in their bodies and two rare cases of pregnant camelids
with a fetus shown inside the uterine cavity have been registered. The author
explains the characteristics and distribution of this stylistic tradition on
the basis of 44 rock art sites, and discusses its antiquity.
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo
trata sobre una tradición de pinturas rupestres atribuible al Arcaico, a la que
Guffroy (1999) bautizó con el nombre de “estilo naturalista de los Andes centrales”, puesto que basó la definición
de este estilo en representaciones de camélidos halladas en sitios rupestres ubicados
en zonas altoandinas de los departamentos céntricos de Junín, Pasco y Lima.
Los camélidos del “estilo
naturalista de los Andes centrales” comparten una serie de rasgos comunes. Según
Guffroy, son diseñados de perfil, tienen el cuerpo por lo general voluminoso,
de tinta plana o delineado, con o sin decoración en el interior, el cuello
largo, cuatro extremidades cortas con los muslos bien definidos, frecuentemente
las pezuñas hendidas, cola y orejas bien definidas. Los animales, mayormente de
color rojo, suelen estar representados en posiciones diversas y a menudo
estáticas. Los sitios con presencia de este estilo se encontrarían por encima
de los 4000 msnm. Para Guffroy, este estilo singular de representación ocuparía
“una posición intermedia entre el arte sureño (Patagonia argentina) y las
pinturas más esquematizadas definidas por Cardich (1964)”. El admite que el
calificativo de naturalista es discutible por las formas poco realistas de los animales
en algunos casos. Las escasas representaciones antropomorfas asociadas a las
figuras de los animales son, por lo general, de dimensiones considerablemente
más pequeñas y muy esquematizadas. Guffroy (1999) ubica la realización de las
representaciones de este estilo cronológicamente entre los 4000 a 2000 años
a.C.
Es importante recalcar que
para la definición de este estilo, el arqueólogo francés se basa en las
descripciones e ilustraciones halladas en los pocos trabajos que existían
entonces sobre sitios con representaciones de estas características, siendo sus
principales referentes el sitio Cuchimachay en Lima (Bonavia y Ravines 1972) y
unos pocos sitios en los departamentos de Pasco y Junín, sobre los que Matos y
Rick (1978), Rick (1983) y Ravines (1986) publicaron algunos dibujos y fotografías,
acompañados de un análisis iconográfico sumamente escueto. Por falta de acceso
a información sobre otros sitios ya conocidos en aquel entonces (p. ej. Pintasqa
en Grau), tanto Rick (2000:15) como Guffroy (1999:47) opinaron que el área de
difusión de representaciones de camélidos de grandes dimensiones se limita a
las punas de Pasco, Junín y Lima.
Fig. 1: Mapa de distribución del estilo naturalista del
centro en base a datos de Guffroy (1999)
Después de transcurridos
trece años desde la publicación del libro pionero de Guffroy y teniendo en
cuenta los numerosos nuevos hallazgos y publicaciones sobre el arte rupestre de
la zona alto andina del centro y sur peruano, dadas a conocer desde comienzos
del nuevo milenio, es menester revisar la definición de este estilo singular de
los Andes peruanos, ajustarla y precisarla en base a la nueva información
disponible.
Las dos hipótesis de
partida para el estudio son 1) que existe una cobertura geográfica de esta
tradición rupestre mucho mayor que la inicialmente planteada y 2) que dada esta
mayor cobertura geográfica existen variantes regionales del estilo que se
diferencian por una mayor o menor preocupación por las proporciones anatómicas
correctas de los camélidos representados.
El artículo está estructurado
en cuatro capítulos. Luego de describir brevemente la metodología empleada, se realiza,
de manera abreviada, una revisión bibliográfica sobre reportes y estudios de
sitios con representaciones de camélidos de gran tamaño. El tercer capítulo trata
sobre la cobertura geográfica
actualizada del estilo. En el cuarto se describe sus principales características
y diferencias regionales. Le sigue un capítulo sobre la probable antigüedad de
las representaciones de esta particular tradición pictórica andina y en las
conclusiones se sintetiza los principales resultados del análisis y de la
discusión.
METODOLOGÍA
En base a la definición del
“Estilo Naturalista de los Andes centrales” proporcionada por Guffroy, se
revisó la bibliografía disponible en forma impresa y electrónica sobre sitios
rupestres en los departamentos del centro y centro sur peruano, en búsqueda de
representaciones y descripciones de camélidos que encajan en esta tradición. Una
fuente complementaria constituyó el material gráfico del archivo del autor, así
como las fotografías obtenidas por otros investigadores sobre sitios nuevos o
ya registrados y documentados con anterioridad. A raíz del resultado de la
revisión bibliográfica y de los materiales gráficos disponibles se estableció
el universo del estudio, conformado por un total de 44 sitios rupestres con
representaciones de camélidos de grandes proporciones. Las figuras de camélidos
identificadas en esta fase forman la base para el análisis iconográfico y la
comparación estilística.
Para la ilustración de las
descripciones se usó calcos o dibujos hallados en la bibliografía consultada y dibujos
confeccionados por el autor en base a fotografías propias o proporcionadas por
otros autores.
En la sistematización de los
datos sobre sitios y representaciones de camélidos grandes se empleó las
siguientes variables:
·
Altitud sobre el nivel del mar del sitio
rupestre;
·
Tipo
de sitio (abrigo rocoso o paredón
al aire libre);
·
Tamaño
del o de los camélidos más grandes (largo cola-cabeza) del sitio;
·
Tendencia
hacia un mayor naturalismo vs. la estilización de las formas anatómicas;
·
Técnica
usada (delineado, tinta plana, combinación entre las dos);
·
Diseños
internos (estriado, punteado, otro)
·
Presencia de otros motivos
Los datos sobre la altitud
de cada sitio, el número de sitios por departamento y las medidas del o de los
camélidos más grandes de cada sitio fueron convertidos en gráficos para
visualizar por un lado la distribución de los yacimientos en los diferentes
pisos ecológicos y regiones del país y por el otro, el rango de tamaños de los
animales. Se mapeó los sitios tratados en el trabajo utilizando un mapa base de
escala 1 /1 000 000.
En la clasificación de las
representaciones de acuerdo a las características del “estilo naturalista del Centro”
se topó con el problema de la falta de delimitación del estilo en cuanto al
tamaño mínimo considerado. Guffroy, consciente seguramente de lo subjetivo de
la cuestión, se abstuvo en dar una medida referencial y los autores que usaron
luego la categoría estilística establecida por Guffroy para describir las
representaciones de camélidos de los sitios investigados, se limitaron a usar
el término “grande” para referirse al tamaño de los animales representados.
Varios autores, entre ellos el propio Guffroy, usaron como medida indirecta la comparación
o contrastación con las figuras considerablemente más pequeñas de camélidos de
sitios como Toquepala y Sumbay.
Teniendo en cuenta el
enorme rango de tamaños de camélidos del estilo naturalista del Arcaico en los
Andes del Centro y sur andino del Perú, desde tamaños monumentales que
sobrepasan las dimensiones del referente objetivo hasta figuras de pocos
centímetros, y que en las figuras de los camélidos la transición de tamaños
grandes a más pequeños puede presentarse de manera continua en un mismo panel
(Iglesiamachay, Cuchimachay, etc.), se vio la necesidad de establecer –con
el fin de poder delimitar el universo de estudio- un tamaño mínimo para las
figuras atribuibles al estilo naturalista de dimensiones grandes. De este modo
fueron considerados para el presente trabajo sólo aquellos sitios rupestres que
cuentan con al menos una figura de camélido que alcanza o supera un largo de 60
cms (medida naso-anal) (2). El autor
está consciente de que se trata de una medida algo arbitraria, pero
imprescindible para la delimitación del universo de la investigación.
Es importante señalar que la
información disponible sobre los sitios rupestres que fueron considerados para
este estudio, es muy variada en cuanto al detalle descriptivo y a la profundidad
de análisis iconográfico. Son pocos los sitios que cuentan con una
documentación exhaustiva de los paneles y la descripción de las representaciones,
interrelaciones y asociaciones de los camélidos representados es frecuentemente
parcial o muy general. Es por ello que el número de sitios rupestres con
representaciones de camélidos grandes, usados para el análisis, varía según la
variable analizada.
REVISIÓN BIBLIOGRAFICA
Guffroy (1999), como
mencionado más arriba, basó la definición del “Estilo Naturalista del Centro”
en la documentación de cuatro sitios rupestres ubicados entre los departamentos
de Lima, Junín y Pasco. El sitio más emblemático y principal exponente de este estilo
es Cuchimachay en la provincia limeña de Yauyos, estudiado en los años sesenta
por Bonavia y Ravines (1968, 1972). El abrigo de Cuchimachay se encuentra a 4380 msnm en la Reserva Paisajística Nor
Yauyos Cochas (RPNYC) (3), en la cuenca alta del río Cañete, al pie del
nevado Pariacaca, apu tutelar de la sierra de Lima. La zona pertenece a la eco región de puna húmeda
centro andina.
En las paredes del abrigo de
Cuchimachay fueron registrados, según Ravines y Bonavia (1972), aproximadamente
75 motivos figurativos en diferentes tonalidades de rojo, principalmente
camélidos silvestres y algunas figuras antropomorfas (figs. 2-15). Existe un
gran rango de tamaño en la configuración de los camélidos (15 cms hasta 160 cms
de largo naso-anal) que destacan, además, por sus características morfológicas.
Sus cuerpos voluminosos están en contraste con la delgadez y la longitud de los
cuellos y las cabezas diminutas. En varios de los animales se observa el
vientre muy abultado (probablemente hembras preñadas) y en al menos dos de las
hembras fue pintado el feto en la cavidad uterina que tiene proyecciones hacia
el interior que probablemente representen las vellosidades coriónicas de la
placenta (figs. 15a-b). Estas proyecciones se observan también en el interior
del cuerpo de otros camélidos del sitio, lo que evidencia un interés marcado de
los autores de las pinturas en el detalle anatómico de las hembras y en la
gestación como etapa importante en el ciclo de vida del animal, algo similar a
lo observado en el gran panel de Iglesiamachay en Grau, Apurímac ((Hostnig
2012, figs. 16a-b). El diseño de los cuatro pezones de la ubre en varias
hembras como distinción sexual es otra de los detalles que caracterizan las
pinturas de este singular sitio rupestre.
Las técnicas empleadas en
el dibujo de los camélidos son el trazo lineal, la tina plana o la combinación
de ambas técnicas. Gran parte de los animales tiene el interior del cuerpo
llenado con diferentes diseños, mayormente líneas verticales u oblicuas paralelas
rectas u onduladas que imitan el vellón, pero también agrupaciones de puntos o
combinaciones de ambas.
Existen asimismo
representaciones humanas de tipo lineal, pero de diferentes formas y
posiciones. Se concentran alrededor de la hembra preñada con el feto al
interior del cuerpo. Algunas están representadas de perfil, corriendo hacia la
izquierda del observador y dos, de forma más prolongada y esquematizada, con un
apéndice entre las piernas, en posición frontal y estáticas.
En los paneles se pueden
observar numerosas superposiciones de figuras denotando un uso prolongado del
abrigo por artistas del Arcaico. Ravines y Bonavia (1972:136) relacionan las
pinturas con “cultos ganaderos”, es decir con sociedades agro pastoriles, probablemente
por la ausencia de escenas de caza claramente reconocibles como las
representadas en Lauricocha, Toquepala y Pizacoma. Sorprende esta asignación
crono-cultural tardía por el hecho que casi todos los camélidos del abrigo de
Cuchimachay están representados en posición dinámica, corriendo como
perseguidos por cazadores invisibles o visibles, una característica de los
estilos y composiciones pictóricas del Arcaico.
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Fig. 2: Camélidos del “estilo naturalista del Centro “ en
Cuchimachay
(Foto: cortesía Mónica Suárez) |
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Fig. 3: Cuchimachay,
Lima
(Dibujo: R. Hostnig
2003) |
Fig. 4: Cuchimachay,
Lima
(Dibujo: R. Hostnig
2003) |
Fig. 5: Cuchimachay,
Lima
(Dibujo: R. Hostnig
2003) |
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Fig. 6: Cuchimachay,
Lima
(Dibujo: R. Hostnig) |
Fig. 7: Cuchimachay,
Lima
(Dibujo: R. Hostnig) |
Fig. 8: Cuchimachay,
Lima
(Dibujo: R. Hostnig) |
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Fig. 9: Cuchimachay,
Lima
(Dibujo: R. Hostnig) |
Fig. 10: Cuchimachay,
Lima
(Dibujo: R. Hostnig) |
Fig. 11: Cuchimachay,
Lima
(Dibujo: R. Hostnig) |
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Fig. 12: Cuchimachay,
Lima
(Dibujo: R. Hostnig) |
Fig. 13: Cuchimachay,
Lima
(Dibujo: R. Hostnig) |
Fig. 14: Cuchimachay,
Lima
(Dibujo: R. Hostnig) |
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Fig. 15a: Camélido hembra preñada, Cuchimachay |
Fig. 15b: Dibujo aproximado de figura 15a,
sin escala (R. Hostnig) |
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Fig. 16a: Feto con la cabeza entrando en el canal uterino de la madre, Iglesiamachay,
Grau |
Fig. 16b: Dibujo aproximado de la figura 16a
(Hostnig 2012a) |
Los departamentos vecinos de
Pasco y Junín, ubicados en los Andes del Centro, albergan una cantidad
particularmente grande de sitios con pinturas rupestres pertenecientes a la
tradición naturalista de dimensiones grandes.
A comienzos del nuevo
milenio, la arqueóloga Patricia Mayta (2004) realizó un inventario amplio de
los yacimientos rupestres del Santuario Nacional y Bosque de Piedras de
Huayllay entre Pasco y Junín, documentando cinco complejos rupestres (Chaquicocha,
Vicuñapintasha, Paria, El Diezmo y Azoguemina) con más de una docena de sitios
rupestres en cuyos paneles se encuentran plasmados camélidos grandes atribuidos
al “Estilo Naturalista del Centro” (figs. 17-19, 21). Ella dividió las representaciones
de camélidos en tres categorías, según el grado de naturalismo: estilo
naturalista, seminaturalista y estilizado. Tienen en común su representación de
perfil y en movimiento. Según su definición, las figuras naturalistas
guardarían proporción con los referentes actuales, mientras que en las de
estilo seminaturalista “se enfatiza en el tamaño del vientre, el cual se
muestra ensanchado, dando la impresión de robustez o de gestación”. Los cuerpos
de los camélidos estilizados son de forma elíptica, alargados y anchos. Existen
paneles con representaciones de camélidos en dos o tres variantes, a las que se
agregaron posteriormente escenas o figuras pertenecientes a tradiciones
diferentes y de tamaño mucho más pequeño. En uno de los sitios (Cueva Paria I) Mayta
constató el uso de pintura roja como fondo para ejecutar sobre él una escena de
camélidos y corrales pintados en color negro. Menciona las diferentes técnicas
empleadas (delineado de silueta, rellenado del interior del cuerpo de los
camélidos, llenado del interior con líneas verticales paralelas) y resalta como
característica importante del estilo las grandes proporciones que alcanzan los
animales representados, mientras que las escasas figuras humanas son de tamaño muy
pequeño. El camélido más grande alcanza 230 cms de largo por 200 cms de alto.
El color predominante en los paneles registrados por la investigadora es el
rojo en diferentes tonalidades. El negro, amarillo, blanco y crema fueron
usados para composiciones que corresponden a estilos diferentes de data
posterior. Ella concluyó que los autores prefirieron como soporte las paredes
de farallones expuestas al aire libre, aunque algunos paneles se encuentran
también en abrigos rocosos, los que en su mayoría no tienen una ubicación
estratégica. Se abstuvo de realizar identificaciones taxonómicas de los
camélidos debido a la falta de rasgos diagnósticos. Mayta describe los sitios
en términos generales, sin entrar en detalles sobre cada una de las figuras,
muchas de las cuales se encuentran ya muy deterioradas (lavadas por
escurrimiento de agua o parcialmente cubiertas por eflorescencias de sales), haciendo
difícil su lectura.
Sobre los demás sitios
rupestres con presencia del estilo naturalista de grandes dimensiones del
departamento de Pasco se encontró muy poca información. En el libro sobre el Santuario
Nacional Huayllay, publicado por la Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión
de Cerro de Pasco, se encuentra una referencia sobre el abrigo rupestre de
Japurín en el cerro Tarush, a 4550 msnm, donde existirían tres estilos (UNDAC
1996:66): el naturalista, asignado al Arcaico, el seminaturalista (silueta
lineal) y el simbólico, en el que predominan los motivos geométricos. Para
fines de esta ponencia solo interesa el primero que fue ilustrado mediante una
fotografía de un camélido estilizado, con el cuerpo alargado, pecho ancho y piernas
cortas, pero bien conformadas (fig. 20).
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Fig. 17a: SN Huayllay, Pasco
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Fig. 17b: Dibujo en base a foto de figura 17a
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Fig. 18: Huayllay, Pasco
(Dibujo: R. Hostnig en base a foto cortesía de Dimas
Quispe)
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Fig. 19: Huayllay, Pasco
(Dibujo: R. Hostnig, en base a foto cortesía de Dimas
Quispe)
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Fig. 20: Japurín, Pasco
(Dibujo: R. Hostnig, en base a fotografía en UNDAC
1996:66) |
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Fig. 21: SN Huayllay (Dibujo: R. Hostnig)
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Fig. 22: Cuchipinta, SN Huayllay, Junín (Ravines 1986:36)
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Fig. 23: Cuchipinta, SN Huayllay, Junín (Dibujo: R.
Hostnig, en base a foto cortesía de Dimas Quispe)
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En el departamento de Junín,
aparte de Chuquichaqa en el sector Pampacancha (4) (fig. 24; Matos y Rick 1978-80:49 y Rick 1980:40, 1983:1984-1985), Kellkahuasi
o Quellqahuasi (5) (fig. 25; Matos y Rick 1978; Rick
1980:40) y Cuchipinta, también conocido como Guanaco Pintasha (UNDAC
1996:64-65) (figs. 22 y 23), se encuentran también los yacimientos rupestres arcaicos
de Rumichaca (Morales (1993:289) y Vicuña Machay. Este último sitio es
mencionado en una nota periodística del diario El Comercio en 2006. El panel de
Cuchipinta en el distrito de Ondores contiene varios camélidos que miden entre
75 y 200 cms de largo naso-anal (Ravines 1986; UNDAC 1996).
Matos y Rick, en sus
prospecciones de la zona alto andina de Junín, encontraron numerosos abrigos
rocosos con pinturas rupestres y Rick (1980) describe someramente varios de los
paneles hallados en Pampacancha y otros sectores, lamentablemente sin
proporcionar información sobre las medidas de los camélidos grandes y su
relación con otros motivos. Por Ravines (1986:36) sabemos que la figura más
grande de una hilera de camélidos en Chuquichaca (sector Pampacancha) mide 1.12
m de largo.
Perales (2004, 2008), a
raíz de un reconocimiento sistemático de la cuenca del río Ricrán entre Jauja y
Tarma (Junín) reportó sobre hallazgos de pinturas rupestres de camélidos
grandes de estilo naturalista en un abrigo rocoso (Illamachay) de roca calcárea
en la cuenca alta de dicho río, lamentablemente sin proporcionar datos sobre la
altitud del sitio o sobre las dimensiones de las figuras. Aparte de camélidos
registró cérvidos, figuras humanas y geométricas, entre ellos una agrupación de
puntos grandes. Uno de los camélidos cuya foto y dibujo aparecen en las figuras
27a y 27b, se aparta estilísticamente de las representaciones estilizadas de
sitios rupestres de Junín, Pasco y Lima, por su mayor realismo en cuanto a las
proporciones anatómicas, mostrando analogías con figuras de camélidos en sitios
rupestres arcaicos del departamento de Apurímac.
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Fig. 24: Chuquichaca, Junín
(Rick 1983:164-165)
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Fig. 25: Kellkahuasi, Junín
(Dibujo: R. Hostnig)
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Fig. 26: Hopaucro 1, Junín
(Dibujo: R. Hostnig, en base a Matos y Rick 1978-1980:49)
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Fig. 27a: Pinturas del sitio Illamachay, cuenca del río
Ricrán, Junín (Perales 2008:8)
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Fig. 27b: Dibujo de la foto en figura 27a
(Dibujo: R. Hostnig)
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En los departamentos de
Huancavelica, Ayacucho y
Apurímac, al sur y sureste de la
zona núcleo del “estilo naturalista del centro”, algunos sitios rupestres con
figuras grandes de camélidos ya fueron dados a conocer en los años setenta y
comienzos de los ochenta. Durante
los años ochenta y noventa, esta región ha sido afectada fuertemente por la
violencia a raíz del conflicto armado, lo que causó la interrupción y
estancamiento prolongado de investigaciones rupestres en el área.
En Huancavelica, Chahud y
Ríos (1978) estudiaron el sitio de Quillcacha del complejo Waraqu Machay en la
provincia de Huancavelica, donde se aprecian pinturas de varios camélidos y
cérvidos, algunos preñados, en posición de fuga. El camélido más grande mide
120 cms de largo por 75 cms de alto. Relacionan las figuras con el estilo
seminaturalista de la Sierra central establecido por Cardich. Otros dos sitios, Quillamachay y Alalajmachay,
ubicados en la provincia de Acobamba, fueron registrados y documentos por Ruíz
(2000) y luego por Pérez y Ferrua (2004). En el panel de Quillamachay, Ruíz
identificó nueve camélidos de hasta 115 cms de largo, de cuerpo voluminoso,
vientre pronunciado y cuello desproporcionalmente largo y delgado (figs. 28 y 29).
Las pinturas del abrigo de Alalajmachay, ubicado en el ecopiso quechua, a 3450
msnm, destacan por el gran número de camélidos. Hay un total de 23 figuras,
entre completas y fragmentos, algunas estilizadas y otros de forma más naturalista,
producidas mediante la técnica de trazo lineal y tinta plana o la combinación
de ambas. Algunos de los animales tienen el interior del cuerpo decorado mediante
listados de líneas rectas u onduladas o con unos trazos cortos, horizontales u
oblicuos (fig. 30). Las figuras más grandes miden entre 72 cms y 98 cms (com.
pers. de Arturo Ruíz).
En Tongos, provincia de
Tayacaja, los grandes camélidos de color rojo, superpuestos por otros blancos y
más pequeños (Ruíz 2000:130), son de proporciones bastante realistas y tienen
más en común con algunas figuras de Ayacucho y Apurímac que con los camélidos
estilizados de los Andes centrales (fig. 32). Hace algunos meses atrás, el autor
recibió fotografías del sitio Vicuña Machay y Quillahuatana en la provincia de
Huaytará de parte del arqueólogo Jeffry Jonatthan Vera, con varias figuras
grandes de camélidos de un estilo intermedio entre estilizado y naturalista.
Los dos camélidos grandes de Vicuña Machay, ambos de color rojo oscuro, combinan
proporciones anatómicas realistas en cuanto al cuerpo y las extremidades, con
la representación estilizada del cuello (largo y delgado), de la cabeza y de
las orejas que se reducen a dos trazos lineales y delgados. En su diseño, los
artistas optaron por el delineado de la silueta y el relleno del cuerpo con
líneas paralelas oblicuas. Las líneas del cuello y del vientre fueron
engrosadas y las extremidades y la cabeza rellenadas de tinta plana (fig. 33).
En el departamento vecino
de Ayacucho, Pérez y Ferrua (2009) estudiaron los sitios arcaicos de Ayamachay en
la cuenca del río Huatatas y Jaywamachay, ubicado en la cuenca del río Cachi. En el panel de Ayamachay (fig. 34)
se distinguen cuatro camélidos silvestres en posición dinámica, que según los
autores tendrían similitud formal con las pinturas de Pampacancha (o
Chuquichaca) en Junín, atribuidos al Arcaico. En el panel de Jaywamachay, Pérez
y Ferrua identificaron una escena de caza compuesta por al menos tres camélidos
(dos adultos y una cría) de cuerpo voluminoso y cuello muy delgado, acosados
por un cazador diminuto armado con un objeto oblongo (fig. 35).
Ccencho (2008) participó en
1991 en una prospección arqueológica en la provincia de Lucanas de Ayacucho, en
cuyo marco investigó el sitio rupestre de Paqare con pinturas rupestres de
camélidos grandes de color rojo
claro que él adjudica al estilo naturalista de los Andes centrales (fig. 36).
Otro yacimiento rupestre con la representación de un único camélido de estilo
naturalista y de grandes dimensiones, es el abrigo Huarcaya (fig. 37) en la
Reserva de Pampas Galeras de Ayacucho, registrado fotográficamente en los años
ochenta del siglo pasado por el biólogo cusqueño José Luis Venero (Hostnig
2003). El camélido de Huarcaya, por sus proporciones realistas, igual que el
camélido de Illamachay (Junín), pertenece a una variante distinta del “Estilo Naturalista
del Centro”, como veremos más adelante.
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Fig. 28: Quillamachay,
Huancavelica
(Ruíz 2000:122)
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Fig. 29: Quillamachay, Huancavelica
(Ruíz 2000)
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Fig. 30: Alalac Machay,
Huancavelica
(Pérez y Ferrua 2006)
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Fig. 31: Aqomachay,
Huancavelica
(Ruíz 2012)
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Fig. 32: Dibujo de
camélido grande con superposición de camélido pequeño color blanco, Tongos,
Huancavelica (en base a foto cortesía de A. Ruíz)
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Fig. 33: Vicuña Machay,
Huaytará, Huancavelica (Dibujo en base a foto cortesía de Jeffry Vera)
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Fig. 34: Ayamachay,
Ayacucho (Pérez y Ferrua 2010:fig.3)
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Fig. 35: Yaywamachay, Ayacucho
(Pérez y Ferrua
2010:fig.12)
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Fig. 36: Paqare,
Ayacucho
(Ccencho 2008:fig 3,
convertido en b/n) |
Fig. 37: Huaraya,
Ayacucho
(Dibujo: R. Hostnig, en
base a
foto de J.L. Venero) |
En Apurímac, el autor de
esta ponencia comenzó a registrar y documentar sitios rupestres con camélidos
de tamaño descomunal en varias provincias desde mediados de los años ochenta. Los
sitios más impresionantes por las dimensiones de los paneles y de los camélidos
representados fueron encontrados en la provincia de Grau, entre los 3500 y 3900
msnm. Las pinturas de estos
yacimientos rupestres se caracterizan, como las demás pinturas arcaicas de
camélidos y cérvidos de Apurímac, por un alto grado de naturalismo y detalle
anatómico. Las de Pintasqa, documentadas primero por Hostnig (1988) y a fines
del siglo pasado por Pérez y Rodríguez (1999),
impresionan por su monumentalidad y su emplazamiento en la base de un enorme
acantilado, a unos 2.5 m de altura desde el suelo. Los tres camélidos
reconocibles en el gran panel están asociadas a un cerco y una estructura
semicircular y miden 240 cms de largo y 140 cms de alto (fig. 38).
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Fig. 38: Gran panel de Pintasqa,
Grau (Pérez y Rodríguez 1999)
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El exponente más impactante del estilo naturalista
de grandes dimensiones es, sin embargo, el abrigo Iglesiamachay en los
acantilados de la meseta Pata, un área impregnada de fuerte sacralidad y usada durante
milenios para la realización de ritos propiciatorios, por grupos de
cazadores-recolectores y sociedades agropastoriles desde la época arcaica hasta
períodos precolombinos tardíos (figs. 39-44). Iglesiamachay abruma no sólo por
la monumentalidad, policromía y grado de detalle de las figuras de camélidos y
ciervos, sino por el gran número de figuras, el diseño del interior de los cuerpos y las múltiples
superposiciones con figuras del mismo estilo. Los camélidos y cérvidos
representados varían en tamaño. El camélido más grande mide 208 cms de largo. Una
de las representaciones más interesantes, ya mencionada anteriormente, es la hembra
grávida de camélido, con el feto bien desarrollado. El sitio ha sido descrito a
detalle en www.rupestreweb.info/pamparaqay1.html.
Otros sitios de la provincia de Grau
con presencia de figuras grandes de camélidos son Llamachayoq Machay cerca de
Iglesiamachay y Qonqunhuiri (figs. 45 y 46) en el distrito de Mariscal Gamarra.
El gran camélido de este último sitio llama la atención por la decoración del
cuerpo, donde escajes de color negro pintados sobre el fondo rojo del animal
resultan en un diseño ajedrezado.
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Fig. 39: Iglesiamachay,
Grau
(Hostnig 2012a)
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Fig.40: Iglesiamachay, Grau
(Hostnig 2012a)
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Fig:41: Iglesiamachay, Grau
(Hostnig 2012a)
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Fig.42: Cérvido del
panel de Iglesiamachay, Grau
(Hostnig 2012a)
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Fig.43: Iglesiamachay, Grau
(Hostnig 2012a) |
Fig. 44: Iglesiamachay,
Grau
(Hostnig 2012a)
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Fig. 45: Abrigo de
Qonqunhuiri en Pichibamba, Grau
(Foto cortesía Homar
Pinedo)
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Fig. 46: Camélido dl
panel de Qonqunhuiri, Grau, con diseño ajedrezado (Hostnig 2013)
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En la provincia de Aymaraes,
Hostnig (1988, 2003, 2011a) realizó en el año 1985 el revelamiento del sitio
Pulpintoccasa en la comunidad de Pisquicocha, colindante con la provincia
ayacuchana de Lucanas. En las paredes de fondo de dos abrigos continuos de poca
profundidad destacan las figuras de tres camélidos, asociados a la
representación de un tipo particular de trampa en forma de un hoyo en el que
caen los animales de espalda (fig. 47; ver también www.rupestreweb.info/pulpintoqasa.html). En la misma provincia, en la comunidad
campesina de Chacña, se encuentra el yacimiento de Achaccerca, con pinturas de
camélidos adultos (fig. 48a y b) y de una cría de tamaño grande. En las alturas del distrito de Huaquirca, provincia
de Antabamba, el autor documentó las pinturas rupestres del sitio Allwanso, pertenecientes a distintas épocas. En la
parte céntrica del panel destaca la representación de un gran cérvido de astas
desproporcionadamente largas (fig. 49). Las representaciones de estos tres
sitios no alcanzan el tamaño de las figuras zoomorfas grandes de Grau, pero
pueden ser considerados como variantes locales de la tradición de dimensiones
grandes con las que comparten los detalles y proporciones anatómicas realistas.
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Fig. 47: Pulpintoccasa,
Cotaruse, Aymaraes (Hostnig 2011a)
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Fig.48a y b:
Achaccercca, Chacña, Aymaraes
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Fig. 49: Cérvido de
Allwanso, Antabamba, Apurímac
(Hostnig 2003)
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Los sitios más sureños con representaciones rupestres de animales en el
estilo naturalista de grandes dimensiones son Pintasayoc en la provincia
arequipeña de Condesuyos (Neira 1978; Jokubicka y Woloszyn 2005), Cerro Yanama y Toroqaqa en Chumbivilcas
(Hostnig et al; publicación en preparación), así como Tutaya en la provincia cusqueña de
Espinar (Hostnig 2012b). Los camélidos de Pintasayoq, cuyo exponente más grande
mide 89 cms de largo, se asemejan estilísticamente a figuras de paneles
arcaicos de Apurímac. Los más grandes son de tinta plana, pero también hay
animales delineados con un relleno de líneas rectas y paralelas en el interior
del cuerpo (fig. 50). El gran camélido de Tutaya llega a medir 125 cms de largo
(fig. 53). Está delineado y rellenado de líneas paralelas onduladas. La línea
del lomo y del vientre de esta figura ha sido engrosada y la cabeza fue
rellenada de color. Recientemente (segundo semestre del 2013), el autor llegó a
conocer los dos sitios rupestres arcaicos de Chumbivilcas mencionados arriba.
Se trata de pinturas aisladas de camélidos grandes, ubicadas en abrigos rocosos
a 3850 msnm (Toroqaqa) y 4500 msnm (Co. Yanama) en los distritos de Livitaca y
Quiñota, respectivamente. Al
encontrarse el estudio del arte rupestre de esta provincia alta del Cusco
todavía en sus inicios, es probable que el número de sitios con
representaciones de camélidos silvestres de grandes dimensiones vaya en aumento
en los próximos años.
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Fig. 50: Pintasayoq,
Condesuyos, Arequipa
(Jokubicka y Woloszyn 2005)
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Fig. 51: Sitio Toroqaqa,
Chumbivilcas, Cusco
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Fig. 52: Camélido de
cuerpo voluminoso en Cerro Yanama, Quiñota, Chumbivilcas
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Fig. 53: Tutaya,
Espinar (Hostnig 2012b)
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DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
Al haberse ampliado considerablemente en las últimas dos décadas el conocimiento sobre representaciones de la tradición
rupestre naturalista de grandes dimensiones a través de los trabajos citados en
el capítulo anterior, disponemos
ahora de un amplio material que amerita y facilita una revisión, ajuste y
corrección de algunas de los
postulados de Guffroy respecto a este estilo.
Con los registros de los
últimos años, el área de distribución se extendió notablemente hacia el sureste
y sur del país y si bien los departamentos del centro siguen concentrando todavía
el mayor número de sitios, vemos en el cuadro siguiente un número creciente de
sitios registrados en departamentos distantes de lo que fue considerado el área
núcleo (Junín-Pasco-Lima) de esta tradición rupestre.
Cuadro 1: Distribución de sitios rupestres con representaciones zoomorfas
del estilo naturalista de grandes dimensiones por departamento y provincia
DEPARTAMENTO
|
PROVINCIA
|
NO. DE SITIOS
|
NOMBRE DE LOS
SITIOS
|
PASCO
|
12
|
|
|
Pasco
|
12
|
Japurín, El Diezmo, Azoguemina I y II, Chaquicocha I-II (Ucuruyoc), Gaya,
Paria II, Vicuña Pintasha I y IV, Cabracancha (Huallay)
|
Daniel Alcides Carrión
|
1
|
Pintasmachay
|
JUNÍN
|
6
|
|
|
San Juan de Ondores
|
5
|
Cuchipinta, Chuquichaca (o Pampacancha), Rumichaca, Qellqawasi (o Hopauro
1), Vicuña Machay, Illamachay
|
LIMA
|
1
|
|
|
Yauyos
|
1
|
Cuchimachay
|
HUANCAVELICA
|
7
|
|
|
Acobamba
|
2
|
Quillamachay, Alalac Machay
|
Angaraes
|
1
|
Aqomachay
|
Huancavelica
|
2
|
Illamachay, Quillcacha
|
Huaytará
|
1
|
Vicuña Machay
|
Tayacaja
|
1
|
Tongos
|
AYACUCHO
|
4
|
|
|
Lucanas
|
2
|
Paqare, Huaraya
|
Huanta
|
1
|
Ayamachay
|
Huamanga
|
1
|
Yaywamachay
|
APURÍMAC
|
10
|
|
|
Antabamba
|
1
|
Allwanso
|
Aymaraes
|
1
|
Pulpintoccasa
|
1
|
Achaccercca
|
Grau
|
7
|
Pintasqa, Gentilmachay, Qonqunhuiri, Llamachayoq Machay, Cebadapata, Iglesiamachay
, Utcomachay
|
AREQUIPA
|
|
1
|
|
|
Condesuyos
|
|
Pintasayoq
|
CUSCO
|
|
3
|
|
|
Chumbivilcas
|
1
|
Toroqaqa
|
|
1
|
Cerro Yanama
|
|
Espinar
|
1
|
Tutaya
|
Total
|
|
44
|
|
|
La distribución de sitios
se ha extendido de originalmente tres a ocho departamentos ubicados en el centro y centro-sur peruano. En estos
ocho departamentos se conoce actualmente un total de 44 sitios rupestres que
por el estilo de los camélidos y/o cérvidos representados en los paneles,
pertenecen a la categoría estilística caracterizada por camélidos de grandes
dimensiones (≥60cms).
Rick (2000) señaló como
área de distribución del estilo el altiplano de Junín hasta Huancavelica,
mientras que Ccencho (2008), quien estudió el sitio Paqare en Lucanas, propuso
la expansión del área hasta el sur de Ayacucho. El hallazgo de figuras grandes en
Chumbivilcas y Espinar (Hostnig 2012b) y la inclusión del sitio Pintasayoq corren
el límite aún más hacia el sur andino, con un área de difusión que se extiende
desde los 11º hasta los 15º de latitud sur y desde los 76º hasta los 71º30’ de
longitud oeste, es decir desde el departamento de Pasco, pasando por Junín, Lima,
Huancavelica, Ayacucho, Apurímac hasta el sur del Cusco y el norte de Arequipa.
Después de Pasco (12
sitios), el segundo departamento en cuanto a la frecuencia de yacimientos
rupestres con representaciones de camélidos de este estilo es Apurímac, donde
se han localizado hasta la fecha un total de diez sitios en tres provincias,
seguido por Huancavelica, con ocho sitios en cinco provincias. Es de suponer que
el orden de frecuencia de sitios por departamento sufrirá modificaciones en los
próximos años a la luz de nuevos hallazgos, sobre todo en los departamentos
Huancavelica, Ayacucho, Apurímac y Cusco.
Fig. 54: Mapa de
distribución del estilo de tendencia naturalista de dimensiones grandes
de los Andes
centro-sur peruanos
Nota: En rojo los sitios para los que se dispone de
escalas o datos dimensionales.
Los tres departamentos del centro (Pasco, Junín, Lima) concentran el 41%
(18 sitios) del total de sitios registrados (n=44). Una segunda concentración,
con 21 sitios (47% del total), se tiene en los tres departamentos Huancavelica,
Apurímac y Ayacucho.
Rick (2000) y otros autores supusieron que el estilo naturalista de grandes
dimensiones es exclusivo de los abrigos rocosos en las inmediaciones de los
campamentos satélite de los cazadores-recolectores del Arcaico, ubicados por
encima de los 4000 msnm. Rick llegó a esta conclusión por no haber encontrado
abrigos con pinturas rupestres en las zonas donde se encontraban los
campamentos base de los cazadores. Esta aseveración parece válida para Junín y
Pasco y para determinadas zonas alto-andinas de Ayacucho y Apurímac, pero no es
generalizable ya que en los departamentos del sur y sureste las representaciones
grandes de camélidos del estilo naturalista se encuentran en ocasiones varios
cientos de metros por debajo de esta cota de altitud.
En el siguiente gráfico se puede apreciar la curva de altitudes de los
sitios que abarca un rango de entre 2500 msnm (Pintasqa, Arequipa) y 4550 msnm
(Japurín, Pasco).
Se puede observar que la
gran mayoría (64.5 %, n=20) de los 31 sitios que cuentan con información
altitudinal, están situados encima de los 4000 msnm, llegando hasta una altura
de 4550 msnm, y otros cinco sitios entre 3800 y 3900 msnm. Con ello, el 77 % (n=24)
de los sitios se encuentra en el ecopiso puna (categoría según Pulgar Vidal),
un sitio en la suni, dos en el ecopiso quechua y otro (Pintasayoq) excepcionalmente
bajo, en las yungas de la vertiente occidental de los Andes.
Existen diferencias
marcadas en la distribución altitudinal de los sitios entre los departamentos. En
el “área núcleo” (Pasco, Junín, Lima), por ejemplo, todos los sitios con datos
altitudinales se encuentran por encima de los 4000 msnm, mientras que en
Apurímac y Huancavelica, de los 10 sitios con información altitudinal, ocho
están ubicados por debajo de la cota de los 4000 msnm. En Apurímac llama la
atención la ubicación baja, a solo 3500 msnm, del abrigo de Iglesiamachay, uno
de los principales sitios con pinturas rupestres del estilo naturalista de
grandes dimensiones.
Las diferencias
altitudinales pueden estar relacionadas con diferencias en cuanto a la
cronología de las manifestaciones rupestres. Si los abrigos rocosos con
pinturas rupestres de Junín y Pasco corresponden al ámbito de los campamentos
temporales de cazadores-recolectores del Arcaico Medio (Rick 2000), los sitios
bajos de Apurímac y Huancavelica podrían estar vinculados con grupos humanos
que combinaban la caza de camélidos y cérvidos con una agricultura incipiente.
Otro factor que juega un papel en la distribución altitudinal es sin lugar a
duda el relieve del paisaje y su significancia para las movilizaciones de
grupos de cazadores-recolectores o pastores incipientes. En Apurímac, por
ejemplo, cuya geografía está caracterizada por altiplanicies intersectadas por numerosas
y profundas quebradas, los sitios rupestres se encuentran con preferencia entre
la quechua y la puna baja, entre los 3000 y 3900 msnm.
PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DEFINITORIAS
Y VARIANTES REGIONALES DEL ESTILO
Si bien la mayoría de las
características de esta tradición rupestre señaladas por Guffroy (1999) siguen
siendo válidas y pueden ser extrapoladas a los nuevos sitios hallados con
representaciones de camélidos grandes, es importante hacer hincapié en la gran
variabilidad de formas en la representación de los camélidos entre los
distintos sitios y sobre todo entre sitios en el noroeste y en el sureste de la
zona de difusión. Incluso en un mismo sitio se puede observar variaciones
importantes en el diseño de los camélidos, evidenciando manos distintas, pero
contemporáneas en la creación de las figuras o cambios estilísticos a través
del tiempo.
La principal variable para
determinar si una imagen pertenece al “estilo naturalista del Centro” y se
distingue por ello de otras tradiciones naturalistas de los Andes peruanos, es
el tamaño de los camélidos, es decir
su longitud desde la cola hasta la cabeza. Aunque los autores de los trabajos
consultados no precisan siempre el tipo de medida usado, en la mayoría de los
casos, cuando describen el largo de un animal, parecen referirse a esta medida
biométrica. Otra medida que se encuentra en los trabajos publicados, se refiere
a la altura de los animales, desde el pie hasta el lomo. Un solo autor, Rogger
Ravines (1986), indica también el grosor del cuerpo en algunas figuras de
estilo naturalista. Para fines de este estudio sólo se tomó en cuenta la
longitud naso-anal de los camélidos representados en los paneles, ya que la
altura de un animal (medido desde el suelo imaginario) depende mucho de la
posición de las extremidades y del grado de animación.
Lamentablemente, sólo se
dispone de datos sobre el tamaño de los camélidos grandes para 29 de los 44 sitios
usados como base de análisis. Cerca de la mitad (n=13) se encuentra en el rango
de 100 a 200 cms, nueve entre 205 y 265 cms y seis entre 60 y 100 cms. Los
camélidos más grandes (mayores de 200 cms) se encuentran en sitios rupestres de
Pasco y en el sitio de Cuchimachay en Lima, mientras que en los demás
departamentos predominan animales de menor tamaño y solo ocasionalmente superan
los dos metros de largo naso-anal. La variación del tamaño de los camélidos es
grande no sólo entre los diferentes sitios, sino frecuentemente también entre los
paneles de un mismo sitio (p.ej. complejos rupestres de Huayllay, abrigo Iglesiamachay,
Ayamachay y otros).
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Como ya anotó Guffroy, el
atributo “naturalista” del estilo objeto del análisis es controversial, ya que
en el diseño de las figuras de los camélidos los pintores frecuentemente se
alejaron de la morfología y de las proporciones correctas de los animales,
ensayando diferentes grados de estilización, abstracción y distorsión de los rasgos
anatómicos, sin llegar, sin embargo, a una mayor esquematización de las formas.
Por otro lado hubieron
artistas que se preocuparon por la representación lo más fiel posible a la
imagen del referente objetivo como en el caso de sitios de Apurímac,
Huancavelica y Ayacucho, que cautivan al observador por el gran realismo, el
alto grado de detalle y dinamismo de los animales.
Teniendo en cuenta estas
dos tendencias se puede hablar de dos variantes del estilo naturalista de
grandes dimensiones. En un extremo se tiene la variante de figuración estilizada, en la que los artistas distorsionaron intencionalmente determinadas partes del animal, y en el otro
la variante de figuración realista. Entre
estos dos extremos existen algunas variantes locales con una mayor o menor
tendencia hacia el naturalismo o hacia la estilización de las figuras.
1)
Variante de figuración estilizada
Es en base a esta variante
estilística que Guffroy propuso la definición del “estilo naturalista del
Centro”. Se trata de representaciones estilizadas de camélidos grandes que
mantienen rasgos realistas, sobre todo respecto a la figuración de las
extremidades, aunque estas raras veces guardan la proporción correcta con el
resto del cuerpo. Figuras pertenecientes a esta variante se concentran efectivamente
en los departamentos de la sierra central del Perú (Oeste de Pasco, noroeste de
Junín y sureste de Lima). Un prototipo de esta variante estilizada se tiene en las pinturas rupestres de Cuchimachay
en las alturas de Lima. No cabe duda que los pintores de esta escuela o
tendencia artística tenían un buen conocimiento de la anatomía de los animales
y que al optar por diseños de camélidos de proporciones distorsionadas
simplemente seguían un canon estilístico difundido en un área y época dada del
Arcaico. La distorsión se refiere principalmente a la desproporción entre el
volumen del cuerpo y el grosor y la longitud de las extremidades y del cuello
de los camélidos. El tronco de los animales no es sólo particularmente voluminoso,
en contraste con el tamaño relativamente corto de las piernas y la delgadez del
pescuezo, sino adquiere además formas geométricas muy variadas, siendo las más
comunes la de elipsoide, el ovaloide, periforme, subtriangular y subcircular.
Al querer resaltar el aspecto de la fertilidad de las hembras, los artistas exageraron
el volumen de los vientres y, para que no haya duda sobre el sexo de los
animales representados, dibujaron en algunos casos (Cuchimachay) los cuatro
pezones de la glándula mamaria. Igual que en la variante de figuración realista,
usaron la técnica de radiografiado, pero optaron siempre por la estilización
del feto y del interior del cuerpo.
Quizás el rasgo más distintivo
de esta variante sea la relación entre la longitud del tronco (cola hasta
inicio de cuello) y del cuello (medido desde su inicio en la cruz hasta la
cabeza). Si en un guanaco actual esta relación es de aproximadamente 1 : 0.7
(110 cms largo del tronco comparado con 0.75 cms largo del cuello, incluyendo
la cabeza), en las figuras de los camélidos estilizados se encuentran por lo
general relaciones que oscilan entre 1 : 0.15 y 1 : 0.30 (p. ej. camélidos del
SN Huayllay), lo que significa cuellos extremamente cortos en comparación con
el largo del tronco. Este efecto de distorsión los autores de las pinturas lo acentuaron
aún más al dibujar el cuello muy delgado en comparación con el diámetro del
tronco. En las figuras de mayor tendencia naturalista, la relación largo del
tronco/largo del cuello oscila en el rango de 1 : 0.4 a 1: 0.6, con lo que se
acerca más a la proporción realista de un camélido silvestre.
El área de la variante estilizada se extiende más allá
de la zona núcleo, hacia el noreste del departamento de Huancavelica y hasta
Ayacucho, formando ambos departamentos al mismo tiempo el límite del área de
difusión de la variante realista hacia el noroeste.
2)
Variante de figuración realista
Esta variante estilística
tiene su “epicentro” en las provincias meridionales del departamento de Apurímac.
Se caracteriza por formas más realistas e imitativas de representación de los
camélidos. Igual que en la variante anterior, los autores de este estilo
demuestran un profundo y preciso conocimiento de la anatomía de los camélidos, pero
a diferencia de la variante estilizada,
una mayor preocupación o intención por representar a los camélidos y cérvidos
con características morfológicas más realistas, sobre todo en cuanto a las
proporciones corporales. Es solo en esta tradición y en pocos sitios de la
provincia de Grau, Apurímac, donde los pintores hicieron amplio uso de la
policromía, demostrando un sentido estético muy desarrollado. Como prototipo de
esta variante se puede considerar buena parte de las figuras zoomorfas del
sitio Iglesiamachay, uno de los más hermosos e impresionantes sitios rupestres
de los Andes peruanos, que fascina por las grandes figuras multicolores de
camélidos y cérvidos en diferentes poses y estados vitales (abatidos, heridos,
preñados, etc.). El panel de Iglesiamachay obliga incluso a revisar y corregir
afirmaciones según las cuales el arte rupestre de tendencia naturalista
(Ravines 2010) desconoce los rasgos faciales y se limita a las representaciones
de los animales en perfil o en tres cuarto perfil (perspectiva torcida). En Iglesiamachay
y Cebadapata en Apurímac, tanto cérvidos como uno de los camélidos grandes, están
pintados en perspectiva torcida, pero sus cabezas, algunas de ellas dotadas de
ojos, están orientadas hacia el observador.
El exponente más
septentrional de esta variante es el sitio Illamachay en Junín y en el sur, los
yacimientos rupestres de Pintasayoq en el noroeste de Arequipa y Tutaya en el
extremo sureste del Cusco.
En las figuras siguientes se
puede observar las diferencias marcadas en el diseño de los camélidos entre
ambas variantes. En la variante realista (fig.
55 y 56), la mayor preocupación por las proporciones anatómicas correctas se
extiende también al grosor del cuello y al tamaño y forma de la cabeza, la que
en algunos sitios (Iglesiamachay, Cebadapata, Pulpintoccasa) asombra por el
grado de detalle de rasgos faciales como nariz y hocico. En la variante estilizada (figs. 57 y 58), en
cambio, es notoria la distorsión en cuanto a las proporciones entre cuello,
extremidades y el tronco de los animales.
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Fig. 55: Camélido de la
variante realista en Cebadapata, Grau, Apurímac
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Fig. 56: Camélido de la
variante realista. Iglesiamachay, Grau, Apurímac
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Fig. 57: Camélido de la
variante naturalista-estilizada en Cuchimachay, Lima
(Foto cortesía Mónica
Suárez)
|
Fig. 58: Camélido de la
variante naturalista-estilizada en Cuchipinta, Junín (Foto cortesía Dimas
Quispe)
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Rasgos comunes de las dos variantes del estilo
Una característica común de
la tradición naturalista de grandes dimensiones es, como ya lo mencionó Ccencho
(2008), el uso de las técnicas de 1) tinta plana (relleno de la silueta), 2) delineado
o trazo lineal del contorno de la silueta sin relleno del interior y 3) delineado
con diferentes diseños internos. A estas tres técnicas hay que agregar una
cuarta que consiste en la combinación del delineado con el relleno parcial de
la figura, como es el caso de varias figuras de Cuchimachay.
El delineado del contorno
de los animales es usado también a manera de visión radiográfica para permitir
la mirada al interior del cuerpo de los animales. Se presenta tanto en la
variante estilizada (Cuchimachay) como en la más naturalista (Iglesiamachay).
El delineado de la silueta con diseños internos, de tipo imitativo o decorativo,
es común en ambos variantes y representa también una técnica muy difundida en
otras tradiciones rupestres de varios sitios del centro y sur andino (Hostnig
2011b). En los grandes camélidos de los sitios estudiados, los diseños más
frecuentes son listados de trazos
más o menos paralelos, verticales u oblicuos, rectos u ondulados, continuos o
discontinuos. En tres sitios bastante distanciados entre sí (Cuchimachay, Cuchipinta
y Quillamachay, ver al respecto Ruíz 2000) fue usado el relleno de puntos como
decoración interna (figs. 11, 22, 28). Los diseños más llamativos son los de
los camélidos y cérvidos de Iglesiamachay, donde cada animal ha sido rellenado con
un diseño distinto y mediante el empleo de diferentes colores (figs. 39-44).
En cuanto al color usado,
prevalece claramente el rojo en diferentes tonalidades. Camélidos pintados en
otros colores, al tener tamaños menores de 60 cms, no fueron considerados para
este estudio. La bicromía o policromía es rara y se limita a pocos sitios,
principalmente a Iglesiamachay, donde hay figuras de color negro y blanco, así
como figuras polícromas, Qonqunhuiri (fig. 32), donde el cuerpo de rojo oscuro
es adornado con escajes de color negro y Tongos (fig. 46), donde el camélido de
color rojo oscuro es contorneado mediante una línea blanca.
Otras características que
los dos variantes estilísticos tienen en común, aunque no en todas las
representaciones, son algunos detalles anatómicos como pezuñas hendidas, el
modelado de los muslos, la articulación de las extremidades y las colas
generalmente bien definidas (Guffroy 1999).
Cómo ya lo observaron
Bonavia, Guffroy y Mayta, no existe en los paneles una clara escenografía de
caza como la conocemos de sitios como Toquepala y Macusani-Corani. En muy pocos
sitios (p. ej. Pintasqa en Grau y Jaywamachay en Junín), los camélidos componen
escenas con pequeñas figuras antropomorfas como cazadores o azuzadores. Por
otro lado, la mayoría de los camélidos del estilo naturalista de grandes
dimensiones está representada con cierto dinamismo, algunos con dardos clavados
en diferentes partes del cuerpo, otros abatidos, por lo que se puede inferir
que se trata de la representación de animales involucrados en una actividad de
caza. Lo observado al respecto para sitios de los Andes centrales vale también
para sitios rupestres de los departamentos al sur. Los grandes camélidos del
sitio Iglesiamachay en Grau, Apurímac, por ejemplo, no forman parte de una
tropilla de animales homogéneos, sino animales en diferentes estados de su
ciclo de vida o como animales de presa, heridos o abatidos.
El estilo naturalista del
centro y centro-sur andino del Perú no se limita a la representación de
camélidos. En Iglesiamachay (fig. 42) se presentan cérvidos de grandes dimensiones
(72 cms a 124 cms de largo) y en Paria II (Pasco) la figura de un enorme felino
de 219 cms de largo que pertenece a la misma tradición rupestre.
En cuanto al tipo de sitio
existe en las áreas de difusión de ambas variantes la misma predilección por el
uso de abrigos rocosos, generalmente de poca profundidad, y en segundo lugar el
empleo de paredones al aire libre como soporte para las pinturas (figs. 59 y 60).
Para el conjunto de los sitios registrados en el Santuario Nacional Huayllay en
Pasco, Mayta (2005) observó que estos, contrario a otros yacimientos rupestres
de Junín y Pasco, no están ubicados en lugares estratégicos con “amplia
visibilidad del horizonte”. Por el otro lado, por la escasa profundidad y
amplitud del umbral de los abrigos, las pinturas en las paredes al interior de
los abrigos pueden ser vistos con facilidad desde el exterior. Para el caso de
ese Santuario ella notó además, que los camélidos de grandes dimensiones „generalmente
abundan en paneles al aire libre”. El asegurar una buena visibilidad de las
pinturas sea para transeúntes o sea para los grupos humanos reunidos frente a
los paneles para ejercer quizás alguna ceremonia o actividad ritual vinculada
con el éxito y suerte en la caza, se observa también en la mayoría de los
sitios de Apurímac (Pintasqa, Iglesiamachay, Cebadapata, Llamachayoq Machay).
|
|
Fig. 59: Abrigo de
Iglesiamachay, Grau
|
Fig. 60: Sitio
Pintasqa, con pinturas rupestres en la base de un acantilado de 60 m de
altura, Grau
|
PROBABLE ANTIGÜEDAD DE LA
TRADICIÓN NATURALISTA DE GRANDES DIMENSIONES
La ubicación temporal de
las pinturas del estilo naturalista de grandes dimensiones, como ya lo explicó
Guffroy (1999), es problemática y esto se refleja en la manera como este tema
es tratado en las publicaciones consultadas. En la definición del estilo,
Guffroy ventila las posiciones divergentes de Bonavia y Lumbreras sobre la
antigüedad de las pinturas de Cuchimachay, el primero abogando por una
antigüedad tardía y el segundo, atribuyéndolas al Arcaico, supuesto que fue
compartido también por Guffroy.
En el cuadro siguiente se
resume las aproximaciones cronológico-culturales relativas y tentativas, proporcionadas
por los diferentes autores. En la última columna se indican los principales
criterios o argumentos usados para la atribución temporal o cultural de las
representaciones rupestres del estilo en cuestión.
Nombre del sitio
|
Autor
|
Antigüedad o etapa
cultural propuesta
|
Criterio y/o argumento empleado
|
Cuchimachay
|
Guffroy (1999) |
4000 a 2000 a.C. |
Parecido con pinturas del Río de las Pinturas en Argentina; evolución y
difusión hacia el norte de esta tradición rupestre. |
Bonavía y Ravines (1968) |
Sociedades agropastoriles |
Relación con cultos prehispánicos al ganado y cumbres nevadas. Asociación
con fuente etnohistórica. |
Complejos rupestres de Huayllay
|
Mayta (2004)
|
Sociedades agropastoriles
|
Comparación con Cuchimachay y asumiendo el supuesto formulado por Bonavia
y Ravines respecto a los ritos propiciatorios en función de la protección y
fecundidad de los rebaños de camélidos domesticados.
|
Kellkawasi, Chuquichaca (o Pampacancha)
|
Matos y Rick (1978-80); Rick (1980)
|
Arcaico
|
Asociación con artefactos líticos precerámicos hallados en la superficie o
en el subsuelo de los abrigos; asociación con campamentos satélite de
cazadores-recolectores
|
Illamachay
|
Perales (2004, 2008)
|
s.d.
|
s.d.
|
Quillamachay
|
Ruíz (2000)
|
5000 a 6000 a.C. o fases iniciales del Holoceno andino
|
Temática de la caza, animales acosados por cazadores; similitud
estilística con camélidos grandes de Junín, Lima y Huancavelica.
|
Aqomachay |
Ruíz (2012)
|
Arcaico
|
Temática de la caza o captura de camélido silvestre.
|
Pintasmachay
|
Álvarez (2001)
|
6000 a.C.
|
Escena de caza
|
Paqaré
|
Ccencho (2008)
|
s/d
|
Menciona las distintas posturas frente a Cuchimachay (Bonavía/Ravines vs.
Guffroy) y la asignación de las pinturas de Junín al Precerámico por Rick. No
toma posición en el caso de las pinturas de Paqaré.
|
Ayamachay
|
Pérez y Ferrua (2009)
|
Arcaico
|
Representación de guanacos, corriendo; semejanza con pinturas de Chuquichaca
(o Pampacancha)
|
Iglesiamachay, Qonqunhuiri,
|
Hostnig (2012a, 2013)
|
Arcaico tardío o final
|
Representación de camélidos silvestres en movimiento, heridos o abatidos.
Tendencia pronunciada hacia el naturalismo.
|
Pintasqa
|
Hostnig (1988)
|
Arcaico
|
Dinamismo y realismo de figuras; representación de caza con trampas
|
La abrumadora mayoría de
los investigadores atribuye las representaciones de camélidos de gran tamaño de
manera directa al Arcaico o Precerámico, algunos indicando incluso el probable
lapso de producción de las pinturas. Esgrimen como argumentos principalmente la
participación de los camélidos en escenas de caza, el dinamismo y realismo de
las figuras representadas o la similitud con pinturas de camélidos silvestres
de otras zonas atribuidas al Arcaico.
La gran mayoría de los
autores asume que los camélidos representados son silvestres (guanaco o vicuña)
por vincularlos con la época de cazadores-recolectores o el precerámico. Mayta
(2004), sin embargo, se abstiene de la identificación taxonómica, argumentando
acertadamente que las figuras carecen de suficientes rasgos distintivos como
para poder identificar las especies. Pero es también el grado de
estilización de las figuras, sobre todo en la variante 1, que hace
impracticable cualquier intento de establecer la especie del camélido silvestre
representado.
Klarich y Aldenderfer (2001),
en su trabajo sobre las diferencias estilísticas entre el arte rupestre de
cazadores y de pastores de la cuenca del río Ilave en Puno, atribuyen los
camélidos en movimiento (acción y desplazamiento rápido, siendo perseguidos),
de formas naturalistas y asociados a figuras antropomorfas más pequeñas y
representadas con armas, al Arcaico y los camélidos esquematizados y estáticos (de
pie, pastando, etc.) a períodos cerámicos o sociedades pastoriles. Los criterios
de movimiento, representación naturalista y asociación con cazadores (en
algunos casos) son también aplicables a las figuras de camélidos grandes de los
Andes del centro y centro sur del Perú. Existen algunos sitios (sobre todo en
Junín), donde los camélidos están representados formando escenas de caza,
perseguidos por diminutos cazadores, abatidos (con o sin dardos clavados en el
cuerpo) o capturados en trampas. La gran preocupación por la representación
realista de los animales o partes de los animales es una de las características
esenciales de las obras de cazadores-recolectores o de criadores incipientes de
camélidos del final del Arcaico.
CONCLUSIONES
Desde la publicación del
libro de Guffroy ha crecido considerablemente el registro de sitios rupestres con
representaciones de camélidos silvestres de dimensiones grandes atribuidos al
estilo naturalista de los Andes Centrales. Tomando en consideración los sitios
conocidos a la fecha, el área de difusión de esta tradición rupestre abarca un
territorio extenso, desde el departamento de Pasco en la sierra central hasta
el sur de Apurímac y Cusco y el norte de Arequipa, con dos concentraciones
mayores, una en los departamentos de Paso y Junín y la otra en los
departamentos de Huancavelica, Ayacucho y Apurímac.
El análisis iconográfico de
los 44 sitios con representaciones de camélidos grandes, usados como universo
del estudio, arrojó como resultado la existencia de dos variantes del estilo,
una con una tendencia hacia la estilización de las formas y distorsión de las
proporciones anatómicas, circunscrita a los departamentos del Centro
(incluyendo parte de Huancavelica) y otra, con mayor preocupación por la
representación realista o naturalista de los animales, en los departamentos
Apurímac, Cusco, Ayacucho y parte también de Huancavelica. Cuchimachay en la
sierra de Lima y Iglesiamachay en un valle interandino de Apurímac son los dos
exponentes emblemáticos de ambas variantes.
Como resultado del estudio
comparativo de sitios con representaciones de camélidos de grandes proporciones
se propone la siguiente precisión de la definición del “estilo naturalista del
centro” que se caracteriza por:
• La ubicación preferencial de sitios encima
de los 4000 msnm en la zona de concentración de la variante estilizada (Junín,
Pasco, Lima) y altitudes menores (3400 a 3900) en el caso de la variante de
figuración naturalista (Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Cusco);
• Figuras
zoomorfas (camélidos, cérvidos, felinos, aves) con tamaño igual o superior a 60
cms de largo. En Pasco, Lima y Apurímac, algunas figuras adquieren escalas monumentales, de hasta 265 cms de largo.
•Animales
representados de perfil (en casos excepcionales con la cabeza girada hacia el espectador), en posición dinámica o estática, con proporciones
anatómicas realistas o distorsionadas/estilizadas. En las figuras de la
variante estilizada, la relación entre largo del tronco y longitud del cuello
es frecuentemente menor a 1: 0.3. Los camélidos de esta variante tienen cuerpos
voluminosos y extremamente largos, cuellos demasiado delgados y demasiado
cortos o largos en relación al tronco, cuatro piernas cortas bien moduladas;
cola bien dibujada, generalmente dos orejas, pero también con solo una, pies
con dedos hendidos o sin indicación de pies. En la variante con mayor tendencia
al realismo, la relación entre largo del tronco y longitud del cuello suele ser
mayor a 1 : 0.4. En las representaciones de los camélidos de ambas variantes prevalece
la monocromía de color rojo en diferentes tonalidades. En la provincia Grau de
Apurímac existe una subvariante local (Iglesiamachay, Llamachayoq Machay,
Qonqunhuiri) caracterizada por el uso de dos o más colores en el delineado y
llenado de las figuras de los camélidos y cérvidos.
• Diferentes
técnicas de representación de las figuras (trazo lineal o delineado, tinta
plana, combinación entre ambos, interior del cuerpo con listado de líneas
paralelas, agrupación de puntos u otros diseños.
• Una
gran variación en el tamaño y la forma de los camélidos representados, tanto
entre paneles como en un mismo panel, una característica distinta a la
observada en el arte rupestre arcaico de Macusani-Corani, Pizacoma y otros
sitios del sur peruano. Ejemplos son Cuchimachay, varios sitios del Santuario
Nacional Huayllay e Iglesiamachay en Apurímac.
• Representación
del estado de preñez de las hembras mediante vientres abultadas, mamas con
pezones (Cuchimachay) y en algunos casos con el feto al interior del útero (Iglesiamachay,
Cuchimachay).
•Asociación
poco frecuente con figuras antropomorfas. Cuando esta se da, los individuos son
representados en tamaños muy pequeños en comparación con los camélidos.
•Representación de grupos de animales de
diferentes tamaños, grupos familiares y, en menor medida, escenas de caza.
También existen representaciones aisladas (Huaraya en Ayacucho, Vicuña Machay
en Huaytará).
Respecto a la cronología
relativa de las pinturas rupestres con representaciones de camélidos y cérvidos
de grandes dimensiones, existe un consenso amplio entre los investigadores de
ubicarlas en el Arcaico o Precerámico, principalmente por su similitud, en
cuanto a formas y técnicas de pintado, con estilos naturalistas del sur peruano
(Sumbay, Toquepala, Pizacoma, Mazo Cruz, Macusani-Corani) y por la eventual representación
de escenas de caza.
La ampliación del área de
difusión del estilo naturalista de grandes dimensiones más allá del ámbito de
los Andes centrales hace necesaria pensar en una modificación del nombre del
estilo acuñado por Guffroy. El autor propone reemplazarlo por “estilo de tendencia naturalista de grandes
dimensiones del centro y centro sur andino-peruano”.
Notas
1) Texto basado en la ponencia del autor presentada bajo el título “Camelid
Representations in Archaic Rock Paintings of Central and Central-Southern Peru”
en el 2013 International Rock Art Congress, organizado por
la IFRAO en Albuquerque/New
Mexico, entre mayo 26 a 31.
2) Para
establecer la longitud largo naso-anal de la figura de un camélido, en la
mayoría de los casos, debido a las distintas posiciones de los animales, son
necesarias dos medidas: Una que establece el largo entre el inicio de la cola y
el pecho y otra para medir la distancia entre el pecho y la punta de la nariz.
Frecuentemente las figuras están deterioradas de tal manera que una medición
exacta de ambas partes resulta difícil o imposible. En estos casos el largo
total del animal se compone de la medida tomada en la parte reconocible y la
longitud estimada de la parte borrada.
3) La RPNYC
fue creada el 1ro de mayo de 2001 mediante D.S. Nº 033-2001-AG y abarca 221,368
has entre los departamentos de Lima y Junín.
4) Rick
(1983) usa también el nombre de Pintado Machay de Pampacancha para este sitio.
5) Según
Rick (1980), este sitio lleva también el nombre de Hopauro 1.
Agradecimientos: A Matthias Strecker por la revisión crítica del manuscrito y las sugerencias
siempre valiosas. A Arturo Ruíz por compartir conmigo su material fotográfico y
datos sobre los sitios de Quillamachay y Alalajmachay. A Jeffry Vera por las
fotos inéditas de Vicuña Machay en Huaytará y a Mónica Suárez por mandarme
fotografías del abrigo de Cuchimachay y permitir su reproducción. Estoy también
agradecido a John Rick de la universidad de Stanford, EEUU, por haberme
aclarado algunas dudas sobre sitios de Junín y a Renata Faron-Bartels por
enviarme una copia del artículo sobre Pintasayoq, del Boletín “Andes” de la Misión Arqueológica Andina de
la Universidad de Varsovia. Doy las gracias también a Monika Jakubicka por haberme
aclarado la duda sobre la existencia de cérvidos en el panel de Pintasayoc.
¿Preguntas,
comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com
Cómo citar este artículo:
Hostnig, Rainer. Camélidos de grandes dimensiones en pinturas arcaicas del centro y centro-sur del Perú. En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/camelidosarcaico.html
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